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54. Un Hombre Valioso (32) por dayanstyle

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—Si no lo colocas correctamente, voy a golpearte hasta cansarme.

—Realmente me gustaría verte intentarlo —Lee Joon le dijo a Hoon con una sonrisa divertida—. El hecho de que seas un maldito oso no significa que tengas que comportarte como tal. Deja de actuar como si alguien se robara tus dulces.

 

Cuando el trueno retumbó en el cielo, Hoon sabía que la tormenta se acercaba, dirigió a Hell Raiser hacia los pastos del sur. No le importaba al hombre ni al caballo si llovía. Hell Raiser sólo permitía que Hoon, y Hyuk —la pareja de Leo— se le acercaran, era intratable como el infierno. Un fuerte aguacero no le haría nada a ninguno de ellos.

No cuando Hoon se sentía tan triste por dentro como el clima que lo rodeaba.

 

—¿Por qué no dejas de ordenarme desde arriba y vienes aquí? Me vendría bien la ayuda. —Lee Joon se secó la frente y fijó sus pies en su lugar mientras levantaba el nuevo neumático para el tractor—. Sólo porque sea tan fuerte como un oso no quiere decir que esta mierda sea fácil.

 

—Deja las referencias de oso —bufó Hoon bajando y amarrando las riendas de Hell Raiser a una rama cercana—. Es molesto como el Infierno.

 

—Así que estás de mal humor. —Lee Joon gruñó con el neumático en sus brazos, pero se las arregló para fruncirle el ceño—. Recuerdo cuando eras despreocupado y reías todo el tiempo. Ahora parece que necesitas un enema.

—¿Puedes dejar de preocuparte por mí y hacer eso? — Hoon se quejó mientras ayudaba a Lee Joon a colocar la rueda trasera del tractor.

Su hermano rápidamente aseguró el gran neumático en su lugar mientras Hoon lo miraba trabajar.

 

Él no estaba tratando de ser un imbécil. A Hoon no le gustaba estar enojado. Eso no estaba en su naturaleza. Él era tan jovial y juguetón como sus otros hermanos. Pero cuando se enteró de que su pareja había estado disfrazando su olor para que Hoon no supiera que estaban destinados a estar juntos... bueno, eso francamente le molestó.

¿Hoon era tan malo para que Kiseop hubiera escondido su olor todos estos años?

«Años».

 

Hoon sintió que su pecho se oprimía mientras un dolor profundo comenzó a vibrar en su corazón. El elfo de la Sombra había ocultado qué era para Hoon durante años.

Tenía derecho a estar enojado. La idea de lo que Kiseop había hecho dolía como el infierno.

—Está bien, ya está hecho.

 

Hoon dejó a Lee Joon terminar y, montando el caballo se dirigió a casa. Si Kiseop no lo quería, entonces Hoon no iba a sentarse a esperar al hombre. Era evidente que Kiseop había tomado su decisión acerca de su relación.

 

Y no había sido a favor de Hoon.

 

«Que se joda ese elfo de la Sombra».

 

Hoon cabalgó hasta el establo, desmontó y se hizo cargo de Hell Raiser antes de ponerlo en su caballeriza. Alimentó al caballo con algunos dulces, pasó la mano por la suave crin en el cuello del caballo, y luego salió del granero.

 

—Pa dijo que te ayude hoy —dijo Jinwoon corriendo hacia Hoon. Jinwoon era un elfo del Bosque. Había ayudado a rescatar a YooGeun —el hermano de Hoon—, y a Mir —la pareja de Lee Joon—, cuando un malvado bastardo los había secuestrado.

 

Le agradaba Jinwoon, a pesar de que el hombre era un poco coqueto. Lo que no le molestaba. Jinwoon era inofensivo. Era como un pequeño cachorro ladrando alrededor de los pies de Hoon. — ¿En qué te dijo que me ayudaras?

 

Jinwoon se encogió de hombros. —Él sólo dijo que te diera una mano. Creo que quería sacarme de su camino. —La diversión en el rostro de Jinwoon desmentía el dolor que Hoon vio en los ojos azules del hombre. Hoon se había dado cuenta que el chico estaba solo desde hace mucho tiempo. Jinwoon podría ser coqueto, pero era una fachada. El hombre estaba solo y había confesado no tener amigos en la tribu en donde había vivido.

