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67. El Amor de Sung Yeol (12) por dayanstyle

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‘‘¿Hablas en serio?’‘ Sung Yeol echo la cabeza hacia atrás y se rió. ‘‘Nunca he oído hablar de un hombre tan persistente’‘

 

Aron río. ‘‘Mierda, no. Parecía que cada vez que estaba de espalda, el hombre trataba de colarse. No sabía qué hacer. No estoy en eso de golpear twinks.’‘

 

‘‘¿Y Takuya no dijo nada?’‘ Sung Yeol pregunto por el dueño del Trébol de la Suerte. Se apoyó contra el mostrador y sonrió sabiendo que el propietario no habría expulsado al hombre.

 

‘‘No directamente al pequeño rubio’‘ Aron sonrió mostrando una fila de perfectos dientes blanqueados. ‘‘En realidad estaba divertido con toda la situación. Que es para lo que me paga, que lo maneje’‘

 

‘‘¿y qué hiciste?’‘ Sung Yeol ya sabía la respuesta. Aron tenía un apetito sexual muy grande. El hombre tenía su pervertido. Aron le guiño un ojo antes que la sonrisa de su rostro se ensanchara ‘‘oh, lo maneje bien’‘

No había manera que Sung Yeol sepa todos los detalles. Aron nunca alardeaba. Él era un verdadero caballero, incluso si era un gran freak. Solo era parte del encanto del hombre.

 

‘‘Veo que no has matado a esos lobos todavía’‘ Aron se volvió y dejo su taza de café en el fregadero. ‘‘¿Cómo te va en el trabajo?’‘

 

Sung Yeol levanto sus hombros en un encogimiento de hombros. ‘‘No esta tan mal-aunque Kris todavía me saca de quicio’‘

 

Aron asintió. ‘‘He oído que puede ser un dolor en el culo. Pero tiene buen equipo’‘

 

Sung Yeol aún tenía que verlo. Trabajar para Kris Wu era trabajar para un león con una espina clavada en su pata. El lobo timber siempre estaba chasqueando o refunfuñando órdenes. La única vez que parecía contento fue cuando su pareja estaba alrededor.

 

Pero de nuevo, Sung Yeol no le gustan los lobos. Tenía algunas malditas buenas razones para sentirse de esa manera. ‘‘Ah, bueno’‘ Aron dijo mientras se dirigía a la puerta de la cocina. ‘‘Ya es hora que me vaya a la cama.’‘

Sung Yeol miro su reloj para ver que eran las seis de la mañana. Sabía que Aron había trabajado hasta tarde en el Trébol de la Suerte. El bar-restaurante permanecía abierto hasta la medianoche. Sung Yeol aún tenía que ir al lugar. Él realmente no salía mucho. Él es más una persona hogareña. El trabajo lo mantenía ocupado y disfrutaba de descansar en casa.

 

No quiere decir que no vaya al lugar, pero él no había visitado muchos de los nuevos negocios que había en el pueblo.

 

‘‘Más adelante.’‘ Dijo mientras Aron levantaba una mano y la agito frente a él antes de salir de la cocina.

 

Cuando Aron salió, Cory entro caminado. Sung Yeol recordó que tenía que salir corriendo. Kris le había ladrado a Sung Yeol que había perdido una apuesta con sus hermanos y era su turno de comprar el desayuno.

 

Kris había perdido la apuesta, así que ¿Por qué Sung Yeol se tenía que preocupar por conseguir las donas? Él no iba a discutir con su jefe, aunque había querido. ‘‘Voy a pasarme por la mañana, Cory’‘

 

Cory se agarró el pecho y se sostuvo del mostrador como si estuviera teniendo un a ataque al corazón. Sung Yeol rodó los ojos y se rio entre dientes.

 

‘‘¿Cuál es la razón para que finalmente vayas a mi panadería?’‘ Sung Yeol se sintió mal por no ir a ver el nuevo negocio de Cory y Min Woo. Él no era de comer cosas dulces y había estado demasiado ocupado cuando el lugar abrió por primera vez.’‘ Los lobos me están haciendo recoger donas para la tienda’‘.

 

Cory camino hasta la puerta lateral y la abrió, se inclinó a recoger el periódico de la mañana. Lo arrojo sobre la repisa antes de llenar su tasa térmica con café. ‘‘Entonces supongo que te veo allá.’‘

 

Sung Yeol fue al piso de arriba. Él tenía un par de horas hasta ir al trabajo. Tal vez podría dormir una hora más.

 

 

 

 

 

Sung Yeol estaciono su moto frente a la panadería, maldiciendo mientras se quitaba el casco. Jongin estaba de pie fuera de la panadería hablando por su teléfono.

 

Había evitado al alfa en cada oportunidad que podía. Estaba agradecido con el hombre por dejar que él y los otros hombres se quedaran en la casa Manchester, pero el tipo todavía era un lobo.

