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Itachi siempre gana por Shirahoshi_Akira

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Notas del fanfic:

Los personajes son de Masashi Kishimoto Sensei


Itachi x Deidara

Notas del capitulo:

Este es un capítulo especial por el Día de San Valentín, algo retrasado pero dedicado a mis dos parejas favoritas de Naruto, el Itadei y el SasuNaru, espero les guste y les emocione tanto como a mí el escribirlo. ^^ 

Itachi siempre gana

 

 Deidara se encontraba dando vueltas en círculos, agitado y nervioso; la gente lo observaba preguntándose qué haría un chico tan joven a las afueras del condominio de la familia Uchiha y tan tarde en la noche, sobre todo teniendo en cuenta la fecha especial que se celebraba, era un 14 de febrero, todo el mundo convivía con sus familias, amigos y amantes; era un día especial para celebrar la amistad y el amor; el ver a un muchacho un tanto indeciso era una escena inquietante.

Respiro profundo y se dirigió a tocar el timbre sólo podía pensar en la frase “Itachi siempre gana”.

-

 Deidara era un chico divertido, espontáneo, malhumorado y sonriente, al contrario de Itachi quien era más reservado, tranquilo y serio por lo que a primera vista daba la imagen de ser muy presumido y antipático, impresiones que se llevó al conocerlo por primera vez. Con el paso de los meses lo conoció mejor y a pesar de que la mayor parte del tiempo intercambiaban muecas y palabras inadecuadas se sentía cómodo con el Uchiha; éste siempre lo aceptaba por quién es y eso lo hacía sentir libre.

Luego de algunos años de tratarlo, de estar junto a él, pudo darse cuenta de sus sentimientos, pensó mucho acerca de ello, enamorarse no estaba en sus planes y ni siquiera debería estar en su vocabulario, para él el amor era algo imposible, impensable y ciertamente cursi, pero ahora suspiraba en los momentos que lo veía, se sentía nervioso y ésas “mariposas” se hacían presentes en su estómago, de solo pensarlo podía sentir su piel erizarse.

Sospechaba que el azabache también sentía algo por él, bueno las miradas y atención que le dedicaba eran buenas señales, el Uchiha no era cercano a muchas personas y el ojiazul logró entrar en ésa minúscula lista con los que se relaciona.

Bien podía dejar que el otro declarara sus sentimientos primero, así podría evitar la vergüenza y dudas que experimentaba pero al hablar con sus amigos solo se inquietó aún más. Todavía recordaba la plática con ellos.

FLASH BACK

 Llegó a casa de Naruto, un rubio al que confundían siempre con él o con quien creían que compartía un vínculo sanguíneo; como esperaba Sasuke su novio también estaba ahí, era una versión pequeña de “su” Itachi, pero este no le caía muy bien, simpatizaban porque Naruto insistió, luego simplemente comenzaron a tener cosas en común y ahora el cariño por su hermano mayor también era una de ellas.

Al ver la oportunidad con simpleza lo soltó –Estoy enamorado de Itachi- Naruto escupió su galleta y Sasuke devolvió su bebida por la nariz, las reacciones no eran para menos, más que nada viniendo de su amigo rubio; él era bastante orgulloso y terco; en el pasado cuando alguien había confundido a los mayores como una pareja Deidara lo había negado rotundamente y terminado con ello ésa pequeña posibilidad.  Así que escucharlo ahora tan abiertamente era algo inesperado para ellos.

Con calma les contó de su atracción por el pelinegro y los cambios de humor que tenía cuando estaba presente y también los instintos asesinos que despertaba cuando Sakura e Ino iban por el único Uchiha que quedaba disponible. Naruto lo entendía así que dejo salir unas cuantas risas durante toda la explicación y Sasuke estaba muy sorprendido, escuchar al amigo explosivo de su novio expresar ésos sentimientos de amor y que tales fueran para su hermano le hacía tener otra perspectiva de él.

Cuando terminó de hablar y nadie opinaba nada gritó –¿Y? ¿Qué opinan? Digan algo- el silencio comenzaba a atormentarlo con la posibilidad de que creyeran que estaba mal o que él no lo merecía, pero pudo respirar aliviado cuando Naruto le respondió –A mí me parece una excelente idea, podríamos salir los cuatro, irnos de viaje, ir a promociones de restaurantes…- el pequeño rubio divagaba demasiado, suspirando dirigió sus ojos a Sasuke, en verdad necesitaba saber lo que pensaba, éste al darse cuenta comentó –Creo que está bien… bueno parece que en verdad te gusta y también pienso que Itachi siente algo por ti-, no podía creer lo que escuchaba -¿Por… por qué lo dices?- el otro le respondió –me he dado cuenta, pero hay un pequeño detalle …-  a lo que también Naruto asintió -¿Qué piensas hacer?, quería golpearse la cabeza en ése instante si estaba ahí era por consejo si supiera que hacer jamás hubiera ido allí en primer lugar.

