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TOMANDO EL CONTROL por DANI DARKRAI

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Notas del capitulo:

Para ver las actualizaciones mas rapido, pasa a mi cuenta en whattpad VARANTINE PEREZ

INFRAMUNDO – ENTRADA DE YOMOTSU


 


Al dispersarse los fuegos fatuos que rodearon el cuerpo de Manigoldo y Albafica, ambos observaron el desolado panorama que ofrecía la entra del inframundo.


El lugar era completamente árido y sin algún rastro de vida, el mismo viento que soplaba sobre la colina era tan frio que podría congelar a una persona normal.


Todas las almas a su alrededor caminaban en silencio con la mirada agachada y sin algún rastro de esperanza en sus miradas.


Mientras tanto, en la entrada del monte yomotsu, las almas de niños y adultos continuaban lanzándose desde lo alto de la montaña sin desear detenerse, en pequeños momentos algunas miradas desviaban su atención hacia Manigoldo y Albafica con la intención de poder alcanzarlos.


 


Creo que eres alguien llamativo para ellos – respondió Albafica con seriedad mientras observaba con atención su propio cuerpo, ya que al adentrarse al inframundo, su cuerpo había perdido por completo la habilidad de ser alguien venenoso–


En algunas ocasiones los espíritus de aquí desean aferrarse cualquier cosa que representa una vida – Manigoldo observo con cierta curiosidad el rostro de Albafica – pero no te preocupes, ellos no pueden atacarnos –


 


Con lentitud, manigoldo camino hasta el risco más próximo de la entrada al inframundo para poder observar el abismo que ya hacia sobre sus pies.


Sabía que a pesar de tener el poder y la protección de Thanatos, aun existía el riesgo de no volver a salir del inframundo si gastaban todas sus energías contra alguno de los espectros.


 


Al saltar desde aquí, nos adentraremos a las 7 prisiones del reino de hades – desvió su mirada hacia Albafica quien se encontraba a su lado observando con curiosidad la entrada del abismo mientras señalaba la pulsera en su muñeca – con la pulsera en tus manos será suficiente para adentrarte al reino de los muertos sin salir herido, pero debo advertirte... en el inframundo no tienes la habilidad de la sangre envenenada.


 


Sin problemas, Manigoldo tomo las manos de Albafica llevándolas a su rostro.


En cuestión de segundos pudo sentir el miedo de su compañero ante el contacto físico en su rostro, sabía que el frio y los temblores de sus manos eran una clara señal de la necesidad en ser liberado, sin embargo manigoldo no dejo que se separara un solo milímetro permitiendo que experimentara el toque cálido de otro ser humano.


 


Lo ves – le sonrió divertido al ver el su cambio de actitud y el pequeño rubor en sus mejillas – a pesar de no ser un espíritu, tu cuerpo no tiene las mismas habilidades que en la tierra de los vivos – libero el agarre de sus manos para regresar su mirada hacia el abismo de yomotsu – así que deberás ser más cuidadoso en mis dominios Albafica.


Manigoldo – de sus ropas, tomo una liga para atar su propio cabello – ambos sabemos que soy lo suficientemente fuerte sin mi poder venenoso – golpeo con gran fuerza la espalda de Manigoldo, demostrando su poder en fuerza física –


Entonces no perdamos más tiempo – con molestia masajeo sus hombros ante el golpe de Albafica – necesito ver cuanto antes a ese maldito de Thanatos.


 


Decidido, Manigoldo se impulsó unos cuantos pasos hacia atrás dispuesto a saltar hacia el abismo, sin embargo Albafica sostuvo el brazo de Manigoldo impidiendo que se adentrara al yomotsu.


 


¡¿Qué demonios te pasa Albafica?! – respondió molesto regresando su mirada a su compañero – no es momento de arrepentirse, ¿acaso te da miedo morir?


