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Dulce Venganza por RozenDark

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Notas del fanfic:

Primer fic Stony con un gracioso toque de drama xD

 

Espero y les agrade la idea para este corto fic ;)

Notas del capitulo:

Y bueno, después de haber escrito varios fragmentos en el grupo “Stony Shippers”, decidí que mejor lo escribía y publicaba como se debe.

 

En fin, los personajes de Marvel Comics son propiedad de sus respectivos autores. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son propiedad de su respectivo autor.

 

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

"Mala Suerte"

 

~.°.~.ღ.~.°.~

 

Si le preguntaran si se arrepentía de sus actos, Tony respondería con un “a veces lo hago”. Sin embargo, Stark no se arrepentía de haber tenido aquella noche apasionada con el que había ido su compañero y amigo de batallas, pues gracias a eso, Tony estaba seguro que nunca más se sentiría solo.

Y no, no era porque Rogers lo hubiera aceptado como pareja, eso no pasaría y no precisamente porque no lo deseara. La razón era simple: De esa noche llena de más que besos y arrumacos, nació una linda consecuencia. Consecuencia que Tony ya llevaba esperando ocho meses exactos.

Stark estaba tan ansioso por ya tener a su hijo en brazos, que poco o nada le importaba lo que los Vengadores dijeran de él en las noticias. Pues desde que supo que estaba embarazado, había tomado una enorme decisión: renunciar a ser Iron Man y dejar a los Vengadores.

Stark sabía que en la torre nadie lo extrañaría, lo que es más, después de haber tomado esa decisión, se había ocultado del mundo entero, guardando de manera recelosa su muy evidente estado. Solo Pepper y Rhodes sabían de su paradero y su condición, y siempre iban a ayudarlo en lo que podían.

Desgraciadamente al estar solo y creerse oculto por completo, no vio venir el ataque.

Para cuando Tony se dio cuenta, estaba despertando justo en un extraño lugar con un desconocido frente a él, monitoreando su estado de salud y la de su bebé.

 

— ¿Quién eres?, ¿dónde estoy? —, preguntó demandante. Con temor guio sus manos a su vientre, ese hombre no le daba buena espina.

—Trate de calmarse señor Stark. En su estado debería mantenerse calmado —, le respondió el extraño con falsa amabilidad —. Dígame señor Stark, ¿conoce Hydra? —

 

A Tony se le erizaron los vellos de los brazos. Simplemente no podía creer la cantidad de mala suerte que tenía.

Justo cuando había decidido dejar de ponerse en riesgo y hacer una vida normal a lado de su hijo en camino, tenían que raptarlo, peor aún, sus captores tenían que ser precisamente de la organización de Hydra.

 

—Claro que conozco Hydra, la pregunta es, ¿qué hago aquí? —, demandó saber. Tal vez y solo tal vez, querían su tecnología y a como estaban las cosas en su precaria situación, aceptaría la demanda con tal de que a su hijo no le hicieran nada.

—Usted no se encuentra aquí por su tecnología, si eso es lo que piensa —, sonrió el extraño al ver la mirada de Stark —. Se rumorea que que el hijo que espera es del mismísimo Capitán América, ¿es eso verdad señor Stark? —, con detenimiento, miro el gran vientre del Omega.

 

Tony juraba que un frío le caló hasta la médula al oír su oscuro secreto. Ciertamente quería ocultar su embarazo del Alfa que lo rechazo, pero también estaba la preocupación de los enemigos de ambos.

Hydra no era de su agrado número uno, así que en sus planes no estaba que la oscura organización se enterara de aquel secreto.

Justo recordó que tenía clases de maternidad ese día, así como tenía planeado comprarle a su hijo aquel tierno mameluco rojo que había visto la semana pasada, pero en su lugar, estaba allí, temiendo por lo que le querían hacer a su bebé.

 

— ¿Qué no te enteras?, Rogers anda de novio con la agente Carter, y según los rumores, hay planes de boda —, dijo lo más seguro de sus palabras. Sabía perfectamente que aquello solo era una noticia amarillista que algún paparazzi había inventado.

—Bueno, eso se puede comprobar aquí y ahora, ¿no es así? —

 

Tony no había entendido a lo que quería llegar aquel hombre, hasta que vio con lujo y detalle el lugar.

Esa sala parecía una especie de consultorio médico, sin mencionar que él se encontraba acostado en una incómoda camilla.

Miró un poco más y a su lado había una mesita metálica llena de toda clase de implementos, que aunque no había estudiado medicina, había aprendido para qué servían.

