Steve siempre había tenido la impresión de que su vida estaba bastante bien. No era la vida más fácil –era realmente pobre, estaba constantemente enfermo y no tenía muchos amigos-, pero seguía sindo una buena vida. Él tenía a su maravillosa y hermosa madre y a su mejor amigo, Bucky. Atravesaron juntos por todo y nada parecía tan difícil con ellos peléandola, siempre en su esquina.
Pero había una simple plaga en su vida, una sola cosa que hacía la vida un poco menos brillante de lo que podría ser. Su alma gemela.
El proceso del alma gemela era bastante complicado, pero lo suficientemente sencillo cuando creces con la idea. Estás conectado a otra persona por la voluntad de Dios. A través de Su voluntad, eres capaz de comunicarte con tu alma gemela a través de su piel. Las palabras que le escribas al otro podrían quedar impresas en tu piel hasta el día que mueras. Así que, por ejemplo, si Steve escribió: “el cielo está hermoso el día de hoy” en su brazo, aparecería en el mismo lugar en el brazo de su alma gemela. Habían unas pocas excepciones, por supuesto. Las palabras no se transferirían si la otra persona estuviera muerta, lo cual tiene sentido. También, (esta era la parte más complicada) no puedes escribir nada sobre ti o sobre tu ubicación. Steve nunca podría ser capaz d escribir Steve Rogers o Brooklyn o el mejor amigo de Bucky Barnes o super delgado y enfermo de cabello rubio. No se transferiría y sólo desaparecería de su propia piel al cabo de unos momentos.
Aún así, había una forma sencilla para identificar a un alma gemela. Entonces, había un símblo único en cada persona. Cuando una persona nace, el contorno del símbolo o dibujo o lo que sea en el mismo lugar en su piel. Cuando su alma gemela tocá ese lugar específico de su piel, la marca se completaría y el alma gemela sería identificada. Aunque el alma gemela tendría que tocar ese punto específico. Steve había oído historias de personas que habían sido mejor amigos por años consu alma gemela sin saber que estaban conectados de esa manera hasta que se tocaron en cierto lugar. Por suerte el roce puede transferirse a través de la ropa. Si no, Steve tendría un problema. La suya estaba a un costado de su pecho, parcialmente bajo su brazo y parcialmente a lo largo de la parte inferior de sus costillas.
Aunque en realidad tampoco importaría. Esto hace que volvamos a Steve y su problema. Su alma gemela parecía no responderle. No importaba lo que Steve escribiera o dibujara en su piel, nunca había una respuesta. El sabía que su alma gemela seguía viva porque la marca del alma se volvería completamente negra cuando su alma gemela muriera. Eso todavía no había sucedido.
Al comienzo, Steve pensó que su alma gemela no había nacido todavía. Entonces cumplió diez y empezó a preguntarse por la diferencia de edad. Luego, los veinte. Luego, los veinticinco.
Y él fue como que… se rindió no es la frase correcta. Él nunca se rendiría respecto a su alma gemela, pero dejó de intentarlo. Dejó de escribirle o dibujarle a su alma gemela. Su el alma gemela no iba a responderle, entonces él no iba a molestarse. Hasta que su alma gemela decidiera responderle finalmente, entonces esa persona iba a tener el mismo trato silencioso que Steve había estado recibiendo por casi dos décadas.
No había forma que su alma gemela no hubiera nacido hasta ese momento. Nunca hubo registro de que la diferencia de edad entre las almas gemelas fuera así de grande. Nunca. Steve había dudadp de que el pequeño e inútil que él era sería el primero en romper ese patrón. Él sólo no era bueno como para que su alma gemela le respondiera. Eso estaba bien. Podría lidiar con eso. Tenía a Bucky, tenía la guerra y tenía un país por el que luchar. Eso era suficiente.
