SANTUARIO DE ATHENA – CASA DE ESCORPIÓN
Entre la oscuridad que rodeaba la habitación de la casa de escorpión, Kardia se encontraba apreciando la hermosa vista nocturna que ofrecía el ventanal de su caza zodiacal.
Desde la resurrección en todos los caballeros de Athena, Kardia nunca tuvo la oportunidad de hablar a solas con su mejor amigo Manigoldo sobre las noticias de su próxima boda con su pareja destinada; Ansiaba poder conversar con él cómo solían hacerlo antes de haberse iniciado la guerra santa.
Sin embargo en el trascurso de los 2 días sobre el santuario, manigoldo parecía estar envuelto en demasiados problemas, lo primero fue el rechazo en asumir el manto del gran patriarca, el segundo fue el posible rumor sobre una discusión con su maestro, y el tercer paso fue la extraña enfermedad que comenzó a rodearlo "¿acaso la mala suerte cayó sobre el?".
- A pesar que la guerra santa ya ha terminado, presiento que aún no podemos disfrutar del momento de paz que Sasha había esperado para todos nosotros.
Antes de volver a su habitación dispuesto a descansar, sintió la presencia fría de su futuro esposo estar observándolo desde la entrada principal de la casa de escorpión.
- Es raro verte tan preocupado, en especial cuando ya no deseas gastarle más bromas a tus compañeros – al ver como su mirada se volvió más triste y melancólica, Degel trato de cambiar sus propias palabras – lo que trato de decir es que necesitas salir del santuario y divertirte un poco.
- Esta tarde salimos hacer una misión de reconocimiento ¿recuerdas? – al ver que sus palabras lograron distraerlo un poco ,decidió seguir el juego – pero sobre todo, me divierte mucho más estar al lado de una persona que me obliga hacer todo lo que el desee, o de lo contrario haría rabietas y podría enfriarme el corazón – sonrió con superioridad, disfrutando de su mirada molesta –
- En realidad podría enfriar todo tu cuerpo si yo lo deseara – convoco una cantidad mínima de su cosmos sobre la palma de sus manos, mostrando un pequeño destello de nieve que lanzo sobre el rostro de Kardia haciéndolo caer de espaldas – pero entonces me quedaría sin mi esposo antes de la boda.
Al verlo caer sobre el suelo, Degel no pudo evitar sonreí divertido ante su rostro lleno de copos de nieve, realmente disfrutaba la bendición de tener una Soulmate tatuado sobre su cuerpo y más aún, haberlo conocido tan rápido evitando el dolor de estar separados por varios años.
Recordó con gusto como su relación fue aceptada de inmediato por todos sus compañeros de armas, incluyendo la aceptación total y bendición de la diosa Athena antes de iniciar la batalla contra el dios hades.
Todo pudo ser perfecto en su vida, tenían planeado casarse antes de ir a la guerra en contra los 108 espectros y de los dioses del inframundo, sin embargo un día como cualquier otro pudo apreciar un cambio notorio sobre el cuerpo y rostro de Kardia, ya que un día llego a su casa zodiacal demasiado cansado y cubierto de sangre, Degel preocupado se acercó con rapidez examinando con meticulosidad el cuerpo de su amante buscando alguna herida mortal, sin embargo Kardia afirmaba que el rastro en su capa y armadura no le pertenecían.
Poco después cayó rendido sobre los brazos de Degel, temblando con demasiado temor e impotencia mientras susurraba algunas palabras afirmando que él era el culpable de todo.
Después de ese incidente, las bromas que Kardia solía hacer con manigoldo cesaron por completo, haciendo que todos los caballeros de Athena se preocuparon al ver que la diversión en los caballeros de cáncer y escorpión desapareció por completo. Sin contar la extraña tensión que existía entre Manigoldo y Aspros, parecía ser que ellos jamás podrían encontrase a solas sin ser acompañados por alguno de sus amigos. Pero todo eso quedo en el olvido ante la muerte de Aspros y la nueva guerra santa que se desato pocos años después.
Degel esperaba que con la segunda oportunidad que les dio la diosa Athena, tal vez al fin podría vivir tranquilo al lado de su pareja destinada, sin embargo su actitud parecía volver a cambiar y no podía evitar sentirse impotente en no poder ayudarlo.
