Debía admitirlo: estaba realmente nervioso desde que llegó ese mandato real desde el muy lejano reino de Yuei. Es decir, la capital era considerablemente lejana a su pueblo y la caballería no solía tener mucha acción a menos de que realmente fuera algo de vida o muerte. Pero ese no era el punto en esos momentos.Un joven de rizos verdosos y unos ojos tan esmeraldas como el mar, miraban intrigados ese pedazo de papel del cual dependía su futuro... Sus mejillas llenas de pecas, algunas gotas de sudor y un sonrojo causado por las ansias y el nerviosismo le jugaban malas pasadas.Hace al menos casi el año en que había mandado su solicitud para ser aceptado en la Caballería Real en la Capital y servir a su pueblo y región con honor, pero al ser de clase baja le era más que difícil el siquiera ser notado. Las primeras semanas fueron complejas pero con el tiempo se amansó el sentimiento de inquietud. Cuando fue llamado a los tres meses para presentarse en la capital y realizar las pruebas físicas apenas y pudo llegar (reiteramos que su pueblo es lejano y un caballo no era algo que pudiera tener como lujo) pero, entre los Caballeros presentes: Sir EraserHead guardaespaldas de su majestad el Rey, de los más influyentes y exigentes junto con Sir Eyenight, consejero del antes nombrado Rey... Nadie entendía como podía el soberano tener a tan lúgubres personas a su lado contrastando con su afable y agradable personalidad.Habían dejado a 10 finalistas para poder pasar a la ronda final de selección. Entre esos solo podía sentirse afortunado e intimidado: Eijirou Kirishima mejor conocido como el Noble de la capa Carmesí RedRiot y de cuna noble y parentezco con la familia real, resistente caballero especializado en defensa y ataque. Sero Hanta, parte de la familiaencargada de la protección a la familia real y nombrado Cellophane gracias a sus habilidades de espionaje y camuflaje. Aoyama Yuga, un noble pariente de la familia real y gran estratega, el aclamado: Twinkling debido a su llamativa capa de brillantina. Mashirao Ojiro parte del vasallaje de la familia real y noble por título nombrado: TailMan experto en artes marciales.Ellos eran los más emblemáticos y de clase noble entre los 10 finalistas... Los otros 5 eran simples y comunes personas parte de los pueblos y gremios de Yuei, y entre esos quedó él: Midoriya Izuku, hijo de simples comerciantes y sí, podía ser algo bueno con la espada (tenían que defenderse de bandidos) pero seguía siendo increíble el como había logrado entrar en el TOP 10. El mismísimo Rey estaba en la prueba, con su imperturbable sonrisa de oreja a oreja y esos azules ojos fijos en los 10 caballeros de su guardia.Suspiró bastante antes de tener el encuentro con otro de los jóvenes de la ronda, donde él fué el único campesino en quedar junto a los demás nobles. Posterior a las pruebas se les pidió volver y esperar respuesta. Y eso nos regresaba a la realidad, donde posterior a eso un joven Midoriya estaba a nada de sufrir un colapso por no querer abrir esa carta.Su madre había optado por dejarlo solo en la habitación que tenían que compartir para que pudiera tener la privacía suficiente. Su pobre pequeño había desarrollado problemas después de tener que mudarse del reino en el que vivían después de la muerte de su padre. Había perdido su único amigo y aunque era lo suficientemente malo con él en ocasiones, siempre le defendió de todo y todos. ¿Que si eso le dejó secuelas? Claro que sí, pero no era momento para que todo eso le afectara. Contuvo la respiración y abrió ese fino sobre sellado con cera. Leyó cada línea que le era presentada...Para la familia Midoriya:De la manera más cordial y en nombre de su majestad el rey All Migth, se nos complace el solicitar a la brevedad la presencia del ahora Lord Knight: Deku......Todo se detuvo y solo en ese momento pensó que debió de haber sido más racional al momento de seleccionar su mote en caso de quedar electo. No pudo evitarlo y gritó tanto como le fue posible, encontrándose en un mar de lágrimas de felicidad. ¡Lo habían elegido para ser un Caballero del rey! Ahora tenía un título y como un detalle del rey, eran bien recibidos en la ciudad él y su madre a vivir en las residencias de los Lords: La Villa Smash.Su madre había entrado casi con el corazón en la mano al escuchar gritar a su único hijo, pero la sorpresa de verlo guardando sus pertenencias en las pequeñas maletas que poseían, mirar como limpiaba sus ojos y su nariz, pero sonreía como jamás desde los eventos desafortunados de su vida eran la señal de que estaba por el buen camino.