Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Otoño por Lemi Neko-chan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic está dedicado a mi bella amiga Cristal García, quien fue la de la idea para escribirlo y que de hecho me ha impulsado a escribir este fic para ayudarme a salir del hiatus; originalmente era para entregarse el 10 de Octubre, en el cumpleaños de Narutin, pero pues… no pude, sorry :”v

Notas del capitulo:

Sin más que decir, nos vemos en las notas finales (léanlo todo plis :3)~

Memorias

 

– ¿Que cómo conocí a su padre?, ¿a qué viene eso ahora?

Cruzado de brazos y con los ojos entrecerrados, Naruto alternaba su azulina mirada entre sus dos pequeños hijos, quienes además se miraban entre sí sin saber bien qué decir.

–Bueno… en algo tenemos que perder el tiempo hasta que esté lista tu fiesta sorpresa… –Responde Kai, el mayor de ellos, imitando la pose.

– ¡Kai!... se supone que era sorpresa, idiota…

Naruto no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, no hacía falta ser un genio para saber que tendría una fiesta “sorpresa” de cumpleaños; además de que, mientras se preparaba para salir con sus pequeños, vio a Sakura entrar agazapada por una ventana.

–Está bien, Ray, fingiré sorpresa.

Sonríe para ambos y abre el regalo que tenía en frente sobre la mesa en lo que llegaba el camarero con los helados. Se trataba de una pequeña caja de cartón corrugado celeste atada con un cinto del mismo color; en el interior reposaban varias piedritas de colores.

–De seguro te estás preguntando qué significan esas piedritas… –Habla Ray, sonriendo amplio.

–Hemos preparado una actividad para perder tiempo… digo, para conocerte mejor, papá –Interrumpe Kai, rascándose la nuca como hacía cada vez que hablaba de más.

– ¿Ah sí?... bien, ¿De qué va?

–Por cada piedrita que tomes de la caja, deberás contarnos una anécdota, ¡una memorable que tengas junto a papá Sasuke!

Ríe por lo bajo una vez más, negando con la cabeza; en momentos como ese agradecía que sus hijos hayan heredado la inteligencia y perspicacia de Sasuke y al mismo tiempo el ánimo y curiosidad suya. Era interesante la forma en que los genes jugaban; Kai, con 10 años de edad, era el mayor, una copia suya pero con cabello negro y Ray, año y medio menor, era la copia exacta de Sasuke.

Agarró la primera piedra y se la entregó a Ray.

–De acuerdo…, entonces agárrense bien porque esto será largo. Empezaré con el momento en que conocí a su padre –Carraspea despejando la garganta antes de continuar– Corría el año de 1986, era mi cumpleaños número dieciocho y con mi buen amigo Kiba decidimos festejar que ya era legal…

***

En aquellos años, la música en general alcanzó su auge, todo el mundo parecía disfrutar de crear tendencias nuevas, desde los grupos de rock hasta el estrellato del pop, había música para cada gusto, así como bares conocidos por ser las cunas de las que serían futuras celebridades.

Y ahí, con sus pantalones de basta ancha, camisas ajustadas y chompas de cuero, Naruto y Kiba se dirigían al bar más popular de los Ángeles: “Hot girls & Cold beers”, un bar conocido por impulsar bandas de rock con shows en vivo. Las luces de neón, la barra de tragos, la decoración y los acabados, hacían de ese nightclub un lugar perfecto para ligar o simplemente pasar el rato.

El reloj marcaba alrededor de las 8pm cuando finalmente pudieron entrar, esa noche se presentaba la nueva promesa del metal: “TAKA”.

Ordenaron un par de cervezas acompañadas de una orden de papas con alitas; no pasó mucho tiempo antes de que dos muchachas simpáticas se unieran a la plática. Las mujeres llevaban ropa muy cortita y sus cabellos alborotados como era la moda.

