En la inmensa oscuridad que rodeaba la habitación principal del dios de la muerte, manigoldo se encontraba descansando sobre las suaves mantas de la cama principal mientras al mismo tiempo era rodeado por los brazos protectores de thanatos. las energías de su cuerpo comenzaron a perderse con forme pasaba más tiempo en el inframundo, sin contar la perdida de una gran parte de su cosmos al atacarlo directamente, su propio cuerpo pedía un descanso momentáneo mientras al mismo tiempo deseaba ser mimado por quien parecía ser su pareja destinada.
- Rayos... creo que estar aquí me vuelve una persona totalmente diferente.
- Porque piensas eso.
Con lentitud Manigoldo tomo el brazo izquierdo de thanatos mirando fijamente su nombre escrito en letras plateadas.
- Me agrada estar aquí, a pesar de haber intentado eliminarte hace poco – manigoldo cerro sus ojos recordando la batalla en el castillo flotante donde sacrifico su vida por sellar el alma de thanatos – incluso podría perdonarte todo el daño que he sufrido a causa tuya.
Manigoldo abrió sus ojos rápidamente al recordar las heridas y el sacrificio realizado por su maestro en la batalla contra thanatos, el tan solo pensar como reaccionaria su maestro sage cuando supiera la verdad acerca que su pareja destinada era el mismo dios de la muerte, lo hacía sentirse asustado y avergonzado "probablemente estaría decepcionado de mi".
- Pero no lo hare, el deber de un caballero dorado siempre será lealtad absoluta con la diosa athena y el gran patriarca– manigoldo separo sus manos mostrando total rechazo al cariño que thanatos le brindaba para después levantarse de la cama con cierta dificultad – incluso tu tendrías problemas si llegara a enterarse el dios del inframundo, creo que lo mejor para ambos será olvidar este asunto – con su mano derecha cubrió la mitad de su rostro tratando de pensar en algo que lo distrajera de su realidad – regrésame al santuario... no tengo la energía suficiente para hacerlo por mi cuenta.
Thanatos mantuvo silencio al escuchar las palabras de manigoldo, observo con detenimiento como separo ambas manos y se alejaba de su abrazo, era claro que su fuego fatuo temía a las represarías del santuario y las reglas de su diosa, pero no era excusa suficiente para despreciar el lazo que unía a sus vidas.
- A que le temes tanto – camino con lentitud, tomando con firmeza su mano para descubrir su rostro -
thanatos podía observar con claridad el miedo de manigoldo junto con el cansancio de su cuerpo, si permanecía más tiempo en el inframundo caería desmayado por el esfuerzo.
- puedo ver con claridad que deseas estar junto a mí – acerco ambos rostros dejando un milímetro de distancia sobre los labios de manigoldo – yo también deseo lo mismo que tu, mi fuego fatuo –
- ¡claro que no estúpido dios! – cerro sus ojos tratando de retroceder - ¡yo solo deseo ser el caballero de cáncer más fuerte de la historia! – al tocar la pared con su espalda su cuerpo se estremeció ante el tacto frio contra el mármol – ¡hice el juramento de proteger y servir fiel mente a la diosa athena y a mi padre sage!
Manigoldo quedo en total silencio al confesar a thanatos que consideraba al patriarca sage como su propio padre, jamás había considerado decirle a sus compañeros sobre sus sentimientos fraternales con su maestro y mucho menos al dios que termino por arrebatarle la vida, ¿acaso aprovechara esa información?.
- Ya veo – thanatos sonrío divertido al escuchar los sentimientos de manigoldo con el ser quien traiciono su confianza y le arrebato su bien más preciado – qué pensaría del patriarca si supiera la verdad – pensó para sí mismo tratando de ocultar su diversión.
Thanatos tenía la intención de confesarle a manigoldo toda la verdad sobre quien hacía llamar padre, le parecía divertido imaginar el sufrimiento que pasaría el patriarca del santuario ante el rechazo de su querido estudiante, sin embargó abandono su propia idea al pensarlo con detenimiento, ya que solo obtendría el odio de manigoldo por tratar de difamar a su maestro, lo mejor que podía hacer era que su querido fuego fatuo descubriera la verdad por su propia cuenta.