 


Hablo con molestia al pensar que Albafica se había arrepentido de su decisión en acompañarlo al inframundo, sin embargo en su mirada no pudo detectar el miedo o terror al estar cerca de la muerte, lo que pudo apreciar fue una mirada de dudas y arrepentimiento al querer adentrarse a las prisiones del inframundo.


Manigoldo sabía que su temor se debía al juez del inframundo Minos de grifo.


Reencontrarse con la persona que había asesinado por los deseos de la diosa de la guerra, debía ser un dolor insoportable.


 


Le dije cosas terribles y rechace sin compasión sus sentimientos... – frustrado, tomo con fuerza sus propias manos, al punto de lastimarse a sí mismo – peleamos sin tener piedad uno del otro – su mirada cambio por completo al sentir sus propias lagrimas recorrer sus mejillas – yo lo elimine... el me ofrecía una vida plena y libre de todo el sufrimiento en las guerras de la diosa Athena.


Albafica – acerco sus manos al hombro de su compañero en señal de consuelo – comprendo tu dolor mejor que nadie.


- No puedes...tú no puedes entenderlo... – golpeo sus manos, alejándolo de su espacio personal – tu no sabías que Thanatos era tu pareja destinada cuando luchaste contra él, es diferente cuando eres consiente en estar lastimando al ser más preciado para ti 


 


Suspiro molesto al sentir el rechazo de Albafica, sabía que en esos momentos estaba molesto y lleno de dudas que no podrían resolverse con simples palabras.


Manigoldo mantuvo silencio al ver el sufrimiento de su compañero, sabía que el rechazo al lazo que unía a las parejas destinas era demasiado doloroso para ambas personas.


 


Si realmente estas arrepentido de tus acciones y deseas remediar las cosas con tu noviecito loco, creo que tal vez ambos puedan llegar a un acuerdo mutuo – hablo con seriedad mientras jugaba un poco con sus cabellos – después de todo, supongo que ambos comparten sentimientos de cariño.


De que hablas...


 


Enfadado Manigoldo decidió golpear la cabeza de su compañero al punto de ver una expresión de enojo y confusión.


 


Quiero decir que no seas un aguafiestas, llegaste a este punto para pedir disculpas a tu soulmate así que no tienes por qué retractarte... - se hinco sobre el suelo a la altura de su compañero para continuar con su conversación – sé que no será sencillo para ti superar esta situación, pero necesitaras relajarte y pensar solo en tu objetivo.


Pero yo no soy como tú – sin pensarlo 2 veces, Albafica tomo las manos de Manigoldo en busca de respuestas – no puedo simplemente olvidar mis acciones y tratar de fingir que nada paso.


Yo jamás mencione que lo olvidaras – suspiro levemente mientras trataba de formular sus siguientes palabras, sabía que los sermones filosóficos no eran lo suyo – quiero que dejes de pensar tanto las cosas, tu objetivo es lo único que debes tener en la cabeza, ¿quieres recuperar a tu novio psicópata cierto? – le sonrió divertido ayudándolo a ponerse de pie – no pienses en nada más que eso, lo lograras ¿de acuerdo?


 


Manigoldo extendió su puño en señal de camaradería esperando que Albafica correspondiera el saludo.


Cuando lo hiso, supo que finalmente estaban listos para adentrarse a las 7 prisiones del inframundo.


 


¿Crees que pasara lo mismo contigo y Thanatos?


Mi objetivo es encontrar a ese bastardo para que me regrese a la normalidad, ese es mi único deseo.


 


Sin perder más tiempo ambos retrocedieron un poco del camino para después impulsarse de un salto y adentrarse al abismo del yomutso el reino del dios hades.


 


 


SANTUARIO DE ATHENA – CASA DE GEMINIS – INICIOS DEL 2DO AMANECER


 


 


Después de un tiempo, cuando aspros acepto el trato del dios de los sueños en las afueras del santuario, Hypnos y pandora desaparecieron en un portal creado por el mismo dios del sueño dejando en claro los detalles de su plan.


