Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dos mundos, un amor por Midori Yaoi Grey

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como toda historia, es necesario conocer a los personajes, empezando de a poco el trama de este nuevo trama. 

Abue, gracias por su supervisión :) siempre orientando el buen camino.

Ahora sí, disfruten del capítulo.

Antes de regresar a mi departamento, realizo la compra de víveres y así recompensar el vacío actual existente en el refrigerador y la alacena.

Llevo años viviendo por mi cuenta, por lo cual me he visto con la necesidad de aprender a cuidarme y todo lo necesario para sobrevivir como lo es cocinar, el cual es algo que se me da muy bien, debo de admitir, al igual que la limpieza también. Realmente no conozco algo que no pueda hacer, y si lo desconozco, lo aprendo con tal facilidad.

¿Mis padres? Bueno, ellos fallecieron hace ya 3 años en un accidente automovilístico cuando se encontraban en Francia para un cierre de negocios, en esos momentos, muy importante. A pesar de que en ese tiempo tenía 16 años, no caí en el luto que todos esperaban que padeciera. Tengo muy pocos y ya vagos recuerdos con ellos. Desde que tengo uso de razón, siempre me dejaban solo ante los cuidados de los sirvientes que trabajaban en la mansión, ya que no tenían tiempo para mí, ya sea irse de viaje, juntas. Por lo tanto, me llenaban la vida de regalos costosos y de todo lo que pidiera, así que nunca he padecido.

¿El porqué no me quedé en mi antiguo hogar? Era demasiado grande para mi propio gusto, además de la lejanía con la ciudad y por el hecho de querer aventurarme a de verdad estar sólo, valerme por mí mismo. Claro que por ahora no he trabajado, me sostengo de la herencia que me dejaron y la que próximamente será pasado a mis manos: la empresa Michaelis, pero para ser uso de ella debo concluir mis estudios; esa fue la cláusula en el testamento de mis padres y ante todo esa es la razón por el cual tomé la carrera de Economía, no por gusto estoy ahí, pero era eso o dejarlo en gobierno de alguien más, aunque debo de admitir que quien está velando por ella no es un mal tipo, tiene talento, ha mantenido todo en orden, aunque solo lo he visto un par de veces en mi vida, por su apariencia no es alguien afectivo o de muchas palabras. Su nombre es William.

Después de un gran rato, por fin llego a lo que es mi casa, acomodando todo en su lugar, hasta que escucho sonar el celular confirmando una llamada entrante siendo Claude el responsable.

-        Si hubieras apostado de que, si sigo vivo, lamentablemente para ti, lo estoy – con voz burlona le contesté.

-        Y eso es una lástima, pude a ver ganado buena cantidad – con el mismo tono de diversión me aclara – y no puedes culparme, tu fama no es muy positiva que digamos.

-        Es posible… en fin, no quiero ser aguafiestas, pero ¿a qué se debe tu peculiar llamada? De ante mano te aviso, no estoy para fiestas, creo ya he tocado mis límites, aunque te suene raro… - tuve que admitirlo por si pensaba en llevarme a un lado…

-        Si, lo sé bien, hasta yo estoy consiente de ello, no te has limitado desde que salimos de clases, es bueno saber que tienes algo de sensatez – vuelve a burlarse – pero, en fin, mi llamada es con fin de decirte que abras la puerta, sé que ya estás en tu casa, puedo escucharte – con confusión me dirijo a la puerta abriéndola donde claramente él está aquí.

-        ¿Qué clase de broma es esta? – con una ceja alzada le miro

-        Ninguna, si no saldrás, la fiesta vendrá a ti – alza su mano para dejarme ver una bolsa que contiene dos botellas de vino, cuando sabe el muy maldito que son mi debilidad.

-        ¿Sabes que vienes en mal momento? – me rasco la cabeza como forma de resignación dejándolo pasar, cerrando la puerta.

-        ¿Qué?, ¿acaso la chica número 50 de la semana sigue aquí?

-        Muy gracioso, no, estaba a punto de limpiar el lugar

-        Entonces vine en buen momento – con una sonrisa cínica me ve, dejando a la vista las botellas – y por supuesto traje comida para almorzar.

-        Piensas en todo como siempre – con rendición me acerco para ayudarlo a preparar las cosas.

Abro los ojos con pesadez, donde al intentar incorporarme me detiene el inmenso dolor de cabeza, causándome un déjà vu, con la diferencia de que no estaba en mi habitación si no en la sala, para ser precisos en el sofá.

