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Locura de Amor por kawai13

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Los personajes usados no me pertenecen, créditos respectivos a Marvel. Solo los uso para dar vida a mis historias locas historias 

El pequeño omega estaba moviendo los pies de adelante hacia atrás, las bancas del laboratorio de Bruce siempre le habían parecido demasiado grandes, pero en esta ocasión sentía que estaba sentado encima de una enorme montaña, ¿las sillas habían crecido? ¿Las habían cambiado por unas nuevas? O simplemente era la ansiedad por saber si finalmente la fórmula con la que había estado trabajando desde hace años por fin lograba cubrir el celo con unas cuantas semanas de ayuda de su Brucie Bear.

 

Anthony era un prodigio en la ingeniería, pero debía admitir que, aunque Bruce estudiara física nuclear, era también un genio en la genética y las castas.

 

Sus pies se seguían balanceando cuando el joven científico llegó con una jeringa en manos, sus ojos marrones también brillaban por el gran hallazgo que estaban logrando.

 

Sí, el era un genio en lo referente a las castas, pero no hubiera logrado tal descubrimiento sin la ayuda de Tony y los enormes avances que había traído bajo su brazo. Anthony era una pequeña esponja llena de anhelos por aprender y absorber toda la información que le sea brindada.

 

Ambos genios pensaban que sin el otro no lo hubieran logrado y ambos tenían toda la razón. Aunque habían cosas que aún faltaban por cambiar, a Bruce le preocupaban varios complementos que eran dañinos para el cuerpo del pequeño omega y lo que podría causar el suprimir el celo por un tiempo prolongado, pero Tony estaba ansioso por probarlo y sabía que los químicos adicionales no le harían daño al menor; eso y la insistencia del omega fueron lo que convencieron a Bruce de aceptar aplicarle este primer prototipo del supresor mejorado B-Stark.

 

Tony seguía trabajando en el nombre.

 

— ¿Estás listo Tony? — Preguntó mientras le quitaba las burbujas a la jeringa.

 

— Nací listo Brucie Bear — El motivo de la insistencia del menor por probar el prototipo era que su celo se acercaba, si sus cálculos no fallaban, y nunca lo hacían, le llegaría en un par de días.

 

Otro de sus puntos a favor, por el cual Bruce había aceptado que se probara el supresor mejorado en él, era también porque podrían ver los efectos directos con un celo cercano. Verían finalmente si funcionaba como lo esperaban, así como en sus pruebas, donde las hormonas eran reducidas o detenidas.

 

— Naciste para grandes cosas mi amigo. — Dijo el Beta sonriendo mientras dirigía la jeringa al brazo, ajustado con un torniquete elástico para luego ingresarle el líquido por la aguja directamente a la vena — Listo.

 

Tan simple, tan rápido. Tony miraba el pequeño puntito rojo en donde ahora Bruce apretaba un trozo de algodón y luego dirigió su mirada al pequeño plato metálico sobre la mesa donde se encontraba la jeringa.

 

Lo había hecho, tanto él como Bruce habían dado ese enorme paso. Cuando lograron la retracción casi total de las feromonas de celo en unas muestras de sangre hace un par de días, ambos dieron saltos y gritos por el laboratorio, bueno, el de los saltos fue solo Tony; y ahora, por fin lo estaban probando.

 

— Gracias Brucie bear. — Dijo por fin alzando su mirada.

 

El científico alzó sus ojos y se encontró con una sonrisa única, sin prepotencia, sin altanería, sin las defensas en alto. Solo un joven de 16 años enormemente agradecido.

 

— Sé que no te gusta la idea de probarlo directamente en mí, y que si alguno de los compuestos que usamos era mínimamente dañino, no te hubiera convencido, pero… Aún así no puedo evitar sentir que hemos hecho lo correcto.

 

El mayor solo asintió y se acercó al joven que en cualquier momento parecía que lloraría de alegría.  Anthony no devolvió el abrazo, pero recostó su cabeza en el hombro de su amigo.