Al final Aspros tomo la decisión de regresar a su casa zodiacal, esperando a que se aproximara el segundo amanecer para ir en busca de Manigoldo y verificar su estado de salud.


En el fondo de su ser aspros era consiente que los sentimientos que sentía por el caballero de cáncer eran una clara obsesión, su calor y aroma a la muerte eran una mescla adictiva para el caballero de géminis que solo deseaba la destrucción y la caída de todos los dioses que pisaban la tierra, sin embargo cuando intento cerrar sus ojos para descansar un poco, un recuerdo abrumador llenaba su cabeza con preguntas inquietantes.


¿Qué hubiese pasado si él y Manigoldo jamás hubiesen iniciado una relación romántica?


 


- Todo volvería hacer como antes...


 


RECUERDO DE ASPROS


 


Era una mañana tranquila para aspros, nada estaba fuera de lo común como todo lo que le ocurría en su rutina diaria, era respetado por los maestros del santuario junto con el apoyo y la admiración de todos los caballeros de plata y bronce quienes lo saludaban con emoción al ver al caballero dorado más fuerte del santuario.


Incluso sus compañeros dorados sentían respeto por su presencia y tal vez un poco de miedo ante sus grandes habilidades, sin embargo existía una sola persona que no mostraba alegría en verlo acercarse o si quiera el poder emocionarse de tener a un rival con tal alto poder.


Esa persona era Manigoldo, el nuevo alumno del patriarca Sage quien a pesar de ser alguien demasiado joven había logrado hacer uso y vestidura de la armadura dorada de cáncer a tan corta edad.


A los ojos de Aspros manigoldo era una persona demasiada burlona y altanera con sus compañeros de armas, no sentía el mínimo respeto por sus superiores o las ordenes de la misma diosa Athena. Incluso disfrutaba en hacer pequeñas bromas con alguno de sus compañeros.


Manigoldo era alguien insignificante que no merecía tener su atención o si quiera la dicha de llamarlo un amigo, eran totalmente opuestos y su actitud no era del agrado de Aspros.


En demasiadas ocasiones el caballero de géminis evitaba el contacto físico con otras personas que no tuvieran una relación de amistad o hermandad, sobre todo con el sexo femenino, ya fueran las guerras del santuario o las mismas doncellas de la diosa Athena. No podía evitar sentirse algo temeroso en tratar de iniciar una charla con alguna de ellas sin tener que asustarlas al reconocerlo como un guerrero sanguinario.


En muchos de los días que se supondría que saldría en una misión de reconocimiento por en cargo del patriarca Sage, Aspros recibió la compañía del caballero de cáncer.


Todo parecía ir con normalidad hasta que Manigoldo decidió iniciar una conversación.


 


¿Es cierto que eres un virgen? – pregunto mientras caminaba con tranquilidad cargando su armadura dorada y fumando uno de sus cigarrillos – es un rumor demasiado interesante que ha circulado por el santuario.


¿Acaso quieres morir Manigoldo? – respondió con demasiada molestia ignorando la mirada burlona de su compañero – es un rumor falso, he salido con demasiadas mujeres para superar la etapa de la primera vez.


Si eso es verdad ¿entonces porque cada vez que intentas hablar con alguna mujer terminas asustándola? – camino de espaldas para ver directamente el rostro de su compañero – creo que en realidad nunca has salido con alguna mujer y solo eres una persona frustrada.


 


Molesto Aspros dejo caer al suelo su armadura dorada para atacar directamente el cuerpo de Manigoldo, quien sin ningún problema logro esquivar su ataque sonriéndole en forma burlesca, le era divertido molestar a las personas que finían ser perfectos ante la sociedad y por dentro eran todo lo contrario. Decidido Manigoldo tomo la iniciativa de seguir su juego abandonando su armadura dorada para iniciar una pelea a puño limpio.