 

Algo se rompió dentro de Hoon. Estaba cansado de ser gruñón y cansado de ser un imbécil. Así no era quien era normalmente. Ya era hora de que dejara de deprimirse por ser rechazado por su pareja y consiguiera un poco de diversión.

 

—¿Por qué no descansamos durante el resto del día y encontramos algo que hacer?

La sonrisa de Jinwoon era amplia. —Bien.

 

Hoon sonrió por primera vez en lo que se sintió como una eternidad, mientras caminaba hacia su camioneta. No iba a permitir que nadie le quitara quién era. Ni siquiera su pareja. El pensamiento trajo un aumento del dolor en su pecho, pero Hoon se obligó a ignorarlo.

 

Tenía que hacerlo o de lo contrario no sería capaz de funcionar con ese dolor insoportable. Kiseop no se daba cuenta que a pesar de que Hoon era un corpulento oso tenía el corazón más grande y había soñado con encontrar a su pareja desde que era un pequeño cachorro.

 

Eso podría no ser importante para el elfo, pero significaba el mundo para Hoon.

 

Ya que el hombre quería ser un cobarde y huir de Hoon... que se jodiera. Hoon abrió la puerta del conductor y entró, Jinwoon subió en el otro lado y se colocó el cinturón de seguridad.

 

—Entonces, ¿a dónde vamos?

 

—¿Qué tal un buen y largo paseo por la ciudad? —Hoon preguntó mientras ponía en marcha el motor y salía del rancho. Realmente no tenía ningún destino definitivo en mente mientras ponía una sonrisa en su rostro.

 

—Con tal de que le digas a Pa que te he ayudado, estoy listo para cualquier cosa que tengas en mente. —Jinwoon parecía feliz cuando cruzó las manos sobre el regazo.

 

Hoon sonrió y se dirigió al camino. Tal vez podrían ir de compras o... —¿Cuántos años tienes?

 

Jinwoon movió sus cejas. —La suficiente edad para conocer la vida y aún lo suficientemente joven para disfrutarla.

 

—Eso sería mucho mejor si no te vieras por lo menos de la mitad de mi edad. —Infiernos, Jinwoon parecía un maldito niño. Un niño lindo, pero aun así un niño.

 

Jinwoon inclinó la cabeza hacia un lado, y una traviesa sonrisa se formó en sus labios.

—¿No te gustan los chicos más jóvenes, Hoon?

 

«Oh, ¿cómo responder a eso?»

 

—Supongo que me gustan los chicos más jóvenes tanto como el que más, pero incluso yo tengo mis límites. —Además, su interés en los últimos tiempos parecía rondar por los chicos de más de quinientos años de edad.

 

—Soy más viejo de lo que parezco —dijo Jinwoon—. Jae Hyo me dejó entrar en su club la última vez que estuvimos en la ciudad. Él nunca haría eso si no tuviera la edad suficiente.

 

—The Manacle. —Hoon golpeó con  la palma el volante— . Ahí es donde debemos ir. Podríamos bailar y beber. —Además, la última vez que él y Jinwoon habían ido, Hoon la había pasado muy bien —antes de que el club explotara por los aires.

 

—Suena como un buen plan.

 

Lograr emborracharse se oía como un muy buen plan. Hoon estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para olvidar a su cobarde pareja, incluso lograr emborracharse en un bar vampiro. Quizás tendría suerte y encontrara a alguien con quien pasar la noche. No era como que fuera a ser capaz de ir a casa de su pareja.

 

Su pareja no lo quería.

 

Kiseop lo había dejado perfectamente claro cuando se escondió de Hoon durante años.

 

Hoon agarró el volante hasta que empezó a crujir bajo la fuerza de sus manos. Le irritaba al extremo que Kiseop lo hubiera negado. ¿Qué derecho tenía ese pequeño elfo a renegar de su pareja?

 

Kiseop ni siquiera hablaba de ello con él, solo sacó a Hoon de su vida.

 

«¿Cómo se atrevía?»

 

—Amigo, ¿quieres que maneje?

 

—¿Huh? —Hoon se giró para mirar a Jinwoon—. ¿Qué?

—Estás manejando como un loco. —Jinwoon señaló el parabrisas—. ¿Quieres que maneje?

 

Hoon hizo una mueca y levantó el pie del acelerador cuando se dio cuenta de que iba a toda velocidad por la carretera. Rápidamente bajó la ventanilla, permitiendo que el aire frío de la noche llenara la cabina de la camioneta. Si él no conseguía controlar su cabeza, iban a acabar en la cuneta.

