Era un día como para cualquier otro para la liga de la justicia, últimamente no había tanta actividad criminal por lo que podían sentirse tranquilos, o en su mayoría lo estaban.
Hal y Barry eran de los que pensaban que se debían disfrutar de eso momentos de relativa calma, y justo en ese día a pesar de estar en la atalaya vigilando que todo se mantuviera en orden ambos héroes estaban recostados uno en el otro viendo el monitor de la computadora, bueno específicamente linterna verde veía la pantalla mientras Flash pensaba.
-¿Has oído hablar del hilo rojo del destino?- Pregunto el rubio a su pareja.
-Sí, es una historia sobre personas destinadas a estar juntas ¿verdad?- A lo que el de ojos azules asintió- ¿Por qué la pregunta?
-Es algo fantástico no crees, saber que algo te une con una persona, que por mucho que hagas o dejes de hacer ese lazo nunca podrá ser roto- Miro con detenimiento su dedo meñique- Sería bonito poder ver a quien estamos unidos, saber quién es esa persona a la que la vida a decidido unirte- Miro a su pareja con añoranza, cuanto daría el por qué Hal fuera su destinado.
-Yo puedo verlo claramente- También miro a su pareja con cierto orgullo de saber algo que el otro no- Y puedo decirte que hay un error en esa historia- Declaro con confianza en sus palabras.
-¡Ah sí! ¿Cuál?- pregunto con gracia siguiéndole el juego al castaño.
-Que no es rojo es verde- dijo mientras mostraba su dedo meñique en el cual se notaba un brillante hilo verde el cual para sorpresa de Barry terminaba en su propio dedo, el cual hacía no mucho había estado observando- te dije que yo si podía verlo perfectamente mi Bear.
-Tonto- Sonrió con amor.
-Pero así me quieres- Le beso.
Ellos amaban los momentos así, lo momentos en que no tenían que preocuparse porque ese fuera su ultimo día de vida, el momento en que simplemente podían decir cosas cursis como aquellas, sin duda ese era un gran día a pesar de ser como cualquier otro.
Era un día como para cualquier otro para la liga de la justicia, últimamente no había tanta actividad criminal por lo que podían sentirse tranquilos, o en su mayoría lo estaban.
Hal y Barry eran de los que pensaban que se debían disfrutar de eso momentos de relativa calma, y justo en ese día a pesar de estar en la atalaya vigilando que todo se mantuviera en orden ambos héroes estaban recostados uno en el otro viendo el monitor de la computadora, bueno específicamente linterna verde veía la pantalla mientras Flash pensaba.
-¿Has oído hablar del hilo rojo del destino?- Pregunto el rubio a su pareja.
-Sí, es una historia sobre personas destinadas a estar juntas ¿verdad?- A lo que el de ojos azules asintió- ¿Por qué la pregunta?
-Es algo fantástico no crees, saber que algo te une con una persona, que por mucho que hagas o dejes de hacer ese lazo nunca podrá ser roto- Miro con detenimiento su dedo meñique- Sería bonito poder ver a quien estamos unidos, saber quién es esa persona a la que la vida a decidido unirte- Miro a su pareja con añoranza, cuanto daría el por qué Hal fuera su destinado.
-Yo puedo verlo claramente- También miro a su pareja con cierto orgullo de saber algo que el otro no- Y puedo decirte que hay un error en esa historia- Declaro con confianza en sus palabras.
-¡Ah sí! ¿Cuál?- pregunto con gracia siguiéndole el juego al castaño.
-Que no es rojo es verde- dijo mientras mostraba su dedo meñique en el cual se notaba un brillante hilo verde el cual para sorpresa de Barry terminaba en su propio dedo, el cual hacía no mucho había estado observando- te dije que yo si podía verlo perfectamente mi Bear.
-Tonto- Sonrió con amor.
-Pero así me quieres- Le beso.
Ellos amaban los momentos así, lo momentos en que no tenían que preocuparse porque ese fuera su ultimo día de vida, el momento en que simplemente podían decir cosas cursis como aquellas, sin duda ese era un gran día a pesar de ser como cualquier otro.