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A Camping Night- Hungry - por TidsoptimistMF

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Notas del fanfic:

Hola!

 

Esta historia es la continuacion de: A Camping Night- Bite - (ChanBaek/BaekYeol)

Espero les guste!!

 

Aqui el link para la otra historia:

A Camping Night- Bite ---> LINK

 

Notas del capitulo:

Tal como les prometí, aqui esta la historia de HunHan

Disfrutenla ;)

 

 

Sehun, un joven lobo de pelaje plateado, esperaba perezosamente sobre las raíces de un gran árbol, mientras el frescor de la tierra lo ayudaba a pasar el sofocante calor de la noche. Pese que para un humano era una agradable temperatura, para él era todo lo contrario gracias a su grueso abrigo de piel.
Apoyó la cabeza sobre sus patas delanteras con aburrimiento, preguntándose cuanto faltaba para que el líder de su manada se hiciera presente. Sehun ya se había preocupado de reunir a un grupo de lobos que les ayudarían a la cacería de hoy, aunque estos no eran como él, no eran cambiaformas. Él podía cambiar a su forma animal a una humana si así lo deseaba, mientras que los lobos que lo rodeaban en ese momento eran sólo eso, lobos comunes y silvestres. Aunque eso no significaba que fueran menos útiles, los lobos comunes eran tan fieles y fieros como cualquier otro y eran buenos compañeros cuando se trataba de ir en busca de comida.

Y eso era justo lo que Sehun necesitaba.

En los últimos años, su hábitat se había visto alterado por el desarrollo de la ciudad, provocando que varias manadas de lobos migraran hacia su sector, perdiendo el equilibrio y disminuyendo con eso la comida para todos. Sin contar que los cazadores también hacían su parte, no solo al cazar sus presas, sino también al atacar a los mismos lobos y cambiaformas, disminuyendo así sus posibilidades de supervivencia.

Habían días que el hambre era realmente insufrible. Las tripas se le retorcían exigiendo un poco de alimento, y Sehun  ya no recordaba cuando había sido la última vez que había comido hasta quedar completamente satisfecho.

Algunos de su especie, al verse tan oprimidos y expuestos a ser asesinados, habían optado por mezclarse entre los humanos, adoptando sus costumbres y siendo uno más. Pero él se negaba a eso. Ni siquiera le agradaba andar en su otra forma. Si no fuera porque al ser humano evitaba ser tomado por sorpresa por un cazador, andaría como lobo todo el tiempo.

Era por eso que el conseguir comida era primordial en ese momento y tener toda la ayuda posible, incluso de lobos comunes, era indispensable.

De repente, un ruido entre los arbustos lo alertó. Levantando la cabeza hacia el frente, vio un lobo de pelaje negro salir entre medio de los matorrales. Era su líder.

Inmediatamente se puso en pie, y emitiendo un leve sonido, los lobos que había juntado aparecieron a sus espaldas.

- Espero que hayas encontrado algo que valga la pena- gruñó su líder antes de seguirlo.

Sehun solo asintió, aunque por dentro sonreía orgulloso.

Durante el día se había encargado de investigar el terreno en su forma humana. Aunque era más lento en esa forma y sus agudos sentidos de lobo se veían afectados, era más seguro.
Después de haber estado recorriendo grandes extensiones a pie, había encontrado un objetivo interesante, un campamento humano. Cuando pasó por el lugar, este estaba vacío y sin rastros de humanos, pero al investigar las carpas y visualizar la cantidad de alimento que traían, calculó que no eran pocos. Los suficientes para darse un festín y poder llevar alimento al resto de la manada que los esperaba en su territorio: un sector protegido que no estaban expuesto al peligro y en que los cachorros podían correr sin tener miedo a nada. Cada cierto tiempo se iban rotando entre los más grandes para ver quién iba en busca de comida, siempre acompañados por el líder, y evitar así exponer a los más débiles a cualquier situación riesgosa.

Aunque Sehun aún era un lobo joven, se había visto obligado a patrullar por los alrededores en busca de algo que fuera realmente provechoso, y el campamento era lo mejor que había encontrado desde hace meses.

Era una gran oportunidad.

Generalmente ellos no comían carne humana, pero desde que las cosas se habían complicado se vieron en la necesidad. Era eso o morir de hambre. Además estaba cansado de comer ratones y porquerías...y la carne humana era realmente deliciosa, jugosa y tierna.

Con solo pensarlo se le hizo agua la boca.

Él era un lobo después de todo, y  si los humanos los cazaban ¿por que ellos no lo harían también?

Esa noche definitivamente comería como debía ser.

 

***

 

Una, dos, hasta cinco vueltas, y aun así Luhan no lograba quedarse dormido. No podía. No cuando su vejiga le pedía a gritos ser vaciada. Definitivamente no debería haber tomado tanto jugo antes de irse a dormir.

Finalmente se giró, quedando su vista fija en el techo de la carpa.

- Supongo que contar ovejas tampoco va a funcionar - concluyó frustrado en un susurro.

Observó hacia un lado para ver a su amigo Lay profundamente dormido, y aunque no podía ver a Kris, sabía que estaba igual gracias a sus fuertes ronquidos.

