Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fictober MCM por shiki1221

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto, sólo las historias son mías

Día 1: Ninja

Otra vez Charasuke estaba sentado en el puente donde se reunía el equipo siete. Era tarde y el sol pronto terminaría de ocultarse. Su mirada estaba en el caudal del río bajo sus pies. Una gota de color escarlata cayó hacia el agua cristalina. Se transformó en apenas en un hilillo de color carmín fusionándose con el río, viajando lejos de él. La mano blanquecina dejó caer otras pequeñas gotas similares a la primera. Mas su dueño no estaba preocupado por ellas. Sólo mantenía su mirada en el horizonte. Estaba serio. Cosa inusual en alguien como él. El menor de los Uchiha siempre había sido sumamente alegre y enérgico. Por ello a Menma lo extrañó lo suficiente como para acercarse a hablarle.

―¿Qué haces aquí? ―preguntó con un tono monocorde. Lo más extraño era que esa pregunta no fue hecha por Menma.

―Eso debería preguntarte yo a ti ―respondió Uzumaki notando su mano herida―. ¿Qué le sucedió a tu mano? ―interrogó intentando sujetar su muñeca para ver mejor la herida.

―Nada de importancia ―contestó de forma arisca apartando su mano antes de ser tocado por el otro.

―Oye, ¿qué demonios te está sucediendo? ―cuestionó el joven de ojos azules mirándolo con seriedad―. Tú no eres así ―señaló sin poder ocultar la preocupación en su voz.

―Tú eres un buen ninja, quizás puedas responderme ―dijo calmadamente mientras sujetaba su mano herida con la que aún conservaba sana.

―Si hay algo que pueda hacer para ayudar sabes que lo haré, somos compañeros, ¿no? ―respondió Menma cruzándose de brazos.

―¿Qué es un ninja? ―inquirió mirándolo fijamente. Sus oscuros ojos lo miraban con tal atención que sentía como si estuvieran hurgando en su alma.

―No entiendo ―susurró genuinamente confundido―. ¿Eso te molesta? Somos ninjas desde que nos graduamos de la academia. Manejamos ninjutsu y servimos a nuestra aldea como shinobis ―enumeró a modo de respuesta.

―¿Y si desobedecemos una orden somos escoria? ¿Aun si esa orden va contra nuestros principios o moral?

La voz de Charasuke sonaba fría y distante. Su mirada se tornó vacía mientras era acompañada por aquella mueca que fungía como una sonrisa. Una carente de alegría alguna. Una mera imitación de un sentimiento ausente, pero que pretendía mostrar para ocultar su tristeza. Menma no estaba seguro la razón de eso y por un momento sintió miedo. Uno causado por las posibles consecuencias de atreverse a indagar aún más.

―Quienes desobedecen las órdenes directas son traidores y reciben duros castigos ―recitó el jinchuriki.

Un incómodo silencio se formó entre ellos, pero no se atrevían a romperlo. Uzumaki podría haber dicho sus pensamientos, pero temió la respuesta. Charasuke calló por temor a las consecuencias. ¿Cómo sería visto por Menma? Si le decía la verdad acerca de lo sucedido. Temió perderle. Ser rechazado por él como lo fue por su propia familia. Tarde o temprano se enteraría. Los rumores corrían demasiado deprisa para su gusto. Tras una corta meditación se decidió a hablar. Sólo le quedaba esperar el desprecio de su mejor amigo.

―¿Incluso si debes asesinar niños de no más de siete años de edad? ―preguntó con el rostro contorsionado expresando el sufrimiento en su ser.

El portador del Kyubi abrió los ojos impresionado. Se había enterado de una misión de asesinato secreta asignada a shinobis cuyos nombres estuvieron ocultos. Jamás imaginó que se lo habían encargado a Uchiha. Seguramente era por su sharingan. Muy útil en ese tipo de misiones y con la mayoría de ese clan ocupados en otros asuntos, quizás se la dejaron a él como última instancia. Sin embargo, ese tipo de orden habría sido demasiado, incluso para él mismo. ¿Cómo terminar con la vida de niños pequeños? Fueran cuales fueran las causas era simplemente… no tenía una palabra para describir eso. No lo culpaba por tomar esa decisión.

―Yo creo que los ninjas siempre nos enfrentamos a decisiones imposibles ―murmuró Menma mientras abrazaba al moreno―, pero no creo que hayas hecho nada malo ―confesó sincero aferrándose a él.

―Gracias ―dijo con voz trémula conteniendo sus ganas de llorar. Estaba feliz por el apoyo de Menma, pero sabía que falló como shinobi―. Siempre se nos inculcó que un ninja debía abandonar sus sentimientos por el bien de las misiones.

―Es uno de los preceptos básicos ―secundó de manera algo triste.

―Es por eso que nunca quise ser un shinobi ―confesó Charasuke mirándolo con sus ojos brillantes por aquellas lágrimas acumuladas. No por el dolor de su herida sangrante, sino por el de haberse convertido en algo que no era―. Ese tipo de misiones u ordenes yo no… yo no puedo. No soy un arma.

―Yo permaneceré a tu lado sin importar qué ―prometió Menma sujetando sus mejillas―. No me importa quien diga lo contrario, si eres un buen o mal shinobi no me interesa. Eres fiel a ti mismo y eso es todo lo que valoraré y admiraré siempre de ti.

En el cruel mundo de los ninjas, la muerte era pan de cada día. Matar o ser asesinado. Presa o cazador. No había lugar para el punto medio que Charasuke deseaba, pero sólo había una persona dispuesta a desafiar las leyes para apoyarlo. Y mientras esos ojos azules no lo despreciaran por anhelar conservar sus sentimientos intactos, tendría la fuerza para seguir adelante.

 

“Gracias, Menma”

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).