- ¿Le temes a las represarías que el santuario tomaría en tu contra?, que pasaría si llegaran a enterarse que tu vida está unido a uno de los dios del inframundo – thanatos coloco un par de sus dedos sobre la frente de manigoldo haciendo que apareciera una estrella obscura sobre su cabeza – pero en el fondo deseas ser consumido por mi poder y no puedes negarlo, puedo apreciar que nuestros cosmos conejean en total sincronización ya que tu despides el mismo aroma a muerte – con su brazo libre, tomo uno de los mechones azules de manigoldo olfateando la esencia del mismo yomotsu incrustado en su cuerpo, mientras parte de su poder comenzó adherirse sobre su cuerpo- no está mal entregarte a tu propio instinto manigoldo, tienes las pruebas suficientes para saber que ambos fuimos traicionados por seres en que confiábamos ciegamente.
Con furia, manigoldo mordió sus propios labios ante las palabras del dios de la muerte, no podía creer que algunos de sus compañeros fuesen capas de traicionarlo.
- ¡Cállate no puede ser verdad! – al hundirse en la desesperación, manigoldo uso las llamas demoníacas para separar nuevamente al dios de la muerte, sin embargo no logro causarle daño alguno.
- Si deseas saber más regresaras a mí en la próxima noche – con un movimiento sutil logro tele transportar a manigoldo de regreso al santuario - estaré esperándote.
Antes de retirarse de la habitación principal, thanatos detuvo su caminar al sentir la presencia de un espectro que se encontraba oculto entre las sombras esperando el momento indicado para salir de su escondite.
- Que haces aquí – lanzo un ataque de advertencia en dirección al pequeño espectro quien asustado salio de su escondite – Cheshire de cait sith
- M-Maestro thanatos... disculpe mi insolencia por aparecer de esta forma... pero me envía la señorita pandora con un mensaje importante para usted.
- De que se trata
- Ella y el maestro hypnos pide su presencia en el castillo principal del señor hades, al parecer tiene que ver con el intruso que ingreso al inframundo.
Cheshire mantuvo la mirada agachada temeroso, y al mismo tiempo inquieto esperando la respuesta del dios thanatos, no deseaba confesarle que él logro ver al sujeto quien parecía estar relacionado con su maestro. Sin embargo con curiosidad miro con detenimiento el cuerpo herido de su dios.
- ¡Maestro thanatos esta lastimado!, ¿acaso el intruso le hiso eso?
Al escuchar sus palabras, Thanatos examino su propio cuerpo mostrando una sonrisa divertida al ver el gran poder que tenía manigoldo, incluso sin la armadura dorada de cáncer podía defenderse sin problemas.
- No, al parecer las heridas de hypnos aún no sanan por completo – cambio su actitud por una mirada molesta al recodar la batalla en el castillo – Cheshire, ¿acaso mi hermano no recuerda el castigo que estoy cumpliendo?
- Lo sabe... pero... p-parece que el señor hades dio el permiso de su presencia en el castillo principal, esto lo autorizo antes de reunirse con la señora persefone en los campos elíseos.
- Nuestra señora al fin regreso al inframundo – el tiempo pasa demasiado rápido cuando estas con alguien importante - entonces supongo que no puedo negarme al llamado de hypnos, iré de inmediato.
Cheshire asintió con la cabeza caminado asía la salida del palacio pero al intentar abrir las puertas, fue detenido por una energía oscura que comenzaba a rodear su cuerpo.
- Solo una caso más, no quiero que informes a nadie sobre lo que viste aquí – al sentir su miedo volteo la mirada apreciando mejor el sufrimiento del sirviente principal de pandora - deberás mantener la visita del caballero de athena en secreto – presiono con más fuerza el cuerpo del pequeño espectro logrando que expulsara sangre de su boca – o de lo contrario te haré pasar un sufrimiento inigualable, ¿quedo claro?
- S-si... m-maestro thanatos – al liberarlo de su poder, tosió con fuerza tratando de recuperar un poco del aliento perdido – realmente es un dios demasiado cruel... - hablo en voz baja al verlo desaparecer por completo de la habitación – no pudo creer que el maestro thanatos mostrara una faceta diferente ante el caballero de cáncer.