Si se levantaba para ir al baño estaba seguro que no los despertaría, pero su problema es que quería todo lo contrario. Deseaba que por lo menos uno de ellos se despertara para que lo acompañara en su excursión. Era de noche y aunque no quisiera reconocerlo, salir en mitad de la nada e ir a un arbolito hacer sus necesidades totalmente solo, le daba miedo.
Sabía bien que si se lo pedía a Lay este lo acompañaría, pero con su orientación y con su habilidad para quedarse dormido en cualquier parte, estaba seguro que sería un total desastre. Claro, si es que lograba despertarlo.
De Kris para que hablar, el hombre tenía el sueño pesadísimo y cuando se le despertaba su humor era horroroso, peor que un dragón.

Apretó los labios y movió los dedos nerviosamente sobre el saco de dormir, barajando sus posibilidades: iba solo o despertaba a uno de esos dos.

- O puedo ir a preguntarle a alguien de la otra carpa- susurró, sintiendo una nueva esperanza.

Animado ante su nueva idea, salió de su carpa y se dirigió a la que estaba justo al frente, en donde descansaba el resto del grupo. Con los ojos bien abiertos, se encamino con solo la luz de luna, ya que por el impulso había olvidado llevar una linterna.

Subió el cierre y se adentró en la carpa. Con la poca luz, logró reconocer a Baekhyun gracias a que emitía leves murmullos y se encontraba en un extremo de la carpa, solo ; a diferencia de Kyungsoo y Jongin que se encontraban tan juntos, que Luhan se preguntaba si estarían compartiendo el mismo saco.

Sin debatir más el asunto decidió despertar a Baekhyun.

- Baek- lo llamo suavemente a la vez que lo movía ligeramente- Baekhyun despierta

Lanzando un leve chasquido y volteándose perezosamente, Baekhyun miró a su amigo con los ojos entrecerrados.

- ¿Luhan?- murmuró adormilado- ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?

Por un momento el nombrado sintió enrojecer su cara al darse cuenta de lo que le iba a pedir a su amigo, sin embargo logró superar la vergüenza y hablarle al moreno que comenzaba a dormirse de nuevo.

- ¿Baek me acompañas…al baño?

- ¿Eh? ¿Ahora?- cuestionó pasándose la mano por la cara- ¿No puedes esperar hasta mañana?

- Lo intenté, pero no pude- se excusó algo avergonzado.

Baekhyun soltó un quejido y hundió su cara en el saco de dormir.

- Eres el mayor y pareces un niño de cinco años, ¿lo sabías?- le recriminó, su voz apagada por la tela del saco.

Luhan sintió su cara arder. Por su mente pasaron miles de formas para contestar a eso, pero luego se recordó que quería la ayuda de Baekhyun y debía contestar algo amable, si es que no quería quedarse ahí con las ganas.

- ¿Me vas acompañar, o no?- preguntó finalmente, tratando de mantener la compostura y orgullo en alto.

Un pequeño silencio se formó.

- Si, ya voy- contestó al final un derrotado Baekhyun. Se removió dentro de su saco hasta que finalmente logró salir de este mientras Luhan sonreía agradecido.

El mayor retrocedió y salió de la carpa mientras que un adormilado Baekhyun lo seguía.

- Luhan, siempre dices que eres masculino, y ahora necesitas que alguien te acompañe a los arbolitos - escuchó como él se burlaba, y el mayor solo se avergonzó aún más de lo que ya estaba.

- Esta oscuro y no quiero perderme- fue lo único que se le ocurrió decir en su defensa, pero sabía que su amigo estaría igual riéndose detrás de él.

Pero no le importó. Con la cabeza erguida se adentro en la arboleada, pero tan pronto puso un pie en la espesura del bosque quiso salir corriendo de ahí.

El aire era pesado, cargado y denso al punto que sentía que le costaba respirar con normalidad. Todo el orgullo que había estado aparentado hasta ese momento se esfumó igual que la brisa del mar, pasando ahora a caminar al lado de su amigo como una lapa.
Con cada paso que daba sentía que iban avanzando a un peligro inminente y que unos tenebrosos ojos se sumaban a su caminata para observar cada paso que daban.

Realmente la sensación era escalofriante y le erizaba todo los pelos de la nuca.

- Baek...regresemos- susurró finalmente, aferrándose al brazo del otro para no separarse y evitar que su amigo siguiera avanzando.

Sin embargo, el más bajo era bastante obstinado y parecía que no había captado la indirecta del otro en detenerlo.

- ¿No querías ir al baño?

Luhan apretó los labios.

Si, quería. Pero ahora prefería que su vejiga explotara antes de seguir internándose en ese lugar.

De día, el bosque era una cosa, pero de noche era otra muy distinta.

Un escalofrío lo recorrió de arriba a abajo, y antes de que se diera cuenta había soltado el brazo de Baekhyun. Frotándose los brazos, Luhan trató de quitarse la extraña sensación que lo había embargado, mientras veía apenas a Baekhyun avanzando por la oscuridad.

- Si- soltó finalmente, respondiendo a la pregunta- Es solo que no me siento cómodo

- Es el bosque, no el baño de tu casa- le increpó y aunque Luhan estaba seguro que su amigo quiso ser irónico, no le salió.

Pudo notar que estaba igual de tenso que él y podía percibir que algo no andaba bien.

- Baek...-lo volvió a llamar, sin evitar mostrar el miedo que afloraba en su voz- Baekhyun no sigas…

Su voz se apagó.

