Lazos
POV DEIDARA
Estaba cansado de todo, de la guerra que comenzaba entre mis pensamientos y sentimientos; tenía mucho sueño, en estos días no había podido pegar los ojos en toda la noche y sólo existía un culpable, Itachi, pensé en cada una de sus palabras y las recordaba demasiado bien como si fueran parte de una película reproduciéndose en mi cabeza una y otra vez.
En la escuela tenía la esperanza de que nada hubiera cambiado pero la perdí cuando efectivamente Itachi estaba ignorándome, ni siquiera tenía el ánimo para intentar seguirlo o hablarle, muy dentro de mí me estaba rindiendo; necesitaba algo que me recordara lo especial que era mi amistad con él y como si el destino así lo quisiese en uno de mis libros apareció una fotografía de nosotros dos. Entre el cansancio y las memorias sin darme cuenta me quedé dormido sobre mi escritorio. Ver la foto me hizo recordar los buenos momentos que pasé a su lado, me hizo querer regresar al pasado y disfrutar nuevamente.
Luego de un rato comencé a despertar al escuchar el timbre, pero distintas imágenes aparecían en mi cabeza en un sueño muy extraño, el lugar donde nos encontrábamos era el mismo de la fotografía pero no éramos niños, éramos los jóvenes de ahora; Itachi había vuelto a mi lado y hablábamos como antes, estábamos riendo cuando inesperadamente tomó mi cintura y plantó un beso en mis labios, se suponía que era un sueño pero aun percibía una sensación cálida sobre mi boca, alguien estaba frente a mí y en verdad posaba sus labios sobre los míos, un poco perdido lo único que podía hacer era tratar de reconocer a ésa persona, sin embargo cuando abrí los ojos … en ése momento estaba Itachi… sólo pude verlo a él, sentí mis mejillas arder esperando alguna explicación pero nunca llegó, me miró confuso como si no esperara mi reacción, se dio vuelta y se dirigió a su lugar; cuando mi mente logró procesar que fue Itachi quien me había besado ya era muy tarde, intenté llamarlo pero no le importó, no hizo el intento de escucharme, ahí me quedé confundido, solo y avergonzado.
Durante el resto de las clases me mantuve pensando cómo se atrevía a hacer aquello quería sus razones, pero una frase nuevamente llegó a mí “Deidara yo te…” respondiendo la obvia pregunta, pero aun así no tenía derecho, no lo tenía. Aunque no quisiera y me resistiera mi mirada en ése momento era presa del pelinegro.
FIN POV DEIDARA
POV ITACHI
Me inquietaba la mirada azul que se posaba sobre mí, pude sentirla durante todo lo que restó de la clase, porque era a mí de quien no apartaba la vista, nadie más. La reacción de Deidara al despertar, fue sorpresiva, se veía agitado, ruborizado y expulsando su aliento ligeramente, solo con verlo me pude dar cuenta que exigía una respuesta pero eso no tenía nada que ver conmigo, no podía ser así y lo más racional de hacer para mí fue irme, pero ahora su actitud me decía que era lo contrario, lo que me llevó a pensar si tenía algo que ver con ésa vieja fotografía.
Indeciso al retirarnos del salón traté de llamar su atención pero todo lo que recibí fue un acto de indiferencia y molestia, con lo cual solo pude golpearme la frente esperando no volver a pensar en tonterías.
FIN POV ITACHI
Una semana más había pasado desde el pequeño incidente, después del sueño que Deidara tuvo donde se besaba con Itachi, se encontraba confundido, puesto que pensó que la decisión que tomó estaría firme pero no, aunque el ojiazul pasó algunos días con Sasori continuaba pensado en Itachi y a medida que transcurrían los días todo era más problemático, actualmente se enfrentaban en diferentes momentos como si de dos enemigos se tratara.
No podían estar cara a cara ya que todo se desencadenaba en discusiones hasta el punto de lanzar objetos hacia el otro a discreción.