Terminó en el ejército, se encontró y se enamoró instantáneamente con la agente Peggy Carter. Sobrevivió al suero del súper soldado y sobrevivió al ser un actor que levantara la moral. Sobrevivió haber entrado en territorio enemigo solo y rescatar a todas esas personas. Sobrevivió a la guerra y peleó y amó, y, por unos instantes, todo estaba bien.
Los pensamientos sobre su alma gemela desaparecieron hasta que, honestamente, no estuvo seguro si le importaría si decidieran responderle o no. Era obvio que Peggy no era su alma gemela (las palabras que él le había escrito no aparecieron en ninguna parte de su piel y los roces entre las marcas del alma del otro no dieron resultado), pero no les importó. Ellos continuaron su casto romance que era puesto en pausa constantemente para que ellos pelearan la guerra que termine todas las guerras, la guerra que determinaría el destino de todo el mundo. En ese momento, no escribió una sola palabra en su piel.
Entonces, Bucky murió.
Steve trató de beber hasta el olvido, dejar que el dolor y la ira se remojaran en el líquido ambarino que todos los demás parecían disfrutar tanto. No funcionaba con él. El alcohol era metabolizado tan rápido que él sólo podía sentir un ligero zumbido. No había manera de calmar el dolor, no había manera de adormecer sus sentimientos en algo manejable.
Así que volvió a hacer lo único que se había dicho a sí mismo que no haría de nuevo. Con cuidado, dudando, Steve agarró un marcador que él siempre tenía en su bolsillo trasero y escribió cuidadosamente sobre su palma (en algún lugar donde su alma gemela pudiera verlo, algún lugar donde esa persona definitivamente leyera sus palabras), “Sé que realmente no hemos estados en los mejores términos a lo largo de nuestras vidas, pero realmente necesito de mi alma gemela el día de hoy. Mi mejor amigo acaba de morir. Él sólo… este lazo no me permite escribir cómo sucedió, pero fue horrible. Tuve que verlo irse. Si pudieras responder, por favor, sería de muchísima ayuda. Sólo necesito una palabra, una línea, algo. Por favor.”
Pasaron largas horas. Peggy lo encontró. Se pasó la noche en un bar destruido oliendo a alcohol y depresión. La mañana se alzó sobre el cuelo como una burla al dolor de Steve. No hubo palabras de respuesta.
Al final, Steve pensó que probablemente sería lo mejor si su alma gemela nunca respondiera. Si su alma gemela hubiera respondido, Peggy no hubiera sido la única llorando mientras él se lanzaba en el océano congelado. Sin su alma gemela sabiendo sobre él y la conexión que tenía con él, no había manera de que el alma gemela sintiera tanto dolor ahora que él había desaparecido. Y aún así, egoístamente, Stev deseaba que hubiera al menos una palabra para recordar una simple comunicación con la persona a la que él estaba destinado a amar.
Así que, con el corazón doliéndole por la pena que podría causarle a su alma gemela, Steve mantuvo una mao sobre el volante de la nave, la otra tratando de agarrar un bolígrafo de su bolsillo trasero. Aseguró su mano contra el volante y escribió a lo largo del costado de su dedo índice: “Siento que nunca hayamos hablado realmente. Estoy por morir ahora, y sólo quería decirte eso. Lo siento.”
Y luego, se sumergió en las profundidades heladas del océano.
SSSSSS
Steve no había esperado despertar. No había estado especialmente preparado para el período de tiempo en el que despertaría, la inmensa cantidad de luces brillantes y destellantes, y la nueva tecnología y las distintas formas de comportamiento. Hubiera estado menos aturdido si hubiera despertado en un planeta diferente.
Por un momento, se ahogó. Se encontró a sí mismo encerrado en una pelea sin final con una tristeza mutilada. Todo lo que conocía había desaparecido. La mayoría de las personas con las que había peleado, llorado, luchado, estaba muerta. Habían muerto por la edad, diferentes batallas y enfermedades, y él no había estado para ninguno de ellos. La única que quedaba por encontrar era Peggy. Él se sentó a su lado y habló con ella y le sonrió cuando ella le contó sobresu esposo y el resto de su familia. Él volvía a presentarse pacientemente cada vez que ella se olvidaba quién era. Era doloroso, pero era todo lo que tenía.