 

— ¿Ibas a hacerme una prueba de paternidad? —, preguntó en susurro, para después mirar con espanto a ese lunático —. Ni se te ocurra, que eso solo pondrá en riesgo a mi bebé —, le dijo.

—No se preocupe Señor Stark, mientras me diga si yo tengo razón, no habrá necesidad de hacer una prueba tan invasiva —, respondió tajante el hombre.

—Y yo ya le dije que ese mequetrefe no es el padre de mi hijo —, rebatió nervioso.

—Respuesta equivocada señor Stark —

 

Tony sintió terror cuando de la nada se vio atado a aquella camilla con las piernas abiertas.

Temió aún más cuando aquel extraño tomó unas tijeras para (lo que suponía) cortarle el pantalón.

Negó una y otra vez, de todas las maneras posibles. Tenía muy en cuenta que su embarazo no había sido el más tranquilo, pues había pasado por más de un susto, así que debido a la situación tan incómoda, dejó de lado ese orgullo suyo.

 

— ¡Si lo es! —, gritó asustado al ver la cercanía del hombre —. ¡Steve Rogers es el padre de mi hijo! —, respondió con agitación.

—Ve que no fue tan difícil responder con la verdad —, dijo divertido —. Por ahora, puedo asegurarle que su bebé se encuentra en un perfecto estado, y que a usted no se le hará nada malo.

—Tony suspiró ya más tranquilo, para después mirar con desdén al hombre aquel —. ¿Por qué me trajeron a este lugar? —, nervioso se atrevió a preguntar aquello.

—Esas son preguntas que con el tiempo se responderán señor Stark. Por ahora, será mejor que se ponga cómodo, que estará aquí por un largo tiempo.

 

Tony miró con odio a ese hombre. ¿Que si estaba asustado?, lo estaba. Le aterraba la idea de que le hicieran algo malo a su bebé, pero no por eso se quedaría como la perfecta damisela en peligro a esperar que lo rescatarán, y ya se le ocurriría algo para tratar de salir de aquel lugar, o al menos, resistir hasta que la ayuda llegue. Porque sí, Antony Stark estaba completamente seguro de que Pepper movería cielo, mar y tierra para tratar de dar con su paradero, incluso Rhodes estaría haciendo lo mismo, así que con ese pensamiento, ya estaba medianamente más tranquilo.

 

~.o0o.~

 

Steve no podía creer aquello. Hacía ocho meses aproximadamente que no sabía nada de Tony, y ahora cuando había una pequeña esperanza de saber el paradero del Omega, esa esperanza se había convertido en desesperación y preocupación al saber que Tony había sido raptado por Hydra.

Pepper había ido primeramente con Shield, y Fury al ser como es, había mandado a Potts directamente con los Vengadores, aunque no por eso, dejaba de lado brindar la ayuda de Shield, especialmente si de Hydra se trataba.

Y ahora, en una de las tantas bases de Shield, se encontraban escuchando tanto a Fury como a Pepper. Pero hubo algo, una de las indicaciones de Pepper Potts para cuando encontrarán a Tony.

El asunto no era para nada sencillo, pues ellos al creer que una vez encontrando a Tony podrían mandar alguna de sus armaduras, Potts se encargó de vetar esa idea y en su lugar pidió extremo cuidado para el Omega Stark.

 

—El hecho de que Stark haya renunciado a los Vengadores y a ser Iron Man, no significa que no vaya a poner de su parte a la hora de su rescate —, mencionó Clint con fastidio.

 

Pepper Potts tenía su carácter, pese a ser una Omega. Y aun si había algún Alfa en aquella sala, por Tony y el bebé que esté esperaba, era capaz de golpear a cuanto Alfa se le atravesara en el camino, así que no fue raro que se le haya acercado a ese tipejo de lengua filosa y le haya propinado tremenda cachetada.

 

—Para su información señor Barton, Tony no se encuentra en un estado favorable como para andar de “justiciero”, así que si me permite terminar de explicar, con mucho gusto le haré saber la razón por la que deberán tener extremo cuidado con el señor Stark —, Pepper ni siquiera disimuló el desagrado que le causaba hablar con Barton, ni tampoco hizo menos severa la mirada que le enviaba a Wanda por la cara de fastidio que esta tenía —. Para empezar, Tony no puede pelear debido a que está en estado de gestación y muy avanzado debo decir.