Los ataques de ambos eran formidables, quien a pesar de no pelear con las armaduras doradas o siquiera hacer uso de sus cosmos, ambos habían logrado dañar de gravedad a su contrincante.


Sin embargo quien fue el primero de cansarse era Manigoldo, al sentirse demasiado cansado no tuvo más opción que golpear los pies de aspros haciendo que perdiera el equilibrio y cayera de frente contra él.


 


Realmente eres alguien poderoso aspros – respondió Manigoldo tratando asfixiar a su contrincante con la fuerza de sus brazos – creo que el único problema es ser demasiado tenebroso con las mujeres.


Y tu problema es ser demasiado entrometido – logro liberarse del agarre de sus brazos para después golpear con fuerza la parte baja de su abdomen haciéndolo escupir un rastro de sangre – no entiendo porque el patriarca Sage me otorgo esta misión con un caballero tan mediocre.


 


Al intentar ponerse de pie para tomar su armadura dorada, Aspros fue tomado de su brazo obligándolo a volver al suelo y continuar con su pelea, sin embargo al cerrar sus ojos esperando un contrataque por parte de Manigoldo lo que recibió fue un beso apasionado sobre sus labios.


Sorprendido por su acción Aspros intento separarse de su contrincante, sin embargo pocos segundos después decidió corresponder su gesto de ¿cariño?


Introdujo su lengua sobre la cavidad de su compañero dejando que Manigoldo aferra sus manos alrededor de su espalda intensificando más el contacto.


Al terminar el beso Manigoldo saboreo sus propios labios ante un hilo de sangre y saliva que aun unía sus bocas, era divertido para él ver la reacción del caballero de géminis "creo que después de todo Kardia tenía razón, enamorar Aspros será demasiado fácil".


 


¿Porque hiciste eso? – pregunto cansado, tratando de limpiar el rastro de su sangre –


Acaso no es obvio, me gustas – respondió divertido volviendo a unir sus labios quien rápidamente fue bloqueado por las manos de aspros –


- ¿Cómo puedo gustarte?, jamás hablamos entre nosotros – cansado se hinco sobre el suelo tratando de analizar la mirada de Manigoldo en busca de mentiras– acabamos de tener un enfrentamiento y te lastime de gravedad.



Claro que lo hiciste... juro que te hare pagar cuando regresemos al santuario – alejo sus manos volviendo a sentarse sobre el pastizal – pero en verdad me gustas Aspros de géminis, quiero iniciar una relación contigo – a pesar de estar bromeando, Manigoldo mostro una mirada de seriedad dejando en claro que estaba dispuesto en aceptar las condiciones de Aspros – si aceptas mi propuesta juro que jamás huiré de tu lado como lo han hecho todas las mujeres que asustas.



¡He dicho que esas son mentiras! – respondió fastidiado a pesar de que en verdad era abandonado por incitar miedo en las personas – ¿Por qué te gusto?


- No lose, ¿tu actitud de ser el chico malo?, o tal vez fue la oportunidad de conocer a un guerrero más fuerte que yo fue lo que me llamo mi atención.


¿Acaso estás loco? – pregunto divertido al pensar que posiblemente se trataba de otra broma por parte del caballero de cáncer – es demasiado extraño que te guste por esa razón


- Yo también te gusto ¿no es así? – aprovecho su confusión para volver acercar la mirada de Aspros con la palma de su mano – lo sé porque decidiste corresponder mi beso 


 


Miro por unos segundos los gestos de molestia y confusión en la mirada de géminis, sabía que Aspros era una persona demasiado orgullosa en aceptar que también sentía curiosidad sobre el cariño de Manigoldo.


 


Tal vez eres alguien interesante... – devolvió su gesto de burla, tomando los cabellos de Manigoldo jugando un poco con ellos, mientras observaba con fascinación las facciones masculinas de su compañero - aceptare tus sentimientos con una condición.


 


En pocos segundos Aspros se puso de pie ayudando a levantarse a su nueva pareja, quien molesto acepto la ayuda del caballero de géminis para poco después ser cargado en ambos brazos.


