Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siguiente, por favor. por Alixia

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

‘‘Pensé que terminaría con él, pero no coincidimos.’’

La vida de un adolescente no siempre es sencilla y Chanyeol lo sabía de sobra a sus diecisiete años.

Divididos en clases sociales, por apariencias, por una reacción colectiva hacia una persona, eso le cansaba y no porque fuera de los pobres desafortunados que les tocaba el infierno, es todo lo contrario, era el típico deportista que toda clase de persona admira y al cual le llegan millones de declaraciones al día, ese típico chico de novela que termina siendo adorado incluso por los villanos debido a su personalidad brillante y sonrisa encantadora.

Era ridículo ante sus ojos, algo hipócrita. Y también agotador, odiaba rechazar a las personas y ver lágrimas en los ojos a pesar de su amabilidad y sonrisa apenada al repetir lo mismo cada día: -Lo siento.

Las palabras le sabían agrias y contenía el aliento al ver como todos se iban destrozados, odiaba ser el causante de un dolor tan innecesario, pero nada podía hacer si tenía pareja, a alguien a quien amar a pesar de que fuera unos años mayor que él. La edad realmente no le importaba cuando fue él quien se arrodilló delante de Baekhyun y se le confesó con ojos de cachorro degollado para hacerlo reír y no hacer el mismo ambiente tenso de cada propuesta que el bajito recibía, porque si, su novio era popular y codiciado por todos en la universidad, incluso personas de diferentes carreras, y aun así había aceptado a un niño de secundaria con manos sudorosas que lo miraba de una forma tan cálida que su corazón se sentía querido y especial.

-¿Intentas hacerte el tierno, yeol? Porque no está funcionando.

Aquellas palabras le hicieron pensar que quizás, después de todo, si iba a rechazarlo y eso hizo que abriera los ojos asustados y apoyara las manos contra el suelo sin levantarse, todos sus pensamientos y escenarios atormentándolo mientras que el rubio solo lo miraba con diversión sin poder evitar reír a vivaz voz antes de levantar a la fuerza a un devastado adolescente, sujetando su rostro con ambas manos pequeñas, esas que ChanYeol tanto amaba, para así robarle un beso tan tierno y sutil que apenas se sentían los roces pero que era suficiente para hacer que un gigante torpe sonriera de forma espeluznante por el resto de la semana. Sí, no había dejado de sonreír en ningún momento y eso les causaba escalofríos a sus mejores amigos que pensaban que por fin había enloquecido.

Cada lunes por la mañana recogía a su novio para acompañarlo hasta la universidad, aunque su colegio quedara en la dirección opuesta y tuviese que madrugar, para ganarse un beso y una sonrisa, esperando que desaparezca de su visión para comenzar a correr como desquiciado porque de nuevo iba a llegar tarde y sus profesores lo regañarían más que los otros días donde lo pillaron durmiendo en clase con la baba mojando sus apuntes, lo habían castigado aquel día y se tuvo que quedar entre lloriqueos con su mejor amigo burlándose de él. Y todo porque:

-¡Mis padres van a matarme! ¡Y luego Baekhyun!

Se dice que los cuentos de hadas no existen pero ChanYeol creía estar viviendo el suyo; Novio perfecto que lo amaba, mejores amigos, familia cálida, y buenas notas. Pensó que no podía pedir más, pero se equivocó. Dejó de vivir en una realidad rosa para ver la cruel verdad escondidas en mentiras.

No entrelazaban más sus manos al caminar juntos, sus citas iban reduciéndose al igual que las conversaciones y sonrisas, y no existía si su pareja estaba con sus amigos; Las cosas que creía que tenían en común no podían ser más diferentes, a él le encantaba la ficción y estar tranquilo en casa, el bajito prefería el romance y salir cada día a diferentes lugares, a pesar de aquellas diferencias hacía lo que podía para complacerlo incluso si significaba dejar la comodidad de su soledad para ir con él a discotecas, fiestas, reuniones, y dobles citas. Poco a poco su paciencia iba agotándose, se dijo que era normal que no coincidieran en todo pero no había nada que compartieran excepto el amor por el bajito, porque si, el alto lo amaba pero el más bajo se amaba más que no notaba como sus acciones desgarraban una relación que todos envidiaban al comienzo.

-¿Qué es lo que me quieres decir?

Se le notaba molesto y él solo podía suspirar con su cabeza sostenida entre sus manos.

-Escucha, tengo examen. Simplemente no podre pasar por ti.

-¡Escúchame bien tú! ¡Lo prometiste así que más te vale estar aquí a primera hora! ¿Me escuchaste, ChanYeol? Lo prometiste y te quiero aquí.

Sus amigos lo notaban cada día más exhausto, como si su relación consumiera todas sus energías de una forma negativa, las ojeras haciéndose notar y su mente ida incluso en las prácticas de Baloncesto. Sí, claro, amaba a su novio aunque fuese controlador y requiriera una atención alta pero nunca hacían nada de lo que a él le gustaba, ya no había fines de semanas solos, ya no podía salir sin avisarle a donde iba y a qué hora regresaba, tampoco contestar mensajes si él no los veía a su lado, claro, le solía gritar por celular para ordenarles cosas, y cansado de peleas, solo obedecía para poder ir a dormir tranquilo.