 

Para Pepper no fue raro ver esos rostros llenos de incredulidad, era obvio, debido a los rumores y chismes de las noticias amarillistas, su Tonos tenía la reputación de ser un Omega promiscuo tanto con Alfas como Betas, cuando la realidad era que Tony no salía con cualquiera y que aquellos que habían llegado a más que una cena, eran ella (pese a que también era Omega) y el padre del hijo que esperaba. Y por la cara que ese grandísimo imbécil había puesto, sabía a la perfección que pensaba lo mismo que los otros odiosos seres en esa sala.

Hizo ejercicios de respiración para calmarse, pues sabía a la perfección que habían idiotas en la sala, que saldrían con alguna tontería y palabras bajas y vulgares en contra de Tony, y la verdad, ahora solo le interesaba que ese Omega regresará sano y salvo a casa y se preocupara más por preparar la maleta que ocuparía para el día del parto.

 

— ¿Es broma?, ¿verdad? —, preguntó Wanda sorprendida —. Es decir, es Anthony Stark de quien hablamos.

—Es obvio que tiene que ser una broma, es decir, aun si esta embarazado, es obvio que lo dará en adopción, o peor, ya pudo haberlo abortado —, respondió sisañoso Hawkeye.

—Clint, Wanda, por una vez cierren esa boca suya, que esto es serio —, Natasha miro mal a esos dos. Conocía lo suficiente a Tony y sabía que el Omega sería incapaz de hacer algo en contra de un ser tan inocente como lo era aquel bebé, especialmente cuando Stark había pasado por una infancia severa gracias al trato de Howard Stark —. ¿Cuánto tiempo tiene Tony?, claro, si se puede saber —, Nat aprovechó el repentino silencio causado por su orden y preguntó aquello, claro, tanteando el terreno de batalla que Pepper Potts había creado.

—Pepper suspiró resignada, mientras dirigía de manera discreta su mirada hacia el dichoso Capitán América —. Tiene ocho meses exactos y no fue un embarazo del todo sencillo, puesto que el Alfa que lo embarazo, decidió rechazarlo y seguir con su vida —, explicó con demasiado reproche, casi como si deseara que aquel Alfa entendiera la indirecta muy directa.

— ¿Y por qué Stark no nos contaría?, ¿no se supone que éramos sus amigos? —, preguntó un muy sorprendido Thor.

—Eso es demasiado obvio señor del trueno —, respondió con simpleza Potts —. Como ya habrá notado, hay gente indeseada que cree cosas malas de Tony, cuando la realidad es otra. En conclusión, estas personas se dejan guiar por rumores y chismes que dicen los demás —, aquello lo dijo, mientras fulminaba con la mirada a ese par de odiosos —. ¿Y bien?, ¿harán el trabajo o tendré que ir a pedir la ayuda de los cuatro fantásticos? —, exigió saber. Ahora mismo le interesaba saber si no estaba perdiendo su tiempo con ese grupo.

—No se preocupe señorita Potts, nosotros nos encargaremos —, dijo como pudo el Capitán.

 

Si bien tenía un sinfín de dudas en su cabeza, Rogers estaba seguro de que solamente una persona podría disiparlas, pero ahora debía concentrarse lo más que podía y rescatar sano y salvo a Tony y al bebé que esperaba, solo deseaba que no fuera tarde.

 

—Ya que han aceptado la misión, es hora de que se alisten tanto en material médico como en ubicación. Hemos dado con una base subterránea al norte de la ciudad y por como se ve, la misión será demasiado complicada —, Fury comenzó a explicar con detalle lo que sería la misión de búsqueda y rescate.

 

~.o0o.~

 

No podía ser cierto. Esa situación era demasiado absurda, y había llegado en muy mal momento, pues con ocho meses de embarazo y siendo prácticamente una gran pelota, no podía correr para intentar huir, lo que es más, no podía hacer uso de su armadura. Y aun cuando hizo de todo para lograr salir de la habitación en la que se encontraba encerrado, sabía que tenía que hacer uso de toda su inteligencia e imaginación para maquinar un buen plan y lograr salir de allí ileso.

Justo cuando creyó que lo lograría, un par de soldados dio con su paradero y obviamente no se lo tomaron nada bien. Temió por su vida y la de su bebé, pero al oír un grito demasiado familiar para él, supo que no tenía nada de suerte.

