Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hasta que regreses a mí por Destinova

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola hola. Traigo un nuevo one shot de improviso, no sé si le quede la categoría de drable XP, en fin. 

Ya saben que todo Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Sus pasos iban alejándolo lentamente de Konoha.  

De nuevo.  

Elevó su mano para contemplar con cierta nostalgia la vieja y olvidada banda rasgada que había dejado atrás hacía tantos años. Le resultaba increíble que él la hubiera conservado por tanto tiempo.

Solo Sakura y su mentor, ahora hokage, fueron a decirle adiós, y francamente no podía esperar otra cosa dadas las circunstancias…

O eso pensó, hasta que sintió un más que conocido chakra acercándose a toda velocidad.

–Creí que estabas lo suficientemente molesto como para no despedirte.

Sasuke detuvo su andar, girándose para encarar a cierto rubio que yacía en lo alto de un árbol, con una expresión inusualmente solemne.

–Sí lo estaba, un poco –aceptó, aunque no era el único sentimiento que lo embargaba, ni el más fuerte, empero sí el único que admitiría por el momento–. Pero, entiendo tus motivos para irte, o eso intento… –se recargó en el tronco y suspiró, ya que a fin de cuentas, estaba consciente de que esto no se trataba de él–. Porque si no fuera así, ten por seguro que iría hasta el fin del mundo de ser necesario para traer tu trasero de regreso dattebayo –agregó un tanto amenazador.

–Sí, no me queda la menor duda de eso –esbozó una pequeña sonrisa.

Ambos lo sabían muy bien, así que Naruto también sonrió.

–Además, no es como si nunca fueras a regresar –desvió a un lado su rostro, presa de la incertidumbre, pese a que lo dicho fue más una afirmación que una pregunta–. Y cuando eso suceda, podríamos ir a Ichiraku, con Sakura chan y Kakashi sensei, y otras cosas…  –al estar hablando de un futuro tal vez bastante lejano, Sasuke podía percibir el desánimo en su voz contrastando con la connotación de sus palabras, así que optó por intentar animarlo.  

–¿Incluso enfrentarnos?

–¿Qué? –se desconcertó y alarmó un poco.

–Para demostrar de una vez por todas quien de los dos es el mejor –lo observó desafiante, apelando a su rivalidad de antaño, lo cual pareció funcionar.

–Me parece perfecto –mostró una sonrisa arrogante–. Espero que estés preparado teme, porque para entonces, definitivamente vas a perder –lo señaló, inclinando la cabeza burlonamente.

–Esas son mis líneas, dobe.  

Un genuino entusiasmo embargó al ojiazul ante dicho panorama, dando paso a un breve silencio cómodo, hasta que expuso una de sus principales inquietudes en una pregunta necesaria:  

–Vas a estar bien, ¿verdad?

–Esa es la intención –respondió con sinceridad y firmeza.

–Genial –habiendo obtenido cierta tranquilidad, flexionó su codo izquierdo para apoyar su mano en la nuca, instante en el que resintió la extraña sensación de su extremidad derecha faltante.

–Entonces, nos vemos –dijo el Uchiha, lo que pareció regresar intempestivamente a Naruto a la situación, puesto que se tensó un poco ante tales palabras.

–Claro… –musitó apagadamente–. Sería bueno que escribieras de vez en cuando para saber de ti –agregó cuando Sasuke había dado media vuelta para reemprender su camino.

–Si así lo deseas.

–Por supuesto, es decir, apuesto a que habrá muchas cosas interesantes por contar sobre tus viajes –continuó hablando, como si con eso pudiera aplazar la inminente despedida.

–Bien –comenzó a avanzar, y lo único que le restó por hacer a Naruto fue limitarse a observar…

Observar cómo una vez más su compañero y mejor amigo se iba de Konoha.

Como una vez más se iba de su lado.

Era lo que Sasuke quería, para redimirse un poco, conocer el mundo y crecer como ser humano, así que lo apoyaba en su totalidad.

Sin embargo aquello no hacía menos difícil el momento.

Tanto que de principio no se había sentido capaz de despedirlo, motivo por el cual le había dado a Sakura la encomienda de entregarle su banda, sin embargo recapacitó; algo en su interior le gritó que necesitaba verlo, y hacer algo más allá de los convencionalismos propios que la ocasión ameritaba para poder dejarlo ir…

–Naruto… –el mencionado fue sacado de sus pensamientos por su amigo, quien se había detenido luego de haber dado solo unos cuantos pasos–. Jamás podré agradecerte lo suficiente todo lo que has hecho por mí hasta ahora. Yo… te tendré muy presente en mis pensamientos –volteó un poco la cabeza, lo bastante para que el ojiazul pudiera vislumbrar una sutil pero muy cálida sonrisa en su rostro, lo que en conjunto con sus palabras lo estremeció, acelerando su corazón y alimentando esa cierta necesidad que clamaba por salir, logrando que dejara de lado las dudas y diera un par de saltos para alcanzarlo.

Y entonces sucedió.

El Uchiha no fue capaz de reaccionar al tirón que sintió en su brazo, como tampoco al ver al rubio de cabeza frente a él a escasos centímetros de distancia, afianzado de las plantas de los pies a la rama de un árbol con su chakra, antes de que lo tomara ahora de la nuca, para atraerlo y besar sus labios, en un muy impulsivo acto del que ya tendría tiempo para arrepentirse después, o tal vez no…

En efecto fue algo inesperado, pero bajo ningún concepto Sasuke diría que desagradable. Inicialmente sus ojos se abrieron por la sorpresa, sin embargo su semblante se relajó en la medida en que su boca permanecía unida a la de Naruto, cerrando incluso sus párpados mientras se dejaba llevar por la sensación de los cálidos y húmedos labios ajenos entreabriéndose en los suyos, y una vez que finalizó tal contacto permanecieron cerca un poco más, con sus frentes unidas, al tiempo que Sasuke levantó su mano para acariciar suavemente la mejilla de su amigo, disfrutando ambos de aquel momento tan ameno, llegando a desear incluso que pudiera durar más, mucho más… 

Para siempre de ser posible.  

–Estaré esperándote hasta el día que regreses –con un deje de resignación, el rubio tomó la mano del Uchiha, estrechándola fuertemente.

–Sí… –Sasuke se había perdido en la profundidad de aquellas azulinas orbes, las cuales no se cansaban de transmitirle tantos sentimientos, los cuales eran solo para él, y que antes no se había atrevido a dilucidar del todo.

Así se selló la promesa entre los dos, una en la que se volverían a reunir pasara lo que pasara y finalmente vivirían de la manera en que deseaban.

–Cuídate –dijo el rubio por último, tras haber brincado para aterrizar en el piso, con su mano levantada y una sonrisa que reflejaba su ánimo más que renovado, que le contagió a su amigo.

–Tú también.      

Notas finales:

Lo sé, muy corto y muy sencillo XP. Se trata de una pequeña idea que se me ocurrió a principios de año, que para empezar no era para publicar aquí, pero bueno :´(. A pesar de la simpleza mi trabajo me costó plasmarlo más o menos decente, así que ahí está. Si alguien lee, de antemano gracias, y nos vemos en la próxima n.n 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).