 

— Se que si yo no aceptaba lo hubieras hecho a mis espaldas— susurró en son de broma con tintes de verdad. — Y prefiero tenerte a la mira por si cualquier cosa te afecta — El joven frunció el ceño — Aunque me hubiera gustado que me dieras tiempo para buscar un componente que reemplace el que te atrofia el olfato*

 

Se escuchó una pequeña risa de parte del omega y se alejó del pecho de su colega.

 

— Descuida Brucie, ya tendremos tiempo para eso.

 

El científico asintió y se sacó los guantes para votarlos en su pequeño tacho de basura metálico.

 

— Cualquier síntoma que tengas, por mínimo que sea, me avisas, ¿entendido Tones? — Preguntó el joven volviéndose a su compañero, que, aunque rodando los ojos asentía a la petición

 

— Exagerado — Dijo saltando de su silla y caminando a hacia su amigo para treparse a la espalda Bruce que estaba en camino a la salida. — Por cierto, me gusta mucho el apodo que me has puesto — Consiguió que el científico se agachara y el subirse a su espalda — ¿Qué significa Tones? — Muchos dirían que su comportamiento era muy infantil y Tony no iba a contradecirlos, pero no le importaba en lo más mínimo sus comentarios.

 

Bruce se rio mientras abría la puerta con el koala en su espalda.

 

— Tones. — Volvió a repetir, sintiendo como ahora el menor en su espalda se medio volteaba aun subido y se encargaba de cerrar la puerta — Es para personas como tú.

 

— Ya dímelo Brucie. — Dijo agitando un poco sus piernas. Aún no habían personas por los pasillos, por lo que no habría ningún superior para requintarle al menor que se bajara de la espalda de su compañero. — ¿Qué significa?

 

— Tones, para los preguntones — Dijo con una risa limpia, por esa broma tan antigua y de tan poca gracia.

 

— ¿¿Es enserio Brucie bear?? — Dijo riéndose y recostando su cabeza en el hombro derecho del mayor — No me esperaba algo tan simplón.

 

Ya casi llegando a la cafetería, bajó al menor y caminaron de forma calmada al interior, era una tranquila tarde de un martes, por lo que ambos disfrutarían un tiempo de calidad comiendo algún tentempié.

 

— Mi abuela decía que yo era muy preguntón de pequeño — Rememoró mientras miraban los postres servidos, a ver que se les antojaba — Y para muchas de ellas, las cuales no sabía como responderlas, me decía “Tones” y aunque yo ya supiera que significaba, le volvía a preguntar. ¿Qué es tones? — Anthony lo había vuelto a ver, notando la cálida mirada del joven científico al recordar a una persona tan querida.

 

— Tones, para los preguntones. — Concluyó Anthony con una sonrisa el también. — Me gusta mucho Brucie. — Afirmó viendo como el otro también correspondía.

 

Era un apodo bonito y con significado para Bruce y eso era todo lo que Anthony necesitaba para aceptarlo con suma alegría. Ojalá la boba de Peper también se hubiera trasladado de universidad con el para presentarle a Bruce. Sería el trío inseparable.

 

— Ve a buscar un sitio para nosotros, yo llevo los pedidos. — Bruce asintió y fue a buscar una mesa pequeña, el sabía que no había poder en el mundo que lograra que Tony lo dejara pagar sus propias cosas, era un genio millonario que le encantaba mimar a sus amigos.

 

— Primero iré a los servicios, vuelvo pronto.

 

El menor asintió un tanto distraído mientras pedía un pastel de moras y sus clásicas donas glaseadas con chispitas de colores.

 

Cuando se fue a la barra, para esperar su pedido como siempre, sintió algo que lo llenó de cólera. Una estruendosa y desubicada nalgada brindada por algún idiota, porque más que bruce no hablaba con casi nadie y solo con el no se enojaría por ello.

 

Volteó con el ceño fruncido. Mirando al mismo tarado que le hablaba con palabras degradantes y era seguido por su séquito de betas con cerebro atrofiado.

