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Locura de Amor por kawai13

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Notas del capitulo:

Holis a todos, acá el capitulito que debía. XD Espero le guste, la cosa va avanzando y bueno comentario del cap abajo para no dar spoilers XD 

Disclaimer: Los personajes usados no me pertenecen, créditos respectivos a Marvel. Solo los uso para dar vida a historias de mi autoría.

 


*-*-*-* Locura de Amor*-*-*-*


Capítulo IX


La semana de exámenes ha acabado y aunque el joven Stark no había sufrido en desarrollar sus exámenes, exceptuando el del profesor Xavier, ahora mismo se encontraba agotado tanto emocional como físicamente. El supresor T-Stark aún necesitaba ser mejorado, ambos compañeros de ciencias iba a usar estas mini-vacaciones para poder ponerse manos a la obra con este medicamento, pero eso sería desde el día Lunes, que la institución volvía a abrir sus puertas para los pocos alumnos que pasaban sus vacaciones investigando.


Ahora Anthony se encuentra sentado en esa bonita heladería a la que había arrastrado a su atolondrado alfa hace solo unas semanas, frente suyo reposa una taza de café americano y se entretiene moviendo la pequeña cucharilla en su negra bebida.


Steve siempre era el primero en llegar, se podría decir que Tony era un poco tardón y olvidadizo, pero en esta ocasión no se había podido aguantar, había llegado con media hora de antelación y no le quedaba más que esperar.


Lanza otro suspiro mientras mira el exterior por las enormes ventanas del local, ignorando el bullicio de las parejas o el pequeño niño en una esquina de la heladería, se encuentra tan absorto en sus pensamientos que no se percata de la negra moto que estaciona frente al local, que un fuerte rubio bajando de ahí, no se percata de la presencia de Steve hasta que este le toca el hombro llamando su atención.


— Hola, bebé.


Anthony voltea y ve una curiosa sonrisa de lado en el rostro del alfa, el omega no puede hacer más que dar en respuesta un amago de sonrisa e indicarle que se siente frente a él.


Una bonita camarera beta, tan joven como Steve lo era, llegó trotando con el plastificado menú de un sola hoja. La muchacha sonrojada esperó paciente a que el atractivo hombre hiciera su pedido.


Anthony bufó ante el tonto comportamiento de la chica y simplemente volvió a revolver su café mientras esperaba que Steve pidiera de una vez por todas para tener un poco más de privacidad.


— Una dona, unas galletas de avena y un té de manzanilla — Anthony sabía que esa dona era para él.


La chica se fue trotando y dejó solos a la pareja nuevamente.


— Has pedido galletas de abuelo.


Anthony trata de hacer una broma, pero Steve, su tierno Stevie se encuentra mucho más serio de lo normal, solo alza una ceja con una media sonrisa en sus labios, es como si ambos supieran de lo que van a hablar, como si sintiera que ya no había marcha atrás en lo que estaba sucediendo.


— Tony, me dijiste que esperara — agarra la mano de su omega sobre la mesa y la aprieta firme pero suavemente entre su amplia palma— Ya acabaron lo exámenes, estoy aquí para que hablemos.


El joven omega lanza un suspiro, tal vez su tierno y sonriente Steve estuviera muy cansado por la semana de exámenes y aún así continuar con sus duros entrenamientos, tal vez él no era tan fatalista como Anthony lo era. Cuando el joven científico estaba por hablar, la bonita beta llega con una enorme sonrisa y el pedido de su pareja.


Anthony ve con satisfacción como la sonrisa se congela por un momento, para pasar de radiante a una incómoda y forzada, la beta había visto esas manos unidas y enlazadas. Solo le quedó servir los platos y retirarse dando un par de miradas adicionales a la mesa.


— Tienes su número en la servilleta — Dice entre divertido y molesto el omega.


Steve que había soltado las bonitas manos de su pareja para recoger su pedido y poner la dona frente a su omega mira con el ceño fruncido el lugar donde Anthony señala y alza la servilleta para corroborar sus palabras. El ceño rubio del alfa se frunce aún más y arruga esa servilleta con el número escrito votándola a un lado de la mesa, ninguno de los dos se da cuenta de la mirada desilusionada de la chica detrás del mostrador.


— No me interesa esa chica, Tony.


— Lo sé fortachón, “veremos si piensas lo mismo al final de nuestra charla” — Pensó la última parte, mordiéndose la lengua antes de que las palabras salieran.


— Hablemos — Acercó el pequeño plato con la redonda y bonita dona blanca con varias chispas de colores. Suavizar a su omega con dulces era algo que había aprendido en el poco tiempo de conocerse.


— No he cambiado de opinion en mis palabras — Dice el omega mirando la rica dona frente suyo. —No me voy a dejar marcar Steve.