Entendía sus inseguridades, solo llevaban dos meses juntos, pero sentía como envejecía diez años por cada discusión y eso lo hacía extrañar los viejos tiempos. Esos donde podía caminar en paz con su novio de la mano, besarlo cuantas veces quisiera, abrazarlo por detrás cuando se quedaban en la casa del otro, incluso acciones tan simples como mirarlo sonreír. Esa sonrisa que parecía haberse transformado en un ceño fruncido, palabras hirientes y evitarlo en frente de otras personas, ni siquiera podía quejarse.

-¿Por qué diablos me ignoras?

Estaba cansado, con sueño, de mal humor, solo quería estar con su pareja y él simplemente lo dejaba de lado mientras se preparaba para salir, de nuevo.

-Estas exagerando.- Siempre era la misma excusa. –Ya madura, ChanYeol. No sabía que estaba saliendo con un niño de Kinder.-

Había tantas cosas que quería decirle, no era el indicado para hablar de madurez y siempre era el más dramático en la relación incluso si solo estaba abrazando a su mejor amigo, su ángel de voz bonita ahora pareciera, ante sus ojos, como una mierda que lo único que sabía hacer era romperlo como un niño pequeño a un juguete; Discusiones que no llevaban a ningún lado, días en los que todo pareciera estar bien para luego volverse un infierno al mínimo paso en falso que daba. ¿Estaba mal seguir amándolo?

Tenía que admitir que su paciencia había aumentado pero sus amigos seguían insistiendo en que debían terminar. Simplemente no podía. No podía dejar a quien le enseño a amar siendo un crio que solo debía preocuparse de sus clases y en levantarse a horario ¿Estaba bien esa clase de amor? ¿Algo toxico y mágico a la vez?

¿Había enloquecido? ¿Sus amigos tenían razón?

Ya no coincidían en nada y todo a su alrededor le resultaba tan malditamente aburrido, como una rutina de la cual se estaba cansado, como si en sus oídos se repitiese la misma canción hasta volver la melodía pegadiza en un fastidio. Se sentía como aquel juguete que Baekhyun presumía como un premio antes de mirarlo con desprecio a escondidas y tirarlo lejos cuando otros hombres se acercaban, realmente en algún punto llegó a empezar a cubrir sus ojos de la verdad cuando su pareja se dejaba coquetear y toquetear sin importar su presencia en el lugar, en algún momento dejó de importarle el hecho de las voces susurrando que lo estaban engañando, de las sonrisas burlonas, del dolor en su corazón.

En algún punto simplemente no le importó nada.

Al menos eso sentía mientras sus pies recorrían toda la habitación, agarrando cada recuerdo de su relación para meterlo dentro de la caja que cargaba con cuidado y sin preocupación, su cuerpo estaba lleno de tensión mientras transcurrían los segundos, los recuerdos no lo atormentaban y aun así se sentía intranquilo a pesar de su rostro inexpresivo al deshacerse de todo hasta que su cuarto quedo como antes, como si Baekhyun nunca hubiese existido y aquello estaba mal, pero no pudo evitar sonreír ampliamente al caminar a casa de su pareja, sabiendo que no estaría y que no tendrían un drama final que pudiesen recordar con alegría; La caja dejada frente a la puerta mientras sus manos se quitaban aquel collar por los cinco meses de relación que había mandado a hacer, depositándolo sobre la superficie al lado de una carta, sin embargo, no tocó el timbre, no hizo nada más que suspirar y dar media vuelta.

¿Así se sentía terminar una relación? Se preguntaba confuso en su mente al caminar en la oscuridad de la noche en calles desoladas. Todo lo malo alejándose de su sistema a la vez que una sonrisa enorme se adueñaba de su rostro y comenzaba a correr emocionado mientras gritaba de alegría en medio de la calle con los brazos estirados a los lados, importándole poco despertar al vecindario por el tono de su voz. Quizás algunos pensarían que estaba borracho, drogado, posiblemente que era un loco que escapaba de la cárcel o el psiquiátrico, y poco le importaba mientras se ponía de cuclillas con sus manos temblorosas tapando su rostro cuando rompió a llorar de la nada entre risas.

¿Así se sentía el alivio? Se cuestionó tirado en el césped de un parque con el rostro empapado, los ojos rojos por su llanto desgarrador que pronto se cruzaron con las sonrisas de sus amigos, los mismos que se acostaron a su lado sin decir ni una sola palabra por unos minutos haciendo que una risa escapará del más alto del trio y contagiando a los restantes después de mirarlo como a un loco.

-¿Y ahora qué?- Cuestionó JongDae sin apartar su mirada de las estrellas.

Lu Han simplemente los miro a ambos con una sonrisa divertida. –Si, dinos tu plan, Yeol.

-Ahora. - se quedó callado al incorporarse y quedarse sentado en su lugar. -¡Voy a dormir hasta tarde!-

-¡Estas imbécil, vienen los exámenes finales! ¡JongDae dile algo!

-¡Apoyo la moción! ¡Vamos a dormir hasta tarde y ser vagabundos!

-¡No, claro que no!

Quizás su relación no había salida bien, pero tenía personas que le querían aún; Miró a sus mejores amigos al abrazarlos por los hombros a ambos mientras caminaban entre bromas hasta la casa más cercana, escuchándolos pelear por cosas idiotas y a LuHan asustado de ser un vagabundo porque era demasiado bonito para que lo traficaran. Sí, definitivamente iba a estar bien.

Para: La pequeña mierda de mi vida.

Lo siento.

Gracias.

 

De: Un estúpido poste.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).