 


¡Oye yo puedo caminar! – respondió molesto tratando de liberarse – no tienes que ser tan sobre protector


A partir de ahora dejaras que te proteja y no tendrás permitido abandonarme de algún modo –


 


Aspros tomo ambas armaduras para cargarlas sobe su espalda y llevando en brazos a un Manigoldo que no dejaba de maldecirlo por no dejarlo caminar por su cuenta.


"Y te prometo que ambos permaneceremos vivos en la nueva era que estoy planeando como futuro patriarca, sin dioses que controlen nuestro mundo"


 


FIN DEL RECUERDO


 


Estoy seguro que todo volverá hacer como antes – abrió sus propios ojos observando el paisaje nocturno que ofrecía el mismo santuario de Athena – Manigoldo y yo volveremos a nuestra antigua vida y esta vez nadie interferirá en nuestro camino – sobre fu frente comenzó a brillar un pentagrama dorado - sobre todo si se trata del mismo patriarca o el dios de la muerte.


 


INFRAMUNDO – EL REINO DEL HADES


 


Con demasiado dolor, Albafica trato de abrir sus ojos tratando de reconocer el nuevo mundo que ya hacia frente a él.


El escenario era más diferente que la entrada a yomutso, todas las almas que cayeron del precipicio ahora se encontraban separadas por diferentes secciones sufriendo un castigo inminente al pecado que cometieron en vida.


Al superar el dolor y la sensación de aturdimiento, Albafica se arrodillo buscando con insistencia el cuerpo de Manigoldo quien se encontraba de pie observando con curiosidad el rio que separaba la primera prisión.


 


Esto es más tenebroso de lo que pensé – respondió con simpleza observando como la entrada del inframundo estaba rodeada por espíritus que lloraban sin cesar - supongo que somos los primeros santos dorados en poner un pie aquí.


Así es – Manigoldo extendió su mano derecha observando que sus espíritus finalmente lo habían abandonado para ser sustituidos con las almas que controlaba el dios de la muerte - Esto es la entrada al rio Aqueronte, una vez que lo crucemos nos adentraríamos a la primera prisión ("la residencia del juicio")


Sera difícil, las leyendas indican que solo podrán cruzar con la ayuda del barquero – al intentar ponerse de pie su cuerpo comenzó a experimentar nuevamente un dolor punzante sobre sus piernas y brazos – sin embargo no puedo moverme con demasiada libertad.


 


Preocupado Manigoldo se arrodillo frente a su compañero colocando su mano sobre su frente, era claro que estaba experimentando las secuelas en haber ingresado al nivel más bajo inframundo sin haber recibido un entrenamiento personal.


 


¿Duele demasiado? – mostro una mirada de compasión ante el sufrimiento de su compañero – tu cuerpo jamás fue entrenado para soportar la atmosfera del inframundo - con cuidado, Manigoldo tomo el cuerpo de Albafica para cargarlo a sus espaldas y caminar directamente al rio Aqueronte – no te preocupes tardara unos minutos y después podrás moverte con libertad 


 


Al llegar a las orillas del rio Aqueronte, ambos caballeros pudieron observar al espectro que custodiaba la barcaza que podría ayudarlos a cruzar el rio, sin embargo era claro que se reusaría en ayudarlos por ser caballeros de Athena.


 


Vaya vaya ... - sin pensarlo dos veces, el espectro de la Balza soltó una carcajada sonora y fuerte al ver en su presencia a 2 caballeros dorados de la diosa de la guerra – esto es algo que jamás he visto – salto entusiasmado hacia Manigoldo y Albafica - 2 santos de Athena en el inframundo – al intentar atacar en contra de Manigoldo, se dio cuenta que demasiados espíritus lo estaban protegiendo dispuestos atacarlo si daba otro paso más - y se encuentran vivos.