Entre medio de esa penumbra vio un pequeño destello. Atónito, enfoco su mirada en los arbustos que se encontraban a un lado, viendo que entre medio de la oscuridad habían un par de ojos observándolos.
Parpadeó seguido sin poder creérselo hasta que empezó a notar que habían más de esos aterradores ojos, y el pánico lo envolvió completamente cuando uno de esos ojos se dejó ver bajo el claro de luna.

Al ver su figura no pudo evitar pegar un grito de sorpresa.

Los filosos y agudos colmillos juntos a sus grandes zarpas fue lo único que Luhan tuvo que mirar para que todas sus necesidades quedaran a un lado y despertara su innato espíritu de supervivencia. Sobre todo cuando esos sanguinarios ojos se posaron en él.  

Temblando de pies a cabeza, empezó a retroceder lentamente, mientras sus oídos piteaban con fuerza, sin lograr escuchar nada más que eso y el fuerte latido de su corazón.
De repente vio que un haz de luz giraba entre medio de la oscuridad, logrando captar su atención y centrarlo al ver como la linterna que llevaba Bakehyun ahora caía sobre el gran animal.

-¡Luhan! ¡Corre!

En cámara lenta observó cómo Baekhyun pronunciaba sus últimas palabras para él, y sin procesar nada más obedeció.

Dio media vuelta y comenzó a correr con todo lo que le daban las piernas sin saber si su amigo se encontraba bien o no.

 

Tan pronto los dos chicos desparecieron en distintas direcciones, el líder gruñó hacia el grupo de lobos tras suyo.

-¡Sehun!

El nombrado salió de un salto entre las sombras apenas su líder lo llamó.

- Encárgate del miedoso- le ordenó y sin más se fue para dar caza a Baekhyun, llevándose todo el sequito de lobos consigo.

Sehun sonrió satisfecho. Pese a que el líder se había llevado a todos los lobos dejándolo sin ningún refuerzo, no le importó en lo más mínimo. Le gustaba el juego de cazar a sus víctimas él solo, sin contar que su presa era mucho más suculenta y con más carne que ese mondadientes atrevido que había atacado al líder. Se preocuparía de sacar un buen trozo antes de que llegaran los demás.

Lo único que lamentaba era la actitud de su presa y futura comida.

- Odio a los llorones- pensó mientras comenzaba a rastrear el aroma de su objetivo.

Para Sehun el cazar, no era sólo la recompensa de atrapar a su presa, sino también que disfrutaba plenamente la parte de la persecución. El correr con la adrenalina por las nubes, el acorralar a su presa obligándola a luchar por su vida, ver brotar de sus ojos el pánico mezclado con el deseo desesperado de supervivencia de ellos…era simplemente delicioso. Hacía que la carne supiera mucho mejor y que el primer mordisco fuera la bendita gloria. Sin embargo, no siempre se podía esperar tener ese comportamiento en los humanos. A veces, cuando la persona era muy escandalosa y no tenía el empuje suficiente para luchar por su vida, Sehun se aburría rápidamente y terminaba matándola antes de tiempo, lo cual desde su punto de vista, era bastante decepcionante.

- Esperemos que su sabor lo compense.

***

Lágrimas de desesperación y miedo se agolpaban en los ojos de Luhan mientras corría de vuelta al campamento.
Entre medio se había caído más de una vez, tropezando con ramas y piedras, y las rodillas las tenía tan raspadas que sangraban. Pero no le importó. Lo único que deseaba era llegar pronto al campamento por sus amigos e ir juntos en búsqueda de Baekhyun. Le dolía haber dejado a su amigo atrás y odiaba el hecho de tener miedo, pero también sabía que era más útil buscar ayuda que intentar enfrentar los lobos él solo.

Debido al miedo que lo turbaba y a la poca luz, pasó bastante rato antes de que Luhan lograra encontrar el campamento. Si bien no se habían alejado demasiado, igual terminó perdiéndose y dando vueltas inútiles, hasta que al final divisó las tiendas de campaña.

Con el corazón en vilo y esperanzado, corrió con las últimas fuerzas que le quedaban hasta las carpas.

- ¡Jongin!¡Kyungsoo! - gritó llegando a la primera tienda- Levántense, Baekhyun necesita…- las palabras se desvanecieron en su boca cuando se dio cuenta que la carpa estaba vacía.

Con la respiración agitada, volteó hacia su carpa y vio que estaba abierta. Se apresuró a ver dentro de ella pero tampoco se encontraban ni Kris ni Lay.

-¿En donde están?- se preguntó con un hilo de voz, sin entender lo que estaba sucediendo

Sin sus amigos presentes, ¿Cómo es que ayudaría ahora a Baekhyun?

La angustia lo estaba devorando, y todo fue peor cuando escuchó un gruñido a sus espaldas. Cerró los ojos con fuerza tratando de creer que era solo parte de su imaginación y que las cosas no podían estar peor, pero no fue así.

Un segundo gruñido lo siguió y no tuvo más remedio que enfrentarlo.

Lentamente y con el corazón en un puño, se volteó en dirección a donde venía el gruñido. Su peor pesadilla se hizo realidad cuando se encontró cara a cara con un lobo plateado, quien le cerraba el paso.

Tragó en seco mientras sus piernas tiritaban de miedo.

No tenía otra escapatoria más que retroceder.