 

— Hola muñequito — Una sonrisa desagradable llenaba su rostro, mientras se acercaba de forma peligrosa al menor — Te dije que la próxima vez que nos viéramos, me las pagarías — Susurró con enojo entre sus palabras.

 

Agarró a Tony de los cabellos de forma calma pero suave ante la vista de los pocos comensales del local. Intentaba dirigir al menor a la salida sin armar mucho escándalo, emanando feromonas alfa para hacer sentir al omega intimidado y amenazado, pero Anthony no se dejó amedrentar.

 

— Quita tu puta y asquerosa mano de mi cabello, ahora mismo. — Sus pequeñas manos las acercó a la tosca extremidad en sus cabellos e intentó sacarla mientras se reusaba a caminar a donde lo direccionaba — Y aleja tu mierdosa presencia de mi vista si no quieres que te de una paliza.

 

El alfa perdió su calma y le gritó alterado, empujándolo al punto de casi derribarlo al piso

 

— ¡La pequeña mierda acá eres tú! — El par de comensales que comían calmadamente se dieron vuelta — Eres una porquería que no se da cuenta de su lugar. — Se acercó al omega con intenciones de golpearlo. — Y parece que tengo que hacerte recordar cual es.

 

Por la puerta de la cafetería entraba Steve, pues había acordado juntarse con sus amigos en el lugar en tan solo unos minutos y sintió la escena ante sus ojos como un deja vú que le hacía hervir la sangre.

 

¿Qué rayos pasa con ese hombre que siempre molesta de esa forma a nuestro omega?

 

Yo quiero saber ¿Por qué los encuentros con el desaparecido pequeño tienen que ser tan raros, tan problemáticos?

 

Y una mierda eso de problemáticos. Más problemas tenemos nosotros y lo sabes. Ahora salva a nuestro omega o déjame a mi controlar la situación

 

Steve despabiló de su sorpresa y se encaminó hasta la desagradable escena que se presentaba ante sus ojos. Pero bueno, de nuevo, su ayuda no fue requerida.

 

Antes de llegar, vio como el reloj del chico envolvía su mano y de esta salía como una pequeña luz de energía. Dejó al brabucón tirado en el piso medio electrocutado y medio inconsciente.

 

Tony caminó hacia él y puso un pie en el pecho del chico tirado en el piso.

 

— No te atrevas a volver a tocarme, idiota. — Susurró agachando un poco su cabeza — O no tendré piedad y te electrocutaré con la descarga exacta para detener tu corazón — Obviamente no haría eso, pero no estaba de más asustar al tonto tirado en el piso.

 

Sacó su caro zapato del chico y alzó la mirada encontrando a un estupefacto Steve que lo miraba a unos cuantos pasos de distancia.

 

— Te dije que podía cuidarme solo, ¿verdad, grandulón? — Le guiña un ojo y va donde una sorprendida empleada se ha quedado medio paralizada detrás de la barra con sus pedidos.

 

Voltea a ver las mesas y ve como Bruce entra por la puerta lateral derecha, y finalmente le indica a su amigo científico que agarre la mesa de la esquina, esa pequeña que siempre usan cuando esta casi vacío el local.

 

Steve siente su pecho llenarse de orgullo, su omega era inteligente, era autosuficiente y podía poner al piso a cualquier alfa que se pasará de listo, y mientras volvía a caminar hacia el omega, queriendo sí o sí hablar con él, el séquito de betas arrastraba al cuerpo semi inconsciente de su líder, estaban asustados y enojados con el pequeño.

 

— Tony — Dice su nombre con mayor fuerza mientras lo alcanza.

 

Bruce mira al enorme capitán del equipo de futbol americano acercarse a su pequeño amigo, y aunque los tamaños son tan diferentes, no puede evitar sentir un aura de calma en el menor, como si sintiera que esa enorme mole no podría ni dañar a una mosca.