Tú debes ser el espectro que protege la entrada al inframundo – respondió Albafica con cansancio – ¿acaso serás un cobarde y correrás a delatarnos con el señor hades?


 


Ofendido, el espectro intento atacar directamente hacia ambos caballeros con su técnica especial, sin embargo el ataque fue esquivando con un simple salto por parte de Manigoldo quien sin pensarlo más envió a sus sirvientes para sujetarlo con fuerza, mientras preparaba el golpe que le pondría fin a su patética vida.


 


Di tus últimas palabras maldito espectro – sonreía con diversión mostrando que con el chasquido de sus dedos podría incinerarlo con demasiada rapidez –


E-Esperen un momento...sin mi ustedes no podrán cruzar el rio – a pesar de ser prisionero, mostraba una sonrisa de superioridad en contra de sus contrincantes – necesitan de mi ayuda, yo el espectro Caronte soy el único que conoce el rio en su complejidad... de lo contrario podrían perderse para siempre.


 


Molesto Manigoldo chasqueo su propia lengua al saber que necesitarían dejar con vida al miserable espectro.


 


Él tiene razón Manigoldo – hablo con seriedad bajando de la espalda de su compañero al sentir mejor movilidad en su cuerpo – supongo que deseas dinero.


En efecto caballero de Athena – con dificultad logro liberar una parte de su brazo extendiéndola frente ambos – les costara 2 monedas de plata.


¿Y qué tal si nuestro pago es dejarte con vida? –


 


Antes de atacar en contra del espectro. Albafica detuvo a su compañero dando una señal clara de que él se encargaría del problema.


 


Escucha Caronte, sabemos que al estar aquí estamos desobedeciendo las leyes impuestas por nuestros dioses y es seguro que seriamos castigados por el crimen de deserción – sin perder tiempo Albafica golpeo con gran fuerza el estómago del espectro haciendo que cayera de rodillas frente al el – no podemos torturarte como lo haríamos con tus compañeros ya que tú tienes algo que deseamos – sin problemas tomo al espectro del cuello para poco después levantarlo del suelo - ¿pero que pasaría si fueses torturado por uno de los dioses del inframundo?


 


Ante las palabras de Albafica Caronte mostro una mirada de confusión, era extraño que un caballero de Athena tuviera el valor de amenazarlo con la ira de alguno de sus dioses.


 


¿Qué tonterías estas diciendo? – con dolor trato de alejar la mano de Albafica – caballero de rostro bonito.


Mi compañero es la pareja destinada del dios de la muerte Thanatos – al mencionar el nombre de uno de los dioses gemelos, pudo observar un gran cambio en la mirada del espectro – estamos aquí para tener una audiencia con Thanatos, aunque supongo que no le alegra saber que un espectro de tan bajo nivel se haya atrevido a traicionar la confianza de su dios lastimando de alguna manera a su pareja destinada.


- N-no puede ser... debes estar mintiendo – desvió su mirada hacia Manigoldo quien mostraba un rostro de fastidio al saber que un espectro se enteró de su más grande secreto – nuestro señor Thanatos no tiene una pareja destinada – al ser liberado tosió con gran fuerza tratando de recuperar el aire perdido – si así fuera no tendría sentido que ambos hayan sobrevivido tanto tiempo separados, ¡así que debes estar mintiendo!


 


Fastidiado por la pérdida de tiempo, Manigoldo camino en dirección del espectro descubriendo su armadura para mostrar el nombre tatuado en su brazo derecho.


 


Thanatos es mi maldita pareja destinada – respondió con furia pateando el cuerpo de Caronte – así que deja de estar asustado y llévanos a la primera prisión.


El señor Thanatos no se encuentra en la primera prisión... - respondió con dolor, logrando ponerse de pie para tomar el remo de la Balza – ¿Por qué desean ir allí?