Con pasos vacilantes, marchó hacia atrás, sintiendo que todo sucedía en cámara lenta. Sus sentidos estaban adormecidos producto del terror que lo embargaba, sus dedos ni siquiera le respondieron cuando quiso cerrar la carpa para no dejar entrar al lobo y al final terminó retrocediendo con mayor prisa mientras el animal se adentraba a la tienda.
Con cada paso que daba, el lobo avanzaba dos más, hasta que los sacos de dormir se enredaron entre sus pies haciendo que cayera de espaldas al piso.

Luhan miró hacia los lados, desesperado por encontrar algo que lo ayudara a protegerse. El lobo volvió a gruñir advirtiendo sus intenciones, captando a su vez la atención del rubio que lo miró una vez y volvió a voltear en dirección a su equipaje.

Había visto su linterna con la cual, por lo menos, podría golpearlo.

Con rapidez, Luhan se extendió para tomar la linterna, pero Sehun fue más veloz cerrándole el paso y terminó de arrinconarlo contra el final de la carpa.
Luhan respiraba agitadamente, con los ojos bien abiertos como un ciervo encandilado, esperando el movimiento final de su atacante, mientras que Sehun lo observaba con satisfacción.

El lobo olía el miedo que se deprendía por cada poro de la piel ajena y eso hinchaba su orgullo, pero sobre todo ver la mirada de un pequeño cervatillo en esos ojos hizo sacar su lado más bestial.

Sentía que tenía el poder, y eso le gustaba.

Por lo mismo decidió atormentar un poco más a su presa antes de darle el golpe final. Quería saber cuánto se demoraría el "miedoso" en ponerse a lloriquear y a temblar.

Primero acercó el hocico e instintivamente Luhan se echó hacia atrás, casi enterrándose en la tela para evitar el inminente contacto. Cuando el lobo empezó a olfatear su cuello se tensó considerablemente y su respiración empezó a ser cada vez más irregular.
Para ese entonces, Luhan intentó recordar cómo era respirar ya que su mente parecía haberlo olvidado. Los bigotes le hacían cosquillas al rozar su sensitiva piel y su pulso se aceleraba cada vez más, sobre todo cuando el animal siguió con su escrutinio, bajando por su pecho hasta su abdomen.

Sehun percibió con satisfacción hasta qué punto el terror embargaba a su víctima. Pero pese a lo tembleque que estaba, también estaba gratamente sorprendido.

Él esperaba que aquel rubiecito estuviera retorciéndose, gritando y llorando, clamando por su vida o por auxilio. Sin embargo ahí estaba: con el miedo recorriendo sus venas, con la mirada perdida y las pupilas dilatadas, envuelto por esa extraña aura de alguien que se está preparando para morir.

Malévolo, Sehun continuó alargando el desenlace, esperando ver hasta qué punto los nervios del chico podrían resistir. Deseaba ver si actuaría con algo más que solo temblores.
Con lentitud se movió hasta una de sus rodillas donde quedaban restos de su sangre, la cual no temió en probar.

Lamer esa herida fue un deleite.

El dulce y ferroso sabor explotó en sus papilas gustativas dándole un indicio de cuan exquisito sería probar su carne, morder hasta lo más profundo y sentir la sangre explotar a borbotones  contra su boca, dejándola correr por su hocico mientras se deleitaba con el paraíso.

Nunca antes se había visto tan tentado por el sabor de su presa, y menos aún por un humano.

Calmando sus salvajes instintos, jugueteó un poco más con la rodilla antes de pasar a la otra, sintiendo en el proceso como la perdida mirada de Luhan se enfocaba en él. Tener su completa atención le agradó aún más.

Nuevas sensaciones estaban comenzando a recorrer su cuerpo de bestia. Su lado humano estaba aflorando, y por un instante quiso adoptarla para experimentar y atormentar a su presa de otra forma. Captar con sus manos lo que no era posible con las garras; saborear y poder morder sin tener la preocupación de desgarrar su piel y matarlo antes de tiempo.

Poder disfrutar con lentitud todo ese cuerpo…

Luhan, dentro de la neblina en que se encontraba su cerebro, logró percibir el cambio de actitud que se formaba en el lobo, la cual fue más palpable al notar que sus ojos se volvían grises, como si un poderoso tornado los cubriera.

Parpadeó y tragó en seco cuando el animal se alejó de su rodilla, comenzando acercarse ahora a su cuello.

Sehun volvió a aspirar su aroma mientras escuchaba con claridad el pulso que se transmitía a través de ese cuello blanquecino. Una sola mordida y se desangraría por completo.
Paso la lengua por la deliciosa piel y otra vez el impulso de detenerse y disfrutar más a su presa se hizo presente. Realmente lo deseaba de un modo nunca antes vivido, pero nuevamente se contuvo. No podía dejar que su lado humano lo controlara, él era un lobo antes que todo y no cedería ante nada. Menos aún frente a un apetecible humano.

Se preparó para morderlo y llevar todo a su fin cuando escuchó a lo lejos unos pasos que se acercaban, y no eran de un solo individuo, sino de varios.

Maldiciendo su suerte y concluyendo que no alcanzaría ni a probar un mordisco ni tampoco de arrastrar su presa al bosque, se alejó.
En ese momento lamentó no haberse quedado con ningún lobo que pudiera ayudarlo. Él solo no era capaz de hacerle frente a una multitud de humanos, sobre todo si es que venían con armas.

Molesto consigo mismo de desaprovechar tal alimento, no le quedó más remedio que irse, dejando atrás a un muy confundido Luhan.

Por unos instantes el rubio no entendió nada. Estaba seguro que iba a morir y ya estaba preparado para ello cuando el lobo decidió retirarse.