Sabía que el haber nacido como Omega era parte de su muy mala suerte (según palabras de su padre), haberse enamorado de un idiota Alfa que lo rechazaba con la barata excusa de “si seguimos con lo que hicimos anoche, no llegaremos a nada” era otro punto a su mala suerte, y por supuesto, a ese combo hay que agregarle su verídica lengua, su orgullo ante todo y su brillante y despampanante personalidad, su mala suerte solamente aumentaba, aunque no creía que fuera a tales extremos, pero nunca hay que decir nunca.

Y para colmo de los colmos, a Pepper se le ocurrió la grandiosa idea de pedirle ayuda, justo al maldito Alfa por el que estaba así de gordo. Pero al menos, Rogers le serviría para algo, y su prioridad en esos precarios momentos era mantener a su bebé sano y salvo en su vientre, al menos hasta que llegue el momento en el que deba nacer.
Sin embargo, un nuevo problema se hace presente, y es que a pesar de que todo el equipo de Vengadores se encontraba sorprendido por su embarazo, los malos e hirientes comentarios no faltaron. Un ejemplo, Clint con el comentario venenoso de "milagro que no lo abortaste Stark" o el comentario de Wanda "¿siquiera sabe de quién es?", oh, pero claro, lo  peor era ver al grandioso Capitán América acercarse a su persona, como si tuviera el derecho y hacerle la pregunta más estúpida posible, "¿es mío, verdad?".
Y obviamente, le respondió con un puñetazo en el rostro. Ese no era el modo en el que planeaba decirle aquello a Rogers, al menos no cuando el Alfa lo abandonó después de su encuentro carnal, y para acabar, a Hydra se le ocurre resurgir y capturarlo con el fin de tener al hijo del Capitán América e Iron Man. En conclusión...

—Tengo una mala suerte de los mil demonios —, murmuró Tony con odio.

 

~.o0o.~

 

Steve Rogers juraba que nunca antes había estado tan alterado por algo. Si bien, se había prometido mantener la calma durante la misión, apenas llegaron a aquella base, sintió una tremenda presión.

Tan desesperante y sofocante que le atosigaba en su totalidad. Era como si sintiera el miedo de Tony, como si hubiera una extraña conexión que los unía. Y fue así como se dio cuenta.

Si no recordaba mal, el día que rechazó a Tony, el Omega iba a decirle algo justo antes de que diera su patético monólogo del porque no debían volverse pareja. Y a pesar de que tenía todos los indicios y razones para que Tony desapareciera y renunciara al mundo de los súper héroes, le tomó bastante unir todos los cabos sueltos. Hasta que por fin lo entendió todo, justo cuando uno de los tantos imbéciles de Hydra lo golpeó en la cara.

Tony estaba embarazado. Tony iba a decírselo aquel día. Tony y él tendrían un hijo. Y el cómo idiota rechazó todas esas oportunidades que el Omega le estaba dando en bandeja de plata.

Una vez esa verdad entro en su cabeza, comenzó a pelear con más ganas de las necesarias. Golpeando a cuanto soldado de Hydra se le pusiera en el camino. Corriendo en la dirección donde podía sentir la tenue esencia de su Omega. Y no detuvo su paso aun cuando los demás le gritaron.

Justo cuando sintió más fuerte la presencia de Tony, se sintió aliviado, pero al lograr divisar Omega, no dudo siquiera en lanzar su escudo en contra de esos estúpidos soldados que atentaban en contra de su Omega y el bebé de ambos.

Sintió la presencia cercana del resto de los Vengadores, pero poco le importo. Y aunque no le gusto escuchar los comentarios venenosos de Clint y Wanda, ahora solo le interesaba acercarse al Omega y asegurarse de que estuviera del todo bien.

Aunque claro, al parecer su cerebro aún se encontraba procesando toda la información, y en lugar de preguntar sobre el estado de Tony, se le ocurrió hacer la pregunta más idiota jamás dada.

 

— ¿Es mío?, ¿verdad? —

 

Y por supuesto, Tony les respondió con un bien merecido puñetazo en el rostro.

 

—Eso es más que obvio Capitán Rogers —, respondió el Omega con fastidio  —. No me interesa si recuerda la noche en la que usted y yo nos juntamos y acurrucamos como más que amigos —, mencionó burlesco.

 

Steve se sonrojo apenado. Sus inteligentes sospechas eran más que verdaderas y había metido en grande la pata. Si hubiera aceptado que aquel Omega lo atraía más que como una simple amistad, hubiera pasado por la maravillosa etapa del embarazo y tendría el derecho de tocar el vientre de su adorable Omega, pero ese error le trajo tremendas consecuencias y obviamente Tony lo agarraría a golpes si se atrevía siquiera a tocar su hombro.