- Sabes que yo siempre te apoyare – camino de frente extendiendo su mano para ayudarlo a levantarse – pero no puedo hacer mucho si no me permites ayudarte – al ver que tomo su mano, lo levanto con cuidado observando el cambio en su mirada – sé que aún no has superado el temor que sentiste aquel día que llegaste a mí con la sangre de Manigoldo – lo abrazo con fuerza, ocultando su mirada entre sus hombros mientras trataba de calmar el nuevo miedo que comenzaba a surgir de su cuerpo – jamás quise presionarte en confesarme lo que ocurrió aquella noche, pero creo que esa fue la razón del porque te distanciaste de Aspros y Aldebarán.
- Esa es otra razón del porque deseo estar a tu lado... siempre sabes que es lo que pasa por mi cabeza – de igual forma correspondió con fuerza el abrazo de Degel; sus pequeños actos de cariño siempre lograban tranquilizarlo cuando recordaba aquel suceso – soy el culpable del sufrimiento de Manigoldo – aferro con más fuerza el agarre en sus manos – todo pudo ser diferente... si solo no lo hubiese convencido de hacer aquella broma – sin poder evitarlo, su voz comenzó a quebrarse de nuevo – tal vez su relación con aspros no hubiese terminado así.
Con dificultad, Degel lo guio hasta la cama más cercana de la habitación para recostarse sobre ella, dejando a Kardia sobre su cuerpo mientras acariciaba con lentitud las facciones de su rostro.
- Dime que fue lo que ocurrió aquel día – le dedico una mirada de comprensión, incitándolo a continuar con sus palabras -
- Fue en un día común, me encontraba charlando con Manigoldo acerca de la siguiente misión que tenía programada junto con aspros en una tarea de reconocimiento, pero antes de partir a su misión, Manigoldo y yo creíamos que sería divertido desmentir los rumores que circulaban sobre el santuario acerca del problema que tenía aspros en las relaciones amorosas con las guerreras y doncellas de Athena – en cada palabra que salía de sus labios, parecía estar cargada de culpa y arrepentimiento – le dije que sería divertido hacerle creer Aspros que podría conquistar a una persona con demasiada rapidez – cerro con fuerza sus ojos tratando de evitar la mirada de su pareja al sentir que no podía seguir con su relato – así que en los siguientes días, Manigoldo actuó de forma atenta y romántica ante la presencia de Aspros, pero todo cambio cuando le confeso la verdad... las cosas se salieron de control y no pude evitar que mi mejor amigo resultara herido de gravedad – sin soportarlo más, las lágrimas de Kardia bajaron por sus mejillas – nuestra intención jamás fue herir el orgullo de Aspros.
Al terminar de escuchar su relato, Degel tomo con firmeza su mirada acercándolo más contra su rostro para unir sus labios en beso lento y a la vez delicado, sabía que al confesar la razón del porque había renunciado a continuar con sus bromas, le traería muy malos recuerdos y necesitaría el apoyo incondicional de su pareja destinada.
- Oye todo estará bien... Manigoldo jamás te culpo por ese suceso – dejo un último beso sobre su mejilla al ver que sus lágrimas habían cesado – en estos últimos años todo ha cambiado, estoy seguro que Aspros debe sentirse igual de culpable al haberlo lastimado – le sonrió nuevamente, uniendo sus frentes para compartir su cosmos que comenzaba a enfriar el cuerpo de Kardia haciendo que se relajara por completo – es momento de superar esto y no tienes que hacerlo solo – al sentir que Kardia cayo completamente dormido, suspiro levemente mientras acariciaba un poco con sus cabellos azules – yo estaré a tu lado.
Al poco tiempo, Degel observo con curiosidad como el nombre tatuado de su Soulmate comenzó a brillar cambiando por completo el tono de la caligrafía por una escritura en todos dorados al igual que el suyo, lo que significaba que al fin habían unido sus vidas por toda la eternidad.
- Todo estará bien – cerro sus ojos dispuesto a descansar al lado de su futuro esposo –
ANTIGUO CASTILLO DE HADES
Al caer la noche, Deuteros y cid al fin habían logrado llegar al paradero del antiguo bosque en donde había emergido el castillo del dios hades, en lo que antes había permanecido una tierra seca y sin vida poco a poco comenzó a recuperar la antigua belleza del bosque más frondoso que alguna vez había existido.
- Probablemente la diosa Perséfone se apiado de estas tierras y logro hacerlas fértiles de nuevo – menciono Deuteros al ver como el nuevo pastizal luchaba por emerger del suelo árido – después de todo ella es la esposa de hades.