¿Acaso estaba jugando con él? ¿Por qué lo había seguido si no se lo iba a devorar?

Se sentía mareado y desconcertado, el flujo de emociones lo hacía sentir enfermo y aun así decidió moverse de su lugar.

A trompicones y enredándose más de una vez con los sacos de dormir, logró salir de la carpa. Se sentía perdido, sus piernas los sostenían a penas y sus ojos no lograban enfocar nada con claridad, hasta que una luz le dio de lleno en la cara, cegándolo.

-¿Luhan?- preguntó dudoso Lay, mientras sus ojos enfocaban con mayor nitidez a su amigo- ¡Luhan, eres tú!- soltó después de unos segundos, reconociéndolo.

-¿Que rayos te pasó?- fue la pregunta de Jongin al llegar junto con Kyungsoo y ver el desastroso estado de su amigo. Con el pelo enmarañado, la ropa sucia y las piernas llenas de raspones, daba la impresión que había estado perdido por días y no solo por un rato.

Luhan sentía que las preguntas giraban alrededor de su cabeza, sin lograr comprender aun su significado ni menos generar una respuesta coherente a ellas.

Lo único que vino a su mente fue el lobo y solamente eso logro articular.

- El lobo…-musitó- ¿Dónde se fue?

- ¿Que lobo?- pregunto Lay, mientras que Kris se reincorporaba al grupo alcanzando a escuchar la pregunta.

- ¡El lobo!- chilló Luhan desesperado, mientras el peso de lo sucedido caía de golpe en su cabeza, sacándolo de su adormecimiento y ayudándolo a recobrar la capacidad de hablar- El lobo que me siguió y…¡Baekhyun! ¡Él sigue en el bosque!- soltó y sin decir nada mas empezó a encaminarse hacia los árboles.

-¡Luhan espera! ¿A dónde vas?

- Voy por Baekhyun, él sigue en el bosque y…

Luhan enmudeció al sentir como lo agarraban con fuerza del brazo, deteniendo su andar. Perplejo volteo para ver que Lay lo sostenía y lo miraba con preocupación.

-Lay suéltame, debo ir por Baek. Hay lobos ahí adentro- protestó, tratando inútilmente de zafarse del agarre.

- Luhan, aquí no hay lobos- le dijo Jongin al acercarse- Ven, vamos a…

- ¡Si los hay!- lo interrumpió furioso- Yo los vi…o por lo menos vi uno claramente. Tienen que creerme, Baekhyun necesita de nuestra ayuda.

Desesperado vio como sus amigos lo veían como un loco y el enojo pasó a llenar su organismo.

¿Como podían creer que él inventaría algo así?

Trato de zafarse nuevamente del agarre de Lay, pero el chico lo tenía bien afirmado y le fue imposible hacerlo.

- Por qué no te relajas un poco y…

- ¿Cómo quieres que me relaje si mi amigo esta perdido en el bosque con una manada de lobo tras él?- contestó mordaz hacia Kyungsoo, su voz casi silbando entre sus dientes por la furia contenida.

Kyungsoo se encogió al escucharlo. Nunca antes había visto a Luhan de esa forma. Él solía ser tranquilo, tierno y sobre todo razonable. Pero ahora…

Parecía que algo lo había poseído.

- Escucha- habló por primera vez Kris, captando su atención- Si bien eso puede ser cierto no tenemos las herramientas ni nada para protegernos de un montón de lobos. Tampoco conocemos el terreno, la luna alumbra poco y las linternas no ayudan mucho que digamos. Es más probable que terminemos todos perdidos antes de encontrar a Baekhyun

- ¿Entonces qué propones?

Kris miro a su amigo. Lo conocía bastante bien para darse cuenta de que Luhan no les estaba tendiendo ninguna broma y que lo que decía era cierto, sin poner en duda su salud mental ni por un segundo. Sin embargo, tal como había dicho, sabía que las condiciones no eran para nada favorables. No para ellos y menos de noche.

-Creo que lo mejor es esperar a que aclare e ir por el guardabosque. Él conoce el lugar mejor que nosotros y nos puede guiar hasta donde esta Baekhyun

Todos miraron a Luhan, expectantes de su reacción.

- Esta bien- dijo al ver  que no tenía otra opción. De un tirón se soltó del agarre de Lay para darse media vuelta hacia el bosque- Ya vuelvo

- Pero dijiste…

- Voy al baño- informó sin siquiera mirarlos, internándose entre los árboles que hace un rato atrás lo habían aterrado- Ya regreso

 

Después de hacer sus necesidades, miró alrededor suyo. Definitivamente la primera impresión que había tenido de ese lugar oscuro se había esfumado. Esa atmosfera densa ya no se sentía, o tal vez era el hecho que después de lo sucedido ya no tenía más miedo.
Trató de ver si podía encontrar alguna pisada de lobo pero no vio nada.

Kris tenía razón, era mejor esperar que fuera de día. De noche no se distinguía absolutamente nada.

Cabizbajo, regresó al campamento, tratando de todas formas de ver alguna pista o algo que les pudiera ser de utilidad en la mañana.

-¿Cómo te fue?

Sorprendido, levantó la vista para encontrarse que Lay lo esperaba de pie, en el mismo sitio donde lo había dejado.
Una leve sonrisa surcó su rostro al ver que lo había estado esperando todo ese rato, sin quedarse dormido, lo cual era mucho decir.

