Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Regalo por Armando De Virgo XD

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes le pertenecen a Masami Kurumada

 

Notas del capitulo:

Este fanfic ya lo tenìa desde hace mucho tiempo. Lo habia metido a un concurso. Como estoy borrando archivos decidì que antes de borrarlo lo subirìa. Espero les guste y nos vemos hasta Agosto para continuar los otras historias que debo. 

Sube cada escalón para llegar al deseado templo, donde vive su amor. Bien vestido, perfumado, aseado y con un ramo de rosas, pero los nervios lo invaden por cada vez estar cerca. Ya es el momento de declarar, en tiempo de paz y donde pueden hacer una nueva vida. Llegó al sexto templo donde antes de entrar recordó sus palabras ensayadas la noche hace unas noches atrás. Se adentró, elevando su cosmos llamando la atención del guardián, éste salió al poco tiempo. Ojos sellados, típicas túnicas blancas con un hombro descubierto y su cabello suelto.

Ser divino…

Interrumpió la meditación del guardián, espera que haya valido la pena. Acercándose hasta estar enfrente del guardián, le entregó el detalle, éste las recibió con sumo cuidado. Un momento incómodo para el león, todas las palabras que ensayo se esfumaron por completo, pero eso no significa que hablé con el corazón.

—    Shaka, yo… – dijo Aioria. – Quiero decirte si me harías el placer de ser tú… – dudas. – tú…tú… – nervios.

Debe de quitarse el miedo de ser rechazado, si lo hacía no se daría por vencido en conquistarlo. Es hora de ser hombre, lo dirá fuerte y claro que todo el santuario lo escuchará.

—    ¿Quieres ser mi novio? – susurro.

Debe de haberse visto patético, si alguien hubiese estado presente los demás seguramente se burlan de él. Esperaba el rechazó, sin embargo, recibió un beso de parte del hindú. Su corazón latió rápido y sus manos reaccionaron con abrazarlo muy fuerte sin romper aquel momento donde un sentimiento se encontró. Labios separándose, abriendo lentamente los ojos, miradas encontrándose.

Esmeraldas como una joya…

Turquesas como el cielo…

Sonrió y contestó:

—    Sí. – asintió. – Quiero ser tu novio. – la respuesta de Virgo.

Ante la respuesta afirmativa salieron del templo de Virgo para dar a conocer su relación. Muchos de sus compañeros al notar el brillo de sus ojos y manos entrelazadas pasaron a felicitarlos por la hermosa pareja del santuario. El hermano del león, Aioros, no soportó las lágrimas de ver a su único familiar feliz con alguien quien ama. Un día importante se volvieron novios. Pasearon por todo el santuario presumiendo del gran amor del león y la doncella.

Esto tan sólo ocurrió hace 4 años.

0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0

La alarma sonaba provocando que despertase del mundo de los sueños, apagando la alarma y estirándose con pereza. Se sentó en la cama y observó el reloj mirando marcando las 7:00 A.m. de la mañana. Ya se acostumbró al horario de Japón. Levantándose del lecho y su compañero de cuarto roncando, por algo no pudo dormir bien. Dirigiéndose al baño quitándose sus prendas y metiéndose a dar una ducha limpiando bien cada parte de su cuerpo. Al salir su compañero de cuarto ya no está. Buscó una ropa indicada, eligió una camisa polo de cuello azul, un Jean negro y unos zapatos que combinaran. Tardó en alistarse perfectamente, estando listo salió de la habitación.

Hace tiempo que están en la mansión Kido, por órdenes de la diosa, sus templos los reconstruían por algunas partes que faltaban y para evitar un accidente los mandó a vivir junto con los de bronce a su mansión. Meses que están ahí, pueden que estén una temporada muy larga.

