- No sé en qué momento pasó, no estoy seguro de haberme percatado en más de una ocasión de tu comportamiento tan extraño, era sospechoso todas las veces que no llegabas a casa, sabía que algo pasaba, pero siempre me decías que estabas en juntas de trabajo muy importante, decidí creerte, pude haber usado mis poderes para teletransportarme hasta donde tú estabas, pero decidí no hacerlo, decidí confiar, y me fallaste, hace milenios que no sentía un dolor como este, un dolor que me hiciera recordar el motivo de mi existencia, destruir, aniquilar y propagar el dolor, y ahora tú eres él único culpable de que eso vuelva a suceder.
Confié, confié en ti como nunca había confiado ni siquiera en mi propia madre, te di tanto poder sobre mí que llegué a desconocerme en un punto, pero ja. ¿Sabes? Me dije, está bien Loki, te estas entregando, estás sintiendo, estas siendo libre por primera vez en toda tu vida, después de tanto sufrimiento, por fin estas recibiendo un poco de amor, de comprensión y de ternura.
Me hiciste sentir incomodo, sentía que por primera vez, mi pareja no era alguien que estuviera dispuesto a obedecerme y ser prácticamente mi esclavo, todo por un fin común, llegar a tener contacto con Odín; tú me hiciste obedecerte en muchas ocasiones, me incomodaste con tus atenciones y tu genuina ternura, era nuevo para mí recibir ese tipo de cosas, siempre tenía que estar a la defensiva, Odín podía dispararme un rayo o algo así si veía que me distraía, siempre quería humillar a todos para llenar ese vacío que Odín creo comparándome siempre con Thor y con los otros guerreros, la única que me comprendía era mi madre, y de pronto me encontré contigo, aquí pude ser yo mismo, estar tranquilo, durmiendo en un sofá y nadie iba a perturbarme ni ha hacerme daño, podía decirte lo que sentía, y sabía, o más bien, suponía que tú sentías lo mismo, creí que era mutuo, creí que había encontrado mi lugar, que estaba seguro contigo, pero tenía que llegar ese maldito capitán, podría matarlo con solo tronar mis dedos, siempre lo aborrecí, supe, desde el momento en que lo vi, que iba a ser una piedra en mi zapato, pero quise confiar en ti, muy a pesar de tu pasado, me dije, Loki, Tony te ama, y debes de demostrar un poco de seguridad, eres un Dios después de todo, has cambiado tanto por ese humano, que desde luego él te ama, ningún otro sentimiento podría hacer tantos estragos.
Tantos pensamientos tan estúpidos cruzaban por mi mente cuando confiaba en ti, ahora y solo ahora puedo verlos, puedo darme cuenta de lo estúpido que fui ¿Cómo pude creerme tantas mentiras? Intenté, ser él mismo de antes, pero lejos de tú persona, estando contigo aprendí tantas cosas, y me pude dar cuenta de que como yo hay muchos otros seres, seres que sí encontraron el Amor, seres que están viviendo una felicidad enorme, y yo no puedo robárselas, no ahora, no después de saber lo que se siente amar de verdad.
No me causa conflicto que sostuvieras relaciones de tipo sexual con Steven, hasta cierto punto lo entiendo, creo que si me lo hubiera ofrecido yo habría aceptado, es un hombre muy atractivo, lo que me rompe en mil pedazos, es saber que le amas, saber que todo lo que yo signifique para ti, ahora él lo hace el doble, eso es lo que me lastima, saber que aún, cuando estaba dando lo mejor de mí, y aún cuando renuncié a todo lo que era, no fui suficiente, aunque me esforcé en cambiar por ti, no te fui suficiente, y si no lo fui para ti, estoy seguro de que no lo voy a ser para nadie.
No estoy seguro de cómo fue que llegué hasta este punto, sin salida, sin querer hacer el mal, pero sin poder sentir el bien, soy un simple embace, mi alma se ha ido a algún lugar, y no creo poder encontrarla, no en está vida; todos los colores se fueron cuando tú te fuiste con él, ahora es momento de que yo me vaya también. Siempre dije que yo soy un Dios inmortal, pero no lo soy, cumplidos los 50,000 años de mi nacimiento, perezco como cualquier otro ser, pero puedo morir si algo me causa un daño muy fuerte, fui en busca de Thanos, el ser más fuerte del universo, de alguna manera di con su plan de destruir a la mitad del universo, y por alguna razón, decidí intentar impedirlo, sabía que no significaría nada para él, así que llamé a Thor, Heimdall lo apareció en un instante, pero no venía solo, tú y ese maldito hombre estaba contigo, también el chiquillo, vaya que le tomé aprecio, me dio un poco de remordimiento que viera mi “suicidio” pero no me iba a detener por eso. “Lo siento Tony.” Fue lo último que pude decir, solo sentí un dolor muy agudo en mi cuello, y después todo fue negro, negro y calmado, negro y paz, sin resucitaciones esta vez.
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