Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mejores Amigos por Shirahoshi_Akira

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes  pertenecen a Masashi Kishimoto Sensei.
Itachi x Deidara
 

Viaje
 
  Llegó el día del tan esperado viaje grupal, Deidara lo había planeado todo con premeditación, quería que con todo eso su relación con Itachi regresara a la normalidad pero algo no lo dejaba tranquilo, aun así intentaba dejar de pensar en ello y el viaje sería una buena forma de lograrlo.
 
Itachi se había preparado, sabía que sería un viaje donde estarían todos, incluyendo Sasori y debía evitar cualquier reacción o comentario que le hiciera exaltarse. Se daba cuenta de las actitudes que el pelirrojo tenía con él a partir de lo sucedido con Deidara, lo cual le hacía sentir mal y tenía presente en algún momento dejar las cosas en claro con él.
 
Un viaje de 2 horas, encerrados en una Van no hizo que los momentos fueran menos incómodos, por el contrario y agregando las dos paradas el tiempo pasaba demasiado lento: la primera para abastecerse de comida, frituras y refrescos, cualquier cosa que les hiciera mantenerse ocupados.
 
Al salir de la tienda Itachi compró un helado, uno de menta con chispas de chocolate, el rubio escogió unas papas con salsa de chile ya que siempre escogía cosas picantes; ciertamente el chocolate se le antojó, si las cosas fueran como antes no tendría reparo en pedirle al mayor, sin embargo, en esta ocasión tuvo que aguantarse las ganas, como Itachi le dijo él no podía ser más caprichoso. Itachi lo observó, se percató que quería de su helado pero sería un tonto si le ofrecía ahora.
 
La siguiente parada fue para el baño todos bajaron rápidamente, lo curioso fue que al primero que llamó Deidara fue a Itachi con un simple –¿Vas a venir?– al ver que no se movía de su asiento, todos se quedaron un segundo congelados y Konan se apresuró a contestar –Sí, claro Dei, vamos– por supuesto que no se refería a ella pero agradecía que lo hubiera salvado de avergonzarse.
 
Cuando llegaron al lugar Pain y Konan se miraban el uno al otro: pensando si en verdad ése viaje sería buena idea sin embargo ya se encontraban ahí y no se podía dar marcha atrás. Pronto entraron en una cabaña, la luz era tenue y amarilla, los muebles y la mayoría de objetos eran hechos de madera y el olor que se sentía era fresco y natural; la idea de ése fin de semana era para que los problemas que tenían pasaran desapercibidos, convivieran y de ser posible los resolvieran, al ser viernes y de noche ya lo único que quedaba era dormir.
 
Tenían que organizarse para pasar la noche, habían dos habitaciones que eran para dos personas, en otro momento una de ellas la hubieran ocupado Itachi y Deidara y la otra quedaría entre Kisame, Tobi o Zetsu; debido a que todos los demás eran pareja y podía volverse incómodo si surgieran sonidos extraños en medio de la noche.
 
Todos estaban pensando qué hacer con las dos habitaciones dobles y seis individuales, hasta que escucharon al líder quien por la costumbre comentó –Itachi tu puedes llevar las cosas de Deidara a su recámara– el ojiazul se sobresaltó, el pelinegro se sorprendió, y Sasori comentó –No me parece buena idea después de todo es la razón por la cual nos encontramos aquí, o ¿me equivoco?  –Aunque hizo al aire la pregunta, su mirada cristalina se dirigía levemente a Itachi, quien respondió –Nos podemos acomodar de diferente manera–, con el ambiente tan frío Pain se dio cuenta que la había liado y que tal vez pasar ése fin de semana resultaría más difícil de lo que pensó.
 
