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Juego de Niños... por Demon Dawn

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Notas del fanfic:

Un nuevo fic :D

Algo de inocencia, juegos de niños y una acalorada Kushina pasando malos ratos xD

Ya enserio, espero les guste ;D

 

 

Notas del capitulo:

Alguna vez han visto la película: "Tonto y retonto 2" ? Pues si sí creo que reconocerán el lema que Naruto utiliza junto a Itachi. Me hizo mucha gracia la primera vez que lo vi :D

Bueno sin más a leer...

 
 
 
 
 
Estaba concentrado acabando los deberes que su profesor Iruka había dejado en la academia.
 
—¡Termineee dattebayo! —Festejó el pequeño rubio de 5 añitos muy alegre alzando los puños al aire, había terminado todas sus caligrafías y ejercicios de matemáticas, —¡voy a casa de Ita-chan! —anunció levantándose de la silla.
 
—Alto ahí señorito, — la voz de su madre lo hizo detener en sus pasos, —dame tu cuaderno — ordenó, no quería que su pequeño hiciera la tarea tan apresuradamente, siempre cabía la posibilidad de que fallará en algo y ella gustosa le ayudaría en lo que pudiera, y bueno también no le estaba gustando mucho la amistad que su hijo tenía con el aquel niño Uchiha, sus instintos maternales le advertían que su sueño de tener nietos podría no cumplirse, bueno sólo era un presentimiento.
 
Naruto suspiró con aburrimiento, haciendo un puchero infantil se devolvió entre sus pasos, tomó el cuaderno entre sus manitas y se lo entregó a su madre.
 
Kushina revisó el cuaderno con ojo analítico, aunque poco pudiera distinguir entre los garabatos de su retoño. Efectivamente Naruto había concluido todos los deberes que le mandaron de la escuela.
 
Resignada hecho un suspiro, sabía que no podía detener a su pequeño por más que quisiera —Está bien, puedes ir, pero nada de esos jueguitos raros, dattebane — advirtió, ya Mikoto le habia dicho que en dos ocasiones encontro a Naruto tomado de la mano de su hijo mientras veian una película animada, — eres un niño varón, jueguen a los deportes o a las escondidas, no juegos de té o a trenzar los cabellos de Itachi.
 
El pequeño rubio un tanto ofendido, se defendió, —¡Es que Ita-chan tiene un bonito cabello 'ttebayo, además sólo pasó una vez!
 
Kushina se pinchó el entrecejo rogando por algo de paciencia con su pequeño, después de todo la paciencia nunca fue su fuerte.
 
¿Dónde estaba su esposo cuando lo necesitaba?
 
Trabajando seguramente. 
 
Inspirando un poco de aire palmeó los hombros de su hijo y con cariño le dijo, — sé que Itachi te agrada, a mi también me agrada, gracias a él ahora haces todas tus tareas sin que te regañe o hagas trampa, pero aún están muy pequeños para saber... — dudo un poco en sus palabras — que les gusta y que no, hay ciertas cosas que no puedes hacer con otro niño Naruto, si quieres puedo invitar a la hija de los Hyuga, parece ser una niña dulce y amable — ofreció, podría también invitar a la amiga de su hijo, la pequeña Sakura pero bien sabia que ella era algo tosca y varonil, una actitud que contrastaba enormemente con su adorable apariencia de algodón de azúcar, sería casi como dejar a Naruto con otro niño y no quería eso. Al ver la negativa dibujada en el rostro de su pequeño desistió de su idea de invitar a la Hyuga — esta bien, puedes ir con Itachi, sólo recuerda que son niños, así que compórtense como tal, ¿de acuerdo?.
 
Para Naruto todo lo que su madre le dijo no tenía sentido, ¿porque invitaría a esa niña rara que sufría un grave problema de timidez a su casa? Si apenas trato con la niña una vez en la cual tuvo que defenderla de otros niños que estaban molestandola. Bueno, no se pondría a pensar en eso ahora ya que tampoco entendió el porqué su madre repetía tanto que eran niños... ¡Ya sabía que él e Itachi eran niños! Si no fuera así no jugaría tanto con Itachi, su lema de juegos era:
 
"Los niños ganan y las niñas babean"
 
Además las chicas tenían piojos, una vez intentó buscar piojos en el cabello de su madre, vaya que lo recuerda, su madre casi le deja sin oreja, al menos a tiempo llegó su padre para salvarlo.
 
