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Misión Saciar a Medusa por Paxito

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Notas del fanfic:

Eh...

Una cosa rara que me salió al escribir sobre mis plateados. No es lo mejor, pero me diverti :D jaa

Notas del capitulo:

Fue parte de un evento  sobre los silversitos :3

Era quizá, el peor día de su vida.

Misty se sentía sucio. Se sentía avergonzado. Caer tan bajo por celos y provocar el efecto contrario al que quería.

Lo que había pensado que le daría satisfacción, ahora mismo le sabía a derrota. Un maldito perro sarnoso lo había vencido.

En realidad los dos perdieron ese día.

Misty se levanta de su cama, desnudo. A su lado ronca el maldito perro de Asterión, quien en la noche anterior le había dado la mejor follada de la vida. Misty nunca había perdido el control tantas veces ni había sentido tanto placer entre las sábanas más que con el danés desvergonzado y cotilla. 

Gracias a sus habilidades, Asterión sabía perfectamente dónde tocarlo, con qué  intensidad. Sabía qué trucos usar para desarmar al Misty, el ángel de la muerte. 

Pero no es Asterión quien decidió ni propició su entrega.

Fue Algol de Perseo.

Misty lo ama. O al menos ha estado obsesionado con él lo suficiente como para confundirlo con amor. Poco saber Misty de esos temas, ninguno del santuario.

Este sentimiento nació cuando eran niños. Recién llegados al santuario Athena. Afrodita de Piscis lo trajó al santuario tras descubrir el destello de cosmos en Francia. Misty nunca en su vida había visto alguien tan hermoso y letal; asi pues, desde ese momento supo que quería ser como él.

A diferencia de todos los recién llegados, Misty parecía el único chico refinado y buen ver de aquel grupo de perdedores muertos de hambre, pobrecito, tan feos y tan marranos. Inspiraban más lástima que esperanza. ¿Ellos serían los guardianes del mundo?¿los defensores de la justicia?. 

 Hasta que lo vió. En un grupito de niños de ropaje blancos y pañuelos en la cabeza. El grupo arabe que han sobrevivido a la guerra de su país. Entre ellos está Algol.

Algol desde niño tiene esa mirada. Es dura, pesada e incómoda. Es engreído y bastante mordaz en sus comentarios. Con el tiempo, Misty ha visto más allá de lo que deja ver Algol.

Por qué si, Algol fue amigo. Y Misty buscaba constantemente su compañía. No solo por su aspecto.

Si no por que era el único que no lo subestimaba. Quien lo entendía. 

Al  principio, en ese ámbito tan machista del santuario, parecía ofender a los demás aspirantes con su belleza y su feminidad. Varios delincuentes han osado tratar de ultrajarlo de diversas formas, subestimandolo, llamándolo débil. Algunos guardan sus fuerzas al pensar que Misty no sería contrincante para ellos.

Misty los ha matado a todos. Odia que lo toquen. Odia a los débiles y que piensen que es uno de ellos. 

Pero Algol no. 

-- Pensé que me ayudarías - dice Misty con fingida voz de indignación. A lo que Algol, con una sonrisa más bien perturbadora le contesta:
 -- No necesitabas mi ayuda. Es hermoso verte matar, Misty.

Seguramente Algol tenía problemas. Pero que llamara hermoso a su justicia agitaba el corazón de Misty.

Durante los entrenamientos fisicos de combate, Algol solía atacarlo frontalmente con todas sus fuerzas desde el principio, sin piedad. NO hay piedad en el, esa es su justicia. 

Entiende que la justicia es poder. Por esa razón, Misty empezó a enamorarse de Algol.

Luego, cada uno de ellos , fue llevado a sus lugares finales de entrenamiento para obtener su armadura de plata. 

No hubo momento en que no pensara en Algol. Quería saber que tan fuerte se había hecho. ¿Cómo sería ahora su cuerpo?. Aquello sería reflejo de lo puras que eran sus convicciones. .
Lizard fantaseaba con el cuerpo desnudo de Algol: fornido, masculino y con marcas, imperfecciones que lo hacían perfecto para el.

¿Como sería su pene?. Sabía que los arabes se circundaban, y Misty se imaginaba que la verga de Algol era grande, larga y divinamente suculenta.   También se imaginaba su trasero fuerte, musculoso como para arañarlo hasta hacerlo sangrar. Seguramente tuviera vello ahí, atrás y adelante, generalmente eso no le gusta, pero en Algol no le molestaba que fuera un hombre lobo.  

El también creció y su cuerpo fue deseado por todos quien lo viera. Todos querían poseerlo. Nadie lo tendría. Solo Algol merecía ese lugar. Misty soñaba con ese momento, lo idealizaba en sus fantasías. El lo seduciría y Algol lo haría suyo. 