Ahora era distinto y tendrían que pensar a quiénes acomodar en esas habitaciones; su primera elección fue acomodarse alguno de ellos con Tobi, pero era demasiado raro para quedarse a solas con él durante la noche y lo mismo iba para Zetsu; así que no era una opción, luego pensaron que Kisame podría quedarse con Itachi pero Kisame se negó sin explicar por qué, por falta de ideas Deidara agregó –Podría quedarse Konan en la habitación ya que requiere privacidad–, todos se rieron porque conocían a Konan y nunca habían tenido ése tipo de interés en ella o más bien tenían puesto sus intereses en alguien más, solo debía cuidarse de Pain; un poco convencido el pelinaranja  agregó –Aun así no me fio de ustedes, así que Deidara tu irás con Konan–. En la otra habitación, estaremos Itachi y yo, si bien, creo eso será lo mejor–, lo meditó mucho y no quedaba de otra, molesto y cansado envió a todos a acostarse –Kakuzu, Hidan, Sasori, Kisame, Tobi y Zetsu a su habitación individual– así el rubio tuvo que quedarse con su amiga y la idea no le parecía del todo mal porque ella era confiable, Pain se quedó compartiendo habitación con Itachi y los demás distribuidos en los cuartos a lo largo de ambos pasillos donde Sasori e Itachi no chocaran tampoco.
 
Antes de dormir Konan le preguntó a Deidara –¿Crees que esto está bien?– ella no entendía muy bien que pasaba por la mente de su amigo, pensaba que sería una gran pareja para el reservado de Itachi pero el ojiazul no lo aceptaba; entendía que el amor no debería ser forzado aunque viéndolos bien este no era el caso, por lo que todo le resultaba confuso. Al otro lado del pasillo Pain cuestionaba con lo mismo a Itachi, comprendía porque lo hacía, después de todo se había apoyado en ellos primero, pero igual no podía evitar preocuparse. Si el rubio no cambiaba de parecer él tendría que superarlo. Itachi y Deidara solo respondieron –Sí, debo intentarlo, por él.
 
A la mañana siguiente todos fueron a desayunar, un poco adormilados y con el estómago hambriento después de todo se acostaron sin cenar. El desayuno fue ameno, con algunos enfrentamientos para ver quien se quedaba con el último pedazo de pan pero nada fuera de lo común. Estaban a punto de terminar y Deidara dejaba un poco de fruta, eran uvas rojas, todas las verdes las había devorado y esas seguían en su plato; por el contrario el plato del pelinegro estaba lleno de uvas verdes, demasiado agrias para él y las rojas desaparecieron en su mayoría; solo unos cuantos notaron este hecho: porque ninguno de los dos solía dejar alimentos; la razón era que intercambiaban comida todo el tiempo y alguno siempre terminaba comiendo los sobrantes del plato de su compañero, todo lo que a uno no le gustaba al otro sí. El rubio seguía con apetito quería cambiar con alguien rápidamente pero todos terminaban y nadie estaba dispuesto a compartir, Pain al verlo sólo le dijo –No hay otra fruta, es lo que hay, cómelo– al terminar de escucharlo el rubio para mostrar su “enfado” hizo una mueca –mph–. Itachi lo veía, en todos ésos años no había cambiado en nada, seguía siendo tan transparente; antes de terminar y levantar su plato lo acercó a Deidara y le dijo –tómalas–. ¡Ehh!– ante el desconcierto del otro reiteró –de todas formas no voy a comerlas– poco a poco las fue tomando para después mirarlo y decir –Gracias Itachi, te doy las rojas–, el otro sonrió un poco y las tomó, era un pequeño racimo que se llevó para disfrutar en el camino. Aunque no quedaba nadie en la mesa parecía que estuviera jugando con Itachi, el pelinegro seguía preocupándose y el rubio continuaba dependiendo de él, no quiso darle más vueltas al asunto y continuo comiendo, ya no tenía excusas.
 
Itachi se acercó a Kisame en las afueras de la cabaña y este solo le mencionó –¿Lo volviste a hacer, no?– el azabache sabía que no podía esconder sus acciones de su amigo y le respondió –Supongo que es natural para mí, no puedo ignorarlo si está cerca… solo tendré que soportarlo. –La entereza de Itachi no dejaba de sorprenderle, siempre parecía razonable y comprensivo ante cualquier situación, incluso ahora.
 