Alrededor de una hora después, Naruto ya tenía a Connie sobre sus piernas, acariciando los “bigotes” de sus mejillas mientras le hablaba al oído; Kiba no se quedaba atrás, desde hace más de diez minutos que había empezado a besarse con Samantha. En aquellos antros lo que más había era hierba, mucha hierba y entre los cuatro se pasaban un porro, haciéndolo rotar junto a jarras de cerveza, una tras otra.

Un: “Deberíamos seguir su ejemplo”, fue suficiente para saber que tenía permiso de besar los carnosos labios de la rubia, y aferrándose a su cintura, se mantuvo en ello hasta que la voz del presentador anunció al grupo que empezaba a abrirse paso en el muy competitivo mundo de la música.

Se separó por algo de aire, dejando que Connie fuera al baño. Fue entonces cuando la vio, la mujer más linda que haya visto jamás, sujetando un bajo eléctrico sobre el escenario. Juraría que su corazón se disparó en el pecho y no precisamente por el efecto de las drogas.

Caminó hasta estar cerca de la banda, los de TAKA eran muy buenos, sus guitarras soltaban fuego, la batería era potente y su bajo… dios, ese bajo sonaba exquisito. Naruto no era capaz de quitar los ojos de aquella chica, lucía bastante ruda con la ropa negra y las correas; casi opacaba por completo a la cantante pelirroja, aunque debía admitir que ella también era muy hermosa.

Escapó de Connie, ya tenía un objetivo en mente y ni bien terminó el show se apresuró a conocerla.

***

– ¿Confundiste a papá con una chica?... jajajajaja

Asiente a la pregunta, divertido por la reacción de Kai; su otro hijo sólo negaba con la cabeza, mordiéndose los labios para no echarse a reír también.

–Digamos que no veía bien a esa hora de la noche.

Les contó que había ido al bar, obviando la parte de las drogas y las muchachas, y el que Kiba lo dejó antes de la presentación para divertirse con Samantha en los baños.

– ¿Y qué dijo él? –Cuestiona Ray con su típica sonrisa ladina.

–Se molestó… y mucho, pero sólo lo ignoró, sin embargo, yo estaba igual de cortado que él al descubrir que no era mujer. Aun así, para disimular, hablamos un rato y aunque me pareció un poco rarito, de todos modos me cayó muy bien.

En aquel entonces no cayó en cuenta de que, a pesar de que fue con la intención de abordar a “esa chica”, Sasuke se dejó abordar, no fue sino años después cuando ambos cayeron en eso.

– ¿Cómo es que tuvieron una cita después de eso?

–No la tuvimos, Kai… no una formal.

Lleva una cucharada de helado a su boca, cerrando los ojos por un momento al disfrutar del contraste que el queso salado hacía con lo dulce del chocolate; al ver la impaciencia en los rostros de los pequeños, saca otra piedra y la entrega, listo para seguir contando.

– ¿Entonces?...

–Sasuke y yo nos encontramos por casualidad… resulta que bajo esa máscara de metalero rudo y mugroso, se escondía un señorito culto… tan culto como yo.

***

Casi tres semanas después de su cumpleaños, Naruto se preparaba para acudir a su ensayo de violín; gracias a su habilidad con el instrumento, ahora formaba parte de la filarmónica “Les Cordes” de los Ángeles, formada por un grupo de franceses residentes.

Sus padres le habían inculcado ese amor por la música clásica, tanto Minato como Kushina eran reconocidos pianistas en la universidad de Tokio antes de emigrar a Estados Unidos en busca de una nueva vida; deseaban que su niño siguiera sus pasos, sin embargo, contrario a lo que esperaban, Naruto terminó por decantarse por el violín; fue amor a primera vista y sus padres le impulsaron a aprenderlo desde temprana edad.

Instrumento en mano, caminaba por las ajetreadas calles hasta llegar al edificio de reuniones; se encontraban preparando una presentación de Navidad y año nuevo.