 

Él sabía que no podía mandar a volar a Jongin, no como lo hizo con otros lobos, no había entrado en contacto con ningún lobo. Sung Yeol odiaba a los lobos, pero no era idiota sabía cuándo morderse la lengua y sonreír.

 

Cuando Sung Yeol se acercaba a la panadería, Jongin termino su llamada, deslizo su celular dentro de su chaqueta. Sung Yeol pasó junto a él, sin decir una palabra llegando a la puerta de Dulce Deleite.

 

‘‘A veces no consigues lo que quieres, pero si lo que necesitas’‘

 

Sung Yeol se volvió hacia Jongin frunciendo el ceño, sintiéndose un poco confundido ¿De qué demonios hablaba el tipo? ¿Hablaba de las donas?

Los ojos gris claro se llenaron de diversión y si Sung Yeol los examinaba de cerca…comprensión. Pero eso no podía ser porque ningún lobo vivo entendía porque Sung Yeol era como era. Sintió su ira subir, pero la empujo de nuevo hacia abajo.

 

Hacer enfadar a Jongin no estaba en su lista de tareas. Kim Sung Yeol no era un cobarde, pero tampoco era estúpido. En lugar de dejar que sus sentimientos se metieran en el camino, él sonrió al hombre.

 

‘‘¿La panadería jodió tu orden?’‘ Pregunto, realmente no le interesaba repuesta, pero sabía que alejarse de Jongin cuando hablaba no era lo más sabio.

 

La boca de Jongin se curvo mientras se alejada en dirección a su Harley. Sung Yeol se quedó allí por un momento, preguntándose exactamente de que había estado hablando el hombre. Odiaba los enigmas y más odiaba estar confundido.

 

Jongin se puso sus gafas, mientras giraba su cabeza hacia Sung Yeol, su cabello negro se balanceaba sobre su nuca.

 

‘‘No dejes pasar la oportunidad. Va a ser el peor error de tu vida.’‘ La moto volvió a la vida, mientras Jongin se alejaba del estacionamiento y se perdía en el tráfico.

 

Sung Yeol quedo allí parado, escuchando como el ruido de la moto se desvanecía, con una sensación extraña en la cabeza. Él sabía que no podría entender al alfa cuando hablaba, así que se resignó al que el enigma quedaría sin respuestas.

 

Él no se movió hasta que un cliente intento salir de la panadería, Sung Yeol le bloqueaba el camino. Él le sonrió a la mujer policía antes de moverse, y dejar salir a la persona antes de entrar él, al instante sintió el olor de azúcar, mantequilla derretida y miel. Su estómago gruño, pero él sabía que las donas no eran algo que lo podría llenar.

 

Aún tenía tiempo, tal vez se detendría por ahí a comer un desayuno antes de ir al trabajo.

 

‘‘Maldita sea,’‘ dijo Cory desde atrás del largo aparador de cristal. ‘‘Simplemente me hiciste perder una apuesta.’‘ Sung Yeol le sonrió a su amigo ‘‘¿y que apuesta seria?’‘

‘‘Que no ibas a venir y conseguir las donas para los hermanos Wu.’‘ Cory río.

 

‘‘Lo que significa que Kisu gano’‘ Sung Yeol conjeturo de buen humor. ‘‘Él puede comprar la cena ya que es rico con este negocio’‘

 

Cory resoplo ‘‘perdí un dólar’‘.

 

Sung Yeol se echó a reír. ‘‘Eres una puta barata’‘.

 

Vio un par de jarras térmicas para café, junto con vasos de plástico y el azúcar. Ahora café era algo que podía usar. Dio en el blanco. Sung Yeol se acercó a la pequeña instalación, tomando un vaso lo lleno hasta el borde de café.

 

‘‘De acuerdo, necesito una docena de donas, si se cayeron al suelo….mejor aún.’‘ Le hizo un guiño a Cory, mientras abría un paquete de azúcar y lo vacío en el brebaje aromático. ‘‘no son para mí de todos modos.’‘

 

Cory arqueo las cejas haciendo sonreír de oreja a oreja a Sung Yeol. ‘‘No dejare caer las donas solo porque son para los lobos’‘

 

‘‘Bueno lo tenía que intentar’‘ revolviendo su café, tomando un sorbo antes de dirigirse hacia donde se encontraba Cory. ‘‘Ah, bueno dame una docena, así no tendré que escuchar a Kris.

 

Agarrando una caja plana de cartón, Cory empezó a armarla. ‘‘Debes estar cómodo con ellos. Has estado trabajando allí por más de un año. No puede decirme que no te gusta, al menos uno de ellos.’‘

 

Viendo las tenazas el cambia forma búfalo abrió la vitrina y comenzó a recoger las rosquillas, Sung Yeol ignoraría la declaración del hombre. Cory de todas las personas debería saber cómo Sung Yeol se sentía y el porqué de su ira. Su amigo podría llevarse bien con todos en la ciudad pero Sung Yeol no iba a ser indulgente- a pesar de que nadie en esta ciudad técnicamente hablando le había hecho mal. Cory lo miro atreves del cristal y dio un profundo suspiro.