Pasaban poco a poco las horas, Tobi y Zetsu habían estado jugando a esconderse, Hidan y Kakuzu hacían carreras, Pain y Konan estaban de paseo recolectando flores de todos los colores, Itachi y Kisame perdieron el juego de piedra, papel y tijeras y ahora debían recolectar un poco de leña y pescar para la cena; Kisame prefirió ir por la madera y dejó que Itachi se encargara de los peces, Sasori había llevado a Deidara a un pequeño bosque.
 
Deidara observaba como poco a poco se separaban del resto, miraba ocasionalmente hacia atrás y veía como el lugar donde se hospedaban era cada vez más lejano; cuando detuvo su caminar, Sasori estaba adelante, intentó acercarse a él pero este dudó un poco bajando la mirada, el pelirrojo lo tomó del rostro para que lo viera de frente y así besarlo, iba a hacerlo cuando un ruido de pisadas los asustó; al ver la escena Kisame solo pudo disculparse –Lo siento– estaba buscando leña, no quería interrumpir–, Deidara rápidamente se apresuró a decir –No pasa nada, igual te ayudaremos a buscar–; Sasori no pudo negarse y aunque quería estar a solas con el ojiazul tampoco quería imponerse. Pronto terminaron de recoger la leña, fueron en busca de Itachi y se encaminaron a la cabaña, entre todos prepararon los alimentos: algo de caldo de pescado, carne asada y costillas, como si fuera un gran banquete.
 
La cena les permitió convivir, contar anécdotas alrededor de la fogata, reírse como no lo hacían desde hace mucho; ciertamente disfrutaban de pasar el rato y no hacer nada más, simplemente permaneciendo juntos. Las miradas se hacían presentes en distintos espacios a través del fuego; algunas eran seductoras entre Kakuzu y Hidan; otras cómplices entre Tobi y Zetsu, algunas molestas por caer en bromas pesadas como las de Pain y Sasori, otras de escrutinio como si intentarán comprender lo que pasaría entre sus amigos entre Kisame y Konan, y otras más esperanzadas; en especial entre unos ojos negros y azules, que compartían momentos breves para sentir que todavía eran especiales para el otro. Al terminar la comida, todos se quedaron un momento para contemplar el cielo estrellado y disfrutar la vista.
 
La cena había transcurrido sin mayor problema, al finalizar recogieron todas las cosas pero pronto el momento de bañarse llegó. Al ser tan tarde todos querían ir primero, la cabaña únicamente contaba con dos aguas termales, una destinada para chicas y otra para chicos, ambas lo suficientemente amplias para contener doce personas; aun sabiendo aquello Itachi quiso adentrarse antes que lo hiciera Deidara, no quería enfrentarse a esa bochornosa situación, no estaba listo, en la mañana se había salvado con suerte pero ahora si estaba en sus manos poder evitarlo, lo haría. No obstante no contaba con la poca empatía de Hidan, quien se adentró con él, acompañado de Kakuzu y Kisame. Pasaron varios minutos los suficientes para que el pelinegro se relajara, y cuando menos lo esperó se hicieron paso Sasori, Zetsu, Pain, Tobi y Deidara, mientras que Konan disfrutaba de un espacio solo para ella; apenas notó una cabellera rubia decidió que era momento de irse, se levantó sin querer llamar mucho la atención sin lograr su cometido. Hidan no quiso perder la ocasión para fastidiarlo un poco, cuando observó que el Uchiha se retiraba mencionó –¿Por qué te vas Itachi-san?... si ya has visto a Dei desnudo muchas veces antes–, el pelinegro se quedó quieto un instante y pese a no querer dirigió su vista hacia el menor de sus compañeros observando su cara colorada bajo el agua; después sus ojos negros se confrontaron con unos violetas; el peligris con las miradas de muerte que recibió le quedaba claro que no lo intentara en un futuro.
 
El azabache continuó su camino a la salida retirándose sin comentar nada; cuando se fue, Sasori notó la reacción del ojiazul, Deidara sentía algo por el de cabello negro pero por lo que podía notar el menor ni siquiera se había dado cuenta o lo ignoraba lo mejor posible. Sin más comentarios fuera de lugar terminaron de bañarse y relajarse. 
 

Notas finales:

Finalmente el capítulo del viaje! 

Shirahoshi ^^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).