Con su infantil ego inflado se apuró en salir de su casa, caminó un par de metros y entró al terreno de la casa de al lado, donde casualmente vivían los Uchiha.
 
 
—¡Hola tía Mikoto! — saludo alegre cuando le abrieron la puerta.
 
—Oh, Naru-chan, que sorpresa ¿vienes a ver a Itachi? — indagó curiosa, aunque de antemano ya se sabía la respuesta del pequeño rubio.
 
—¡Si¡ quedamos en jugar hoy, mamá me dio permiso.
 
—Bueno puedes pasar, sólo no hagan mucho ruido ¿si?, le dices a Ita-chan que dentro de unos minutos baje por unos bocadillos.
 
—¡Si tía Mikoto! — respondió feliz subiendo con sus cortas piernitas las gradas hasta llegar a la habitación del pequeño azabache.
 
 
 
Unos minutos después...
 
 
— ¡Es grandioso dattebayo! — dijo después de salir por la ventana de del cuarto de Itachi hacia donde el enorme árbol que estaba en frente, ahí encontró un nido con dos polluelos. Itachi le había explicado que el gato de sus vecinos de enfrente había atacado a la madre de los polluelos y que ahora estos estaban desprotegidos, eso entristecio al rubio pero luego tuvo una gran idea.
 
— ¡Nosotros podemos cuidarlos Ita-chan! — ofreció todo emocionado esperando porque su pelinegro amigo aceptase.
 
— No lo sé, Naruto — dijo dudoso, sopesando en sus opciones cabía la posibilidad de que sus padres desaprovaran aquello — son muy pequeños, además mi madre no me dejaría tenerlos en casa.
 
— Mamá tampoco me dejaría llevarlos a casa 'ttebayo — dijo ya algo más desánimado.
 
Ambos comenzaron a pensar en que harían con aquellos polluelos, sabiendo internamente que no tendrían el corazón para dejarlos a su suerte.
 
 
 
 
***
 
 
 
 
Kushina tenía una taza de té en sus manos, inútilmente creyó que el caliente líquido calmaria su ansiedad. Las últimas semanas su único hijo habia empezado a comportarse algo extraño y misterioso, cosa rara en Naruto cabe destacar.
 
Desde su ventana en la cocina podía ver el patio de los Uchiha, como ama de casa que era su único entretenimiento era ver alguna de esas novelas románticas con enorme grado de drama, después de ello; lavar, limpiar, cocinar y planchar, esas eran algunas de las cosas que hacia todo el día, es por ello que no podía evitar el curiosear las cosas que hacia Naruto junto a Itachi.
 
Lo que la tenía tan preocupada era que su hijo parecía muy apegado al niño Uchiha, algo que no era malo, claro que no, el que su Naruto tenga amigos no es nada malo, lo malo radicaba en que ahora el pequeño Itachi parecía acaparar toda la atención de su hijo.
 
No quería ser malpensada e imaginarse cosas que no son, lo de su hijo y el Uchiha era amistad sólo eso, se repetía. Dibujando en su mente a su pequeño ya crecido y casado con una linda y tierna "¡chica!" la cual le daría muchos nietos, y se relajó, eso es... tendría nietos, ¡nietos!, ¡Nietos!, Naruto le daría muchos nietos. Con esos pensamientos en mente parecía ya más tranquila.
 
Se sobresalto cuando escuchó la clara vocesilla de su hijo gritando.
 
"¡Ita-chan, podemos construir nuestro hogar en la cima del árbol! Así el sol podrá llegar antes a nosotros y podremos criar a todos los pequeños que queramos dattebayo!"
 
La Uzumaki se asomó por la ventana y vio como su pequeño tenía su manita sujeta a la de Itachi mientras le hablaba todo emocionado señalando lo alto del árbol. Casi estuvo por atragantarse con su saliva por lo que dijo su retoño...
 
"¿Un hogar?, ¿ellos dos?, ¡¿criar a todos los pequeños?!"
 
Estaba segura que le daría algo de seguir así.
 
No, su pequeño Naruto no podría estar pensando en formar una familia con el pequeño Uchiha. Eran unos bebés, esto tenía que saberlo Mikoto.
 
Pero obviamente sabía que su amiga no estaba en casa, tendría que esperar a que llegará.
 