 

— ¿De nuevo persiguiéndome grandulón? — Dijo con una sonrisa de medio lado, ya al costado de la mesa que iba a usar con Bruce

 

Siempre te voy a seguir,mi omega.

 

El futbolista se sonrojó un poco y asintió ante la observación del menor. — Yo quería saber si te quieres sentar conmigo y mis compañeros a almorzar.

 

Anthony pudo apreciar nuevamente esa enorme sonrisa de Colgate* y observó el comedor casi vacío de comensales, las pocas personas que estaban ahí, habían dejado de prestarle atención cuando los betas terminaron de arrastrar el cuerpo por todo el piso del comedor hasta la salida. Volvió su mirada hacia el gran chico con una ceja enarcada.

 

— ¿Y dónde están tus amigos? — Inquirió con gracia, las pocas veces que había visto al grandulón vagar, no lo había visto con ninguna de esas personas sentadas.

 

Steve se dio vuelta viendo si alguno de sus amigos había llegado y como por arte de magia y milagro divino, tanto Bucky como Sam entraban haciendo ruido. Suspiró agradecido antes de responder.

 

— Están llegando recién, aún es temprano. — Dijo mientras alzaba la mano para saludar a sus amigos y les señalaba que fueran a la mesa de siempre.

 

Tony miró todas las acciones de forma inquisitiva y volteando a ver a su Science bro, sonrió de forma maquiavélica. Bruce era muy tímido y debía hacer que socializara un poco más.

 

— Hoy estás de suerte campeón — susurró mientras agarraba nuevamente la bosa con las donas y ponía en las manos de estupefacto Bruce el plato con la rica tarta. — Vamos a conocer a tus postes andantes que denominas amigos.

 

Steve asiente feliz, sin importarle la presencia de Bruce, su amiga Natasha fácilmente iba a llegar en unos cuantos minutos y ambos podrían concentrarse en los dueños de sus suspiros.

 

Sus amigos fueron llegando poco a poco y conociendo de manera oficial al pequeño genio omega de la universidad, aquel que, con su boca llena de sarcasmo y una sonrisa coqueta, se estaba ganando poco a poco el corazón de un rubio capitán.

 

Recién eran las 11:30 de la mañana por lo que algunos se pidieron unos postres como el menor y otros simplemente esperaron a que sea la hora de almuerzo, no había mucha gente en la universidad. Siendo semana de parciales. La mayoría solo asistía a sus clases para rendir un examen y se retiraban a casa estresados para seguir estudiando y pasar de milagro el siguiente.

 

Los que pertenecían a algún equipo deportivo, aun en exámenes, tenían entrenamiento casi todos los días, por lo que de todas maneras iban a la universidad y en el caso de Bruce y Tony, eran tan inteligentes que unos simples exámenes no los preocupaban.

 

— ¿Enserio tienes 16? — Preguntó un sorprendido gigantón rubio, sí, era más grande que Steve. Anthony solo asintió a la atenta mirada de la gente en la ahora atiborrada mesa — Dios me libre de los omegas inteligentes. — Terminó de decir Thor ante las risas de sus amigos.

 

— ¿Cómo? — Preguntó un poco indignado el pequeño omega. ¿Acaso lo estaba subestimando?

 

— Tranquilo pequeño — Dijo Sam con una sonrisa amigable mientras le daba palmadas a la enorme espalda de Thor, — Lo que pasa es que este grandulón acá presente, tiene un hermanito omega también — Thor agarró su malteada, medio enfurruñado, viendo como sus amigos empezaban a sonreír aguantándose las carcajadas — Tiene creo que 18 o 19 y maneja a Thor como un muñequito de trapo. — Un par de risas se escucharon salir de la boca de Bucky y de Scott

 

— “Omega inteligente, mangonea a Alfa torpe” es lo que siempre me dice — Terminó de contar el rubio en un suspiro resignado. — Se llama Loki y apuesto que si lo junto contigo serían muy amigos, ambos tienen una lengua muy peligrosa.