Se dirigía a la biblioteca para buscar un libro interesante, por su camino hacia el salón escuchó un grito de parte de uno de sus compañeros, una idea cruzó imaginándose un ataque en la mansión. Corrió hacia el lugar, llegando al lugar vio al Géminis menor con una cara de emoción y en la sala un bello decorativo de rosas negras, morado y azul oscuro. La mayoría de los caballeros llegaron a la sala incluyendo el hermano mayor quedando sorprendidos por el detalle tan bello.

—    Kanon. – dijo Afrodita. – ¡Que hermoso detalle! – maravillado.

—    Radamanthys. – contestó.

La relación entre Radamanthys y Kanon no es ningún secreto, ellos fueron la primera pareja oficial de todos ellos. En un principio no aceptaban del todo al juez por ser un enemigo tramposo en la guerra santa, pero no tuvieron de otra. Aunque, Saga seguía dudando del Kyoto.

—    ¿Las envío por el día de San Valentín? – preguntó Aioros.

—    ¿Día de San Valentín? – habló Aldebarán.

—    ¡¿No saben qué es el día de San Valentín?! – se sorprendió Camus.

—    No. – respondieron.

—    El día de San Valentín se festeja en muchos países donde los enamorados se regalan cosas, hacen y demuestran su amor. – explica Mu.

—    Una historia muy larga que deben averiguar usted. – dijo Kanon con tanta emoción. – Si me disculpan no llegaré hoy. – se dirige a su habitación corriendo para arreglarse.

—    Me imagino que irá de paseo con Radamanthys. – habló celoso Saga. – Mejor lo cuido de cerca. – sale del lugar.

—    Lo seguiré. – suspira Aioros. – No vaya a cometer una locura.

Salió de la sala para seguir a su novio y cuñado. Los demás de igual salieron con sus respectivas parejas para aprender más de aquella festividad. Por su parte, Aioria se dirigió a la biblioteca donde buscó un libro acerca del día de San Valentín porque le dio curiosidad, leyó tantos libros hasta que encontró uno en especial donde contiene la información.

“San Valentín dejó sirvió como cura en un templo durante el reino de Claudio III, cuando el emperador decidió que los hombres jóvenes debían ser soldados y prohibió el matrimonio. Valentín se daría cuenta de la injusticia del decreto y seguiría con el rito del matrimonio para parejas jóvenes en secreto hasta que es descubierto por Claudio quién le encarcela por desafiarlo.”

“Según la leyenda, San Valentín dejó una carta de despedida a la hija del carcelero de quien se enamoró durante su encarcelamiento, está carta sería la primera carta de amor de San Valentín. Al final su firma `De su Valentín` firma que se convertiría en popular para las parejas que se envían tarjetas con frases”

Encontró mucha más información sobre la festividad de cómo se festeja en varios países y el significado de cada detalle hasta de los regalos. Le pareció una idea fantástica, pero su problema es Shaka. Sus costumbres le prohíben ciertas cosas y festividades, puede ser que está sea una de ellas. Pero no perdía nada con intentarlo. Cerró el libro, se levantó y dispuesto se dirigió a la habitación de su amado, cuando subía las escaleras se encontró con él. Le sorprendió que no llevará sus típicas túnicas que usa cuando medita sino algo más formal y sus ojos abiertos. Notó algo extraño en él ya que tenía las manos atrás como escondidas algo.

—    ¿Ocurre algo, amor? – preguntó el león dorado.

—    Yo… – sus mejillas se tornan carmesí. – Quería…darte esto. – estira sus manos donde muestra el detalle.

Queda sorprendido ante el detalle, las aceptó con gusto.

—    Gracias…– dijo apenado. – ¿Por qué me das chocolates?

—    Por el día de los enamorados.

—    Pero…no afecta en tus costumbres.

—    En la India se piensa que este día contamina a la cultura, pero por amor a ti soy capaz de romper mis tradiciones. – su cara se pone roja.

—    Shaka…– susurra. – Yo…

—    Y quiero darte esto también. – le da otra bolsa de chocolates.

—    ¿Por qué me das regalo doble? – preguntó confundido.