Cuando se reencontraron no se decepcionó. El árabe era terriblemente sensual, viril y terrible. Pasar junto a Algol era ponerse a la defensiva pues tenía un aura de maldad densa pero sutil. 

Era fuerte.

Las primeras misiones que compartieron juntos supo que estaba con un frio estatega, que nunca se apresura, pero sin embargo disfrutaba demasiado jugar con sus victimas con bastante crueldad. Pero eso, fuera de desencantar a Misty,  le provocaba un malsano morbo, le atraía más.

Pero había un solo problema.

Algol no parecía interesado. 

Perseo solo tenía mente para cumplir sus misiones. Estaba bien, Misty lo aceptaba. Había sabido entre los chismes del santuario, que Algol no era alguien fácil de seducir, que varios de sus compañeros lo habían intentado sin lograr nada. Se decía que, incluso, era un homofobico radical.

Si hubiera sido así, Misty podría haberlo aceptado sin problema. 

Hasta aquel día. . 

Un día, durante su ronda por el santuario. Notó algo raro en Algol. Una mirada que nunca había visto en él, además de una sonrisa suave y su diestra apostada sobre sus genitales. La mirada no se la estaba dedicando a él, sino...a….

¿Asterión?.

El perro de caza, Asterión?. 

Misty lo supo desde ese instante. Algol estaba enamorado de Asterión. ¿Por qué?¿PORQUÉ?. La merde! 

 Asterion no tenía ni pizca de lo que el tenía. Ni el carisma, ni la belleza, ni el poder. Vestía horrible y tenía una actitud desvergonzada. Ese color amarillo no iba con su tono de su piel!, por dios! era sentido común. 

Perro de mal gusto. 

El corazón de Misty se llenó de veneno. Haría que Algol se olvidara de ese maldito y pulgoso perro y lo viera a él. Lo haría todo por que así fuese.

Así que sedujo al perro. Se acercó a él y puso en claro sus intenciones. Lo hizo de tal modo de que Algol se diera cuenta. Vería que Asterión no era más que un perro que le movía el rabo a quien sea. 

Fue irónico enterarse después, que el sabueso también estaba enamorado de Algol. Asterión no ha podido leerle la mente a Algol y eso lo ha obsesionado.  Asterión nunca ha confesado sus sentimientos al árabe al temer su rechazo. Al perrito le gustaba tener las cosas claras y  saber a qué se atenía. 

Asterion ve los pensamientos de Misty. Supone que Algol siente algo por el lagarto, pues en la mente de Misty solo ve atenciones de Algol que en su vida él (Asterión) ha de aspirar. Algol no lo respeta como lo hace con Misty, es lo que lee el sabueso..

Asterión cae en la trampa también. Ha pretendido caer en los juegos de seduccion de Misty con tal de quitarlo del camino.

“Mira a tu puta”

Se lo iba a decir así a Algol.  Iba a contarle como era Misty en la cama. Que tan ávido y lujurioso era en el sexo, cuantas guarreces decía. 

Al final, quedan intoxicados de su propio veneno, ambos. Canis y lizard.

Tal como ambos lo planearon, Perseo pasa a la cabaña de Misty, ambos lo han citado con urgencia a esa hora, Misty le dice que necesita algo que decirle y Asterión lo contacta para hablar sobre una misión; que obviamente no existe. El plan era que los viera.

Así fue, sin imaginarse de lo que iba a contemplar Algol llega  y los ve, desnudos en la misma cama. Asterion sigue roncando hasta que el portazo lo hace brincar del susto.

La cara de Algol cambia de segundo a segundo. 

Era el peor día de su vida, piensa Misty tratando de cubrir su desnudez.

-- Algol...nosotros no, yo no….

Asterión de puro nervio se rie. Maldita sea! Los nervios hacen que el sabueso diga cualquier tontería, sobre todo por que no sabe, para variar, que demonios esta pensando Algol. 

Así que dice lo primero que tiene en mente:. 

-- Te puedes unir si quieres, Ali-babá. 

Misty ve esclavizado al perro. Indignado. Y confuso.

Más confuso cuando Algol da el portazo, pero sin salir. Sino que se encierra con ellos dos.

 -- Hablemos de la misión…! -- sentencia Algol, fuerte y autoritario. A lo que Misty y Asterion se ven asi mismos. Confusos. Algol camina hacia ellos, lenta y sensualmente, mientras se va desatando los cordones de su ropa de entrenamiento -- le llamaremos “Misión Saciar a Medusa”. 

Bueno, no fue tan mal día, piensa Misty, al comprobar que muchas de sus fantasías con respecto al cuerpo de Algol, resultaron ciertas, otras no tanto. Como el vello, gracias a Allah.

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CHna chan chan 

Notas finales:

jejje, gracias por leer :P


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