Sabía que los Uchiha al igual que ellos gozaban de una vida cómoda, incluso se habia hecho buena amiga de Mikoto, sin embargo, su pelinegra amiga salía de vez en vez para ir a alguna que otra junta junto a Fugaku, dejando una niñera ocasional para su hijo. Por ello el pequeño Uchiha era libre en ese periodo, antes se la pasaba encerrado pero ahora, ahora tenía a su hijo.
 
A veces sentía pena por Itachi, ya que muchas veces sus padres salían de viaje y como no tenía hermanos, pasaba la mayor parte del tiempo solo, y esa era una de las causas en su lista por la cual habia dejado que su hijo fuera a jugar con el pequeño azabache. Pero no le agradaba verlo jugando a la casita, incluso su mente viajo mas allá... su retoño no podría estar jugando ese tipo de juegos con Itachi, que tal si les daba curiosidad y comenzaban a jugar al... ¿papá y la mamá?
 
No, no, ¡no!, esos no eran juegos para dos niños varónes. Y no es que tuviera prejucios con las personas que tenían ese tipo de inclinaciónes, es sólo que ella añoraba el ver a su hijo casado con una buena muchacha que le diera nietos, sólo eso, no deseaba más.
 
Vio como los pequeños trepaban el árbol, perdiéndose entre las ramas.
 
Respingo toda espantada al oír el timbre del telefono sonar, quería seguir viendo que tanto hacia su hijo con el Uchiha en el árbol, sin embargo, tuvo que tragarse su curiosidad para ir a atender el ruidoso aparato que no dejaba de sonar, como si fuera hecho para taladrarle los tímpanos.
 
 
 
Afuera en la casa de los vecinos los niños seguían jugando.
 
—¡Mira Itachi, ya están más grandes!, muy pronto querran volar, no, no quiero que se vayan Itachi... — comenzó a decir con gran entusiasmo para después terminar sus palabras con un deje de tristeza.
 
—No podemos retenerlos, si comienzan a volar, querrán ser libres — dijo — pero aún son muy pequeños, podremos tenerlos por un tiempo más — animó con ello al rubio, quien asintió ya más feliz.
 
—Bueno, mejor traemos algunos gusanitos para que coman dattebayo — propuso con voz animada el pequeño Naruto. Con calma bajaron del árbol y comenzaron a hurgar entre la tierra, buscando un delicioso y viscoso gusano para alimentar a los polluelos.
 
 
Para cuando una histérica Kushina terminó de hablar por teléfono los niños parecían haber cambiado de juego y ahora estaban mojándose entre sí.
 
Naruto tenía manchas de tierra en sus ropitas al igual que Itachi, ambos corrían por el patio, siendo Naruto el que perseguía con un balde mediano a Itachi quien llevaba un globo lleno de agua, y por un momento Kushina se sintió tan aliviada de ver a aquellos niños jugar algo más adecuado y de forma inocente, sin embargo, su felicidad se vio frustrada al ver como Naruto se abalanzaba hacia el azabache cayendo encima de este y quedándose en esa posición, y no es que eso estuviera fuera de lugar sino que noto como su rubio retoño acercaba lentamente su carita al del azabache.
 
...
 
Naruto había visto que algo brillaba cerca de los mechones negros de Itachi, tal vez sería su día de suerte, parecía ser una moneda de 50centavos, con calma fue acercando su carita para ver mejor, mientras le decía a Itachi que se quedara quieto, el azabache creyó que podría haber un bichejo entre sus cabellos fue por ello que no se movió, esperando que Naruto le quitase la alimaña, pero fue el agudo y escandaloso grito de la pelirroja lo que hizo que ambos se sobresaltaran, chocando sin querer sus frentes.
 
 
Ahora si que estaba segura que la mejor opción seria separar a su hijo del azabache, y aunque Naruto protestara, algún día se daría cuenta que era por su bien.
 
 
 
 
Cont...
 
 
Notas finales:

Y bien? Que tal, estuvo bien o no? Ya bueno dejo mis intrigas para después.

Enserio espero les haya gustado, en realidad este fue pensado en forma de oneshoot, sin embargo se me alargo y es por ello que preferí hacer un fic, :D Ya que hasta el momento sólo tengo puro shots.

Enserio me encantaría saber si les gustó, ya saben un review, por ahí nos hablamos ;D


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