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Sweetie por 1827kratSN

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—Canadá, ¿quieres ir por un café?

—Claro, Estonia —sonreía con amabilidad.

—Mejor que sean dos.

 

La risita que precedía a alguna frase en francés era sumamente adorable, todos lo aceptaban, por eso más de uno intentaba ofrecer todo de sí para escuchar esa sinfonía suave y encantadora. Para nadie era secreto que muchos se habían encantado con el aura angelical del country norteamericano, y obviamente, para todos era más que evidente que todos ellos trataban de conquistar ese corazoncito de algodón.

Y competían.

Cuántas veces ONU tuvo que regañar a un par de necios que se peleaban a espaldas de Canadá por ganarse el derecho de ser quien coqueteara primero; o cuántas veces más fue UK quien tuvo que mandar al carajo el protocolo y enfrentó a los pretendientes de su hijo; Francia era un poquito más flexible con esas cosas, pero eso no quería decir que de vez en cuando también pusiera mano dura con algún stupide.

 

—Me gusta tu risa —suspiraban, siempre lo hacían.

—Y a mí me gustan tus ojos, Monaco.

 

Muchos confundían esa amabilidad inocente con algo más, pero no era culpa de Canadá, él se crió bajo halagos y con la enseñanza de que responderlos era cosa común en una buena relación fraternal. Aunque, esa falta de percepción ante un evidente coqueteo fue culpa de USA, quien se aprovechó de la inocencia de su hermanito para adueñarse de las muestras de afecto más personales de Canadá. Beneficios de haberse criado en la misma mansión.

 

—Sweetie! —lo abrazaba con confianza—. Sweetie~ —y lo besaba en la mejilla sin medir el respeto por el espacio personal.

—Hola, bro —Canadá estaba acostumbrado a eso, no se le hacía raro, y se dejaba hacer.

—¿Y mi beso? —USA se quejaba como un niño, siempre lo hizo.

—Te lo di en la mañana —rio bajito—, pero está bien.

 

Canadá creía que los besos en la mejilla eran solo una forma de afecto simple, USA se lo enseñó así, por eso no se medía, y cuando entraba en confianza con alguien los saludaba con un beso en la mejilla —eso siempre que USA no estuviera presente, porque de lo contrario, el norteamericano impedía esa acción—. Cosa muy mala para algunos que solo necesitaban de ese contacto para caer rendidos ante la ternura de esas pequitas rojizas que adornaban los pómulos de Canadá. Pequitas que solo podían notar los más atentos y los que se acercaban lo suficiente.

Creció algo torcido.

Lo aceptaba.

A veces ni el propio Canadá podía diferenciar si actuaba bien o mal, o si lo que hacía se parecía o no a lo que veía en las películas románticas que Nueva Zelanda le recomendaba.

Pero era feliz.

La gente no le reprendía nada, así que era feliz.

Otra cosa que caracterizaba a Canadá era que le gustaba aprender, ayudar, siempre incluirse en alguna cosa nueva que hicieran sus aliados o sus hermanos, incluso iba con sus padres para curiosear un rato y calmar su ansia por innovarse. Era como una esponjita de conocimiento, tal vez por eso tenía encuentros amistosos con muchos países de diferentes culturas, y jamás negaba una salida a menos que fuerzas mayores lo detuvieran.

En parte eso era bueno, porque era muy tolerante, y fue por eso que ni se inmutó cuando su pequeño Hub nació, es más, lo tomó bajo su cuidado como hizo con todas sus provincias y le dio todo el amor que un niño cualquiera necesitaba. Que su hijo se volviera una industria gigante y cuna de perversiones variadas que querían incluirlo, eso era otro asunto, porque Canadá también sabía imponer límites y su privacidad tenía que ser respetada.

Lo que nos lleva a la situación actual.

Situación particularmente interesante para el canadiense.

 

—Así que creemos que se puede experimentar con seres humanoides.

—Vaya —sus labios se separaron para expresar su asombro—. ¿Y lo hiciste solo?

—Obviamente mis científicos y yo —añadió Japón, orgulloso de sus avances—. Y un poquito de ayuda de USA-kun, pero él solo fue pura teoría —aclaró.

—¿Mi bro te cedió su idea? —elevó una ceja—. ¿Por qué?

—A eso iba —sonrió mientras encaminaba a Canadá por los pasillos y dejaban atrás a los científicos y sus traqueteos en el teclado—. USA-kun me dijo que tú tal vez desearías participar en esto.

—La verdad sí —sonrió al ver la sección de ensamblaje, donde todos se hallaban vestidos de blanco y usaban algunas cositas que sacaban chispas—, pero no sé cómo podría ayudar.

—Como sujeto de prueba —Japón señaló una sección donde muchas personas revisaban una cápsula blanca con detalle.

—¿Y es seguro?

—Ya lo hemos probado con dos personas y funcionó bien —se colocó sus lentes y tomó una carpeta que estaba en el escritorio—, el efecto duró veinte días y no hubo complicación de salud alguna para los sujetos A y B.

—Pero soy un country —miró los informes que Japón le cedió—, ¿eso cambiaría algo?

—Eso queremos saber —miró a Canadá—, entonces —juntó sus dedos de ambas manos—, tengo que hacerte la pregunta.

—No hace falta —Canadá miró ilusionado el cristal y a las personas que trabajaban entusiasmadas—, quiero hacerlo. Insisto en hacerlo.

—Te aseguro, que no te arrepentirás.

—¡Genial! —Japón dio unos cuantos saltitos y celebró con gritos internos—. Llamaré a USA-kun entonces.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Él insistió en ser testigo si es que aceptabas.

 

Eso se iba a poner intenso, Canadá lo sabía, porque cada cosa en la que trabajaba USA era ambiciosa, y si estaba asociado con Japón, todo eso iba a ser trascendental. ¡Estaba entusiasmado! Muy, pero muy entusiasmado, tanto que se le olvidó su itinerario para ese día.

 

 

Notas finales:

 

Idea japonesa tomada porque yolo~

Debo dar una advertencia.

NO SE QUÉ CHUCHAS VOY A HACER CON ESTO.

Improvisé desde ayer, no me culpen, solo quería algo de dulzura con Canadá.

Digamos que era esto o empezar un omegaverse, y como no quiero meterle drama al asunto, pos aquí estoy.

Aquí todos quieren con nuestro maplecito, es obvio, porque es un amor, PERO, el fic no estará enfocado en las ships, sino en cosas tiernas con el maplecito. Ese es el plan, pero que cambie a futuro no dependerá de mí, sino de las ideas que me vayan llegando con sus comentarios o por las cosas locas que vaya inventando. No sé.

Les autorizo a shipear lo que se les antoje, apoyen a su candidato favorito, hagan teorías, planeen bodas, sugieran países para cada capítulo, lo que gusten, solo mantengan el respeto y cordialidad, no quiero competencias por saber cuál ship es mejor o esas cosas. Aquí todos somos multishiper… Krat quiere que sean multishiper, pliz.

Sin más que decir, me fresqueo y seguiré con los borradores.

Krat los ama~

Besos~

PD: A veces colocaré algunas palabras del idioma original, pero para no hacernos lío, la mayoría estará en español.

 

 


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