A excepción, claro, de su alma gemela. La marca del alma de Steve seguí siendo sólo un contorno sobre su pecho, lo cual normalmente significaba que su alma gemela seguía con vida. Los científicos en S.H.I.E.L.D. eran escépticos al respecto. Ellos creían que algo en el suero y la criogenización improvisada no habían dejado que su marca se volviera negra con la muerte de su alma gemela.
Aún así, Steve se rehusó a perder la fe respecto a su alma gemela. Aunque sabía que, lógicamente, su alma gemela sería increíblemente vieja y se encontraría cercana a la muerte, sin importar qué, no le molestaba. La idea de seguir teniendo un alma gemela, la parte más importante de su pasado, era lo que lo acompañaba en días en que no estaba seguro si seguir viviendo en este mundo donde todo era tan familiar y, aún así, tan diferente.
A pesar de eso, Steve nunca le había escrito realmente alguna palabra a su alma gemela. El alma gemela nunca le había respondido, ni siquiera después de las últimas palabras de Steve. Steve no estaba seguro siquiera de qué decirle, qué podría decirle para explicar lo que había sucedido, lo que estaba sucediendo.
Eventualmente, hubo nuevas distracciones. Se formaron los Avengers y lucharon y ganaron juntos. Había una ciudad que proteger y un hogar que encontrar. Los Avengers vivieron juntos por un breve período. Tenían fiestas, se protegían y se divertían. Ellos eran el equipo que Steve había dejado cuando colisionó contra el océano. Los pensamientos acerca de su alma gemela volaban con cada lazo que formaba con cada nuevo integrante del equipo.
Aguantaron contra los Chitauri, todos los problemas de Tony, el regreso del Winter Soldier (que, en realidad, era Bucky, lo cual destrozó el corazón de Steve y lo volvió a unir todo de una vez) y Ultron. Y entonces, el equipo se separó.
La Civil War de los Avengers fue una de las singularidades más dolorosas que Steve había experimentado. Él realmente había pensado que ese grupo tenía algo especial, algo que era inquebrantanble. Nunca había creído que algo como los Acuerdos de Sokovia podría destrozarlo tan fácilmente.
Así que, cuando los dos lados de la guerra estaban listos a cada lado en ese aeropuerto de Alemania, su alma gemela era la cosa más lejana en la mente de Steve.
La batalla tenía ira intensa y pasión y tantan otras emociones rampantes como para no expresarlas de una forma saludable. Los equipos pelearon entre ellos con todo lo que tenían, y Steve se encontró ultra enfocado en la tarea. Necesitaba asegurarse de que hubiera al menos algún otro de los Winter Soldiers más ahí afuera y detenerlos. Tony no le creería cuando tratara de explicarle la situación, así que estaba solo en Steve arreglar esto.
Peleó, pateó, golpeó y podría haber lanzado un caminón sobre alguien. Eventualmente, Steve y Bucky escaparon, peleando contra las personas que Steve había llamado amigos alguna vez.
Ellos ganaron, de alguna manera. No había más súper soldados sueltos por el mundo. Pero había perdido muchísimo más. Tony se enteró que Bucky había asesinado a sus padres. El contraataque fue espectacular, no es que Steve esperara menos que eso viniendo de Tony. La pelea dejó al mejor amigo de Steve sin un brazo y a uno de sus otros mejores amigos (al menos, eso habaía sido Tony, en algún momento) herido y solo.
No fue hasta que Bucky estuvo a salvo lejos en Wakanda, encerrado en una criogenización helada que sintió que estaba listo, que Steve realmente fue capaz de relajarse. Fue cuando se estaba aseando, deshaciéndose de toda la sangre, polvo y suciedad de su piel. Fue ahí que lo vio. Su marca estaba completa. Para irritarlo todavía más, el símbolo estaba pintado en rojo, blanco y azul. Aunque la gente pareciera pensar lo contrario, él no era realmente la personificación de la bandera americana y no tdo en su vida eran esos colores. Pero, por supuesto, su marca del alma lo sería.