—¡Nos vamos a la Capital!- La pobre mujer no entendía nada —¡Ahora soy un Lord!- Y ahora eran dos personas llorando en aquella pequeña casa que tanto les había ayudado a huir de sus infortunios... Inko siempre fue una bella mujer que tras la muerte de su esposo no quedó de otra que cuidar a su pequeño, aunque en el camino se había descuidado e incluso perdido parte de ella, su hijo era la muestra de que no tenía nada de lo que lamentarse.—Mi Izuku es ahora todo un héroe para su madre...——Es mi turno de agradecerte todo lo que haz hecho por mí- De una habilidosa y veloz forma, sus pocos ropajes ya habían sido empacados por el joven. —Madre, nos iremos y ahora te daré una vida tranquila y llena de los lujos que antes papá te había colmado... Es mi momento de hacerte feliz——No hay mayor felicidad para mí que saberte a tí lleno de vida Izuku... Pero ¿Qué haremos con estas cosas?— Inko miraba su mercancía y sus pocos muebles. No tenían mucho, pero le preocupaba partir sin suficiente dinero o suficientes cosas porque después de todo, el viaje a la capital era de al menos días. —En la carta viene adjunto una licencia con el sello real para habitar uan nueva residencia en la Villa Smash——¡Por Dios Izuku! ¡La Villa Smash es hermosa!...- Inko se había llevado las manos al pecho —Es una villa resguardada por el bosque cercano al castillo y tiene bellísimas fincas para sus caballeros. Aún recuerdo cuando tu padre me llevó a visitar a sus compradores y pude ver todo eso... Tu padre estará muy orgulloso de ti cariño—No perdieron más el tiempo cuando salieron con lo poco que tenían y con sus vecinos y colindantes, comenzaron a ofertar y obsequiar lo poco que quedaba de mercancía. La gente primero que se les venía a la mente era que ambos habían terminado por enloquecer y esto era de la mejor forma de decirlo, pero: Inko era una persona tan realista y terrenal que, cuando su hijo le había dicho que deseaba pertenecer a la Caballería Real todos esperaban que le hiciera ver lo imposible que era si no pertenecía a la aristocracia o tenía algún matrimonio con una noble...Pero cuando les preguntaron y tanto el joven como la madre les dijeron que se irían, todos comenzaron a festejar y a comprar lo que tenían, tanto telas como artículos: Alguien de su pueblo, de su estatus era un Caballero. Todos les deseaban lo mejor y sabiendo lo honestos y honrados que eran, no aceptarían monedas por nada así que compraron todo y por parte del Gobernador del Pueblo, les fue obsequiado un caballo y una pequeña carreta para llevar sus pertencias.—Aquí comienza mi camino para ser un verdadero Caballero— Solo hasta ese momento, donde tenían sus pocas maletas en la carreta y un montón de sueños en la cabeza, partían madre e hijo de ese pequeño pueblo rumbo a la bella capital de Yuei....—Ya tienes 18 años, es tiempo de que vayas pensando seriamente en como y donde decidirás sea la fiesta de tu compromiso— Una pesada voz se escuchaba resonar en medio del enorme salon.—Tengo dos hermanos mayores que heredarán mucho mejor que yo- Una voz más queda pero que no por eso era menos firme, respondía ante lo mencionado —No tengo intención alguna de casarme y mucho menos de buscar una princesa que lo único que hará es estar enajenada en un Castillo— —La princesa Yaoyorosu es una princesa guerrera y tiene tu misma edad— —Asco el que me da pienses que mi mejor amiga se prestará para esto——DESDE SU NACIMIENTO SE DECIDIÓ QUE AMBOS CONTRAERÍAN NUPCIAS— El hombre delante suyo le hacía frente: esos asquerosos ojos llenos de recelo y de odio... Le doblaba casi el tamaño, con su cabello y barba rojizos, cubiertos como si llamaradas fuesen, mientras que se le veía con la mayor desaprobación posible.—Eso pasa por decidir cosas sin consultarlas...