En un parque de ciudad domino a eso de las 4 de la tarde, se encontraba un pequeño de 5 años de ojos amatistas y cabello multicolor jugando en los columpios bajo la supervisión de su abuelo, mientas esperaban a que la madre del chico volviera, ya que esta por la mañana había recibido una llamada de la policía informando la muerte del hermano de su esposo y el hecho de que su sobrino había quedado solo ya que la esposa de su cuñado había fallecido años atrás al dar a luz.
Cerca de una hora había pasado y la madre del niño en los columpios regreso, trayendo consigo a un pequeño de unos 7 años de cabello multicolor igual al de su hijo y con una mirada color rubí, al verlos llegar el niño de ojos amatistas se aproximó corriendo y la mujer lo tomo en brazos y lo acerco al otro chico haciendo las presentaciones "Yugi, él es Yami y a partir de ahora se quedara con nosotros, espero que lleguen a ser buenos hermanos" termino de decir mientras su hijo Yugi aun tomado de la mano de su madre analizaba al otro chico de aspecto similar al suyo, encontrándolo cuando menos curioso, "Yami, este es mi hijo Yugi, espero que puedan llevarse bien" dijo la mujer sonriente al niño de ojos rubíes quien se había quedado analizando al pequeño ante sus ojos encontrando curioso el parecido entre ellos.
Una vez los dos niños fueron presentados el abuelo de Yugi se acercó a Yami y lo abrazo, ya que este también era su nieto y Yami solo pudo aferrarse a su abuelo, dejando que el hombre lo llevara hasta el hogar del señor y la señora Muto, el cual también era la tienda de juegos del abuelo, a la cual el joven Yami no había ido desde hace mucho cuando aun era solo un bebé.
Pasaron dos semanas donde el pequeño Yami aun intentaba hacerse a la idea de que su padre no volvería, pero al menos no estaba solo ya que la señora Muto, su abuelo y su ahora nuevo hermano Yugi habían estado dándole todo su apoyo, claro que Yugi aun era joven para entender porque Yami estaba triste, pero cada que lo veía abatido, el oji amatista lo invitaba a jugar algún juego de mesa nuevo de la tienda de su abuelo, pasando así todos los días al menos dos horas jugando algo diferente.
Siendo ahora lunes por la mañana Yami debía volver a sus labores, las cuales incluían ir a la primaria, aunque ahora iría a la primaria de domino, ya que su antigua escuela quedaba lejos de la zona, así que aun algo nervioso por el nuevo día Yami tomo sus cosas y junto a la señora Muto partió a la escuela, una vez que llegaron a la entrada de la escuela la señora Muto se despidió de Yami, dejando al chico una sensación positiva, esperando que los niños de esta escuela fueran tan buenos o mejores que los de su escuela anterior.
Yami buscaba su salón mientras paseaba en los pasillos cuando se encontró a dos chicos peleándose por alguna razón desconocida para el, evitando sabiamente un conflicto solo paso junto a ellos para seguir buscando su salón de clases, una vez encontró su aula procedió a tomar un lugar junto a la ventana y a poner su mochila en el suelo mientras miraba a los chicos jugando en el patio, pasaron unos pocos minutos y sonó el timbre indicando el inicio de las clases, haciendo que sus demás compañeros entraran al aula seguidos de la profesora quien traía una taza de café en la mano, la profesora al revisar su lista vio que había un nuevo alumno y procedió a llamarlo "Joven Muto, ¿podría presentarse con sus compañeros? por favor" tras decir esto el joven Yami se levanto de su lugar y se presento "Mi nombre es Yami Muto, tengo 7 años y me gustan los juegos" al terminar el pequeño tomo asiento nuevamente y la profesora inicio con la clase dando un repaso de los temas vistos hasta ese día para que tanto el nuevo alumno como para que los estudiantes mas distraídos recordaran lo visto anteriormente.
Una vez llegada la hora del receso Yami salio y se encontró nuevamente con los dos chicos que peleaban en la mañana, solo que ahora estaban riendo juntos y eso fue algo extraño, pero no les dio mucha importancia y fue a sentarse en una de las bancas a comer el almuerzo preparado por la señora Muto, mientras comía una niña se le acerco e inicio a hacerle platica preguntando cosas como donde estaba su escuela anterior y porque se había mudado, haciendo que Yami recordara lo sucedido con su padre y se fuera nuevamente al salón a terminar su comida, una vez en el aula los dos niños que estaban en el patio se acercaron a el y uno de ellos que era rubio empezó a hablar "hola niño nuevo, mi nombre es Joey y el es mi amigo Tristan", "no le digas niño, su nombre es Yami, lo dijo en la clase" reprendió el castaño a su amigo rubio, "bueno Tristan, para que lo sepas yo no estaba en el salón en ese momento porque había ido al baño" contesto nuevamente el rubio defendiendo su forma de dirigirse a Yami, el cual solo pudo reír al verlos discutir por algo tan tonto como llamarlo niño siendo que todos son niños, ambos amigos al ver reír al de ojos rubíes solo pudieron sonreír, ya que desde que lo habían visto en el salón y en el patio el chico de cabello multicolor había estado serio todo el día, "y ¿que te parece tu primer día de escuela? pregunto Tristan a Yami, "pues hasta ahora había sido muy aburrido, pero supongo que me acostumbrare", "pues puedes juntarte con nosotros y veras que no sera tan aburrido" dijo Joey poniendo su mejor sonrisa mientras daba ligeros golpesitos en la espalda de Yami para alentarlo a que se les uniera, "Tranquilo Joey, que a este paso lo vas a asustar", fue lo ultimo que dijo Tristan antes de que el y Joey iniciaran un concurso de miradas el cual termino cuando sonó el timbre del fin del receso, los dos chicos fueron a sus lugares que estaban al fondo del aula, uno atrás del de Yami y el otro junto a ese, dejando así que los chicos platicaran por el resto del día.