—    Es nuestro aniversario. – dijo cabizbajo. – ¿Lo olvidaste?

¡Por Athena! Lo olvidó por completo y todo por estar averiguando de aquella festividad. Fue ahí cuando se le ocurrió una idea, hizo sentir mal a su amado, pero lo volvía a ver sonreír con lo ocurrido.

—    ¡No, amor! – mintió. – Nunca olvidaría nuestro aniversario. Lo que pasa es que tengo un regalo especial para ti al final del día.

—      ¿En serio? – levanta su rostro. – ¡¿Cuál es mi regalo?! – preguntó entusiasmado.

—    Como dije, lo daré al final del día. – seguía con las mentiras. – Vamos a salir.

Toma de la mano a su compañero y salen de la mansión con dirección a otro lugar donde se le ocurriera. Tomaron las llaves de uno de los automóviles, se subieron. El de Leo como un caballero le abrió la puerta a su flor de loto y manejó pensando en ideas para regalar. Llegaron hasta la playa, bajaron del coche y se quedaron viendo la hermosa agua azul reflejada por el cielo. No se le ocurrió alguna forma de impresionarlo, se separó de su lado y camino buscando alguna idea hasta que vio una pareja.

El muchacho le regalaba flores a la chica y ésta se emocionaba por el pequeño detalle. Un excelente regalo, el problema es dónde conseguiría las flores. Para su suerte a lo lejos vio otras parejas con flores diferentes así que le preguntó a una pareja el lugar donde las consiguieron. Ya teniendo la ubicación se dirigió rápido para que su flor de loto no se desesperada o buscara. Llegó al lugar, lo bueno es que no encuentra lejos. Compró unas blancas y se dirigía hacia el encuentro con su amor.

Por quedarse admirando las hermosas aguas perdieron a su gatito, lo buscó por todas partes, pero no logra verlo. Muchas ideas cruzaron por su cabeza sobre el lugar donde puede estar. Cuando no lo encontró decidió en ir a otra parte, pero a lo lejos pudo verlo. Aunque, se quedó sorprendido por lo que lleva en sus manos. Estando frente a él no supo que decir.

—    Para ti. – dijo Aioria.

—    Gracias. – las aceptó

—    Es hora de ir a otro lugar.    

Se dirigieron a otros lugares diferentes, la segunda parada fue zoológico donde admiraron las especies. Aprovechó para comprarle cuanta cosa pueda. La tercera parada un acuario y donde no compraron recuerdos sólo observaron los tipos de animales acuáticos. Cuarta parada un centro comercial, Aioria no desaprovechó el momento para comprarle tantos objetos de valor a su loto. Fueron a muchos lugares diferentes y por último casi por el alba del atardecer terminaron en un parque de diversiones subiéndose a cuanto juego mecánico, aunque, terminaran mareados y vomitando,

La noche se hizo presente y su última atracción fue la rueda de la fortuna. Se subieron, pero el ambiente es tenso. El de Leo notó que Shaka se veía serio y disgustado, no sabe la razón, pero debió de hacer algo para que se hubiese puesto de aquella manera. Quiso quitar el momento y saber las razones. Estuvo por preguntar, sin embargo, éste se adelantó.

—    Olvidaste nuestro aniversario. – dijo serio el rubio mirando el paisaje.

No debe de seguir metiendo, sabe que el hindú no lo perdonaría si sigue con la farsa.

—    Sí. – lo aceptó. – Perdóname, pero estuve pensando muchas cosas como el día de San Valentín y sobre querer regalarte algo.

—    No te preocupes. – voltea para verlo de frente. – Sabes es extraño que nuestro aniversario es justamente en esta fecha en San Valentín. – ríe. – Si me hubieses regalado algo por esté día te juro que no me molestaría.

—    No entiendo.

—    Me refiero que no debiste de regalarme tantas cosas. – habló sereno. – Mi regalo me lo das todos los días.