-Eso no lo sé, pensé en esperar a que Itachi tomara la iniciativa-; sus amigos se miraron entre ellos, sabían que eso no iba a pasar, Sasuke comenzó a salir con Naruto porque éste lo buscaba y ciertamente gritaba su amor a los  cuatro vientos, cuando se dieron cuenta ya eran una pareja oficial y el azabache menor sabía que de no ser así él no se hubiera confesado aunque el amor que sentía por su novio era igual de intenso. Lo mismo podría ocurrir con Itachi y con el carácter de Deidara no lograrían estar juntos, pero pensaron que posiblemente había un poco de esperanza ya que fue el mismo rubio quien tocó a su puerta para decirles lo que sentía.

El ojiazul estaba dispuesto a dar el primer paso, el detalle era que aunque estaba decidido los nervios de no ser correspondido le impedían dejar su orgullo atrás; siempre se había mantenido como un hombre que no deja que nadie lo haga sentir inferior, era también muy independiente y  estar solo no le sabía mal.

Ellos tomaron la palabra y expresaron -¿Qué tanto quieres confesarte?- el rubio hizo una mueca por no entender la pregunta y ellos replantearon -¿quieres dar el primer paso tú o dejarás que Itachi lo haga?, ya sabes Itachi siempre gana-; “Ganar” que tenía que ver con lo que estaba sintiendo pero algo dentro del mayor se estaba encendiendo. Los otros continuaron –Si Itachi lo hace primero, él quedaría como el más valiente y arriesgado y no te dejaría olvidarlo, pero si tú lo haces primero lo cambia todo, podrás tener la dicha de hacerle ver que sin ti no hubieran podido estar juntos-, listo con solo eso habían despertado el espíritu competitivo del ojiazul y esperaban fuera suficiente.

La idea no sonaba mal, por fin podría estar a la altura del pelinegro y no era que él se sintiera menos o aceptara sus derrotas pero era evidente que quién recibía elogios y premios por su trabajo duro era el Uchiha, cuadro de honor, presidente estudiantil, ganador al mejor proyecto de ciencias, y la lista seguía, hasta en el arte, tal vez Itachi no era un gran escultor como él pero tocaba el piano como un ángel. La sola oportunidad de estar primero era quizá matar dos pájaros de un tiro. Quedarse con su amor y dar el primer paso. La pequeña pareja había logrado su cometido tenían al rubio mayor dónde lo querían ahora solo faltaba que en verdad lo llevara a cabo.

Pensó mucho en lo que le dijeron sus amigos y en la posibilidad de que el pelinegro lo amara, porque a pesar de todo Itachi le invitaba algunas bebidas y pasaba a recogerlo para ir a la escuela o más bien se lo topaba en el camino; y el día que tuvo un accidente con su arcilla le prestó su uniforme para poder cambiarse. Así que o Itachi sentía algo por él o simplemente estaba siendo amable, porque igual no podía negar que tenía atenciones con Kisame, Konan, Pain y otros compañeros; por muy seguro que estuviera de sí mismo sería egoísta de su parte pensar que con él era diferente, pero quería serlo, quería ser egoísta.

FIN DE FLASHBACK

 Había pasado un mes exactamente desde ésa plática y efectivamente todo seguía igual, Itachi no mostraba intenciones de confesarse; lo había notado un día en la cafetería, él estaba tomando algo ligero con Sasori e Itachi estaba caminando con Kisame, esperaba que los saludara o les comentara algo, para él de preferencia algo digno de una escena de celos pero nada, sin inmutarse como siempre.

Suspiró, lo malo es que cuando quería “odiarlo” otra vez, lo miraba y al encontrarse con ésos ojos negros todo se le olvidaba nuevamente. Tal vez le estaba dando demasiadas vueltas a un asunto que ya tenía respuesta Itachi no sentía nada por él y él solo se atormentaba con algo imposible; se estiró frente a Sasori y este imaginó que era lo que pasaba por la cabeza de su amigo, dio media vuelta a su cabeza observando hacia donde se dirigía el Uchiha y pudo darse cuenta que los miraba de reojo y ciertamente no se veía muy alegre, no entendía porque no podían ser sinceros, además de su orgullo claro está; sin decir nada solo siguió sorbiendo de la pajilla y con una risilla sabía que enojaría aún más a su compañero, triste que Deidara no se diera cuenta.