Era una prueba de lo cansado que estaba que le llevó otro momento o más procesar realmente lo que significaba eso. Su marca del alma estaba completa.
Su marca del alma estaba completa.
De repente lo golpeó el hecho de que seguía sin saber quién era su alma gemela.
Steve debió haberlo tocado durante la pelea, alguien a quién golpeó o pateó o algo. Debió haber estado tan concentrado en la pelea, con tanta adrenalina que no se había percatado de la explosión de emociones que llega al vincularse por primera vez con un alma gemela.
¡No, no, no! No era justo. Steve había esperado por décadas encontrar su alma gemela, tener algún tipo de contacto con esa persona. Y ahora que finalmente la tuvo, ¡ni siquiera se había dado cuenta! No era justo. Steve golpeó una pared, sintiendo un poco de satisfacció ante el bollo que había hecho en la pared (satisfacción que inmediatamente fue reemplazada por la culpa de haber golpeado la pared de T’Challa).
Steve sacudió la cabeza de un lado a otro, centrándose. Estaba bien. Había confirmado dos cosas. La primera, su alma gemela definitivamente estaba viva. Steve hasta redujo quién podría ser. Era una de las personas en el lado opuesto de la pelea que pudo haberlo tocado. No había mucha gente que lo hubiera tocado en ese lugar. Podía empezar a trabajar con eso.
También había confirmado por qué su alma gemela nunca le había respondido. De alguna forma, el universo sabía que era de esta forma que le suceder a Steve Rogers. De la forma en que trabajaran los lazos entre almas sabían que iba a volar hacia el océano y terminaría congelado por varias décadas. Sabía que no despertaría hasta ese momento en el que viviría (con suerte) por el resto de su vida. Así que, su alma gemela estaba en esta época. La persona no había nacido todavía cuando Steve estaba vivo.
Lo que seguía sin responderse por completo era por qué la persona no le había escrito, pero Steve podría llegar a entenderlo. Cuando hay una diferencia de edad entre dos personas con un lazo de alma, el más joven nacería con todas las palabras en su piel que la otra parte vinculada hubiera escrito a lo largo de su vida. Sea quien fuere el alma gemela de Steve había nacido con cerca de veinticinco años de palabras escritas sobre su piel. Tenía justo a lo largo de su dedo índice una promesa de muerte.
Teoricamente, el alma gemela de Steve debería haber sido capaz de ver que su marca del alma no era negra, pero eso no era necesariamente una garantía. A veces, las marcas del alma eran extrañas. Todo lo que esa persona sabría es que había una promesa de una cierta muerte escrita a lo largo de su dedo y no hubo más palabras escritas luego de eso. No más contacto, no otras formas de demostrarle que estaba realmente vivo. La persona debió haberle asustado que Steve no respondiera, que él estuviera realmente muerto.
Determinado a rectificar lo que era, probablemente, uno de sus líos más grandes en su vida, Steve agarró un marcador de la habitación enlaque estaba y lo apoyó sobre el dorso de su mano. Sólo lo mantuvo ahí por un momento, estabilizándolo y listo para expresar todo lo que había estado guardando por mucho, mucho tiempo.
Pero, no pudo hacerlo. ¿Y si se emocionaba demasiado y la persona seguía sin responderle? Rompería su corazón. Con Bucky en una cámara de criogenización y el resto de sus amigos en prisión (T’Challa tenía la información y recursos para liberarlos; todo lo que Steve tenía que hacer era esperar a que T’Challa le diera la orden) u odiándolo, no había nadie que tratara de animarlo si su alma gemela no respondía.
