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STUCK IN A MOMENT por LIAMSUZUKI

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Después de terminar de cenar, Misaki lavó su plato y miraba por la ventana, su jardín ya necesitaba limpieza, el pasto ya estaba bastante crecido y con muchas hojas secas regadas.

 

—Ese idiota de Akihiko no es capaz de agarrar la escoba y recoger toda esa basura.

Sus puños de nuevo se cerraron por la amargura y el dolor y volteó a ver  el reloj de la pared 

 

—10:50, no tardará en llegar.

 

Seco sus manos y fue a la gaveta del estudio de Akihiko, miró la caja con puros y sacó uno, lo olió varias veces y cortó el tramo correspondiente para empezarlo a fumar.

Salió a su jardín para disfrutar su momentánea nueva adiccion, tantos años viendo a Usagi san con un cigarrillo pegado a la boca, logró  hacer que probara también.

 

El ruido del deportivo color negro que ahora manejaba Akihiko lo hizo por error, tragarse un poco de humo, Misaki tosió un poco pero recuperó el aliento de forma rápida.

Akihiko tan ensimismado en sus recuerdos de la actividad sexual de  hace unas horas, le bastó para ignorar al bello castaño que lo atravesaba con una mirada repulsiva y de enojo profundo.

 

El escritor estaba a nada de girar la perilla cuando oyó la voz de Misaki 

 

—Hola Akihiko ¿Qué tal?

 

—M..Misaki cariño creí que ya estabas dormido.

 

El castaño no respondió y daba otra calada al puro, Usagi-san abrió los ojos muy sorprendido al ver al chico paladear el sabor del tabaco, nunca creyó verlo de ese modo.

 

—¿Que haces con ese puro Misaki? Solo lo desperdiciarás, ni yo logro fumar las tres cuartas....

 

—Por fin se prendió esta mierda

 

—¿Qué dijiste?

 

—Ah perdón, quise decir que "por fin prendí una de estas mierdas" es la costumbre de decir lo primero cuando leo algo muy emocionante de los volúmenes de Kyo san. Adoro a ese mangaka.

 

—Como sea, no debiste tomarlo, no lo terminarás de fumar y son un regalo que me hicieron hace mucho de..

 

"Takatsuki"

 

Misaki pronunció en su mente ese apellido y miraba fijo al escritor.

Akihiko de nuevo quiso entrar a la casa y evitar los ojos de Misaki, pero fue detenido otra vez.

 

—¡No Akihiko!

 

—No que Misaki 

 

—¡No volverás a entrar a mi casa!

 

—¿De que hablas? 

 

—¡De esto infeliz! 

 

Misaki arrojó el puro y lo pisoteó, fue directo con Akihiko y le estrelló en el pecho una fotografía.

El escritor tembló al ver como sus labios eran devorados por Shinobu en una fotografía instantánea que sabra Dios como llegó a manos de Misaki.

 

—¡¡Traidor!! ¡Y encima me dices que malgasto un puto habano cuando tú has hecho de mi vida un vil desperdicio!

 

—Misaki yo

 

—!¿Que vas a decir?! ¡Lo siento nunca te amé, solo fue algo que creí sentir en el momento, alguien que me sacara del abismo! ¡Trágate tus mentiras o mételas por tu culo!

 

Misaki estaba rojo del coraje, sus lágrimas empapaban su cuello

—¿Por qué Akihiko?

 

El mayor quiso acercarse a tocarle y Misaki dio un manotazo.

 

—VETE DE AQUÍ AKIHIKO, no te llevarás nada, no te hace falta.

 

—Yo quise decirlo...

 

—Ahórrate tus excusas pendejas y lárgate antes de que pierda la poca cordura que me queda.¡LARGO!

 

El escritor tragó saliva, el Misaki frente a él tenía poder y autoridad, mezclada con la ternura y desasosiego en sus lágrimas.

 

De forma obediente se alejó de la puerta y fue directo a su auto,

Misaki solo observaba sus tenis siendo mojados por sus lágrimas, y hasta que escuchó el chirrido de las  llantas alejarse, se dejó caer por el pasto abrazándose a sí mismo.

 

—Soy un idiota—se dijo a sí mismo y el llanto del castaño inundó la fría noche.

 

 

 

 

El rubio llegaba tarareando una canción y relamiendo sus labios al recordar al  escritor y la forma que lo había empotrado sobre el escritorio.