Por su parte los demás Vengadores, si bien estaban sorprendidos con aquella sorpresiva noticia, no lo veían nada raro, es decir, ambos se miraban de manera nada amistosa (y no precisamente con odio), y las peleas que Rogers y Stark solían tener eran peleas de matrimonio, pero al parecer, Steve Rogers era más necio que el mismo Anthony Stark  y había arruinado esa oportunidad de oro.

Claro, si bien, para la mayoría era algo más que esperado, para dos de los Vengadores, era algo inaudito. Clint y Wanda no podían creer que todos se tragaron la historia de Stark, sabiendo su historial en relaciones, y claro, como siempre sus venenosas lenguas no pudieron mantenerse controladas.

 

— ¿En serio cree que es su hijo Capitán? —, preguntó Wanda incrédula —. Es Stark de quien hablamos.

 

Tony la miró con odio. Esa mocosa no tenía idea de nada, así que con toda la paciencia que podía tener un embarazado, se atrevió a apretar el maldito paquete que le había dado el premio que llevaba en su vientre.

 

—Mira mocosa, no tengo humor para aguantar tus quejidos e insultos hacia mí, pero te puedo asegurar, que fue esto, lo que me dejo en este estado —, mencionó furioso.

 

Wanda se quedó más que callada, Clint abría y cerraba la boca una y otra vez, mientras que Steve solamente atinaba a sonrojarse por el atrevimiento del Omega, más cuando veía la mirada llena de burla de Nat, Sam, Thor y Hulk.

 

—T... Tony... Por favor —, Rogers se sentía azorado por el repentino apretón que aquel Omega le había dado.

—Usted ni me hable Capitán, mire que no gestionar absolutamente nada acerca de lo que me hizo a esos mantenidos es lo que me pone furioso, y para colmo, ni siquiera me defiende, me siento ofendido —, de brazos cruzados comenzó a caminar hacia lo que creía era la salida.

— ¿Disculpa?, ¿nos llamaste mantenidos? —, Clint se acercó de mala gana a Stark, dispuesto a todo para poner a ese insolente Omega en su verdadero lugar.

—Buena vista, no así el buen sentido auditivo. Si, les dije mantenidos. Especialmente a ti y a la idiota esa, que por cierto, es una malagradecida —, respondió enojado, mientras señalaba a Wanda —. Al menos los demás agradecen que pagó su luz, su agua, su gas, su comida y los daños que causan en sus actos heroicos, ¿o pensabas que lo pagabas tú?, dime, ¿tienes el dinero necesario para hacer todos esos gastos millonarios?, y no, no lo digo para echarlo en cara. Lo digo para que tú y Wanda dejen de joderme la existencia, no me conocen, ni siquiera han tratado de ser amigos míos y aun así me juzgan.

—Tony, trata de calmarte, no le hará bien al bebé —, Nat miro mal a Steve, quien se había quedado callado en lugar de defender al Omega y a su hijo. Preocupada vio que Stark se agitaba y de vez en cuando guiaba su mano a su gran vientre —. ¿Te sientes bien?

 

Pero Tony no se calmó, al contrario, siguió hablando con la verdad. Y aunque repentinamente sentía un leve dolor, no se detendría. No ahora que se había armado de valor para hablar. No cuando ese par de idiotas hablaban no solo de él, también de su pequeño bebé que no tenía culpa alguna.

Natasha estaba preocupada, Tony no se veía nada bien y podía saberlo con solo ver su rostro algo pálido y su piel perlada en sudor.


—Rogers, ¿no va a hacer algo?, es el Omega que imprudentemente embarazo —, le dijo furiosa.


Steve salió por completo del shock que había causado las duras palabras de Tony. Miró a Nat y luego al Omega, y cuando vio lo mal que Tony se veía, no pudo evitar acercarse a gran velocidad y darle un golpe  en el rostro a Clint Barton.


— ¿Qué rayos le pasa Capitán? —, le exigió saber, mientras sobaba su rostro.


Pero Steve ni siquiera le hizo caso, pues se había ido directamente a ayudar a Tony, quien por cierto, sentía que en cualquier momento iba a desfallecer. Todos se preocuparon, pues el Omega estaba cada vez más pálido y su rostro denotaba dolor. Es más, Clint e incluso Wanda, sintieron miedo de que algo malo le sucediera a Stark y al bebé.