SANTUARIO DE ATHENA 1ER. AMANECER
El día comenzaba alzarse sobre lo alto del santuario, todos los caballeros de bronce y plata comenzaron a reunirse en los campos de entrenamiento a petición del maestro hakurei.
- Tenemos informes sobre los daños que sufrimos en esta guerra santa, al parecer perdimos demasiadas vidas humanas que no pudieron ser rescatadas a tiempo, el santuario sufrió grandes daños durante la guerra santa y no logramos recuperar el báculo de athena.
La mayoría de los caballeros presentes mostraron actitudes de odio y frustración al enterarse que no lograron ser victoriosos en la guerra del siglo XIX, sin contar el sacrificio de la diosa athena y el caballero de Pegaso.
- Señor hakurei... ¿acaso todo nuestro esfuerzo en esta guerra santa fue inútil?
- ¡No pudimos proteger a nuestra diosa y perdimos uno de los tesoros más preciados del santuario!
- ¡¿Que pasara con el ejercito de hades?!
- ¿Acaso trataran de volver para tomar más vidas inocentes?
Demasiadas preguntas comenzaron a surgir ante la inquietud de algunos caballeros, la mayoría de ellos temían las consecuencias de haber perdido la guerra santa contra el dios hades que no podían evitar caer en el pánico.
- ¡Suficiente!
Antes de que hakurei respondiera a las preguntas hechas por sus camaradas, Sage apareció a espaldas de su hermano mayor silenciando todas las voces de los caballeros de plata y bronce.
- No podemos darnos el lujo de caer a la desesperación, todos los problemas que tenemos serán resueltos con forme avance el tiempo – hablo con firmeza acercándose mejor a sus compañeros - athena nos dio una segunda oportunidad para continuar con nuestras vidas y seguir protegiendo a los humanos de cualquier mal que aparezca sobre la tierra, no podemos decepcionarla.
Hakurei permaneció en silencio observando con detenimiento las acciones de su hermano menor, "al parecer la actitud de sage ha cambiado demasiado, se está mostrado más imponente y fuerte ante los demás caballeros"
- Hades prometió no volver a tacar al santuario hasta la siguiente guerra santa, todos podremos disfrutar un periodo de tranquilidad durante 200 años, sin embargo cuando llegue el momento de enfrentarnos nuevamente, estaremos listos para vencer.
Ante las palabras del patriarca, muchos de los guerreros comenzaron a tranquilizarse al saber que podrían estar tranquilos durante un gran periodo de espera.
- Tengo un comunicado más, a partir de ahora se contaran 3 días en espera de realizar una batalla ceremonial para escoger al nuevo patriarca del santuario, los caballeros elegidos para este enfrentamiento son sisifos de sagitario y aspros de géminis – sage reprimió un gesto de tristeza al recordar el rechazo de manigoldo por el puesto de patriarca - por lo tanto su trabajo principal será restaurar la mayor parte posible del santuario, antes de la batalla ceremonial.
Todos respondieron en afirmación ante la petición del patriarca sage repartiéndose a las diferentes tareas de limpieza, la mayoría de ellos se mostraban entusiasmados al saber que por primera vez se realizaría una batalla ceremonial entre los caballeros dorados más fuertes del santuario por el puesto de gran patriarca.
- Sabes, yo creo que el señor sisifos será el vencedor en esa batalla ceremonial, fue el caballero más leal a la diosa athena y uno de los pocos que logro atacar directamente al dios hades.
- Pero no olviden que cayó dormido durante muchos días ante el ataque del dios hades, eso provoco demasiadas perdidas de nuestros camaradas.
- Lo sabemos, sin duda sisifos es uno de los caballeros más fuertes del santuario, aunque yo pienso que el señor aspros será el ganador, incluso corre el rumor que su fuerza podría compararse con la de los mismos dioses del inframundo,
- Cierto, sin embargo también hay rumores sobre la estabilidad emocional del caballero de géminis, parece que ha comenzado a decaer.
