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La historia no contada (Reboot) por lizergchan

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Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, sino a su autora J. K. Rowling, este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Parejas: SiriusxOC, Harryx¿? (por el momento)

Aclaraciones y Advertencia: Este fic es YAOI (lo siento, pero no me gusta el hetero), semi AU, Lemon, fantasía, gore, tortura y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

 

 

Nota importante: Pues he estado releyendo la historia y me di cuenta de los ENORMES agujeros argumentales que hay y lo forzado de algunos eventos, por eso decidí que lo mejor sería reescribir el fic.

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

 

La historia no contada

 

 

Capítulo 02.- Quiero que seamos familia

 

 

 

Tollani observó a Sirius dormir con sus hijos y su hermana rodeándolo; Black no había querido apartarse de los niños, y él, estaba en total acuerdo. Cerró los ojos, aun el recuerdo de Sirius en esa horrible celda de Azkaban. Le enfurecía tanto.

 

Dumbledore tuvo la oportunidad de evitar que su esposo y Harry sufrieran. Pudo llamarlo para que él se hiciera cargo, pero no lo hizo, ¿por qué?

 

¿Qué planeaba?

 

—¿Qué hora es? —preguntó Sirius adormilado. En respuesta, su esposo le besó la frente.

 

Era ya bastante tarde o demasiado temprano según el punto de vista. Tollani no había podido dormir a causa de la reunión con sus consejeros y la corte. Esos idiotas ancianos insistían en que repudiara a su esposo y lo expulsara del reino. Que lo considerara un traidor ¡vaya tontería!

 

—Falta poco para el alba —susurró. No quería despertar a los niños. Sirius gruño bajo. En verdad estaba cansado.

 

Tollani sonrió, un gesto reservado solo para su familia y nadie más. Besó la frente de su esposo y le pidió que volviera a dormir, él no podía; en una hora se reuniría con los nobles. Le preocupaba un poco el encuentro; tenía a penas unos pocos años como rey.

 

Aunque su hermana menor era aceptada como una hija legitima del antiguo Tlatoani; él no tenía tanta suerte. Era un bastardo, alguien que habría muerto de no ser por la profecía que los dioses dieron a través de su abuelo.

Era un guerrero, el mejor del reino, pero, aunque los nobles temían su poder, y tal vez lo respetaban, no le eran del todo leales y buscaban cualquier oportunidad para destruirlo. Cualquier debilidad por mas pequeña que fuera significaría la desgracia para su familia.

 

—Duerme un poco —dijo Sirius entre la nebulosa dwl sueño. Tonalli negó con la cabeza.

—Lo haré en cuanto termine los pendientes que tengo.

—Déjame ayudarte —otra negativa. Sirius necesitaba descansar, reponer fuerzas, sanar las heridas, ya habría tiempo para que lo ayudara.

 

 

La reunión fue una completa molestia. Los nobles no estaban felices con la presencia de Harry y mucho menos con las intenciones de su tlatoani de convertirlo en su hijo.

Tollani comprendía bien las inquietudes de su corte; él, en su interior, las compartía. Apreciaba mucho a sus amigos, pero darle la bienvenida a Harry como un miembro en todo derecho de la familia real, era demasiado.

Quizás si esto hubiera sucedido antes de tomar el lugar de Tlatoani o muchos años después, cuándo su poder estuviera bien consolidado; pudo haber tomado el riesgo, pero ahora…

 

—Harry será criado como un miembro más de Tollan —dijo Tonalli después de escuchar a toda su corte —. Será tratado como el hijo de un gobernante de un reino aliado que ha sido enviado lejos de casa por su seguridad.

 

En parte, era verdad; Harry estaba con ellos para protegerlo del enemigo que se escondía entre las sombras y buscaba destruirlo a él, y a quién estuviera en su contra.