 


Sin dejarlo terminar sus palabras, Albafica de igual forma descubrió su brazo izquierdo mostrando el nombre del juez del inframundo tatuado en letras plateadas "Minos de grifo"


 


- Vaya... ustedes realmente son demasiado desafortunados para ser guerreros de Athena –


Ante las evidencias de ambos caballeros dorados, Caronte no tuvo más opción que obedecer ante sus órdenes haciendo que ambos caballeros subieran a la Balza para ser trasportados, le parecía demasiado injusto que el destino se encargara de unir a un sirviente del dios hades con un guerrero de la diosa Athena, sobre todo le sorprendía mas la unión del dios Thanatos con un simple humano que podría morir con tanta facilidad.


Al pasar unas horas Caronte indico ambos caballeros la llegada al otro extremo del rio Aqueronte, la entrada a la primera prisión del inframundo.


 


Hemos llegado santos dorados - sin perder tiempo Caronte observo como Manigoldo y Albafica saltaron de la Balza para pisar la tierra firme – eso sería todo de mi parte caballeros de Athena, regresare al otro extremo del rio – antes de desaparecer entre la neblina del agua, Caronte grito con fuerza hacia ambos guerreros – espero que puedan encontrar la tranquilidad y el equilibrio en sus vidas.


 


Caronte era consiente que tanto los espectros como los santos de Athena, sentían un odio inmediato al encontrarse cara a cara en la guerra santa, sin embargo cuando el destino unía a un mortal con algún espectro del inframundo todos tenían la obligación y tarea en ayudar a unir a tan privilegiada pareja, ya que era una orden directa del mismo hades y su esposa Perséfone.


"La prioridad siempre será la felicidad y el bienestar de todas las parejas destinadas que lleguen a formarse en el inframundo, no permitiremos que sean mancilladas por los deseo oscuros de los dioses del olimpo o cualquier intruso que intente interferir en la unión creada por el destino" (Hades y Perséfone)


 


Incluso si la unión es con nuestros propios enemigos, debemos hacer lo posible por la bienestar de una pareja destinada – hablo para sí mismo ocultándose entre la neblina del mar -


 


 


ENTRADA AL DICASTERION – TRIBUNAL DEL SILENCIO


 


 


Me pareció escuchar unas palabras de motivación – hablo sorprendido Albafica, observando como el espectro desapareció entre las tinieblas – supongo que al final no hablara sobre nuestra intrusión en el inframundo


Aun así no confió en el – suspiro aliviado al ver que el estado de salud de Albafica mejoro con bastante rapidez – nadie ayudaría tan fácil a sus propios enemigos.


Tal vez él no nos consideró una amenaza para el inframundo.


Olvidemos eso – Manigoldo observo con pereza todos los escalones que tendrían que subir para adentrarse a la primera prisión – supongo que tu noviecito se encuentra en esa mazmorra


Así es – soltó el listón que tenía sujeto a sus cabellos celestes – solo espero tener la fuerza suficiente para soportar su odio contra mí.


No empieces hacer pesimista de nuevo – golpeo su hombro tratando de distraerlo – una vez que arreglen sus problemas necesitare la ayuda de tu novio, si es verdad lo que dices entonces Minos es el único que puede decirme la verdad sobre mi unión con Thanatos, así que no perdamos más tiempo.



Una vez que se aseguraron de estar solos nuevamente, ambos corrieron al templo que ya hacia frente a ellos subiendo con rapidez las escaleras y adentrándose a la mazmorra, con su inmensidad fácilmente cualquier mortal podría perderse en los enormes pasillos que conectaban al templo con diferentes habitaciones.


Sin embargo no existía problema alguno para Albafica, ya que podía sentir con demasiada facilidad el cosmos de su pareja destinada incrementarse cada vez que corrían en la dirección de la sala principal.


Sin perder mas tiempo Manigoldo derribo la puerta principal observando una escena demasiado tenebrosa, el mismo juez del inframundo se encontraba jugando con el cuerpo de un ser humano a quien controlaba como una simple marioneta, haciendo que sus huesos y cuello se movieran a un sentido contrario.