Entre los caballeros de bronce, se encontraba yato y yuzuriha mirando a todos sus compañeros con cierta molestia, no les parecía adecuado que alguno de ellos comparan a tan grandes guerreros con los problemas surgidos en la guerra santa.
- No merecen si quiera opinar algo sobre el señor sisifos y aspros – yato ignoro la presencia de algunos cámaras que lo miraban confundidos y molestos ante sus palabras.
- Es fácil para ellos opinar, ya que no estuvieron frente al campo de batalla – yuzuriha camino al lado de yato tomando una de sus manos para entrelazarlas con fuerza – todo lo que vivimos es totalmente diferente a lo que piensan –
Al estar lo suficientemente lejos de sus compañeros, yuzuriha recargo su cabeza en los hombros de yato disfrutando la calidez de su cuerpo mientras observaba en sus brazos el lazo que uniría sus vidas por toda la eternidad.
- Es una pena que tenma no pudiera volver con nosotros – yato beso los labios de su novia mientras la abrazaba de forma protectora - justo cuando descubrimos que somos la unión de una soulmate, él decide dejarnos solos para ayudar athena – soltó su cuerpo con delicadeza dedicándole una sonrisa - pero nosotros haremos que su sacrificio no sea en vano, por ahora solo podemos obedecer la petición del patriarca sage y el maestro hakurei.
- Así es, pero hay algo que me confunde un poco.
- ¿Qué es yuzuriha?
- Cuando estaba en Jamir junto con el señor shion, nuestro maestro hakurei había mencionado que los únicos que podrían tomar el cargo de patriarca serian Sisifos de sagitario, Asmita de virgo y Manigoldo de cancer.
- ¿Por qué solo ellos?
- Se podría decir que eran los caballeros más dignos de tomar el puesto como gran patriarca, al parecer el señor aspros guarda un profundo secreto que no pudo ser revelado por el mismo santuario.
- ¿Crees que el señor sisifos tendrá algún problema en la batalla ceremonial?
- Espero que no.
Cuando todos los caballeros comenzaron a esparcirse a sus tareas asignadas, sage regreso junto con hakurei al templo principal de athena. Al llegar observo como la mayoría de los caballeros dorados ya se encontraban presentes en el recinto esperando pacientemente la asignación de sus misiones, sin embargo, la falta de presencia de manigoldo, shion y albafica lo hiso mostrarse confundido.
- ¿Qué paso con los demás?
- Shion y albafica nunca han llegado tarde a una reunión – hablo Cid de forma fría manteniendo una postura firme – a diferencia de manigoldo.
- Probablemente se les hiso un poco tarde – sisifos mostros una actitud suave y tranquila – no es para molestarse tanto.
- Yo creo que los tres escaparon del santuario – respondió kardia en forma divertida siendo golpeado en su costado por su pareja degel -
Hakurei suspiro con cansancio colocando una mano sobre los hombros de sage, quien parecía estar preocupándose a cada momento.
- No es excusa para llegar retrasado cuando se les solicita.
- Maestro hakurei – dohko levanto su mano llamando la atención de todos los presentes – debo informar que esta mañana manigoldo amaneció con una salud delicada.
- ¿Qué quieres decir dohko? – aspros mostro una actitud preocupada al escuchar el estado débil de su futuro esposo –
- Presenta una fiebre elevada y algunos moretones sobre su cuerpo, probablemente fueron hechas en algún enfrentamiento que desconozcamos – dohko mordió sus propios labios al haber revelado demasiada información, "pondré en problemas a manigoldo" – shion y albafica se encuentran en la casa de cáncer para cuidar de su estado.
Inquieto por la situación, sage tomo con fuerza el mármol de su asiento para después ponerse de pie, mirando con seriedad a los guerreros del zodiaco.
- Hakurei les dará los detalles de sus misiones durante estos 3 días los cuales deberán ser cumplidos antes de la batalla ceremonial – sage camino entre los caballeros dorados deteniéndose frente a dohko – llévame con ellos ahora.
CASA DE CANCER 1ER AMANECER
Al haber llegado el amanecer en la casa de cáncer, manigoldo había despertado sobre el frio suelo de la habitación vistiendo las mismas ropas que aun contenían un rastro de la sangre de thanatos.