Estaba a punto de rendirse al llegar a la conclusión de que estar solo era algo bueno para él, podría dedicarse a sus esculturas, viajar a cualquier lugar, no tener un horario de llegada a casa, no tener compromisos, todo iría bien pero  no contaba  con la fecha que estaba por venir.

 La presión del Día de los enamorados le cayó como un balde de agua fría y las preguntas sobre si tenía a alguien especial, organizaría una fiesta o tendría citas comenzaban a atormentarle como si ésas cosas fueran las más importantes de mundo; pero lo peor fue el ver como el Uchiha recibía miles de chocolates, confesiones y cartas de amor, lo cual confirmaba una vez más su popularidad, una razón más para rendirse.

Iba a regresar a su casa y resignarse pero antes de quitarse de los casilleros se topó con el pelinegro; Itachi lo miró de arriba a abajo, se acercó un poco más como esperando algo y nada, era un momento verdaderamente incómodo, si Itachi tuviera el poder de atraparlo en un mundo paralelo y detener el tiempo lo describiría de ésa manera; no supo cómo reaccionar se quedó ahí sin hacer nada hasta que escuchó un bufido, trató de despedirse –Nos ve…- pero el azabache rápidamente se retiró, escena que no pasó desapercibida por Naruto y Sasuke.

Naruto y Sasuke se despidieron, el azabache menor intentó saludar a su hermano pero éste solo asintió con la cabeza, abrió el coche y apenas cerraron las puertas arrancó. Naruto aprovechó para acercarse a Deidara, sabía que su amigo estaba listo pero el miedo al futuro, a lo que pudiera pasar no lo dejaba avanzar.

Le dio una palmada en la espalda y se despidió simplemente diciendo –Ánimo-, ahí estaba él ése chico rubio que se había emparejado con alguien igual de orgulloso que Itachi y se veía feliz, tanto que en ocasiones lo envidiaba, de buena manera porque en verdad anhelaba ser querido por la persona que le gusta.

 Cuando llegó a su casa, recordó la última expresión en el rostro de Itachi, parecía que estaba desanimado y de todos los regalos que había recibido algunos los había comido, compartido a sus amigos, no tenía muchas cartas y muchas chicas aún nerviosas regresaban agradecidas con él por haberlas escuchado y darles nuevas esperanzas aunque no lo incluyeran, porque él ya tenía a alguien especial, pero eso  el rubio lo desconocía.

No entendía el motivo, estaba asustado, qué esperaba, que le diera chocolates, una carta… su mente se aclaró - Espera eso era…- el Uchiha quería su confesión enfrente de toda la escuela, quería que él se expusiera, para qué, para ser rechazado; -Aghhhh- gritó, su cabeza era un lío. Decidido se puso los zapatos y lo dejó al destino.

-

 Ahí frente a la puerta tocó el timbre, una, dos… y a la tercera se abrió con el mayor de los hermanos Uchiha frente a ella. Itachi se quedó un poco sorprendido de verlo ahí pero solo pudo mencionar –Si buscas a Naruto no está aquí, él y Sasuke salieron-

Eso puso más nervioso al rubio cómo decirle que con quien quería hablar era con él, pero ya estaba ahí y no había marcha atrás, él no era débil, él no estaba asustado y él podía ganar.

–Quiero hablar contigo-

-¿Sobre qué?- le respondió un tanto confuso pero por demás curioso.

-Solo ven- le invitó pero a sus oídos del pelinegro sonó más a una orden.

Aunque no estaba acostumbrado a ello no iba a negarse, no a algo que le pidiera dicho ojiazul.

En silencio se dirigieron a un pequeño parque, se podía ver durante su paso a una multitud de gente llevando regalos, restaurantes llenos y gente felizmente haciendo fila para alcanzar una mesa ésa noche, muchas luces y globos de colores, además de rosas rojas en cada esquina.

Deidara iba cabizbajo recordando las palabras que había repasado en su mente no una, no dos, ni tres veces, tantas que ya había perdido la cuenta pero eso no era impedimento para seguir dando pasos firmes y avanzar.