 

Parecía que todos los hombres con los que vivía siguieron adelante con sus vidas, mientras Sung Yeol se sentía como si estuviera atrapado en el pasado, en un limbo que lo carcomía cada puto día. No era que quería vivir de esta manera. Pero no pudo superar el hecho que una manada de lobos había matado a sus padres y eso lo dejo marcado de por vida. Se negaba a olvidar las veces, cuando era un cachorro, se escapaba de unos lobos que no tenían nada mejor que hacer que molestar a un pequeño coyote.

 

Hubo una vez en su vida adulta cuando encontronazos con unos lobos, ellos trataron de que Sung Yeol pensara mejor las cosas.

 

No, Sung Yeol no iba a olvidar el pasado.

 

‘‘Respira’‘ dijo Cory mientras se enderezaba. ‘‘estamos teniendo una buena mañana ‘‘

 

Sung Yeol odiaba que su mañana se haya arruinado. Él no era como Aron y él no era amable como Cory. No era que Sung Yeol fuera un aguafiestas, pero cuando pensaba en las cosas que le habían pasado su sangre hervía.

 

Sung Yeol negó, mirando un estante lleno de pan recién horneado, tarando de controlar las riendas de su ira como lo había hecho la mayor parte de su vida, el empujo las emociones toxicas para el fondo de su ser y luego se volvió hacia Cory, señalando la caja en las manos del chico, y alejarse del tema de los lobos. ‘‘¿Está listo?’‘

 

Tomo un sorbo de su café, ignorando los ojos asesinos de Cory, con la esperanza del que el hombre abandonara el tema. Él sabía que le importaba al shifter búfalo, pero había algunas cosas que Sung Yeol no quería hablar.

‘‘Sip’‘ Cory cerró la tapa y dejo la caja sobre el mostrador. Sung Yeol le entrego los veinte que la noche anterior le dio su jefe. ‘‘El café va por la casa’‘

 

Sung Yeol sonrió, olvidando su enojo mientras le daba a Cory un guiño rápido, a la vez levantando el vaso. ‘‘¿me lo obsequias?’‘

Cory negó con la cabeza, pero Sung Yeol podía ver el humor en la expresión del hombre. ‘‘No te acostumbres. Ya que es la primera vez que pones un pie aquí, voy a dártelo de forma gratuita. La próxima vez vas a tener que pagar’‘

 

Sung Yeol una vez más se sintió culpable por nunca a ver ido a Dulce Deleite. Pero él no era de comer cosas dulces y siempre tenía que estar en el trabajo al amanecer, hecho un vistazo alrededor de la tienda, asintiendo con la cabeza en señal de aprobación. ‘‘Es un gran lugar el tienes aquí, Cory. Tú y Kisu lo han hecho bien.’‘

 

‘‘Vaya, gracias’‘ dijo Kisu mientras salía a la tienda desde una pequeña puerta a la derecha de Sung Yeol. ‘‘me alegro de ver que por fin vienes a ver el lugar’‘

A Sung Yeol le gustaba Kisu. A pesar de que el hombre era un vampiro, él era muy buena persona. Kisu fue el hombre más andrógino que Sung Yeol había conocido en su vida, pero eso solo añadía más a su carácter. El chico también gano un montón de puntos por la forma que trataba a Cory. Sung Yeol siempre los veía en casa, como se cuidaban el uno al otro, besándose y al diablo si no se veían felices.

 

‘‘Prueba’‘. Cory deslizo un trozo de pan con mantequilla en un plato de papel y se lo entrego a Sung Yeol. ‘‘sé que no te gusta lo dulce, pero el pan de acá es muy bueno’‘.

 

‘‘Eso es porque tuvimos mucha suerte con Woo Hyun y Myung Soo’‘ dijo Kisu. Sung Yeol no sabía de quien estaba hablando, pero el tomo el plato. El pan tenía un aspecto delicioso. Podía sentir el calor del plato y ver la manteca derretida, se le hizo agua la boca.

 

Antes de que pudiera tomar un bocado, un tipo con cabello y ojos marrón-avellana se acercó por detrás. Sung Yeol miro al hombre, pesando que malditamente lindo era el tipo. Sung Yeol sintió que su sangre comenzó a hervir a fuego lento y un cosquilleo recorrió su cuerpo cuando el hombre inclino su cabeza hacia un lado y le sonrió mostrando un lindo hoyuelo.