- Bien- soltó encogiéndose de hombros

- Los demás ya se fueron a dormir. ¿Quieres ir a descansar o prefieres hablar un poco?

- Creo que hablar estaría bien- admitió, y Lay sonrió.

- Hablaremos entonces, y de paso te curaremos esos raspones

Luhan asintió y sonrió agradecido cuando su amigo le pasó un brazo por los hombros reconfortándolo.

Lay podía mostrarse como alguien bastante despistado y metido en su mundo, pero cuando alguien lo necesitaba se volvía en una persona bastante receptiva y con la capacidad de inducir en el estado de ánimo del otro. En este caso, Lay hizo que la calma fuera llenando el cuerpo de Luhan al escucharlo atentamente y asintiendo de vez en cuando, mientras se dedicaba a limpiar sus heridas.
Al no ser juzgado, el rubio se sentía con más confianza y libertad de relatarle absolutamente todo, sin miedo a lo que el otro pudiera decir.

A lo lejos, observando toda la escena se encontraba Sehun. Sus ojos brillaban en la oscuridad, viendo detenidamente las expresiones del rubio, como se movía y como sus ojos se achicaban cuando el otro hacia demasiada presión sobre una herida.

Se sentía intrigado, no entendía el fluyente de emociones que lo envolvían. No era normal en él.

Sabía que le gustaba jugar con su presa, pero era la primera vez que había deseado que este se distendiera y pasar a otros niveles que no incluían matarlo. Era un sentimiento extraño, nuevo.

Se lamió los bigotes.

Aún tenía impregnado el aroma y el sabor del humano disparando sus hormonas y exaltando su deseo.

Movió la cabeza disgustado.

- Es solo un humano. Es solo comida- se dijo testarudamente, tratando de apagar el creciente calor que inflamaba su pecho.

En eso se dio cuenta que Lay se levantaba del piso, enfocando toda su atención de nuevo en lo que sucedía frente suyo.
Por su parte, Lay tomó el pequeño botiquín con una mano y con la otra tomó todos todo los algodones sucios.

- Iré a dormir, ¿seguro que te quieres quedar aquí?- le preguntó a Luhan yendo a botar a una bolsa los desechos antes de encaminarse a su carpa.

- Si, de todas formas ya no puedo dormir - contestó Luhan sonriéndole de forma tranquilizadora- Ve

- Esta bien, pero cualquier cosa me avisas

- Lo haré- asintió y antes de que Lay pusiera un pie en la carpa lo llamó- Gracias por escucharme

Lay le sonrió mostrando sus hoyuelos y luego de hacer una seña de despedida se metió en la carpa.

Luhan suspiró y se pasó las manos por el cabello antes de voltear su mirada hacia el bosque. Aunque se sentía tranquilo después de hablar con su amigo, podía percibir esa mirada acechadora desde el bosque.

Sabía que lobo estaba ahí.

- ¿Que está esperando?- pensó, mirando de reojo la penumbra que se formaba entre los árboles.

El rubio no lograba entender que es lo que ese animal se proponía. Había tenido la oportunidad de atacarlo de una en la carpa y no lo hizo. Ahora él se encontraba nuevamente solo, pero no salía afrontarlo.

- ¿Tendrá miedo de los demás? o ¿estará esperando al resto de su manada?

Ese último pensamiento le heló la sangre. Si una jauría de lobos llegaba, dudaba mucho de tener oportunidad de avisar a los demás del peligro y mucho menos salir con vida de ello.

Frunciendo los labios y el ceño ante tan espeluznante futuro, miró a su alrededor en busca de algo que le ayudara a protegerse. No había mucho, solo cacerolas, una cuchara de palo y algunos troncos chamuscados de la fogata que habían hecho horas antes.
Viendo sus opciones, se decidió por tomar el tronco que se veía más grande y al alcance de la mano, como arma. Si no había podido salvar a Baekhyun, por lo menos salvaría a los demás.

Consciente de su desventaja, tanto por la falta de luz como velocidad de reacción, decidió quedarse en el lugar que estaba. Desde ahí tenia mejor visión, y aunque no era gran cosa, sentía que así sería más útil.

Las siguientes horas se quedó mirando fijo en esa dirección, atento a cualquier movimiento o ruido, esperando por el ataque final.
Sus ojos le escocían por frotárselos constantemente para evitar quedarse dormido; y a veces hasta el palo que tenía entre manos, le servía como apoyo para no terminar derrumbándose en el piso vencido por el sueño.

Sehun por su parte lo miraba de igual forma, intrigado sobre ese humano y las sensaciones que le desapartaban. Ansiaba volver a acercarse, pero estaba seguro que lo menos que recibiría sería un palo en la cabeza, sin contar que eran cinco humanos contra un lobo. Nada favorable.

- A menos que me acerque en mi forma humana- pensó.

La sola idea lo dejó perplejo.

Él odiaba ser humano. ¿Cómo es que pensaba pasar a esa forma solo por el chico?

¡Alguien que sería su comida!

- Debo estar demente- fue a la conclusión que llegó.

Después de analizarlo por unos minutos, admitió que no era mala idea. Si era humano podía comunicarse fácilmente con el otro, dándole la confianza suficiente para internarlo en el bosque y hacerlo caer en sus garras.
La trampa se veía perfecta en la cabeza del lobo, sin saber que su inconsciente solo le daba ideas para saciar un impulso primario: la lujuria. Su parte humana anhelaba liberarse y la excusa de la trampa era la forma perfecta en que Sehun se engañaba a si mismo para hacerse creer que no tenía otros intereses en Luhan.