Vio la puerta de su departamento y recobró la compostura, verificó tener un buen aliento, no le dio tiempo de lavar sus dientes después de tener el falo de Akihiko en su boca.

Abrió la puerta despacio, un delicioso aroma le lleno la nariz y vio a Miyagi con un delantal preparando arroz.

 

—Hola Shinobu chin, ¿qué tal las clases?

 

—Un poco difícil, esos chicos al parecer no quieren tomarme en serio.

 

—Será porque no te das a respetar 

 

—¿Como dijiste viejo?

 

—Que no infundes tu autoridad como profesor suplente, me sorprende que te hayan aceptado a solo un año de graduarte. A Kamijou y a mi nos tomó mas años entrar a Mitsuhashi.

 

—Tal vez tengo otros talentos viejo 

 

"Como mamar pollas ajenas"

 

Miyagi apretó el cubierto por ese pensamiento y mordía sus  labios de frustración. 

Recordó las aparentes técnicas de relajación de Hiroki y comenzó a contar hasta 10, tal vez 20 o 30 en lo que revisaba su comida.

Shinobu fue directo a lavar sus manos y se sentó a lado de Miyagi quien se disponía a disfrutar su cena.

El rubio quedó esperando a que Miyagi le sirviera una porción, cosa que no sucedió.

 

—Lo siento ¿tienes hambre? Pensé que ya comiste y solo prepare para mi.—Miyagi ponía una cucharada de sopa de miso en su boca.

 

El menor molesto por la acción arrojó la servilleta en la mesa y se metió a su habitación a dormir.

Miyagi no lo siguió a rogarle como tantas noches, no soporto y unas lágrimas salieron de sus ojos cayendo en la sopa.

Miró todas las maletas escondidas detrás del sofá y en espera de que pasara la noche.

 

 

 

El ruido de la alarma lo despertó, Shinobu con pereza vio la hora — 7 de la mañana—se levantó a ducharse como siempre, ayer estaba tan rendido que ni siquiera se cambió la ropa.

Después de unos segundos recordó a Miyagi y volteó a la cama.

 

—Tan puntual en su trabajo que me enferma.

 

Y en efecto Miyagi era muy responsable en su carrera aunque no lo demostrara. Sin darle mas importancia fue al sanitario.

Abrió la llave llevándose la sorpresa de que no había agua, salió desesperado a revisar y miraba la notificación de corte de todos los  servicios por falta de pago.

Fue a su bolso para buscar él teléfono y reclamar a Miyagi por no avisarle y 

tampoco lo encontró 

—¡Que mierda!

Revisó cajones, muebles y gavetas....

Fue cuando cayó en cuenta de que no tenía ropa, calzado y la casa estaba casi vacía....solo la ropa con que durmió.

 

 

 

 

El pelinegro despertó por los llamados de Hiroki que lo veía con los brazos cruzados.

 

—sweet honey... no oír tus insultos es hasta ahorita lo mejor que pude recibir esta mañana.

 

—Te felicito idiota, por fin hiciste lo que tanto te estuve pidiendo.

 

—Gracias. Pero ni aún así puedo....

 

—Llevara tiempo, por lo pronto levántate de ese sillón  y a trabajar.

 

El profesor miraba el sol que se colaba por la ventana de la oficina de la Universidad, desvió la mirada y con tristeza tuvo que pararse a empezar su día como docente.

 

 

 

Cierto castaño frotaba sus ojos, sentía enormes sus párpados.

—Que idiota al quedarme a dormir en el piso.

Misaki se paró con dolor mientras su cabeza punzaba horrible por el llanto de anoche. Su celular brincaba por la alfombra y veía el remitente.

 

"Hola Misaki,  ayer vi a Akihiko ingresar a un hotel, supongo que al fin lo hiciste, te felicito amigo, eso es tener testiculos.

¿Te parece si salimos a festejar?

Con cariño Yuu Yanase...

 

Misaki se dejó caer de nuevo por el piso, por mucha flojera y dolor que sintiera  tenía que trabajar.

Sin embargo las lágrimas se hicieron presentes por su rostro.

 

—Usagi san.....

 

Susurró ese nombre, no le había dado ni siquiera la oportunidad de hablar ayer por la noche. Pero ¿Acaso se lo merecía?

 


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