 

Sung Yeol se quedó congelado en el lugar cuando el hombre le guiño el ojo. Él le dio una risa baja. Le gusto que el hombre más pequeño tuviera tanta confianza para coquetear abiertamente. El chico delgado arqueo una ceja hacia Sung Yeol y vio un atisbo de diversión en esos fascinantes ojos color avellana.

 

‘‘Wow’‘ dijo Kisu casi rompiendo el hechizo. ‘‘Puedo sentir la atracción como un ente malditamente vivo’‘

 

Un escalofrió nervioso paso por el cuerpo de Sung Yeol. Puso el plato en la mesa, apreciando la maravillosa perfección del hombre- el realmente lo era, definitivamente lo era, infiernos, el realmente estaba- pero sobre todo porque el desconocido estaba tan concentrado en él. Sung Yeol se despertó al instante y eso era algo que nunca había sucedido. No instantáneamente.

 

‘‘Uh, Sung Yeol’‘ Cory comenzó a hacer un gesto con la mano delante de la cara de Sung Yeol ‘‘Myung Soo, mi panadero’‘

 

El hombre podía ser delgado, pero puro macho y estaba coqueteando con él. La sonrisa de Sung Yeol se amplió, mientras sentía como su libido se volvía loco. Dio un paso hacia adelante, dispuesto a pedirle al chico, cuando el sintió el olor de Myung Soo.

 

Sintió una roca caer sobre lo que estaba sintiendo, sus muros crecieron a su alrededor. Pero para su consternación, su pene estaba aún duro en sus pantalones.

 

Myung Soo era un maldito lobo Al parecer

¿Cómo podría haber sido atraído por- el vaso de café cayo de la mano Sung Yeol, mientras caía al suelo su aliento quedo atrapado en sus pulmones, un segundo y más potente aroma lo invadió.

 

‘‘Oh, mierda’‘ Cory dijo mientras empujaba a Myung Soo ‘‘vuelve a la cocina’‘

 

Un gruñido áspero rasgado salió de los labios de Sung Yeol mientras miraba amenazadoramente a su pareja. No había forma que el maldito destino le haya dado un maldito lobo. Tenía que haber un error, un enorme error.

 

‘‘Pero, ¿Por qué?’‘ Myung Soo miro de Cory a Sung Yeol, sus rubias cejas marrones juntas.

 

‘‘Porque él está a punto de atacarte’‘ Kisu dijo mientras sus ojos se abrieron y entro en el camino de Sung Yeol. ‘‘y no en el buen sentido’‘

 

Los ojos color avellana de Myung Soo se llenaron de desconcierto. ‘‘Pero él es mi pareja. ¿Pero que iba atacarme?’‘

 

‘‘¡Mierda!’‘ Cory maldijo en voz alta antes de literalmente recoger a Myung Soo y llevarlo a la cocina cuando Sung Yeol sentía como sus caninos descendían.

 

‘‘Ahora, Sung Yeol’‘ Kisu comenzó mientras sostenía sus manos hacia arriba. ‘‘No hagas nada precipitado’‘

 

Sung Yeol se dio la vuelta y le dio un puñetazo a la vitrina, con la rabia que lo llenaba rompió el vidrio grueso. No presto atención a la forma que su mano sangraba mientras asesinaba con la mirada la puerta de la cocina.

 

Arrebató la caja del mostrador, Sung Yeol se dirijo hacia la puerta y salió.

 

Él se alejó de la panadería y se apoyó en la tienda de motocicletas. Sung Yeol apoyo la cabeza en la pared levantando su vista al cielo sin nubes el soltó su ira y dejo que el conocimiento de que su compañero era un lobo lo golpeo.

 

Pensaba en el hoyuelo, esos grandes ojos de color avellana y en el cabello castaño corto. Su corazón empezó a doler al saber que Myung Soo era de esa misma raza que odiaba con fuerza ¿Por qué el destino le hacía esto?

 

A veces no consigues lo que quieres, pero si lo que necesitas. Ahora esas palabras tenían sentido para él. El alfa de alguna manera había sabido que Myung Soo era el compañero de Sung Yeol. No renunciar a él. Que va a ser el peor error de su vida.

 

Sacudiendo la cabeza, Sung Yeol miro sus pies, preguntándose si el alfa tenía razón. Él sabía lo raro que era encontrar a tu pareja. Pero parecía no poder superar el hecho que Myung Soo era un lobo. En el camino recordó que Myung Soo había sonreído fue como un golpe en el estómago para Sung Yeol.

 

Había sido la sonrisa más sexy que Sung Yeol jamás había visto.

 

Pero sería a última vez Sung Yeol vería esa sonrisa porque él no iba a ninguna parte cerca de ese hombre. Myung Soo era un lobo, los enemigos jurados de Sung Yeol, y él no iba hacer ninguna excepción.

Ni siquiera por su compañero.

 

 

continuara...

 


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