 

La charla siguió, con un Bruce que intentaba alejarse discretamente de los toques de Natasha a su costado y Tony siendo observado de forma intensa por parte de Steve. El rubio capitán no podría estar más encandilado con el menor. Era coqueto, inteligente, hermoso, astuto y el revoloteo de sus pestañas sí que lo traía medio loco; lo único que le extrañaba, era el hecho de que el olor del omega, aunque estuviera a su costado, era muy sutil y leve. La canela en su aroma, era delicioso, pero muy suave.

 

La mirada constante del capitán por fin llamó la atención del joven castaño y cuando se encontró con esos ojos azules, Steve solo pudo sonreír ante la atención que se había ganado. Anthony no hizo más que sonrojarse y mirar hacia un costado. El bobo rubio era guapo y debía de admitirlo al menos para si mismo.

 

— Yo propongo que, por la llegada del cachorro Tony a nuestro grupo, tengamos una salida tranquila. — Tony miró enojado al rubio parlanchín, era joven pero tampoco era un cachorro, pero antes de que pudiera discutir eso. Muchas voces animadas saltaron dando la aprobación a la idea.

 

— Podríamos ir al cine — Propuso Natasha, acercándose un poco más al tímido científico. La idea de tenerlo de nuevo a su costado, en un lugar oscuro, le llamaba mucho la atención.

 

Muchos aceptaron, con la esperanza de ver una película de estreno, sería una forma de relajarse después de una semana pesada, tanto en exámenes como en entrenamientos.

 

— Podría ser el jueves— habló Scott mientras comía lo último de sus tallarines al pesto, habían pasado más de una hora charlando — Hay que aprovechar que el entrenador ha cancelado las prácticas.

 

A muchos les gustó esa idea, casi todos salían temprano y era un feriado largo después de una cansada semana de exámenes, era una buena forma de relajarse o simplemente resignarse a una mala nota en el examen.

 

— Yo no podría en jueves chicos. — Dijo un tanto apenado Steve.

 

— ¿Por qué? — Tony lo miró intrigado, por lo que había comentado, la última clase de Steve ese día, o su último examen, culminaba a las dos como máximo, eso lo había mencionado hace solo unos minutos.

 

Tony también acababa a las dos de la tarde los jueves, pero en esa materia ya había dado examen el lunes por lo que su jueves acababa a las once de la mañana.

 

— Yo tampoco podría el jueves chicos — dijo Natasha, ganándose la atención del resto y librando a Steve de responder una pregunta que no quería  — Ese día tengo un examen super fuerte a las 2 de la tarde y sé que me voy a amanecer, lo único que quiero después es tirarme a la cama y dormir como un oso.

 

Algunos estuvieron de acuerdo con Natasha, por lo que todos decidieron cambiar la fecha para un viernes por la tarde, almorzarían en algún restaurante de comida rápida y planearían que película ver para disfrutar de la tarde.

 

Steve se sintió tranquilo cuando olvidaron el tema, sabiendo que los jueves por la tarde tendría una consulta con su terapeuta como toda semana, volvió a fijar su mirada cuando el bullicio empezó de nuevo en la mesa, algunos se retiraban a sus clases, otros volvían a casa a estudiar y varios pertenecientes al equipo de Futbol americano se quedaron esperando las prácticas de la tarde a la noche.

 

Steve solo se quedó mirando nuevamente a Tony por el poco tiempo que quedaba de esa improvisada pero divertida reunión, ganándose uno que otro sonrojo de parte del menor.

 

Vamos bien Steve, pero él no es tan paciente como yo. Debes de apurarte.

 

Continuará…

Notas finales:

Nuevamente actualización traida con anticipación, gracias a:

  Yuuki Michaelis     En el Patreon ya se encuentra el cap 5 publicado, acá se publicará entre dos o tres semanas. EL capítulo 6 aparecerá en 15 días en Patreon    PATREON OFICIAL:    Para quienes deseen y puedan apoyar, acá el link:

https://www.patreon.com/Alexmoon13    

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