Ni bien poner un pie dentro del salón, automáticamente sus ojos chocaron con los ébanos que creyó no volver a ver jamás, provocando que sus mejillas se tiñeran de rojo mientras su corazón volvía a acelerarse por alguna razón que desconocía.

Saludaron con un beso en la mejilla, algo que pareció descolocar a ambos; en ese momento no podían ocultar la incomodidad de haberlo hecho así y no con un choque de manos como sería el saludo normal entre dos sujetos que apenas se conocen; incluso bastaba con un gesto de cabeza y una sonrisa fingida, pero no, fue casi magnético.

Sasuke sostenía entre sus piernas un violonchelo y fue presentado como nuevo miembro del grupo en reemplazo del antiguo chelista.

Para probar su habilidad, interpretó una pieza de Vivaldi acompañado de Naruto. Se podría decir que fue en ese preciso instante que nació una extraña rivalidad entre ellos, pese a que no tocaban el mismo instrumento, mientras interpretaban esa pieza, daba la impresión de que uno intentaba opacar al otro; resultando en una magnífica performance.

Tras recibir los halagos de sus compañeros, procedieron con el ensayo. En todo el tiempo que tomó repasar la obra, cruzaron miradas más de cien veces y el rubio estaba más que seguro de haber visto un ligero tono rosa en las mejillas aporcelanadas cuando, además de ser pillado observando, también le mostró una sonrisa.

Al término del día se dieron el lujo de conversar; descubrieron cosas fascinantes del otro, hablaron de cosas íntimas como si fueran amigos de toda la vida e incluso se permitieron reír y hacer bromas sobre el incidente del bar.

Intercambiaron números y quedaron en ser amigos, tal vez visitar de nuevo aquel nightclub.

***

– ¿Eso es todo?... pero eso no es una cita, ni se acerca. – Inquirió Kai, levantando una ceja al sentirse estafado con esa anécdota.

–No fue una cita, pero fue un momento muy importante para mí… fue cuando nos hicimos amigos –Explica sonriente con ese brillo característico de nostalgia y felicidad que no pasó desapercibido para los menores.

– ¿Y cuál fue la canción que tocaron? – Habla Ray, bastante interesado en la plática; de los dos, era él quien heredó la pasión por la música.

–Invierno, una de las estaciones de Vivaldi…

Se permitió seguir comiendo mientras los chicos discutían sobre algo que no escuchaba, puesto que su mente estaba centrada en otra cosa, en otra persona, o más específicamente, en Sasuke y la forma en la que tocaba el chelo. Recordaba esa pequeña “batalla” como si hubiese ocurrido ayer.

El repetitivo chasquido de dedos frente a su rostro le hizo salir de sus cavilaciones.

–Tierra llamando a papá, ¿ya volviste?, queremos que nos cuentes sobre la primera cita…

Suspiró y tomó otra piedrita, entregándola enseguida mientras carraspea para despejar la garganta de nuevo antes de hablar.

– ¿En verdad quieren saber? –Cuestiona levantando una ceja; no era precisamente normal que niños de su edad preguntaran por cosas tan cursis– Pues, no tuvimos ninguna primera cita antes de ser novios, no una como tal…

–No entiendo… ¿primero fueron novios y después tuvieron una cita?, pff –Con un gesto de incredulidad, Kai miraba a su padre fijamente como si con eso pudiera sacarle la verdad; acto que le hizo reír una vez más.

–Algo así… y ahora, por preguntar; les contaré como fue que nos enamoramos… con una dramatización de nuestro primer beso también.

–Iiiiuuggghhh… –Corearon los menores al mismo tiempo.

– ¿No querían saber?, pues ahí les va… Era un jueves, 27 de noviembre, día de acción de gracias; en menos de un mes, Sasuke se había convertido en uno de mis mejores amigos; en aquel entonces yo creía que era huérfano, así que le invité a la cena de gracias…

***

El tiempo pasó volando después del segundo encuentro y sus salidas se volvieron diarias; Naruto no resistió las ganas de llamarle al día siguiente y al siguiente; al principio creyó que sólo le caía demasiado bien, pero era algo más que eso, era la necesidad de tenerlo cerca, algo que no parecía molestar al azabache, quien de hecho aceptaba las salidas hasta llegar al punto de buscarlo también.