 

—Lo siento, Jinwoon, mi mente estaba en otras cosas.

 

—Sí. —Jinwoon no parecía muy convencido, pero no dijo nada más.

 

Hoon sabía que podía. Jinwoon era plenamente consciente de que Kiseop y Hoon eran pareja. Hoon estaba bastante seguro de que todos en la casa Moon lo sabían. Y Jinwoon, al ser un elfo del Bosque era aún más consciente de la situación.

 

Lo que hizo que Hoon quisiera gruñir. Odiaba que la gente supiera sus asuntos. No le importaba bromear con la gente y quizás aceptar algunos consejos, pero le gustaba mantener las intimidades de su vida personal en privado.

 

La mente de Hoon estaba llena de desorden y confusión, hasta que se detuvo en el estacionamiento de The Manacle y oyó el ruido de la música que venía del interior del edificio. Estaba encantado cuando vio la larga fila de personas esperando entrar.

 

Suponía que el lugar estaba funcionando de nuevo.

 

El atentado que casi había destruido el lugar, y casi a Lee Joon, había sido una de las peores experiencias de la vida de Hoon. Después de ver los escombros debido a la explosión, Hoon no esperaban que el club estuviera funcionando tan rápido.

 

Hoon escaneó el estacionamiento antes de salir de su camioneta. Después de lidiar con la loca que colocó la bomba dentro del club, él no iba a correr ningún riesgo. Si había algo que parecía fuera de lugar, se iría.

 

—Hemos añadido cámaras en el estacionamiento junto con guardias por todo el club —dijo una voz detrás de Hoon, por lo que su corazón se aceleró con un repentino miedo—. Estás perfectamente seguro aquí, Hoon.

 

Hoon dejó escapar un suspiro de alivio cuando se dio la vuelta y vio a Hong Bin, el segundo al mando de Jae Hyo, de pie allí. —Hey, hombre, ¿cómo te va?

—Mejor que nunca —dijo Hong Bin, sonriendo lo suficiente para que Hoon pudiera ver sus colmillos brillar con las luces del estacionamiento.

—Los humanos están haciendo cola alrededor de la esquina, el club ha sido reparado, y estamos completamente de vuelta en el negocio.

Hoon se reía mientras veía la multitud cerca del edificio. — Sí, vi la línea.

—Por supuesto, ni tú ni tu amigo —Hong Bin señaló con la cabeza a Jinwoon— tienen que esperar en la fila. Estoy encantado de acompañarte.

—¡Genial! —Jinwoon gritó, saltando, y viéndose como si estuviera a punto de orinarse de la emoción.

 

Hoon se carcajeó, el pequeño y emocionado hombre, casi le hace olvidar que tenía el corazón roto. —Hombre, eso sería genial. Gracias.

 

—No lo agradezcas. —Hong Bin inclinó levemente la cabeza—. Tú y tus hermanos fueron muy serviciales cuando fuimos atacados. El darles entrada en el club es lo menos que puedo hacer por las vidas que ayudaron a salvar.

 

Hoon tomó el brazo de Jinwoon para evitar que rebotara al cielo y siguió a Hong Bin a la entrada del club.

El mismo vampiro que siempre cuidaba la puerta estaba allí de nuevo.

Hoon inclinó la cabeza hacia él, Rome asintió en respuesta.

Hoon podía sentir sus caderas comenzar a moverse al ritmo de la música en el segundo que entró en el lugar. De repente se sintió casi rejuvenecido, todas sus preocupaciones se deslizaron lejos cuando entró en el club.

Después de todo, quizás eso era lo que necesitaba.

Hoon dirigió a Jinwoon hacia la barra y pidió copas para ambos.

Mientras esperaba a que el camarero las llevara se giró y se apoyó en la barra revisando a la multitud. Había gente ligeramente vestida en todas partes, tanto hombres como mujeres. Y maldición si no se veían calientes, cada uno de ellos. Quizás no tan caliente como Kiseop, pero muy muy cerca. Y esta noche, Hoon no iba a ser exigente.

 

Hoon bebió la bebida que el camarero dejó en la maltratada barra de un trago y luego dejó el vaso en el mostrador. —Vamos, Jinwoon —dijo al tiempo que vio a un particular hombre, que se veía delicioso, bailando en medio de la pista—. Vamos a bailar.

 

continuara...


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