Sin embargo había ciertos cabos sueltos en su idea que debía resolver.

El primero era el tema de la ropa. Para él no era problema mostrarse desnudo, de hecho la mayoría del tiempo caminaba de esa forma y no le importaba en lo más mínimo si algún turista llegaba a verlo, sin embargo este caso era diferente. Si quería que el otro confiara en él, dudaba mucho en lograrlo si aparecía caminando sin ropa por el bosque. No solo era extraño, sino también tendría que inventar una buena excusa para ello, y él no era para nada bueno en eso.

El cazaba, no inventaba historias.

Segundo estaba su manada. Si aparecían para atacar, él no tendría tiempo para defender lo que era suyo.

Si, Luhan le pertenecía.

Era su presa y no dejaría que otro lobo se lo llevara; y estaba claro que como humano no podría hacer nada para evitarlo.

Frunció el ceño. De verdad lo quería, lo anhelaba y sus tripas resonaban en una tortuosa melodía, contrayéndose ante la falta de alimento, gritándole que se apresurara.

Estaba debatiéndose en qué hacer cuando notó que Luhan estaba cabeceando, y fue ahí que se decidió.
Aprovechando la baja guardia del otro, se escabulló hacia las carpas. Había visto al grupo de humanos y notó que uno de ellos tenía una estatura bastante similar a la suya. Apenas vio que Luhan cerró los ojos, adoptó el cuerpo de un humano y se adentro en la carpa en que vio meterse al más moreno del grupo.

Para el animal no fue muy difícil darse cuenta cual era la ropa de Jongin. Con solo captar su olor pudo percatarse de cuál era su bolso, del cual extrajo lo que necesitaba. No tenía miedo de ser descubierto, ya que gracias a la oscuridad y al hecho de que era humano, era muy probable que lo confundieran con alguno de sus amigos.

Apenas terminó de vestirse fue asomarse a la carpa para ver en qué estado se encontraba su presa.

Con ojos  cerrados y con la cabeza apoyada sobre el tronco chamuscado, Luhan se encontraba ajeno al peligro que lo rodeaba.

Sehun sonrió complacido.

Saliendo de su escondite y con tranquilidad, se dirigió hacia Luhan. Al llegar a su lado se acuclilló para quedar frente a su bello rostro.
Por primera vez Sehun se detuvo a apreciar los finos rasgos de aquel muchacho. De labios finos y piel suave, Luhan captó su atención inmediatamente, y al percibir su aroma saboreó el momento en que podría enterrar por fin sus dientes en su delgado cuello. Poder captarlo con todo sus sentidos.

Estaba tan inmerso en sus pensamientos y enfocado en los labios contrarios que no notó cuando Luhan despertó. Asustado y por puro reflejo, Luhan movió el palo en forma de bate golpeando el hombro de Sehun, quien apenas logró reaccionar y evitar que el tronco le diera de lleno en su cabeza.

Tan pronto Luhan se dio cuenta de lo que había hecho, miro horrorizado a Sehun, quien se sobaba el sector golpeado con un gesto de dolor en el rostro.

-¡Lo siento!- musitó aún perplejo- No sabía…no quería…pensé que eras un lobo- dijo finalmente apenado.

- Es claro que no lo soy- mintió Sehun con su fría voz.

Luhan frunció los labios y dejando el arma a un lado se acercó a Sehun.

- De verdad lo siento, ¿te golpee muy fuerte?

- No

- Déjame ver- insistió Luhan, acercándose un poco mas hasta tocar el brazo contrario.

Apenas lo tocó, Sehun sintió una leve descarga eléctrica recorrer su cuerpo, pero esta no se asemejaba en nada al dolor. Es más, era…placentero. Su confusión aumentó aún más cuando vio la preocupación reflejada en esos bellos ojos castaños.
Perdiendo toda voluntad de su cuerpo, dejó que Luhan revisara el daño que había hecho y que sus gentiles dedos se movieran sobre su brazo magullado.

- Vas a necesitar algo frío para que no se te hinche- dijo al terminar su escrutinio. Levantó la vista y su garganta se secó de golpe.

Sehun se había acercado demasiado a su rostro y la distancia que ahora los separaba era mínima.
Cohibido ante la penetrante mirada del otro, Luhan se encogió y aparto rápidamente la vista hacia otro lado.

- N-no hay hielo, pero te traeré un poco de agua- tartamudeó antes de alejarse e ir hacia su carpa en búsqueda de lo dicho.

Sin expresión alguna en el rostro, Sehun observó como el otro se alejaba hasta que desapareció en la tienda. Recién ahí analizó el estado de su brazo.
Pese a que era un lobo y tenia mayor resistencia, debía admitir que el rubiecito miedoso tenía bastante fuerza. Lo suficiente para que aún le doliera.

- Parece que después de todo, si sabe defenderse - murmuró divertido de conocer otra faceta de su presa. Sin embargo apenas vio asomarse la cabeza rubia, se preocupo de borrar cualquier rastro de entusiasmo. O por lo menos que no fuera perceptible para el otro.

- Aquí traje mi botella- mencionó alzando el objeto- No creo que el agua este muy helada, pero creo que te ayudara.