Durante las mañanas solían entrenar juntos y practicar; en las tardes Naruto acompañaba al ensayo de la banda o Sasuke a los encuentros con los demás amigos del rubio; y cuando no había nada que hacer, podían simplemente pasar en casa del contrario, generalmente fumando hierba mientras conversaban, sea de temas ambiguos o profundos, daba igual.

Naruto pensaba que el Uchiha era huérfano, puesto que éste siempre estaba libre, además de que su casa, que en realidad era un piso que rentaba, estaba acomodada para una persona y él nunca hablaba de nadie más.

Llegó el día de acción de gracias; día para pasar en familia y amigos. No lo pensó dos veces cuando invitó a su nuevo mejor amigo a pasar consigo junto a sus padres; invitación que por raro que parezca, aceptó de buenas a primeras.

Al recibirlo, Minato se mostró amable como siempre, mientras que Kushina los veía de forma pícara, como si pensara que había algo más ahí; acto que hizo a ambos sonrojarse hasta las orejas. La cena fue maravillosa, el ambiente en casa de los Namikaze siempre era acogedor y Sasuke parecía estar cómodo, ese día le vio sonreír más veces que en todo el tiempo que llevaba de conocerle; lo malo es que lo hacía gracias a las vergonzosas anécdotas acompañadas de fotos que mostraba su madre.

Los mayores tuvieron la idea de salir a los festejos de la ciudad y ellos, mirándose las caras, decidieron hacerlo también. Las calles estaban adornadas de luces; los arreglos de flores en las principales avenidas daban un toque de júbilo; a esa hora aún se podía disfrutar de los desfiles además de los puestos de comida y diversión dispuestos en la plaza.

Naruto y Sasuke se separaron de los adultos, pretendían jugar un rato, a ninguno le hizo falta la presencia de alguien más, ni siquiera se dieron cuenta del paso de las horas; poco a poco la algarabía de la ciudad se fue apagando y cuando repararon en la hora ya pasaba de la medianoche.

En ese momento ya no tenían nada más que hablar. Ahí, sentados en una pileta, Naruto observaba el cabello azabache azotar el rostro pálido; eran los vientos otoñales y observándolo bajo la luna sólo podía pensar en una cosa… en una melodía.

De pronto sintió su corazón acelerarse, más cuando Sasuke también le miró fijo a los ojos. No había palabras, no eran necesarias; poco a poco se fue acortando la distancia entre sus rostros al igual que sus pulmones no parecían ser capaces de llevar el oxígeno suficiente; casi estaba seguro de oír el palpitar de su corazón en los oídos; el mundo simplemente… desapareció.

***

–Los labios de Sasuke fueron y siguen siendo lo más delicioso que haya probado jamás ~

Mantenía el rostro apoyado en el dorso de la mano, tenía la mirada perdida en algún punto mientras hablaba; sólo de recordar estaba seguro de haber podido percibir su aroma en ese instante.

Los niños se mantuvieron en silencio, ninguno de ellos entendía el sentimiento de su padre, más coincidían en una cosa, en que nunca les pasaría algo igual, oh no, “pero que viejo más cursi”, pensaban ambos.

– ¡Qué aburrido!..., esperaba que hubieran golpes o una pelea de por medio…

Kai bufó cansado, cruzado de brazos mientras desviaba la vista hacia los locales del centro comercial; personalmente pensaba que sería mucho más divertido hacer perder el tiempo a su padre, haciendo que éste los lleve a jugar, pero no, Ray tenía que salir con su absurda idea de ponerse a conversar.

–Sí hubo golpes… justo después de eso –Sonríe un poco más amplio, pues tras separarse de aquel beso, Sasuke le miró furioso y le soltó un derechazo que bien pudo dejarlo fuera de combate de no ser porque era un sujeto resistente.