- Maldición... ya es de día... y no hay rastro alguno del rarito - con dificultad trato de ponerse de pie sin embargo un fuerte dolor sobre todo su cuerpo lo hiso caer de nuevo – ¿porque mi cuerpo duele tanto?, no recibí ningún ataque directo del maldito de thanatos –
Sin poder moverse, manigoldo permaneció sobre el suelo durante un periodo de 2 horas esperando acostumbrarse al dolor para lograr levantarse, y al mismo tiempo deseando que nadie más ingresara a interrumpir su sufrimiento.
- ¡Manigoldo!
- Maldición ...
Pocos minutos después, shion y albafica habían ingresado a la casa de cáncer buscando a su compañero y mejor amigo (por así decirlo xD) ya que siempre acostumbraba llegar tarde en las reuniones en el santuario.
- el patriarca sage pide nuestra presencia en el templo de athena – albafica busco con insistencia al no verlo en la entrada principal - como siempre debemos venir aquí a despertarte –
Ambos ingresaron a la habitación principal esperando encontrarlo dormido sobre su cama o escondido entre la oscuridad listo para asustarlos como solía hacerlo, pero al verlo malherido sobre el suelo, shion se apresuró ayudarlo tomándo con cuidado su cuerpo para recostarlo sobre su cama. Observando con detenimiento su estado, sospechaban que manigoldo había luchado con alguien la noche anterior por el rastro de sangre sobre sus ropas y la extraña fiebre que comenzaba a experimentar.
- Llamare a dohko, debemos informarlo al patriarca cuanto antes – al sentir el agarre de manigoldo sobre su mano, supo que tal vez quería mantenerlo en secreto – lo siento manigoldo esto no podremos mantenerlo en secreto, mientras tanto albafica cuidara de ti – al dejar un trapo húmedo sobre la frente de manigoldo, shion solto sus manos salió con prisa de la casa de cancer para encontrarse con dohko antes de que se reunirá con los demás santos dorados.
- Alba-chan...necesito decirte algo importante y debe ser antes de que shion sin regrese.
Manigoldo tomo la capa blanca del caballero de picis evitado que se alejara demasiado de su lado por el temor a su sangre envenenada, aunque su mirada reflejara dolor y sufrimiento, por dentro sentía miedo de la llegada del patriarca y que lograra averiguar su ingreso al inframundo sin su permiso.
Con esfuerzo extendió su mano entregándole albafica la pulsera que recibió a manos de thanatos.
- Escúchame porque solo lo repetiré una vez...no quiero que te molestes... pero anoche me encontré frente a frente con el estúpido dios de la muerte – tosió con fuerza tomando su propio abdomen para disminuir el dolor que comenzaba a incrementarse cada vez mas – me escabullí para bajar al inframundo y encontrarme con él...no preguntes como lo hice – al ver que albafica tomo la pulsara suspiro con tranquilidad - averigüe algunas cosas y al parecer el maldito del dios de la muerte es mi soulmate, también parece ser que mi nombre fue robado por un dios del inframundo junto con un traidor del santuario.
Albafica quedo sorprendido por la confesión de manigoldo mientras miraba con detenimiento el brazalete que tenía en las manos.
- ¿Que esto manigoldo?
- Es un articulo creado en el mismo inframundo, si mi maestro sage o el viejo hakurei llegaran a encontrarlo... sabría la verdad sobre mi estado y supongo que estaría encerrado en una de las prisiones donde encerré al tonto de tenma.
Manigoldo cerro sus ojos tomando con fuerza su propia ropa al sentir un dolor penetrante en su pecho.
- N-Necesito que guardes el secreto... por favor albafica...ngh... eres el único en quien puedo confiar.
Con tristeza albafica asintió con la cabeza ocultando el brazalete entre sus pertenencias al ver el regreso de shion quien preocupado tomo los brazos de manigoldo impidiendo más sus movimientos, al ver que comenzaba hacerse daño así mismo.
RECUERDO DE ALBAFICA
Sentado en lo alto de los pilares frente la entrada del santuario, se encontraba albafica de piscis esperando pacientemente la llegada de un grupo de espectros quienes se encontraban listos para ingresar al santuario y tomar la vida de la diosa athena.