Itachi lo seguía al principio observando lo que ocurría a su alrededor pero luego su vista se fue a los pies frente a él y posteriormente a una cabellera rubia, sonrío, jamás pensó estar en este día con él e imaginó lo hermoso que sería compartirlo de verdad a su lado.

Muchos de sus amigos e incluyendo a su hermano le habían dicho que Deidara gustaba de él cuando notaron algunas miradas o atenciones que no eran para nadie más que el ojiazul; pero él nunca lo creyó, cada que se topaba con Deidara sentía que este se enfadaba sin razón alguna, le había dicho que lo odiaba abiertamente frente a toda la clase y no paraba de decir que lo superaría, que era su rival y aunque Sasuke y Naruto le insistieron no estaba seguro de querer dar el primer paso, muchos pensarían que como un Uchiha no le debería de importar los sentimientos del otro e imponerse o ser valiente y presuntuoso pero no era tan fácil, con Naruto era un amor correspondido y Sasuke era más fácil de leer que él, algo de lo cual estaba muy orgulloso porque era más abierto y sociable, algo que él había logrado con mucha practica; pero en su caso era diferente, se enfrentaba a alguien de su mismo carácter, con un fuerte temperamento y él no ser correspondido y ser odiado cada vez más por la persona que ama, no lo soportaría.

Sin embargo Itachi Uchiha era feliz solo por el hecho de contemplarlo, nunca había compartido alguna conversación personal con él y mucho menos profunda y en la mayoría de sus “conversaciones” siempre resaltaba la palabra “comadreja”. Cómo se enamoró entonces, pues se había enamorado de sus ojos, de su cabellera, de su carácter, de su arte, de todo lo que a él se refiere pero no se atrevía a decirlo en voz alta, muy pocos lo sabían o solamente lo descubrieron pero él nunca confirmó nada ni siquiera a su hermano menor; ése chico se había ganado su corazón y ahí estaba tras él esperando lo que podría ser una broma de mal gusto, una pelea injustificada o lo que se le pudiera ocurrir al chico explosivo que tenía de frente tal y como era costumbre durante las clases, pero aguantaría todo su odio solo para poder verlo.

Detuvo sus pasos cuando Deidara también lo hizo.

-Dei...-

Iba a volver a cuestionar el por qué se encontraban ahí, cuando Deidara gritó –No digas nada-

-No espero que comprendas pero tenía que decirlo, así que escucha bien porque solo lo diré una vez-

Itachi estaba expectante veía a Deidara temblar, nervioso e inclusive al girarse lo notó sonrojado.

El ojiazul continuó –Me gustas… Me gustas Uchiha, estoy enamorado de ti… me enamoré de tu estúpida sonrisa, de tu tonto cabello negro que recuerdo cada noche y de tus ojos que brillan tanto como las estrellas- Estaba siendo cursi, estaba dejando su orgullo atrás porque lo amaba porque sabía que no sería de ésa manera si fuera otra persona sino fuera Itachi –Me enamoré de mi mayor rival… lo siento… entiendo si me odias, si quieres alejarte de mí… si, si me rechazas… pero …- No podía más sus lágrimas estaban cayendo, estaba mostrando lo más frágil de su ser.

El Uchiha caminó despacio, no estaba seguro de lo que sus oídos habían escuchado, no estaba seguro de nada pero su corazón latía como si fuera a ser escuchado por todas las personas a su alrededor, se acercó cada vez más rápido a Deidara y lo tomó de las mejillas, buscó su mirada para conectarla con la suya y cuando descubrió en sus ojos que era verdad, que no mentía y eso no era una broma cruel, lo besó, besó sus mejillas, sus ojos azules, su frente en movimientos continuos y lloró, porque parecía un sueño, ellos dos en el Día de San Valentín, rodeados de flores besando a su primer amor; al concluir los besos le respondió –Yo también siento lo mismo… me gustas Deidara, me gustas mucho y nunca podría rechazarte-

-Dilo otra vez, por favor… Itachi-

El Uchiha sonrió complacido –Te amo… Deidara-

Oírle decir aquello, mencionar su nombre de manera informal, los besos recibidos, la declaración que confirmaba que lo amaba, era todo lo que necesitaba, no más dudas e inquietudes, ahora podía compartir los momentos felices de su vida con él, podía ver que Itachi igual había estado sufriendo, que había pensado en él tanto como él lo hizo y que sus amigos tenían razón solo era su orgullo lo que no les permitía estar juntos, que si lo hubiera dejado de lado tal vez hubieran estado juntos desde mucho antes, pero eso ya no importaba.