Y es que como hombres, en aquellos años, se negaban a aceptar que habían encontrado a su alma gemela en un varón. No se hablaron durante varios días después de eso.

–Pues hubieras empezado por ahí… –Menciona sin cambiar la pose e ignorando la mirada de reproche de su hermano menor.

–Jajaj…, supongo que sí… por cierto, ¿Cuántas piedras hay aquí?, tardaremos el resto del día…

–Son treinta y siete, el número de años que cumples, papá –Responde Ray quien llevaba apenas tres piedras entre sus manos y el tiempo seguía pasando.

– ¡¿Treinta y siete?!... ¿y esperan que les cuente tanto?, ¡no vamos a terminar nunca! –Habla casi escandalizado, checando el reloj que marcaba las 12:56pm; se suponía que debían estar en casa máximo a las 2pm.

– ¡Yo le dije a Ray que era una mala idea poner tantas piedras!

– ¡TÚ DIJISTE QUE SÍ A TODO, PEQUEÑO MENTIROSO!

– ¡SOY MAYOR QUE TÚ, IDIOTA!

Suelta un suspiro cansino sujetándose el puente de la nariz, cuando los niños se ponían así era muy difícil controlarlos, al menos para él, ya que para Sasuke era fácil, a él le bastaba mirarles fijo a los ojos por unos segundos y listo.

– ¡BUENO YA CÁLLENSE!

Da un golpe en la mesa llamando la atención del resto de personas que estaban en ese patio de comidas, quienes no dudaron en verle de forma reprobatoria por tratar así a niños tan pequeños, y para variar, ambos pusieron sus mejores caras de tristeza, algo que no ayudaba en nada.

Suspiró una vez más y volvió a tomar asiento.

–Mejor haré un resumen de los momentos más importantes para mí… ¿les importa si los enlisto?, si quieren saber sobre alguno en específico, puedo detenerme a contar, ¿qué dicen?

Ambos niños asintieron al mismo tiempo y Ray se preparó para seguir recibiendo las piedras mientras que Kai sacó su psp para jugar; en verdad estaba aburrido, sin embargo tenía la inteligencia suficiente como para poner atención a ambas cosas.

–Bien, aquí voy… no me interrumpan hasta que termine…

Una por una fue sacando las piedritas de la caja conforme contaba de forma muy resumida como si fuera una lista de súper.

 

4. No nos hablamos por casi tres semanas, incluso los ensayos en la filarmónica se volvieron incómodos, pero fue entonces cuando llegó la reconciliación… y eso fue en Navidad, donde además nos besamos de nuevo poco después de terminar la obra.

5. En el año nuevo… bueno… eso no les contaré, pero fue cuando… ya saben, tuvimos nuestro primer encuentro…

6. Sasuke me propuso ser su novio oficialmente, en secreto, claro…

7. Me enteré poco después de que su padre sí tenía familia, pero había roto lazos con ella desde hace por lo menos tres años; a mediados de primavera lo ayudé a reencontrarse con el tío Itachi, aunque se molestó por hacer eso, me perdonó poco después.

8. Se disolvió el grupo TAKA, cada uno decidió hacer su vida por separado pero dieron el mejor concierto de despedida que un grupo de metal local podía ofrecer en Los Ángeles.

9. Todo lo que les conté antes fue cuando estábamos en invierno, antes de febrero aplicamos para estudiar juntos en Princeton, sin embargo le convencí para que haga una solicitud en Juilliard y no fue sino hasta el otro invierno cuando lo aceptaron con el violonchelo; tuvo que viajar a Nueva York y yo terminé estudiando administración en la Universidad de California.

10. Nos reencontramos cuatro años después y tuvimos el mejor sex… ejem… todo ese tiempo nos mantuvimos en contacto por cartas y lo pude ver en tres ocasiones durante las vacaciones.