Sehun asintió en silencio y dejó que el contario humedeciera un papel absorbente y se lo colocara en el sector dañado, el cual tenía un color rojo intenso.

- Se que es algo rústico- comentó al ver el ceño fruncido que tenía el otro- Pero es lo mejor que puedo hacer en estas condiciones…

- Esta bien- habló finalmente Sehun, al ver la culpabilidad que lo rodeaba.

Luhan sonrió aliviado y continuó sosteniendo la compresa sobre el hombro ajeno.

-Por cierto- murmuró, rompiendo el silencio formado-No me has dicho tu nombre ni porque estas aquí. ¿Te perdiste o algo?

El lobo chasqueo la lengua en respuesta.

- Soy Sehun- contestó con tono aburrido. No tenía intenciones de crearse un nombre falso ya que no deseaba complicarse más de lo necesario, y por lo mismo uso el argumento que Luhan le había entregado- Y sí, me separe de mi grupo al perseguir un ciervo y termine aquí

- ¿Persigues ciervos a esta hora de la noche?- preguntó no muy convencido- ¿Hay siquiera ciervos aquí?

- Al parecer si- soltó con una sonrisa maliciosa que no pudo evitar mostrar- No esperaba alejarme tanto

Luhan asintió comprensivamente. ¿Quién era él para juzgar?

Hace unas horas él se había internado en el bosque para ir al baño y había terminado perseguido por un lobo. Perfectamente ese chico se podría haber perdido siguiendo un ciervo, aunque no tuviera lógica alguna para él; pero como dicen por ahí: "Hay de todo en este mundo…"

- Supongo que no lograste atrapar al ciervo, ¿no?

- Aun estoy en ello- respondió y un brillo fugaz resplandeció en sus ojos. Fue tan rápido que Luhan dudó de haberlo visto.

Pero de todas formas, eso fue suficiente para que se quedara viendo fijamente a esos fríos y oscuros ojos, que le sonaban particularmente conocidos.

- Es la primera vez que nos vemos, ¿no es así?- preguntó aún hipnotizado y Sehun pareció divertirle su pregunta. Estaba bastante tentado de decirle que se había enfrentado antes a su parte lobuna, pero se contuvo.

Finalmente asintió con la cabeza

-Es la primera vez que nos vemos…

- Luhan- terminó por él y se quedó mirando a Sehun. No lograba quitarse el sentimiento de que lo conocía de algún lado, pero no lograba procesar de donde.

Luhan enfoco su vista en el brazo contrario, donde mantenía la rudimentaria compresa. Con cuidado, retiró el papel esperando ver si hubo algún cambio, sin embargo, para su decepción no vio nada muy diferente, con suerte estaba solo un poco mejor que al inicio.

- Creo que no mejorará más que eso. Supongo que podrás seguir con la búsqueda de tu ciervo- le animó con una sonrisa amistosa

- Ya lo creo…- susurró malicioso Sehun, para luego hablar a un volumen audible- ¿Te gustaría acompañarme?

- ¿A perseguir ciervos?- pregunto extrañado Luhan- No sé mucho sobre eso, además…

La voz de Luhan quedó en el viento mientras observaba las carpas. No podía alejarse sabiendo que los dejaba expuestos al peligro. Eran sus amigos después de todo.
Se dio la vuelta para terminar su oración cuando notó que Sehun ya no le prestaba atención. Sus inexpresivos ojos estaban fijos en un extremo donde los árboles tapaban cualquier rastro de luz.

-¿Sucede algo?- preguntó, pero Sehun ni siquiera lo tomó en cuenta y se mantuvo con la cabeza fija en esa dirección.

- Vaya es una lástima…-musitó finalmente con una sonrisa ladeada- Pero se terminó el tiempo

-¿Tiempo? ¿De qué estás hablando?

La confusión embargó a Luhan, pero esta empeoró cuando sin previo aviso Sehun lo agarró de la camisa y lo besó sin preámbulo.

Sus ojos se abrieron perplejos de sorpresa, mientras que la cabeza le daba vueltas, sin capacidad de reaccionar ante tal inesperado evento. Por un breve instante pudo sentir la textura de los labios contrarios, esponjosos y un poco ásperos, pero el beso fue tan corto y simple que apenas podría decir que lo había disfrutado.

Tan pronto el beso terminó, pudo ver la perversa y orgullosa sonrisa que adornaba los labios de Sehun.

- Ahora me perteneces- le susurró, como si esas palabras pudieran tener algún significado para Luhan.

Boquiabierto y sin entender nada de lo que sucedía con aquel extraño, vio como este se levantaba y se alejaba hacia el bosque.

Su garganta estaba seca y muda de sonidos, todo era un embrollo en su mente ante una noche tan bizarra y todo empeoró cuando vio que aquel raro rubio se alejaba trotando y en el proceso su forma iba cambiando. La ropa se resquebrajaba hasta quedar hecha tiras, cayendo al piso mientras su usuario pasaba a ser un lobo plateado.

El mismo lobo que lo había atacado.

El mismo que lo miraba con su fría mirada desde el linde del bosque antes de sumergirse en su espesura.

Con piernas temblorosas Luhan se mantuvo en el suelo entendiendo en ese instante lo que había sucedido:

El ciervo había sido atrapado.

Notas finales:

Y? Que les pareció?

Pueden dejarme sus comentarios si les gusto :D

 

El próximo capitulo lo subiré el Domingo <3

 

Hasta entonces!


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