Importaba que Itachi lo amaba y él también; el mayor quiso probar más, con una mano tomó la cintura de Deidara y con la otra tomando su mejilla lo acercó a sus labios, eran suaves y dulces, tanto que al separarse un poco se relamió, acto que Deidara notó y sonrojó, lo acercó más y continuó el beso, Deidara correspondía de la misma manera moviendo sus labios y abriéndolos para dejar el paso libre a su ahora amante, el tiempo parecía detenerse una vez más pero ya no le molestaba es más si por ellos fuera congelarían aquél instante.

Al terminar de besarse, de sonreírse, abrazarse y mimarse, se tomaron de las manos y caminaron mezclándose entre los amantes y parejas de ésa noche.

Cuando llegaron a su destino Deidara estaba muy feliz, demasiado feliz para recordarle que gracias a él se habían podido confesar su amor, su sonrisa y ojos cristalinos eran la mayor prueba de todo lo que sentía en ése momento. Itachi tampoco se quedaba atrás en cada segundo aprovechaba para observarlo, detallarlo y recordarlo en su mente para siempre.

-

 Al día siguiente en la escuela, muchos los vieron llegar juntos, nada fuera de lo común hasta que Deidara tomó velozmente la mano del pelinegro y lo arrastró por todos los pasillos, no era para demostrar que ahora Itachi era suyo y él era de Itachi o tal vez sí, pero ahora ya no tendría miedo de mostrar sus sentimientos con los demás, de mostrarse enamorado, ahora solo disfrutaría lo momentos que de ahora en adelante compartiría a su lado.

Al enterarse Naruto y Sasuke corrieron al salón de los mayores y acecharon, la escena era casi imposible de creer pero ellos conocían la verdad, imaginaron que algo había pasado el 14 de febrero al ver la cara del Uchiha mayor al regresar de su encuentro con Deidara, dato provisto por Sasuke.

Los mayores al verlos solo saludaron y Deidara les hizo una señal de verse en el recreo, Itachi estaba un poco curioso de la reacción de los menores pero sabía que era una agradable sorpresa para ellos, podía imaginar la cantidad de citas que programarían los 4, los pases doble y retos de pareja que no podrían faltar, estaba algo avergonzado pero tener al ojiazul sonriendo frente a él, para él era lo mejor.

Tocando el timbre Deidara corrió a encontrarse con sus amigos, quiénes le esperaban con la pregunta -¿Y bien… se lo dijiste?...-

-Sí, me confesé, le dije que estaba enamorado de él- lo dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Eso no, bueno eso ya nos dimos cuenta, pero le dijiste que gracias a ti están juntos que esta vez tu ganaste-

La cara de Deidara era de no creerse, con toda la emoción eso nunca pasó por su mente, estaba demasiado concentrado en lo que Itachi le hacía y en ningún momento pudo mencionarlo.

-así que no lo hiciste- mencionó el azabache.

-Al parecer no, no pude… pero lo dejaré para algún momento oportuno, lo guardaré como mi arma secreta-

Veían a su amigo tan sonriente que no necesitaban nada más, ninguna explicación; lo abrazaron para despedirse cuando Itachi fue a buscarlo para su próxima clase.

Observaron a ambos retirarse mientras Itachi le tomaba la mano y se la besaba y Deidara sólo se sonrojaba por el gesto para después sujetar con más fuerza el agarre.

Sasuke los veía y dijo –Sabes Naruto, creo que de cualquier manera Itachi Uchiha siempre termina ganando-

Naruto tenía una gota en la cabeza –Creo que es verdad Teme- colocando ambos brazos en su nuca –Pero se ven muy felices sin importar qué-

-Lo sé… y… Gracias-

-¿Por qué?- Naruto respondió con incredulidad.

Sasuke sonrió para sí –Por haberte confesado y decirme que me amas no una, sino tantas veces necesité para corresponderte-

-Jeje Te amo Sasuke-

-Y yo a ti Naru… ¡Feliz San Valentín!-

FIN

Notas finales:

Hola otra vez!... personalmente me gustó como quedó la palabra FIN XD, pero no serán los ultimos capítulos de las historias de Naruto, espero continuar escribiendo de manera más constante.


Igual aprovecho este apartado para decirles que espero estén bien en los lugares donde se encuentren, con todo lo que está ocurriendo en el mundo, cuídense mucho:)


Gracias por tomarse el tiempo y pasarse a leer. 


Shirahoshi ^^


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