- Siempre es difícil escribir una historia; escribir tu historia debe serlo aún más, la mía no ha sido nada sencilla, desde mi nacimiento hasta este momento… he deseado mi muerte, situación bastante irónica, soy un Dios y mi vida claramente es más larga de lo que debería, cuando cumpla 50,000 años voy a llevar apenas casi la mitad, si tengo suerte, puedo morir en manos de otro dios, pero aquí es donde siempre hay un detalle, tengo una personalidad tan avasalladora, que de ninguna manera podría permitir que alguien más pasara por sobre mí. El punto ahora es que, creo que estoy enamorándome… -
Tres de la mañana, una alarma se oye por todo el recinto, ¿Por qué una alarma sonaría a las 3 de la mañana? Tony Stark necesita terminar su nuevo proyecto y solo se permite 4 horas de sueño por día, y a las 3 terminaba ese lapso.
Adormilado, con la típica erección mañanera y con solo unos calzoncillos, un muy desgastado Tony se dirigió hacia su laboratorio. Su vida no había sido precisamente la mejor desde lo sucedido con el team cap y el team Iron Man, ahora estaba solo, Pepper lo había dejado, no la culpaba, después de todo eran sobras de lo que alguna vez fue el play boy, ahora siempre estaba desarreglado, siempre oliendo a cigarrillo y alcohol, una barba desalineada, cabellos largos y una barriga prominente; el hecho de que el equipo se haya desintegrado le había pegado fuerte, sin Vengadores, no había amistad, no había motivos para salir al mundo exterior, hasta su desenfrenado gusto por las mujeres se había desaparecido, ahora solo le preocupaba mantener a salvo la Tierra, a como diera lugar, no importaba lo que le costara, aún si su vida era el precio.
Industrias Stark estaba hecha un lío, nadie quién dirigiera, nadie quién tomara el control, Bruce estaba intentando ser él que estuviera al frente, pero ser empresario no era su fuerte; las acciones de la empresa estaban decayendo casi tan estrepitosamente como sus ventas. Preocupado por esta situación, Bruce lanzó una convocatoria, una a la que nadie iba a poder negarse, “se busca CEO de industrias Stark” a los 30 minutos su correo estaba lleno de solicitudes, y afuera del edificio había una cola que fácilmente podría darle la vuelta a la manzana, ahora el trabajo era revisar a cada uno de los aspirantes y elegir al más capacitado, tanto educativa como psicológicamente, trabajar con o para Tony no era nada sencillo.
Al tercer mes de revisión, casi dando por concluida la jornada, un hombre de no más de 30 años se paró frente a la puerta, tenía un aire familiar, Bruce, al verlo, intentó reconocerlo, indago en su mente, pero no tuvo respuesta, tal vez era solo un parecido.
La presencia de aquel hombre era como pocas, 1.83 de altura, castaño y de ojos azules, blanco pero un poco bronceado, vestía de negro, un traje por la formalidad de la propuesta; todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo en ese momento, el mundo pareció haberse detenido. Su caminar era elegante y altivo, pero masculino en su totalidad, llevaba un iPad contra su pecho, la imagen que normalmente Pepper transmitía. Cuando vio a Bruce a lo lejos, caminó hasta estar enfrente de él, sin importarle si había más personas formadas antes, y como nadie dijo nada, no hubo mayor problema.
- Buenos días, mi nombre es William, Thomas William, puede llamarme como mejor le parezca, vengo porque soy el nuevo CEO de industrias Stark. –
- ¿Simplemente porque tú lo dices ya eres el nuevo CEO? No te confundas. –
- No te confundas tú Bruce, vengo porque soy el único capas de manejar una empresa así y llevarla a lo que fue cuando la señorita Potts estaba al frente, así que, si me permites, voy a subir a ver mi nueva oficina. –
Thom caminó hasta el elevador en la misma forma altiva en la que llegó, nadie dijo nada, hasta Bruce se había quedado mudo, solo Pepper y Tony podían hacer un desplante así, y más con la seguridad con la que él lo había hecho, esa fue la señal que Bruce necesitaba para saber quién era el correcto.
Ya en la oficina que estaba en el último piso del edificio, Thom estaba esperando a Bruce, sentado en esa silla que siempre había sido de Pepper, ahora era de él.
- Parece que estas muy seguro con quedarte con el puesto. –
- Tengo el puesto, lo acabo de decidir. –
- ¿Quién te crees que eres para venir a decir y hacer cosas como estas? –
- La única persona que puede levantar esta empresa, la única persona que puede lidiar con Tony Stark y la persona más experimentada en este asqueroso planeta para llevar una situación de este tamaño sobre sus hombros. -
- Te voy a pedir que te retires, tengo suficiente con aguantar la depresión de Tony como para soportar tu arrogancia. –
- Así que Tony está deprimido eh, eso me facilita aún más las cosas. –
- ¿Perdón? ¿Qué dijiste? ¿Facilitarte qué? No me hagas llamar al otro sujeto. –
Tom se puso pálido y sintió como su cuerpo se tensó al momento de nombrar a Hulk.
- No es necesario, podemos arreglarlo nosotros de una manera más civilizada. –
Tom se fue acercando poco a poco a Bruce, sus intensiones fueron claras; tanto que Bruce se puso nervios desde el segundo 0
- Te estás confundiendo… eh… yo no… no soy… no soy gay… pero bueno tú… vaya que tienes un buen… -
- Te estás confundiendo tú, Bruce. –
Tom se transformó a su forma original, Loki apareció frente a Bruce, pero no hubo momento alguno para que pudiera reaccionar, Loki lo desmayo con un conjuro rápidamente, no podía arriesgarse a que Hulk apareciera. Ahora que sabía que Tony estaba vulnerable, sería más fácil apoderarse de él y de sus armas; siendo el dueño de la empresa más importante del mundo, podría tener contactos y todo sería más fácil, y con sus poderes las cosas saldrían mejor.