Observo el lugar hallando el causante de mi estado alrededor, las botellas, y el maldito culpable que se encuentra en el otro sofá aun durmiendo. Reviso el celular para ver la hora dando con la sorpresa de lo tarde que es.

Con pesadez arrastro los pies hasta llegar con Claude para despertarlo de buena manera:

-        Bastardo, levántate ya, es tarde – con ninguna pisca de delicadeza le dije en voz alta solo obteniendo que entre abra los ojos viéndome.

-        ¿No puedes esperarte? Rayos… - se sienta en el sofá haciendo lo mismo que hice al despertar: quejándose de la jaqueca.

-        Temo decirte que esto – estiro los brazos para que note a que me refiero – fue tu culpa, hazte responsable – cruzo los brazos para que note que hablo enserio y me ayude a limpiar el desastre.

-        Bien, bien, pero baja la voz ¿quieres? – con frustración se talla el rostro para ponerse sus lentes – te invito a desayunar como disculpa.

-        Realmente no me refería a eso, sin embargo, lo tomo como parte de ello, luego me ayudas con este desorden.

-        Si, sí. Vamos a cambiarnos, hay un lugar al que he querido ir.

Después de que nos arregláramos, ya que Claude tiene algo de ropa aquí ya que a veces suele quedarse, nos dispusimos a dejar el edificio, siguiéndole los pasos donde denoto que el camino es bastante similar a donde vine ayer…

-        Aquí es. Se ve muy peculiar, por eso he tenido la curiosidad de probar – me mira - ¿qué?

-        Nada – con cierta duda le contesto ya que realmente si iba a venir aquí, prefiero hacerlo solo, como un secreto mío y así evitar que alguien ponga sus ojos en aquella criatura azulina – entremos.

Somos recibidos por la misma chica que me atendió el día de anterior, a diferencia de que nos acomodó en otro lugar. Se retira para dejarnos las cartas anunciando que la persona que nos atenderá deberá llegar en unos momentos.

-        Este lugar es buena idea, es innovador – me dice leyendo la carta – y a pesar de que es tarde hay gente. Casi está lleno.

-        Si… tienes razón – con cierto desánimo le contesto observando alrededor buscando a ese par de ojos azules.

-        ¿Qué te pasa? – me mira – te veo inquieto, como si buscaras a alguien.

-        No, solo miro el decorado – aunque no quisiera, desearía que ella no nos atendiera. Sonará egoísta pero no quiero que Claude la conozca.

-        Muy buenos días, los atenderé en su estadía en el café “Ojos de gato” ¿ya saben lo que ordenarán? – mi ser encuentra la tranquilad cuando reconozco que no se trata de ella, aunque con cierto aire de decepción al no serlo ya que no sé si al menos la podré ver de lejos.

-        Buenos días, yo ordenaré huevos benedictinos por favor ¿y tú Claude? – el momento que alzo la vista para verlo, me doy cuenta de que se encuentra embelesado por la chica que nos atiende, la cual al verla entiendo su razón, sin embargo, no es tan linda como ella - ¿Claude? – lo vuelvo a llamar para traerlo a la tierra, causando que dibujara una sonrisa burlona: ahora tengo con qué molestarlo.

-        Ah sí – reacciona – para mí un omurice por favor – ambos le regresamos las cartas.

-        Entendido, de tomar ¿gustan café?

-        Sí – ambos contestamos y al momento se retira la chica de cabellos largos dorados con ojos azul cielo vestida con el mismo uniforme que las demás.

-        Así que… - atraigo su atención al iniciar la plática – casi te desayunas a la chica – con burla le fastidio.

-        Que tonterías dices.

-        Digo lo que vi – coloco mi codo en la mesa para poner mi barbilla en la mano sin borrar mi sonrisa juguetona.

-        Creo que ya no ves bien – antes de que pudiera decirle algo más, la maid que ha dejado soñado a mi amigo, regresa para servirnos los cafés, y en cada movimiento no deja de verla ¿cómo quiere que no sea burlable?

-        En unos momentos estará su orden – hace su saludo y se vuelve a ir.

-        Entonces… Claude ¿qué decías de que era mi imaginación?

Al parecer que no podré verla, encontré con qué entretenerme en nuestra estadía y eso sin duda será algo que debo guardar para utilizarlo como un as en cualquier momento; esto será divertido.

Notas finales:

Gracias por otorgar la oportunidad a esta nueva historia donde sacamos a nuestros bellos personajes de su mundo y transportarlos para saciar la imaginación ¿pervertida? ya con el tiempo irán averiguando. Lo que si es que: es 10000% Yaoi.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).