- Entre ese hombre, se veía claramente a un joven de extraño pero hermoso cabello bicolor, separado maravillosamente entre el platino y el carmín, enmarcando una heterocromática mirada en acero y aguamarina —Yaoyorosu y yo no sentimos nada el uno por el otro aparte de amistad——¿Tu crees que tu madre y yo nos amabamos?- Eso fué la gota que derramó el vaso. El joven Príncipe había desenfundado su espada y mágicamente esta era cubierta con hielo. Hielo que era detenido con una oleada de flamas provenientes del otro. —Tienes todos los defectos de ella... Sabía que jamás fue bueno dejarla cerca de tí——No pronuncies a mi madre con tu asquerosa boca——Como sea, la Princiesa Yaoyorosu vendrá por tí para que ambos partan juntos a la reunión anual de los nuevos caballeros del reino de Yuei... La escoltarás y regresarán juntos, por lo que espero tengas una mentalidad diferente. Al menos sus padres están poniendo de su parte para que su única heredera se case contigo y a su vez, su reino pasará a ser nuestro——No iré——No era pregunta... Es una orden de tu Rey, Endeavor.——Padre- Una hermosa chica de cabellos albinos y leves mechones rojizos se hincaba frente al soberano —Perdone a su hija y a su hijo por la insolencia, pero el joven Príncipe está exhausto después de su viaje por el Este... No encontrar al Rey de las tierras de Flamas, ha sido algo que ha demorado más tiempo del debido. Permita al joven Príncipe acudir con la Princesa, pero dele un poco más de tiempo para su desición——Fuyumi— La princesa del reino de Endeavor señor del Fuego, Fuyumi. Siempre preocupada por su hermano.—Si hubieras sido un hombre, serías el heredero ideal Fuyumi, y si tus hermanos no hubiesen fallecido al menos no tendríamos que lidiar con esto... Soy demasiado blando contigo: Shoto, tendrás solamente dos años más para poder decidir y fijar un compromiso, que si no es con la Princesa Yaoyorosu, deberás de buscar un reino tan prominente como el del Hierro y el Acero... Seguiremos centrados en encontrar al Rey de las Tierras de Flamas para obligarlo a unirse con nosotros o perecer— Antes de que el Príncipe pudiera decir algo más, la puerta del salón se abría dejando ver a una hermosa joven de cabello tan negro como el ébano y ojos tan profundos como la noche. Esta portaba una armadura de dos piezas, que cubrian su anatomía, pero una enorme capa rojiza le enmarcaba. Una enorme alabarda era portada en su espalda, y una espada a su izquierda. Esta se hincó, haciendo un ademán en el pecho y brindando un gesto con su cabeza.—Mi señor Endeavor, lamento presentarme en un Uniforme de guerra y no en ropas adecuadas... Lamentablemente mi reino tuvo un conflicto con el reino vecino y tuvimos que actuar...——Querida no tienes nada de lo que avergonzarte... Princesa Yaoyorosu, levanta tu cabeza hija mía.— La joven se levantaba, pero volvía a inclinarse al ver al Príncipe —Príncipe Todoroki, es un honor verle tan saludable como siempre——Lo mismo digo Yaoyorosu— —Lamento venir con traje de guerra, espero no te incomode que vayamos a la gala portando yo este traje——Yaoyorosu, sabes que— Apenas diría algo más el joven Príncipe cuando el rey volvía a meterse donde no le llamaban (obviamente a ojos del joven)—Una vez que lleguen a Yuei, Shoto le comprará lo que desee para la gala querida... Por favor, emprendan el viaje que esto es en diez días y de viaje son seis.——Gracias por su consideración su Majestad— Todos entendieron que el rey se retiraba y los dejaría... Cuando hubo pasado esto, el Príncipese acercaba a la joven para darle un enorme abrazo que más que cariño, se sentía lleno de desesperación.—Quiero irme y jamás volver——No pueden abandonar a tu hermana— Ahora el habla de la mujer no era tan dulce ni tan delicado, si no, fuerte y con autoridad.—Vamonos por favor——Todoroki... Mis padres ocasionaron el conflicto... Están presionando para que tengamos un compromiso real——...—Había demasiado en juego... Había poco que ganar y un todo que perder... Pero... Las mejores historias, de esas que prevalecen en la eternidad, no solo comenzaron con rosas y besos...
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