— ¿Qué ocurre Tony?—, Steve, miraba preocupado, al Omega.
—Ya viene —, murmuró —. El bebé ya viene… y en muy mal momento debo decir…


Y entonces, todo se volvió un caos. Si no lograban sacar a Tony a tiempo, estaban seguros que ese bebé nacería en las instalaciones de Hydra, y eso no era algo que Stark tuviera planeado para el nacimiento de su pequeño bribón.

Tony ya tenía una amable obstetra que se encargaría de ayudarle con el parto, y no podía olvidar que ya tenía la maleta con todo lo que su bebé necesitaría para el día de su nacimiento, pero ahora, en su situación y por cómo veía las cosas, Peter quería nacer a la de ya y no había nada que lo detuviera. Eso era genial, Peter iba a nacer con ese lado suyo y se lo estaba haciendo saber justo en ese momento.

 

— ¡Esto es su culpa malditos! —, gritó adolorido, mientras señalaba a los nerviosos Clint y Wanda.

— ¡Dios Tony! —, exclamó Nat, mientras ayudaba a Rogers a controlar al Omega —. Tienes que tranquilizarte y dejar de moverte —, lo regaño —. Primero lo primero, ¿cada cuánto tienes contracciones? y ¿cuántas son? —, le pregunto seriamente.

—Tony asintió más calmado de ver que al menos había un Alfa que llevaba los pantalones en el equipo —. Tengo dolor en la espalda baja, y creo que acabo de romper fuente —, aterrado vio que poco a poco su pantalón se mojaba.

 — ¿Y ahora qué, agente Romanov? —, Sam se le acercó de manera cautelosa a la pelirroja y preguntó aquello en susurro.

—Si te soy sincera, creí que había sido una falsa alarma, pero al ver que acaba de romper fuente, no tenemos mucho tiempo. Debemos sacarlo cuanto antes —, respondió discretamente —. Bien, Tony, Pepper Potts nos dijo brevemente lo que debías hacer en este caso. Primeramente, haz tus ejercicios de respiración y mantén la mayor calma posible. Hulk, tú te encargaras de llevarlo y asegurar su bienestar y protección, sin llegar a quitar tu atención de Tony. Clint y Sam se encargaran de los soldados que lleguen por detrás, así que asegurense de que nada se acerque a Hulk, mientras lleva a Tony. Thor y Wanda se encargaran de la parte delantera, lo mismo va para ustedes, nada, absolutamente nada debe de acercarse a Hulk y a Tony. En cuanto al Cap, usted se mantendrá lo más cerca posible de Tony, aun si no paso todo el embarazo a lado de Tony, en un caso como este, tener al padre Alfa cerca mantendrá calmado al Omega gestante. Yo me encargare de asegurar el perímetro en caso de que traspasen a ambos equipos.

 

Si bien, todos se mostraban sorprendidos por la eficacia de Nat en esos momentos, ninguno se atrevió a cuestionar a la que parecía ser la voz de la razón en ese preciso momento.

Steve se encargó de ayudar a Tony a acomodarse en los brazos de Hulk, mientras que Sam y Clint se encargaban de cubrir la retaguardia y Thor y Wanda la zona delantera. Una vez que Tony pudo acomodarse de manera que le diera el mínimo dolor, comenzaron a correr hacia la salida.

Quitando a todo soldado Hydra que se interpusiera, siempre cuidando que nada ni nadie se acercara siquiera a Tony. Solo esperaban lograr salir a tiempo de ese espantoso lugar.

Y justo cuando el Omega Stark creía que su hijo nacería en la base de Hydra, logro ver con anhelo la luz brillante del sol.

 

—Lo logramos, ahora debemos ir a un hospital —, mencionó con alivio Nat.

— ¿No creen que eso fue demasiado fácil? —, pregunto Thor.

—Nat no se midió y le dio un golpe en la cabeza —. No hagas comentarios tan obvios frente a Tony —, le regaño —. Primero llevemos a Tony al hospital y luego nos encargamos de investigar a fondo este asunto. Algo no anda bien.

 

Todos asintieron de acuerdo con Romanov, por suerte Tony no había escuchado nada, pues Hulk primeramente lo había llevado con el equipo médico de Shileld.

Por ahora lo importante era asegurar el bienestar de Tony y el bebé en camino, ya luego se encargarían de darle su merecido a Hydra.

 

 

Continuará

Notas finales:

Y eso ha sido todo para este primer capítulo, espero y les haya gustado. Y si es así y me lo hacen saber con sus hermosos comentarios, se los agradeceré muchísimo :3

 

En fin, nos leemos pronto

 

Chau chau (^3-)/


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