Cuando presencio la muerte de dos de los espectros quienes sin dudar saltaron a su campo de rosas demoniacas pereciendo inmediatamente por el veneno mortal, albafica miro con superioridad al resto de sus enemigos quienes parecían estar mas temerosos sobre su poder a excepción del juez del inframundo.
- Tu eres el ultimo caballero dorado de athena, albafica de piscis, dime acaso bajaste hasta aquí para enfrentarte a nosotros – minos examino con cuidado las facciones de su delicado rostro junto con lo esbelto de su cuerpo – sin duda es un caballero muy hermoso.
- Díganme quien de ustedes será el siguiente – salto sin problemas entre las rosas mirando desafiante al resto de los espectros - o acaso tu vendrás por mi, señor minos de grifo.
- Mi señor minos permítame acabar con este sujeto, su veneno no tendrá efecto alguno sobre mí.
A pesar de haber recibido heridas severas sobre su cuerpo, albafica no tardo demasiado en derrotar al espectro quien parecía ser inmune al ataque de sus rosas demoníacas mas no de su sangre envenenada.
- Maravilloso...
- Te agradezco mucho el alago señor minos – sin pensarlo mucho le dedico una sonrisa tranquila volteando su cuerpo al ver que el sería el siguiente en su enfrentamiento –
- Lo admito, serás una marioneta muy útil para mi colección
Sin perder tiempo, minos destruyo todas las rosas a su alrededor con el poder de sus alas y al mismo tiempo logrando esquivar las rosas pirañas sin esfuerzo alguno, dejando en completa desventaja mientras sutilmente preparaba una trampa.
- Tus rosas demoníacas nunca fueron un problema para mi caballero de piscis – en un descuido de albafica, minos logro capturarlo en su técnica especial "marioneta cósmica" haciéndolo sufrir un dolor insoportable al no poder controlar su cuerpo a voluntad.
Disfrutaba con gran gozo el dolor que provocaba sobre el cuerpo del caballero dorado de piscis y más aún por ver la desesperación de albafica al intentar detener a los espectros que irían atacar el resto de las aldeas cercanas al santuario.
- No importa cuanto lo intentes piscis, cuando un sujeto cae en mi técnica no tiene más remedio que ser una marioneta por el resto de su vida – sin problemas levanto uno de sus brazos al aire listo para empezar con su siguiente ataque– empezaremos por destruir ese hermoso rostro que tienes.
En cuanto albafica comenzó a golpear su propio rostro, pudo sentir un miedo indescriptible que comenzaba a surgir dentro de su cuerpo y al mismo tiempo parecía estar afectando al juez del inframundo quien detuvo sus acciones acercándose mas asía su cuerpo.
- Caballero de piscis necesito que seas sincero ahora mismo – en un movimiento obligo al cuerpo de albafica a retirarse parte de la armadura que cubría sus brazos, revelando el nombre oculto que mantenía sobre su piel incrustado en letras oscuras – desde hace cuánto sabias que yo era tu soulmate.
Albafica trato de desviar la mirada ante la pregunta del juez minos, sabía que las reglas del santuario prohibían la relación entre caballeros de athena y espectros del dios hades, pero aun así no esperaba que se enterara de la verdad tan pronto.
- ¿Acaso eso te importa ahora? – molesto albafica trato de liberarse nuevamente pero fue impedido por el juez del inframundo – nuestros dioses están en guerra – suspiro cansado mirándolo de frente - nuestro deber como caballeros dorados es servir fiel mente a nuestra diosa athena por sobre nuestras necesidades y deseos.
- En todo caso, estás dispuesto a enfrentarte a muerte con tu propia pareja destinada, por los deseos de tu diosa – minos se mostró molesto ante el rechazo de su soulmate, estaba consciente del peligro que corría si intentaba tocar la piel de albafica o la propia sangre que escurría de sus labios, pero a pesar de las circunstancias decidió liberarlo de su técnica – es demasiado cruel de su parte no te parece.
Extendió su mano invitando albafica a tomarla sin intenciones de querer continuar con la batalla, si las reglas del santuario prohibían la felicidad de sus guerreros por sobre los deseos de la diosa de la guerra, entonces tenía una motivación más por acabar con el santuario.