Steve sacudió su cabeza confiado. No podía hacerse eso a él mismo, a su alma gemela. Todo lo que sabía era que su alma gemela estaba teniendo los mismos problemas que él, luchando con la idea de los riesgos y las recompensas, pesando a cada una y tratando de dar con la mejor opción.
Steve podría ayudar a que ambos dieran con esa opción. Él hizo el primer contacto. Respiró profundamente una vez más y Steve escribió con cuidado, “Hola, nos vinculamos no hace mucho. Creo que fue en esa pelea en el aeropuerto. Es bueno finalmente conocerte, aunque no estoy del todo seguro de cuál de esas personas con las que peleé seas tú.”
Por un segundo, Steve miró fijamente su mano, esperando que la caligrafía de alguien más grabara su piel. Eventualmente, cerró los ojos y se tocó la nariz. Estaba siendo ridículo. Ni siquiera sabía en qué zona horaria estaba esta persona. Podría estar en un sueño profundo. Podrían pasar horas hasta que la persona respondiera. Además, podría sentir la escritura sobre su piel cuando su alma gemela respondiera. Estaba bien. Sólo podría hacer otras cosas mientras esperaba.
Por suerte, para la propia salud de Steve, fueron un pocos minutos más tarde que sintió un bolígrafo garabateando el dorso de su mano, justo debajo de sus propias palabras. El sentimiento sorprendió a Steve por un momento, forzándolo a tirar de su remera, boquiabierto, la mano detrás suyo tratando de agarrar un escudo que no estaba ahí.
Cuando finalmente se dio cuenta lo que estaba sucediendo, Steve agarró su mano y la sostuvo frente a su rostro, los ojos abiertos, maravillado mientras echaba un vistazo a la ligeramente inclinada, una caligrafía definitivamente para nada linda que tomaba forma a través del dorso de su mano. Las palabras sonaban emocionadas, “¡Sí! ¡Te vi! ¡Eres Captain America! O, uh, Steve Rogers, creo. Um, sí. Tu nombre. Las almas gemelas definitivamente deben llamarse el uno al otro por sus nombres y no por, digamos, sus nombres de súper héroes. Sí. Eso. Um, aún así. ¿El lazo realmente no va a dejarme hacerte saber quién soy? Pero, ¡definitivamente puedo tratar de darte pistas! Creo que tengo una pista que te dará una sospecha de quién soy. Me gustan los arácnidos. Eso, ¿ayuda? Lo siento, tengo una caligrafía malísima y estoy escribiendo por todo el dorso de tu mano donde la gente lo verá todo el tiempo y luce horrible. Y me voy por las ramas, así que es súper largo. Me voy seguido por las ramas. Lo siento. También digo lo siento a menudo. Soy un desastre, en realidad. Pero realmente, nunca antes había hecho esto. ¡Lo siento!”
Aún sin la pista sobre los arácnidos, Steve sabía exactamente quién era. Había una sola persona en todo el aeropuerto con ese nivel de emoción infantil y con la naturaleza de irse por las ramas. Spider-Man. Steve estaba vinculado a Spider-Man. Lo que apestaba era que no había forma de saber el nombre real del chico, pero estaba bien. Eventualmente se encontrarían. Una vez que Steve ya no fuera un criminal de guerra y no estuviera siendo perseguido. Se encontraróan y tendrían una cena agradable y Steve finalmente tenía al alma gemela que había esperado la vida entera.
De repente, Steve recordó algo, evitando golpearse a sí mismo en la frente. Frenéticamente, Steve escribió en el ángulo interior de su codo, “Honestamente, merezco algo peor que alguien lindo que escribe de manera incontrolable en el dorso de mi mano. ¡Te tiré un camión! ¿Te encuentras bien? Ninguno de nosotros te hirió con gravedad, ¿cierto?”