11. Tres años más tarde, Sasuke volvió, ahora tocaba para la sinfónica Nacional, viajaba mucho por el país, para ese entonces yo también terminé la universidad y empecé a trabajar como asistente administrativo en la empresa de mi padre. Un día Sasuke me invitó a una de sus presentaciones y justo después de terminar una suite de Bach, me pidió matrimonio frente a todo el mundo…

12. Nos casamos en Utah, era el único lugar que permitía matrimonios homosexuales.

13. Poco después decidimos tenerlos a ustedes con el uso de la fertilización in vitro, viajamos a Londres para llevar a cabo el proceso.

14. Cuando Kai nació, Sasuke lloró más que yo, hasta tengo una foto de eso, pero es un secreto de estado; lo mismo me pasó a mí año y medio después con el nacimiento de Ray.

15. Fue mi principal pilar tras la muerte de mis padres en un accidente de tren, a pesar de las peleas que tuvimos, fue como si ese acontecimiento nos hubiera logrado unir otra vez.

Mientras hablaba se retiraron del patio para ir a por el coche, ya pasaba de la 1:30pm y a menos que condujera como prófugo de la ley, no llegaría a tiempo. Conforme pasaban los minutos continuó contando cada una de sus experiencias en un pequeño resumen de su vida que, vista de esa forma, parecía que estaba toda centrada en el azabache.

Cada tanto se detenía a responder algunas preguntas de sus hijos y Ray tomaba nota de lo que después quería que ampliase, tomando en cuenta las peticiones de su hermano también.

–Papá, ya me dieron ganas de visitar a papá Sasuke… –Menciona Kai dando pequeños saltitos en el asiento trasero.

–A mí igual… –Acota Ray desde el asiento del copiloto, le dejó sentarse ahí como premio por portarse bien.

–Entonces vamos ~

Naruto sonrió animado, ya pasaban de las 2pm y su celular sonaba sin parar, aun así se desvió hacia otro lugar; por su parte, él también quería verlo. Mandó un mensaje de texto a Sakura y continuó hablando casi media hora más hasta llegar.

35. Una vez, Sasuke me preguntó cómo era que él me hacía sentir; yo no respondí esa pregunta inmediatamente pero nunca la olvidé. Hace siete años, durante su cumpleaños, toqué para él “Czardas”, me fue muy complicado escoger una sola canción, así que también le dediqué “Nocturno”… todo eso lo hice en la pileta donde nos besamos por primera vez.

36. Durante el otoño de 1999, mientras ustedes estaban en casa con la tía Sakura, su padre me confesó que estaba muy enfermo; ese día lloré como nunca antes, acordamos seguir adelante disfrutando lo que restaba de su tiempo y él dedicándoselo exclusivamente a ustedes.

 

Arribaron al cementerio de Inglewood Park de California y caminaron por el sitio hasta dar con la lápida que buscaban; varios minutos antes de llegar compraron un arreglo de lirios blancos, mismo que se los entregó a los niños para que lo acomodaran.

37. La noche anterior a su muerte, rehicimos los votos de nuestra boda, a pesar de tantos años, ambos los recordábamos como a nuestro nombre, hicimos el amor y tocamos música juntos hasta el amanecer; en ningún momento salimos de la habitación. Falleció el día de mi cumpleaños número treinta y uno…, al término de la suite de Cassadó.

Sintió su corazón estrujarse al recordar esa noche, ellos sabían que sería la última vez; Sasuke lucía radiante como siempre, más era como un tipo de conocimiento empírico, algo que sólo se sabe y ya. Han pasado seis años desde la muerte de su marido y cada cumpleaños era un recordatorio de ese último día en que pudo ver esos ojos ébano que tanto le gustaban.

Una ráfaga de viento hizo revolotear su cabello, enredando entre las hebras rubias algunas hojas secas; dándole la impresión de que era como una caricia.

A pesar de todo, sonrió feliz, colocándose de cuclillas junto a sus hijos que hacían una pequeña plegaria para su padre.