- Supongo que esa es la razón más adecuada – al igual que Deuteros, cid exploro con detenimiento toda la zona con escombros que alguna vez se convirtió en el campo de batalla de la guerra santa – pero con esta nueva vegetación, será más difícil encontrar la espada sagrada de Athena
Ambos caballeros tomaron la decisión de separarse, para poder cubrir más terreno y tener mayores probabilidades de encontrar la espada de Athena.
Mientras caminaba por los alrededores, Cid observaba con detenimiento todas las armas que se encontraban regadas por el suelo dando señal que muchos de sus compañeros perecieron en el mismo lugar en donde se encontraba de pie "no es justo, todos nosotros dimos nuestra vida por Athena y el bienestar de todos los seres humanos"
- Al final no pudimos derrotar al dios hades, y ahora tenemos que vivir sabiendo que perdimos la guerra santa – tomo con tristeza una de las banderas que se encontraban regadas por el suelo, apreciando la sangre en ella – lamento no haber ayudado más...
- ¡Cid la he encontrado!
Al escuchar la voz de su compañero, soltó la tela de sus manos para correr en dirección a dónde provenía su voz, mientras más se acercaba al lugar, podía ver la cantidad de escombros que Deuteros removió del suelo para abrirse camino a lo que parecía ser una antigua habitación, una vez llegado a su lado, pudo apreciar que la espada de Athena se encontraba totalmente intacta a pesar de haberse encontrado bajo los escombros del que parecía ser el antiguo castillo del dios hades.
- Parece ser que aún conserva gran parte de su poder – Deuteros le entrego la espada al caballero de capricornio, mientras continuaba removiendo los escombros en busca de la funda para poder llevarla ante el maestro Hakurei –
- Esto es considerado como un tesoro del santuario y la diosa Athena – sujeto la espada con firmeza apreciando el filo único que tenía el arma, sin embargo jamás podría compararse con su espada excalibur – pero no comprendo porque la insistencia de recuperarlo antes de la batalla ceremonial
- Probablemente será usada en la coronación del nuevo patriarca, aunque admito que sería extraño ver alguno de los seleccionados como el nuevo soberano del santuario – mordió sus propios labios al recordar su discusión con Aspros –
- Sabes hay algo que me inquieta un poco, entiendo que Aspros fue perdonado por Athena durante la guerra santa, pero creo que tal vez están cometiendo un error al seleccionarlo como un candidato – cerro sus propios ojos, recordando los rumores acerca del como aspros casi había asesinado a un guerrero de Athena – sin embargo estoy seguro que Sísifo podrá luchar contra él.
Deuteros prefirió guardar silencio ante las palabras de Cid, estaba de acuerdo en decir que su hermano estaba loco por desear tener a su lado a Manigoldo (a pesar de todos los rechazos y golpes que recibió xD), pero él era igual de culpable al desear tener a Sísifo a su lado, sabiendo que su mejor amigo solo deseaba la compañía del caballero de capricornio.
Ambos caballeros jamás fueron bendecidos con el regalo de las Soulmate como lo fueron sus compañeros Kardia, Degel, Dohko y Shion. Pero en el fondo de su ser, Deuteros estaba agradecido en no estar atado a una sola persona, sabía que su destino podría ser formado o cambiado a su propia voluntad si así lo deseaba, "y lo que deseo ahora es estar al lado de Sísifo, lamento que seas tú quien interfiera en mi camino".
- Encontré la última pieza de la espada sagrada, ahora podemos regresar al santuario – entrego la pieza faltante observando cómo era guardada con cuidado – solo resta un día para la batalla ceremonial, así que démonos prisa – camino a un costado de Cid tratando de reprimir la sensación de molestia que comenzaba a surgir de su cuerpo, recordar que lo primero que vería al llegar al santuario sería una escena entre Sísifo y Cid, lo hacía sentirse molesto –
- Está bien... "definitivamente deseo más la compañía molesta de manigoldo" – al igual que su compañero, Cid salió de los escombros dispuesto a regresar al santuario cuanto antes – si nos damos prisa llegaremos al amanecer.
LIMITE DEL SANTUARIO DE ATHENA – BOSQUE DE ENTRENAMIENTO
Escuchar que petición del caballero de géminis era obtener más poder solo para conquistar a uno de sus compañeros de armas, hiso que Hypnos soltara una sonrisa en burla por lo absurdo que le parecía su petición "realmente los humanos son seres extraños", sin embargo su mirada cambio por completo al escuchar el nombre der ser a quien deseaba poseer.