Una respuesta fue formándose casi tan pronto cómo él terminó la suya, “¡Estoy bien! En serio, estoy bien. Sano rápido. Es decir, mayormente fue el tipo pequeño que se volvió realmente grande quien me hirió más. No se siente para nada bien ser golpeado por él. El caminón estuvo bien. Lo agarré y todo, así que… Espera. ¿Dijiste que lo que escribí fue lindo? ¿Piensas que lo que escribí fue lindo?”
Steve sonrió, teniendo todos esos cálidos y esponjosos sentimientos justo dentro de su pecho que podría definirlos como felices, seguros y maravillosos sentimientos que estaba teniendo en ese momento. Respondió, con cuidado, “Definitivamente es lindo. Me gustaría oírte en persona algún día. Realmente estoy apenado por toda esa pelea.”
Hubo una pausa después de eso y Steve se preguntó si había hecho algo malo. Ahora que pensaba en ello, esta persona había peleado en el lado opuesto a Steve. Spider-Man había estado peleando en el lado contrario a Steve, juntándose con las personas que habían tratado de evitar que Steve salvara al mundo. ¿Spider-Man estaba bien con estar vinculado con alguien que no tuviera sus mismas creencias?
Palabras temblorosas garabatearon a través de la tibia de Steve, empezando desde la parte inferior y abriéndose camino hacia Steve, “En realidad el señor Stark no me dijo realmente de qué se trataba la pelea. Él dijo que si iba con él, no le diría a mi tía lo que estaba haciendo respecto a toda la pelea contra el crimen y me dijo que me daría un traje de mucha mejor calidad. Me dijo que tú estabas equivocado, que pensabas que estabas en lo cierto y eso te hacía peligroso. Eso es todo lo que supe de todo el asunto. Pero la ciencia ha probado que normalmente hay una fuerte correlación enre la moral de dos personas que han sido vinculadas desde el alma, lo que probablemente quiera decor que no entendí bien la historia completa. ¿Hay una chance… por favor, podrías decirme qué sucedió realmente?”
Increíblemente agradecido hacia esta persona que realmente no conocía a Steve le estuviera dando el beneficio de la duda, Steve sintió emociones atoradas en su garganta mientras escribía una versión abreviada de lo que había sucedido en toda esa situación confusa. Hubo otra pausa larga después de que Steve terminó de escribir, y se dio cuenta que Spider-Man estaba tomándose un momento para bosquejar su respuesta. Finalmente, palabras estaban siendo escritas justo encima de donde las suyas habían terminado, “Realmente lamento haber peleado contra ti. No sabía nada de eso. Debí haber sido lo suficientemente estúpido como para no comprender toda la historia. Sólo estaba como maravillado, me sentí amenazado, estaba demasiado emocionado y dejé que mis emociones escaparan. Debería haberlo sabido. La jodí.”
Aún a través de su escritura, Spider-Man sonaba tan abatido. Era obvio que se estaba culpando al respecto. Steve se apresuró en corregirlo, “No fue tu culpa. Tampoco fue de Tony. Fue una mala situación con un montón de mala comunicación y mal entendidos. Todo sucedió tan rápudo para que alguien hablara al respecto. Lamento que Tony te haya hecho eso, sin importar si realmente fue su culpa o no. Pero, por favor, no te disculpes por esto. Deja que cualquier error del pasado quede en el pasado, ¿está bien?”
Spider-Man respondió inmediatamente, “De acuerdo.” Hubo una pausa de un segundo y Spider-Man siguió escribiendo, “Oye, eso que escribiste en nuestro dedo índice, ¿fue cuándo te estrellaste en el océano? Oh, espera, lo siento, ¡eso fue insensible!”
Steve rio a carcajadas y se sonrió mientras respondía, “No fue insensible. Está bien. Puedes preguntar todo lo quieras. Y, sí, fue por eso. Pensé que mi alma gemela era de esa época, no de esta. Nunca pensé que iba a despertar en una época diferente. Quería advertirle a mi alma gemela primero.”