—    ¿Cuál?

El hindú se sonroja al extremo y contesta:

—    El regalo perfecto que me has dado siempre hasta en nuestro aniversario es tu compañía y amor.

Su rostro mostró estupefacto con la respuesta, pero sonríe por escuchar aquello. Levantándose de su lugar sentándose al lado del rubio para acurrucarlo junto él. La cercanía le hace sentir más confianza y amor.

Cuando bajaron de la rueda de la fortuna se dirigieron a otra parte, pero hicieron la última parada, petición de Shaka. Terminando en un hotel de lujo. Pidieron una habitación para los dos, se dirigieron y cuando entraron no se esperó un momento más. El hindú unió sus labios con el león dorado dando origen a un beso apasionado. Shaka enredo sus manos en el cuello y el otro tomando las caderas. La pasión aumentó, sin romper tal acto se dirigieron a la habitación guiados por sus instintos y sin importar nada a su paso. Llegando al cuarto y depositándose en ella y rompiendo por fin.

Beso eterno…

—    Es el momento. – dijo Shaka. – Hazme tuyo. – suplicó.

Shaka nunca quiso tener intimidad con Aioria, a pesar que es su pareja, el buscaba el momento adecuado para entregarse en cuerpo y alma al hombre quien ama. Después de cuatro años de sólo caricias, besos y abrazos por fin habrá algo más íntimo. La noche tan sólo es el comienzo de la unión entre la experiencia del león y la pureza de la doncella.

0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0

La mañana hace presencia, en el lecho la presencia de dos enamorados besándose a primera hora. Su noche los llevó lejos y la creatividad en la intimidad lo hizo especial. Sin embargo, no pueden vivir en un sueño de felicidad por siempre ya que tienen obligaciones en otro lugar, es hora de regresar a casa.

Se metieron por turnos a darse un baño, limpiando toda evidencia y evitar que sus compañeros quisieran saber todo lo que hicieron en la noche. Salieron se vistieron con sus prendas de la noche anterior, verificaron que no se olvida nada y salieron del lugar tomados de la mano sin importarles que la gente los viera. Que hablaran lo que quisieran, ellos se aman. Subieron al vehículo y durante el transcurso del camino hablaron de muchas cosas, hasta un cierto punto donde se hizo una pregunta sobre un regalo.

—    ¿Por qué me diste chocolates? – preguntó.

—    ¿Tiene algo de malo?

—    No, pero leí por ahí que aquí cuando se festeja el día de san Valentín las mujeres son quienes regalan a los hombres un chocolate dependiendo a quién va dirigido y los que me diste son para amantes, esposos o parejas.

—    Shun me dio la idea y me comentó sobre lo mismo que me acabas de decir.

—    Gracias.

Sonrieron y siguieron conversando de muchos temas de su interés hasta que llegaron a la mansión Kido. Cuando bajaban de auto se hallaron con una escena dramática y cómica. Dos jueces del inframundo sosteniendo a su amigo rubio para evitar que golpeada al cuñado y los demás caballeros dorados evitando que el Géminis mayor matara al espectro, mientras que el menor de los gemelos trataba de calmar a las dos personas más importantes de su vida. Comprendieron un poco la escena y decidieron acercarse hacia el de Sagitario que sólo es observador.

—    Hermano, ¿Qué ocurre? – preguntó el león dorado.

—    Saga ya se enteró que Kanon ya no es “virgen” – dijo Aioros.

—    Pero no es para tanto. – habló calmado el rubio.

—    Lo sé, pero así es Saga de celoso.

No comentaron nada del asunto y sólo siguieron observando la pelea donde la discusión no terminó hasta el mediodía. Terminaron con el show cada quien hizo sus actividades; la pareja por su parte se dirigió hacia la sala de entretenimiento donde vieron muchas películas románticas. Dándose la compañía mutua.

Juntos por siempre…

 

Fin.

Notas finales:

Nos vemos...

Chao...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).