FLASHBACK
Todo empezó en un partido amistoso de básquet, iban perdiendo con el equipo contrario y solo bastó un simple comentario “Deidara porque no haces el pase rápidamente” para que el otro cuando le tocaba el lanzamiento desde fuera de la cancha golpeara la nuca del pelinegro quien interceptaba a un integrante del equipo contrario, la primera vez lo dejó pasar como un accidente, pero al segundo intentó su nuca fue golpeada otra vez, lo que provocó que devolviera el balón a la frente del rubio, terminando en un ataque masivo de lanzamiento de pelotas.
FIN DE FLASHBACK
Ahora cuando estos dos se encontraban nadie quería estar cerca, todos temían, ambos siempre estaban de mal humor y respondían de forma prepotente, intuían que algo pasaba pero con al ver sus actitudes suponían que lo mejor era no preguntar, actuar normal y en la medida de lo posible evitarlos.
Los únicos que no tenían alternativa eran sus amigos, habían aguantado y recibido incluso castigos al verse envueltos en sus pleitos, sin embargo ahora estaban demasiado incómodos y no estaban dispuestos a seguir con aquello. En busca de un espacio de tranquilidad decidieron reunirse en casa de Pain, todos estaban ahí a excepción claro del Uchiha y el rubio, sabían que la causa debía ser la confesión de Itachi y ellos tenían parte de la responsabilidad, si tan solo el pelinegro no les hubiera preguntado tal vez nada de esto hubiera pasado o quizá ya era inevitable, pero no podían saber realmente que era lo que sucedía con ésos dos; por un lado Pain se lamentaba y lo mostraba en su semblante, preocupado y de alguna manera agradecido que en su caso todo había resultado bien con Konan porque de no ser así ni siquiera tenía el valor para imaginarlo; pero Kisame por el contrario, aunque cansado y sintiendo un poco de pena por su amigo pensaba que ésos pleitos no eran normales y que tal vez, solo tal vez, ambos estaban en camino de aclarar sus emociones y pelear era una de ellas, aunque dichos enfrentamientos tuvieran lugar en la biblioteca, cafetería, salón de clases y cualquier espacio que gozara de múltiples objetos, pero guardó sus palabras para sí mismo ya que en ése instante Sasori los acompañaba; sin embargo al final de cuentas Deidara también estaba cambiando con él y muy en el fondo el pelirrojo podía maquinar que era lo que estaba ocurriendo.
Para olvidar los problemas que les habían dado sus compañeros se dispusieron a jugar alrededor de la mesa y entre apuestas y risas pasaban un rato agradable hasta que abriendo la puerta de golpe se presentó Deidara gritando -¡aquí están te lo había dicho!-, detrás de él todos vieron entrar al pelinegro quien no salía de su asombro; el rubio continuó -Todos se reúnen ahora sin tomarnos en cuenta, todo por tu estúpida culpa Uchiha- , el otro respondió –Mi culpa, eres tú el que se exalta y se molesta por todo, como te atreves a culparme- bajo el enfado de todos la discusión no tenía fin, -sino hubieras dicho aquello…- su boca calló cuando su vista se fijó en Sasori, Itachi solo pudo seguir la dirección de su mirada y con fastidio se dirigió hacia sus compañeros pero un golpe en su espalda lo hizo detenerse, Deidara había mandado una almohada voladora de los sillones y el otro al darse la vuelta correspondió de la misma manera; Konan mencionó –Aquí vamos otra vez- al terminar su frase todas las demás almohadas fueron lanzadas de un lado a otro sin moderación alguna, hasta que una vena saliendo de la frente de Pain y el siguiente grito –¡¿Qué les pasa par de idiotas?!- los hicieron detenerse, –si quieren que sigamos siendo amigos tienen que dejar estas tonterías, todos estamos cansados de sus peleas sin fin y además… Tobi está asustado- dijo mientras lo señalaba con su dedo; así el líder terminó de hablar colocando una de sus manos en la sien.