Es un placer para mi recibirlos en mis dominios caballeros de Athena – levanto su mirada mostrando un claro dolor emocional al ver Albafica, a pesar de haber pasado varios días desde su enfrentamiento, Minos aun no podía soportar la presencia del ser quien lo traiciono cuando se suponía debió protegerlo – en especial cuando no deseaba volver a verlos...


 


La atmosfera que comenzó a rodear el tribunal del juicio era demasiado fuerte que incomodaba a cualquier ser que se encontrara dentro de ella.


 


Minos yo – a pesar de sentirse feliz en verlo nuevamente, Albafica no podía articular palabra alguna, el lazo que unía sus vidas como una soulmate ahora se encontraba demasiado dañada al punto de sentir todos los sentimientos de odio que Minos transmitía – lamento mucho haberte lastimado en nuestro enfrentamiento, se que debí deberme al saber que eras mi pajera destinada – cerro sus ojos con frustración ante sus propias palabras – pero ambos sabíamos que nuestro deber de guerreros era mas importante.


¡No vuelvas a repetir eso!


 


lanzo una esfera de poder encontra de ambos siendo detenida por Manigoldo.


 


Creo que no te perdonara con rapidez – respondió en voz baja observando cómo el juez del inframundo bajaba de su pódium para colocarse frente ambos – y parece estar dispuesto a matarnos – sonrió divertido al saber que posiblemente tendrían que pelear contra el juez del inframundo, sin embargo al ver que Albafica se lo impediría no tuvo más opción que detenerse.


Manigoldo no deseo que interfieras en esta situación –


¿Estas bromeando cierto? – hablo con molestia al ver que su compañero estaba dispuesto a recibir un castigo por parte de su rival – te dije que en el inframundo tu sangre envenenada no tiene poder, no puedo permitir que luches contra Minos si te encuentras en desventaja.


 


Ante la discusión de ambos caballeros dorados, Minos solo podía observar en silencio el extraño cariño que compartía Albafica con el caballero de cáncer "¿acaso me traicionaste por el cariño de este sujeto?".


 


Molesto, Minos ataco con su ráfaga de plumas en contra de Manigoldo logrando alejarlo de Albafica para hacerlo chocar contra uno de los pilares de la habitación.


 


Realmente eres alguien molesto caballero de cáncer – con un simple movimiento de sus manos, Minos logro capturar en su técnica "marioneta cósmica" el cuerpo de Manigoldo haciendo que sus brazos se movieran en contra de su voluntad – eres el maldito que intento robarme lo que era mío por derecho.


 


El dolor de la técnica de Minos era claramente una tortura para su cuerpo, sin embargo no dejaría que un simple espectro lo derrotara con tanta facilidad, en un intento desesperado Manigoldo logro mover sus manos nuevamente haciendo uso de su técnica Sekishiki Konsō Ha, logrando que las almas del tribunal comenzaran a rodear el cuerpo del juez del inframundo e haciendo una explosión inminente, sin embargo no esperaba que su técnica fuese tan destructiva al tener el control de tan pocas almas.


 


¡Minos! – grito con preocupación al ver que posiblemente su Soulmate resultó herida de gravedad – ¡Manigoldo te dije que no interfirieras en esto! – corrió en dirección de Minos tratando de ayudarlo en reaccionar.


¡¿Realmente te molestas conmigo?! – asustado por su propia fuerza, Manigoldo observo con preocupación el estado de su rival – no esperaba que mi técnica tuviese demasiado poder.


 


Al intentar acercarse junto Albafica para ver el estado de su pareja, la frente de Manigoldo volvió a brillar con el pentagrama del dios de la muerte.


 


Demonios... - respondió con fastidio al saber a dónde iría ahora –


 


En cuestión de segundos el cuerpo de Manigoldo desapareció por completo de la segunda prisión, dejando solos Albafica junto a Minos. 

Notas finales:

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