- Ven conmigo – mostró una actitud calmada y comprensiva ante su soulmate – estoy seguro que el señor hades perdonara tu vida cuando sepa que eres mi pareja destina, mi señor es un dios compasivo que no desea el sufrimiento de sus espectros y sus compañeros de vida... finalmente serás libre albafica.
- ¿Qué tontería estas diciendo?... - nervioso albafica retrocedió unos cuantos pasos ante su propuesta – no soy prisionero de nadie... estoy bien al cumplir mis deberes como caballero de athena – sintió un dolor punzante sobre su corazón al mencionar esas palabras y ver la clara mirada de decepción en minos de grifo – en estos momentos tu y yo somos enemigos quienes luchan por causas diferentes – de sus manos tomo una rosa diabólica colocándola sobre su boca listo para volver iniciar con la pelea – no pienses que deseo estar con un maldito espectro del inframundo, ¡así que atácame con todo tu poder!.
Sin esperar más tiempo la batalla se reanudo llevando ambos a una de las aldeas más cercanas del santuario, donde sin medir las consecuencias ambos lucharon con todo su poder destruyendo gran parte de las viviendas y lastimado algunas personas.
A medida que la batalla se extendía por más tiempo ambos guerreros terminaron con graves heridas, albafica cayo de rodillas sobre el suelo al sentirse demasiado cansado ante la pérdida de su sangre y el dolor en su alma, no deseaba continuar lastimado al ser que se supone sería su pareja de toda la vida por una tonta guerra, pero recordar el juramento realizado ante la diosa athena lo hacía regresar a su cruel realidad.
- Porque fui castigado de esta manera...no puedo tocar a nadie sin el temor de envenenarlo ante el mas mínimo contacto... y ahora que tengo frente a mí al ser que debía proteger para toda mi vida... debo asesinarlo por el bien de la tierra y de mi diosa...no es justo – pensó para sí mismo derramando unas lágrimas mescladas con su sangre.
Antes de poder contra atacar contra el juez del inframundo, shion se interpuso entre ambos guerreros protegiendo albafica de cualquier ataque que fuese dirigido y tomando su lugar en el enfrentamiento.
- ¡Albafica regresa al santuario cuanto antes, debemos tratar tus heridas pronto o de lo contrario morirás desangrado!
- Malditos caballeros de athena... ¡no interfieran en esto, "Marioneta cósmica"!
Minos tomo el control sobre el cuerpo de shion, obligándolo a retroceder mientras destruía algunos de sus huesos esperando que sufriera un dolor indescriptible como él lo hacía en esos momentos. Sin embargo su presa fue liberada al ver que una rosa demoníaca corto los hilos que controlaban el cuerpo.
- Supongo que no tengo más opción...shion ¿puedo pedirte un favor?
- Albafica...
- Por favor protege a las personas de esta villa y resguárdalas en un lugar seguro, yo debo terminar con esta batalla.
Shion se mostró confundido ante la petición de su compañero pero no tuvo más opción que aceptar tomando en brazos a una pequeña niña que se encontraba cerca del lugar para alejarse y mantener una distancia prudente.
En el último esfuerzo de albafica por detener el avance de Minos sobre la villa, sacrifico toda la sangre que le restaba en su cuerpo con la técnica mortal "espinas carmesí" y lanzando una rosa blanca bañada con su propia sangre sobre el corazón del juez del inframundo quien sin poder creerlo tomo en sus manos la última rosa de su soulmate.
- Porque continuaste con esto... pudimos estar juntos... querida belleza...
- No me llames así – soltó una risa divertida levantando su mirada para sonriéndole feliz al saber que ambos morirían en el mismo lugar – perdóname Minos...
FIN DEL RECUERDO DE ALBAFICA
Sus pensamientos se vieron interrumpidos ante las palabras de shion, quien parecía preocuparse más al ver un cambio significativo sobre el cuerpo de manigoldo.
- ¿Qué ocurre shion?
- ¡Un mechón del cabello de manigoldo comenzó a cambiar de color, el azul de su cabellera se trasformó en un tono plateado!