Ambos sabían que ésa era su manera de canalizar las cosas, de no perder la conexión entre ellos, ni siquiera se percataron de cuándo iniciaron y ninguno iba a terminarlo, porque eso significaría el final de toda la relación que tuvieron.
Dejando pasar un incómodo momento Itachi se dispuso a hablar –podemos solo reunirnos en momentos diferentes, no es necesario que estemos juntos todo el tiempo-; Kisame habló y le dijo –si bien tienes razón-, sabía que no debía ponerse en contra de su amigo pero a estas alturas tenía que hacerlo –… nosotros lo intentamos durante toda la semana, cada que nos veíamos en la cafetería, Deidara estaba acompañado de Sasori, Tobi, Kakuzu y Hidan, luego venías a sentarte tú y los restantes Pain, Konan y yo debíamos decidir qué hacer, en ocasiones era lo contrario, pero nos hacían escoger… o en su caso alguno de los dos se retiraba volviendo el ambiente algo tenso, por lo cual considero que no es buena idea separarnos o hacernos elegir, debe haber una manera en que todos estemos bien-.
“Bien” no era la palabra que Itachi quería escuchar, él no quería estar bien, pero estaba claro que ahora sus deseos eran lo menos importante y también estaba “él” podía ver la cara del rubio un poco desgastada, secuela de las malas noches, su preocupación se reflejaba en su rostro y ciertamente no pondría a todos a escoger entre ellos, al final de cuentas si alguien debía ceder era él.
Eran muchas las cosas que compartían y entre ellas se encontraba su círculo de amigos, Itachi nunca había sido bueno con las relaciones y en realidad su primer amigo fue Deidara, aunque para Deidara al inicio era uno más del otro tanto que tenía con el tiempo se convirtió en su confidente; gracias al ojiazul es que había logrado entablar relación con los locos que tenían actualmente por amigos, porque aunque en un principio eran sólo ellos dos, el carisma del menor, sus bromas hicieron que formaran un vínculo demasiado estrecho como para romperlo tan fácilmente y podían estar seguros que ninguno de los otros estaría dispuesto a ello, con eso en mente Itachi prefería que se quedaran a su lado.
Iba a dar su opinión cuando escuchó a Deidara hablar –Sólo debemos compartir el tiempo, hacer un itinerario, ustedes no tendrán que escoger ya que nos dividiremos- se dirigió a sus compañeros, quiénes no se veían muy convencidos pero escuchaban atentos. En eso Kakuzu lo interrumpió -¿Y cómo planeas dividirnos?-.
Itachi veía su cara de esperanza, como si ésa idea fuera la mejor opción, así que aceptando que no hubiera otra alternativa expuso –Yo puedo estar con ellos los fines de semana y tú entre semana- después de decir eso planteó la idea y los invitó a ir de paseo a los juegos mecánicos, todos pensaron que la idea no estaba mal así que accedieron y respondieron -Bien Uchiha iremos contigo los fines de semana-, ya debía estar todo solucionado pero el carácter impulsivo del menor no lo terminó ahí y agregó –No, así tendrás la parte divertida- para después proponer –yo los llevaré al boliche- a lo que los ojos de todos se iluminaron y contestaron –Bien Dei, iremos contigo-. Sus amigos ya estaban perdiendo la objetividad de la situación y ahora sólo se dejaban llevar.
El Uchiha ya estaba cabreado siempre el rubio quería tener la razón y salirse con la suya, en parte era su culpa, durante todos ésos años se lo permitió pero ya no cedería por lo cual terminó reclamando –¿Por qué tienes que hacer siempre lo que quieres?–, el otro más enojado le respondió –No, ¿tu Uchiha por qué debes cambiarlo?-, el pelinegro sabía a qué hacía referencia pero haciendo caso omiso se dirigió a los chicos –yo los llevaré al cine-, comenzando una nueva disputa que Deidara correspondía –yo los llevaré a una piscina-, -al club nocturno-, -a partidos-; eran tantas las opciones que Tobi no aguanto más y gritó –¡Ya basta! no pueden comprar nuestro amor de esta manera- … Y Hidan agregó –ya hicieron alterar a Tobi, bien, deberán resolverlo, por lo pronto nos retiramos-.