–Papá…yo… casi no recuerdo su voz… –En tono bajo y con la cabeza gacha, habló Kai repasando con los dedos el epitafio inscrito en la piedra– Lo estoy olvidando… y no quiero, ¿soy un mal hijo por eso?

Vio con ternura los ojos azules de su pequeño anegarse de lágrimas, por lo que se apresuró a abrazarlo, levantando su carita del mentón mientras lo despeinaba con la otra mano.

–No, claro que no; eres el niño más amable que conozco –Retira las lagrimillas con los pulgares, sonriendo con cariño– Eso es normal, Kai, ustedes eran muy pequeños cuando sucedió; pero descuida, no lo olvidarás nunca, basta con mirar a tu hermano… y escuchar mis historias ~

Enseguida se abalanzó a hacerle cosquillas para animarlo, consiguiendo hacerle reír. Para él también era difícil tener que lidiar con su ausencia, pero nunca se mostraría débil ante sus hijos. Al juego también se unió Ray, él no sentía tanto esa pérdida, tenía poco más de dos años cuando ocurrió y, si bien sabía que le hacía falta una segunda figura familiar, con su padre Naruto era más que suficiente.

Se quedaron a conversar sobre sus vidas frente a la lápida como si estuviera el azabache ahí, contando asuntos relacionados a la escuela, a los compañeros; básicamente, cualquier cosa, poniendo a su papá Sasuke al tanto de sus vidas. Un par de horas más tarde, con una sonrisa, se despidieron para volver a casa.

Durante el trayecto de regreso, nadie mencionó palabra alguna, cada quien se mantenía inmerso en sus propios asuntos y esta vez fue el turno de Naruto, de ser quien los traiga de vuelta a la realidad chasqueando los dedos.

–Hey, tierra llamando a mocosos, ¿ya volvieron?

–No somos mocosos –Defendió Ray, inflando las mejillas y mirándole con el ceño fruncido.

–Sí lo son –Suspiró retirándose el cinturón de seguridad– Vamos, Sakura debe estar esperándome con un bate o algo para matarme…

Sacude la cabeza, sintiendo un escalofrío al pensar en eso.

–Oye, papá… tengo una pregunta –Menciona Ray una vez más– Si su relación era secreta… ¿nunca mostraron celos en público?

Esta vez soltó una carcajada más fuerte, le parecía interesante que fuera el menor quien haga ese tipo de preguntas, tal vez veían muchas novelas o algún drama coreano. Estiró el brazo para despeinar ese cabello de Dora como solía decirle para molestar.

–De hecho sí, muchas veces; al menos su padre era muy atractivo, llamaba la atención de todo el mundo a su paso; lo gracioso es que me celaba como si el adonis fuera yo –Suelta una risilla con eso– Es más, les contaré un secreto jujuj –Ni bien mencionar esa palabra, ambos chicos se apegaron a unos diez centímetro de su rostro– La tía Sakura, era una de las tantas admiradoras de Sasuke.

– ¡¡¿QUÉ?!! –Cuestionaron casi horrorizados al mismo tiempo.

–Ella se enamoró de su padre, pero fue precisamente por ese amor que decidió hacerse a un lado… para que seamos felices; ella nos ayudó mucho con el asunto de la boda y los papeles para que sean nuestros hijos de ese vientre de alquiler. Como saben, ella es abogada y es mi mejor amiga; nunca se mostró molesta conmigo, todo lo contrario…, le debo mucho.

–Siempre creí que estaba enamorada de ti… –Habla Kai, mordiéndose un costado del labio– Hasta le pregunté si quería ser nuestra mamá.

– ¡¡¿Qué hiciste qué?!!

– ¡Vamos papá, ya es tarde! – Vio salir a sus dos hijos a prisa, corriendo a la puerta de la cochera en complicidad.