 

—Cualquiera que no esté de acuerdo con mis deseos, estaré más que feliz de aceptar su reto —todos se estremecen; bajaron la mirada, aun, el recuerdo de su ascensión al trono, causaba pesadillas a más de uno.

—Se hará la voluntad del Tlatoani —dijeron al unísono

 

 

Convencer a su corte fue más fácil que hacerlo con su esposo, por supuesto, Sirius había planeado que Harry fuese tratado de la misma manera que su propio hijo (y aunque lo sería), no tendría los mismos derechos, sería como un invitado, aunque es tratado bien, no es del todo bienvenido.

 

Tonalli había pensado que podría tener un desayuno tranquilo con su esposo, pero Black no compartía su deseo.

 

—¿En verdad harás lo que esos vejestorios te dicen? —dijo Sirius con reproche después de un minuto de silencio. Tonalli suspiró.

—No. Esto fue mi decisión —quizás debió ignorar los berrinches de su esposo, pues este lo miro como si hubiese pateado a un cachorro. —Soy el Tlatoani de este país…

—¡Y por eso es que puedes hacer lo que quieras! —agradeció que los niños no se encontraran con ellos, se habrían asustado por culpa de Black.

—No. Significa que debo velar por el bien de mi gente…

—Harry es solo un niño —Sirius le miró dolido, ¿es que su esposo no comprendía sus sentimientos?

—Lo es, al igual que nuestro hijo y mi hermana —Tonalli lo miró con seriedad, con esa expresión de soberano que Sirius había visto tantas veces dirigida a los demás, pero nunca a él.

 

Black se mordió el labio.

 

—Harry recibirá el mismo trato y educación que Iktan y Citlalli —habló Tonalli con parsimonia —, pero no le daré los derechos de sucesión, no voy a permitir que mis hijos piensen que los amo o confío tan poco en ellos como para darle permitir que alguien ajeno a ellos pueda tomar el lugar que les corresponde.

 

Sirius abrió la boca, pero no dijo nada, ¿qué podría decir? Entendía las razones de su esposo; Tonalli fue un hijo ilegítimo, producto de una violación, que seguramente habría muerto de no ser por su abuelo y su propia determinación.

 

—Bien —dijo Sirius derrotado. —Se hará como “su majestad” diga.

 

El animago abandonó el comedor a grandes zancadas. Puede que conociera el sentir de su marido, pero eso no significaba que diera su brazo a torcer, no señor, él era Sirius Black y no pensaba darse por vencido tan fácil, por supuesto que no.

 

 

 

Citlalli se entretenía observando a Iktan jugando en una esquina con su niñera, del otro extremo, el pequeño Harry se veía triste.

La niña se acercó a su sobrino y le pidió que jugara con su visitante y aunque Iktan no lo deseaba, a su corta edad había aprendido a hacer caso a los consejos de Citlalli, de quién hasta los adultos buscaban su consejo y guía.

 

Pronto, Iktan y Harry comenzaron a jugar, como si se conocieran de toda la vida; fue así como Sirius los encontró.

 

—Sus futuros se han unido —dijo Citlalli con voz demasiado adulta y sabía. —Rey y héroe…

 

Sirius miró a la niña; sabía que en ese momento no era la hermana de su esposo, era, lo que la gente de Tollan pensaba, eran sus dioses.

 

—¿Harry estará bien en el futuro? —Citlalli no respondió de inmediato, como si estuviera meditando su respuesta, cuando iba a responder, fue interrumpida por los dos niños que se acercaron al percatarse de la presencia de Sirius, ambos, deseos de que el adulto se uniera a su juego.

 

Por supuesto que Sirius aceptó, gustoso de pasar tiempo de calidad con sus hijos, porque Harry también lo era, no importaba lo que Tonalli o su corte dijeran, Harry era su hijo ahora.

 

 

Continuará…

 

 

 

 

¡Sigo viva! Siento la demora, no tengo excusa, trataré de actualizar más seguido. Gracias por leer.


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