Sasori iba a retirarse también, tomó la mano del rubio esperando que lo siguiera, gesto que no pasó desapercibido por Itachi pero el otro no lo hizo, movió su cabeza de un lado a otro negándose y el pelirrojo lo aceptó, –está bien, espero puedan resolverlo, te esperaré afuera- se despidió con un beso en la mejilla como si supiera que los ojos negros estaban atentos a cada uno de sus movimientos y rozando a Itachi del hombro le dijo –Sólo no tarden mucho-. Pain y Konan que observaron toda la escena se percataron que muy probablemente Sasori ya estuviera sacando conclusiones, puesto que no era una pelea normal y llevaban semanas de la misma manera, así que como sus amigos les dieron un momento. –Pueden hablar aquí nosotros estaremos en la cocina, avísenme cuando vayan a irse- mencionó Pain saliendo de la sala.
Itachi sin ánimos de pelear más suspiró diciendo –Lo siento Dei, tú los conociste antes, lo mejor es que se queden de tu lado-, a pesar de lo que escuchaba no podía creer que las cosas fueran así de mal , justo eso era lo que quería evitar, alejarse de Itachi para siempre; así que no lo dejaría ahí –Si, pero igual te aprecian, yo creo que deberíamos convivir juntos, intentar salir como antes…- dudó un poco pero continuó –… tal vez no como antes pero aún me gustaría que fueras mi amigo-, el pelinegro iba a negarse -No...- susurró, pero ésa mirada azul esperanzada le decía que no lo hiciera y ahí estaba otra vez cediendo a sus caprichos –Bien, al menos creo que podemos intentarlo, pero si no funciona será lo último-, –Si, estoy de acuerdo- al decir aquello extendió su mano como símbolo para sellar el trato, estaba feliz y no desaprovecharía esta oportunidad, lo daría todo.
Cuando se quitaron de la casa de Pain, Sasori le preguntó –¿Te encuentras bien?-, su acompañante emocionado respondió –Sí, logramos llegar a un acuerdo- y lo miró con una cálida sonrisa; el pelirrojo se le acercó y le dio un corto beso respondiendo –Bien-, Deidara sintió algo familiar en ése beso, pero no podía recordar que era exactamente imaginó que se debía a que no lo había besado en todo ése tiempo, siempre lo evitaba o estaba de mal humor y bueno ahora lo tomaba por sorpresa.
Por el contrario Itachi se cuestionaba a sí mismo si estaría haciendo lo correcto, si bien quería a Deidara sabía que no debía forzar sus sentimientos y mucho menos involucrar a sus amigos o hacer que se sintieran mal, él no era así y estos últimos días se estaba dejando llevar por sus impulsos; tal vez en verdad se equivocaba y la idea de Deidara era la solución y al final sólo ser amigos sería algo bueno para ambos, lo único de lo que estaba seguro es que verlo cerca de su pareja le dolía y si iba aceptar la propuesta del rubio tendría que buscar una manera de sobreponerse.
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Para relajar un poco las cosas días después convocaron a todos y decidieron hacer un viaje grupal, se irían de campamento a un lago cercano, un paraíso tropical.
Mientras Deidara daba emocionado la noticia, Itachi pensaba –Sería bueno si pudiera ser el único al que le sonrieras así- con sus manos en el bolsillo permaneció casi distante contemplando la escena hasta que alguien lo interrumpió – ¿y estás de acuerdo con esto?, ¿Estarás bien?- de todos Kisame era el que mejor lo conocía por lo que entendía su preocupación, –Si, tal vez no sea mala idea-
Kisame estaba asombrado ya sabía que Itachi amaba al rubio pero jamás había comprendido cuánto hasta ahora, sólo ver la mirada de Itachi hacia Deidara era mejor que mil palabras.