La conversación se desvió desde ahí, convierténdose en temas más ligeros. Spider-Man nunca trató de obtener información sobre los planes de Steve o sus alrededores y ni siquiera trató de reprender a Steve por algo que el hombre hubiera hecho. Sólo hablaron de nada y todo. Fue lo más feliz que Steve se había sentido desde hace mucho, mucho tiempo.
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Steve y su alma gemela habían estado hablando regularmente por casi dos años. Steve había estado rastreando el proceso de Spider-Man como vigilante de Nueva York tanto como podía. Había momentos en que sus misiones no le permitían acceder a la televisión o a medios de noticias, pero cuando estaban en lugares donde había, se tomaba un momento para aprender sobre su héroe de temática arácnida favorito, y podría obsesionarse al respecto.
En algún punto, tendría que hablar con el resto del equipo al respecto, confiarles que Spider-Man era su alma gemela y que estarían hablando seguido. Aunque no se hubiera sentido culpable por hablar con un integrante “del enemigo” sin que ellos lo supieran, saltarían al darse cuenta de su obsesión con el nuevo héroe tarde o temprano. El equipo lo tomó bien, lo cual fue un alivio para el que no tenía palabras. Ellos, sin embargo, usaban ese conocimiento para bromear con él cada vez que había oportunidad.
La mayor parte del tiempo, Steve y Spider-Man se contactaban con el otro al menos una vez al día. A veces tenían conversaciones cortas que duraban horas, pero había otras en las que sólo había una palabra o una cara sonriente como una forma de reportarse.
La primera vez que ese patrón se rompió fue la primera vez que el pequeño teléfono en el bolsillo de Steve sonó. La voz cargada de miedo de Banner lo hizo largarse en una carrera hacia Wanda y encontrarla a Vision y ella justo a tiempo para salvar a ambos. Aunque fue una llamada cercana Vision resultó más herido de lo que debió haber estado.
Steve se perdió a sí mismo en la situación, viajando a Wakanda y teniendo a Bucky finalmente dentro del equipo que había reunido a su alrededor cuando seguía perdido en la mentalidad del Winter Soldier.
Durante la pelea contra Thanos, hubo algo escrito en un costado, cerrando el símbolo que marcaba al amor de su vida. No tuvo oportunidad de mirar. Bucky estaba muriendo, otras personas estaban muriendo, y todo se desmoronaba hasta convertirse en polvo a su alrededor. Lloró en silencio mientras el mundo alrededor suyo desaparecía.
Mientras los sobrevivientes se reunían alrededor de la forma arrodillada de Steve que, llorando en agonía, apretaba a un lado suyo algo que ardía en ese punto exacto.
Los demás se sorprendieron, siendo agarrados con la guardia baja por el grito. Steve negó con la cabeza frenéticamente, sabiendo en su corazón qué había sucedido, pero sin querer admitirlo. No ahora. No después de lo que había sucedido. Trató de agarrar de la remera, lanzando y rompiendo de ella. Los demás lo miraron, mitad retrocediendo mitad tratando de ayudarlo.
Su pecho le pesaba, los ojos ligeramente nublados de Steve se posaron sobre el símbolo completamente negro que agarraba un costado de su pecho.
Se giró hacia ese lado y se arqueó en los arbustos, las personas detrás suyo hacían sonidos compasivos, agregando su propio dolor al suyo. Con cuidado, Steve sostuvo la respiración, leyendo las palabras ahí escritas, temblando, “Lo siento. Sé que digo esto un montón, pero realmente lo siento esta vez. Estoy muriendo, Steve. Estoy muriendo, y no quiero. Quiero irme a casa y conocerte realmente esta vez, y me gustaría presentarse con mi ría. Tendríamos esa cena romántica de la que siempre hablabas y tendríamos nuestros besos de buenas noches, serían tan dulces y perfectos y pasaríamos el resto de nuestras vidas juntos. Lamento que no podamos hacer esto. Lamento estar haciéndote esto a ti. Lo siento tanto, tanto. Te amo.”
Steve ni siquiera sabía su nombre.