- ¿Acaso te interesa el cariño de ese despreciable humano? – cerro sus puños con fuerza al escuchar de nuevo el nombre del ser humano que deseaba robarle el amor de su hermano gemelo – es raro que aun siga escuchando su nombre a pesar de que ya no me encuentro en el inframundo – suspiro molesto tratando de calmarse – escucha caballero de géminis, estoy dispuesto a realizar un trato contigo.
- Te escucho – escuchar como el dios del sueño despreciaba con todo su ser a su futuro esposo, lo hacía enfurecer –
- Te entregare el poder que deseas y con ello no solo podrás derrotar a tu rival sin demasiados problemas, también lograras controlar a todos los caballeros dorados si así lo desearas, pero quiero algo a cambio – extendió su mano frente de Aspros, mostrando una llama dorada que simbolizaba la bendición de un dios – jamás permitirás que Manigoldo de Cáncer vuelva aponer un pie sobre el inframundo, de lo contrario nuestro trato quedara anulado y perderás todos tus poderes.
- Antes de aceptar este trato – Aspros observo con seriedad la mirada del dios del sueño – quiero saber porque odias demasiado a Manigoldo – sonrió levemente al poder apreciar un cambio notorio sobre las facciones del dios del sueño – estoy seguro que tus intenciones eran que yo asesinara a mi futuro esposo.
- Veo que eres más listo que el patriarca Sage –
A pesar de no conocer Aspros, Hypnos sabía que podría obtener más beneficios si le confesaba toda la verdad al caballero de géminis. Podía ver que en el interior de su ser ambos eran iguales.
- Supongo que alguien como tú, debe conocer los regalos más preciados para cualquier ser humano o dios que exista en el mundo – se deshizo de una parte de su armadura, mostrando el nombre tatuado en su brazo – las Soulmate son los regalos más importantes que han llegado a existir, cuando alguien es bendecido con el obsequio de la diosa Hera, harán todo lo posible por encontrar a la otra persona que porta su nombre y jamás querrán separarse de ella, sin importar que sean totalmente diferentes.
- El nombre que portas, pertenece al dios de la muerte – miro con asombro el nombre tatuado sobre su brazo, "¿acaso el destino era tan loco como para emparejar a unos hermanos gemelos?" – es extraño como los dioses se pueden enamorar de sus propios hermanos.
- ¡Maldito caballero, deberías mostrar más respeto por el señor Hypnos! – molesta, pandora trato de invocar su tridente dispuesta atacar al caballero de géminis, sin embargo fue detenida por el cosmos del dios Hypnos – perdóneme señor... – inclino su mirada en señal de respeto volviendo a colocarse a sus espaldas –
- El ser que amas tanto también fue bendecido con el regalo de la Soulmate, su unión se realizó cuando era un pequeño niño, en ese entonces Manigoldo era cuidado por el patriarca del santuario de Athena, quien no dudo en venir a mi buscando la ayuda necesaria para deshacer la unión en su querido hijo con mi amado hermano – cerro sus ojos tratando de recordar la mirada de temor del patriarca quien cargaba en sus brazos a un niño quien lloraba por ser liberado – yo cumplí su deseo, no solo tome la Soulmate del pequeño, sino que también robe sus recuerdos a petición del patriarca junto con los recuerdos y la Soulmate de mi hermano.
- Eso...eso es imposible... aun siendo un crimen en contra del santuario, el patriarca Sage pidió la ayuda de un dios del inframundo, hahaha él es un traidor – sin poder evitarlo Aspros soltó una risa de diversión al saber que él no era el único traidor que existía en el santuario de Athena – y eso me beneficiara más – peino sus propios cabellos tratando de calmarse, saber que ahora tendría un arma en contra del patriarca lo hacía sentirse satisfecho.
Camino con lentitud hasta Hypnos para estrechar sus manos con firmeza, aceptando con rapidez el poder necesario para derrotar a Sísifo en la batalla ceremonial
- Una cosa más señor Hypnos – Aspros lo miro con tranquilidad, soltando sus manos para después hincarse ante su presencia – prometo que cumpliré con nuestro trato sin perder más tiempo, pero aun deseo algo mas – levanto su mirada sonriéndole en forma divertida – entrégueme el nombre de Manigoldo, así el jamás volverá a interferir en su camino, incluso Thanatos tendrá que renunciar a él para siempre.