Él se quedó ahí unos minutos más. Lo cierto es que Sakura sufrió esa pérdida tanto como él; Naruto siempre supo cuánto amaba ella a su marido, y tras su deceso, no les quedó más que apoyarse mutuamente para sobrellevarlo; a veces se sentía culpable, puesto que la pelirosa pausó su vida cuando le presentó a Sasuke sin atreverse a contarle que ya eran novios cuando lo hizo.

Recordó con tristeza el hecho de que, hasta antes de conocer a Sasuke, él creía fervientemente estar enamorado de su amiga de toda la vida; tal vez si no lo hubiera conocido aún estaría atrás de sus huesitos; pero de ahí a pensar en dejar una amistad de más de veinticinco años por una relación, era algo demencial.

Desechó esas ideas de su mente, no sería capaz de empezar de nuevo con otra persona y Sakura pasaba el tiempo suficiente con sus hijos como para compensar una figura materna; eso era lo único importante.

Alrededor de las 5pm, Naruto se mostró realmente sorprendido de ser recibido en casa por sus amigos, haciendo la mejor actuación de su vida según los menores. Al igual que cada año, sus amigos estaban ahí para acompañarle; no faltaron los tragos, el pastel, las anécdotas.

Y justo en frente estaba Sakura, mostrándole una sonrisa sincera.

–Naruto –Canturreó ella, colocándose a su lado mientras los demás bailaban– ¿En qué tanto piensas?

Él tomó su mano para sacarla a bailar también.

–En una canción…

No importaba la cantidad de años que pasaran, otoño tras otoño, sus hijos y los amigos, eran suficientes para llenar ese espacio que el amor de su vida había dejado. A pesar de sentirse solo sentimentalmente hablando, no podía dejar de contar los años que pasaban para volver a verle, de acumular memorias de las que contarle cuando se reencontraran. Por mientras, viviría siendo tan feliz como fuera posible.

 

“I will wait for you”

Notas finales:

Una disculpa por el final mediocre, tenía mucha prisa por entregar; se suponía que debía mencionar las memorias con Sasuke antes de su fallecimiento durante la fiesta, pero yo tiendo a extender las cosas y pues, un solo capítulo no me bastaba para TODO eso, al menos no estando falta de tiempo; sin embargo, si alguien desea que escriba sobre alguna de las memorias mencionadas por el rubio, lo haré con todo gusto :3 Por cierto, me faltaron 20 piedras más xD, también las puedo enlistar si desean, sólo que no quería aburrir x3

No dejaré el fic así, planeo desarrollarlo mejor pero no sé si pueda por eso mejor lo publico tal cual está con la esperanza de mejorarlo.

Personalmente, adoro la música clásica, así que, si a alguien interesa, les dejo los links de las canciones mencionadas:

Invierno de Vivaldi: https://www.youtube.com/watch?v=Pgs_zB6Et2Q

Air de Bach (lo que piensa Naru en la pileta): https://www.youtube.com/watch?v=x1ByRGNIpFA

Cello Suite N°1 de Bach: https://www.youtube.com/watch?v=mGQLXRTl3Z0

Czardas de V. Monti: https://www.youtube.com/watch?v=WTc-KoBAKts

Nocturne de Chopin: https://www.youtube.com/watch?v=NYBfH2W-Gdg

Cello Suite de Cassadó (preludio): https://www.youtube.com/watch?v=9NMEqi7LG6w

I Will Wait For You de Connie Francis (por ella usé ese nombre :v): https://www.youtube.com/watch?v=3e2sG89Sj8Q

Y por último… Para las personitas que siguen “La Tempestad” y “Frío Corazón”, pido una disculpa por no actualizar; lo cierto es que mis ganas de escribir se fueron por el caño :”v estoy pasando por un hiatus tremendo en verdad y sigo intentando salir. Hibary, mi vida, si lees esto, prometo actualizar, sólo necesito tiempo, no abandonaré ninguno de los fics.

Sin más que decir, mando un abrazo a todos quienes me lean; bye bye :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).