El ceño del rubio vuelve a fruncirse, el que se encuentra ahora mismo es capitán y él no tenía la paciencia que Steve poseía, no cuando el tiempo parecía acabarse, él otro estaba cada vez más presente y lo descontrolaba severamente. Dando un par de respiraciones y tomando un trago de esa bebida caliente se aclara la garganta antes de hablar.


—Dejarte marcar es lo mejor, Tony, entiende.


— ¿Porqué sería lo mejor? — Tony baja la dona que estuvo a punto de morder, su tono de voz aumenta un par de decibelios —¿Para controlar tus celos tontos?


— No son tontos, tu no hueles al resto, pero hay estúpidos alfas rondándote con otras intenciones.


— Ja, y ¿bruce también me ve con sentimientos románticos? — Frunce los labios y alza una ceja, la burla impresa en sus palabra. — No trates de justificar tus tonterías.


— No me refería a Bruce...


— Por él fue que tuvimos la pelea, por él fue que te fuiste todo loco y furioso en el laboratorio y te tube que corretearte. No me digas que Bruce no está incluido en el paquete de celos, porque es una vil mentira.


— De acuerdo, de acuerdo. Me excedí en ese momento, pero... él estaba muy cerca — un bajo gruñido escapa de sus labios — Demasiado cerca.


— Te estás comportando como estúpido de nuevo y el ni siquiera se encuentra aquí.


—Deja de llamarme estúpido, Tony — el rubio se frota las cienes con dos dedos de cada mano, intentando alejar el dolor de cabeza que le estaba empezando.


— Estúpido, estúpido, celoso estúpido.


Si Capitán creía que él era el terco, se estaba equivocando. No conocía a Tony enojado y era mucho peor si él sabía que tenía la razón, porque así su enojo estaba completamente justificado y daba mayor rienda suelta a lo que decía.


— ¡Anthony!


El puño chocó contra la superficie lisa de la mesa. El joven omega más que asustado bufa cruzando los brazos y mirando para un lado, no era la primera pelea de pareja que tenían, pero generalmente estas se resolvían la misma tarde, con unas donas y un Steve consentidor, ahora parecía que ninguno de los dos daría su brazo a torcer.


— Es para protegerte — Vuelve a decir el rubio —No solo de los alfas, no solo por mis “estúpidos celos”, así dejas de una vez por todas de meterte malditos químicos en tu sistema.


No, esa no era la razón principal por la que Steve quería que el menor se dejara marcar, pero no perdía nada intentando agregar ese tema a su favor, la balanza se inclinaría un poco más hacia sus argumentos ¿verdad? Anthony también dudaba de que el rubio hubiera pensado en eso desde el principio, que su preocupación por su salud sea la razón principal.


— Si esos químicos — Empieza el menor —ya no fueran dañinos para mí. — el omega le da un trago a su ya frio café mientras lo mira directamente a los ojos — ¿Entonces ya no me insistirías en marcarme?


Aunque Anthony no creía que esa fuera la situación actual, nada perdía con preguntar, si de milagro la causa principal de que el alfa quiera marcarlo era la preocupación por su salud, solo debía esperar un par de meses más, Bruce y el eran unos malditos genios que podrían encontrar los cambios necesarios para seguir mejorando el supresor T-Stark, pero apenas terminó de hacer la pregunta, la determinación en esos azulados ojos menguó por un momento, delatándose.


Se escuchó un suspiro provenir de los labios del menor, resignado a que ese no fuera el caso, que su alfa no dejaría de insistir con marcarlo aún teniendo el supresor perfecto.


—No nos engañemos Steve, ambos sabemos que esa no sería la situación.


El alfa no le quedó mas que esquivar esa mirada, enojado de ser descubierto tan rápidamente. Amaba que su omega fuera un hermoso genio, pero en estas ocasiones, estaba jugando en su contra.


— Steve, si no puedes respetar mi decisión de esperar — El joven lanzó un suspiro intentando quitar el peso de las siguientes palabras de sus hombros —Entonces lo mejor sería que no sigamos juntos.


—No... no lo hagas, Anthony. — Capitán estaba perdiendo la maldita paciencia. — No acabes con esto.


— No puedo seguir contigo si me vas a seguir insistiendo en marcarme, simplemente no me puedo sentir seguro a tu lado.


— Sabes que a mi lado nadie se atrevería a hacerte daño, yo te protejo de todos.


— Menos de ti.


El silencio reinó por un momento, con el omega cabizbajo y el capitán perdiendo cada vez más los estribos al escuchar esas palabras. ¿Él era el que le causaba daño a su omega? Solo quería levantarse y tirar todas las sillas del establecimiento por los aires, quería gritar y gruñirle a cualquier que lo vea y está apunto de levantarse para hacer un escándalo cuando unas suaves feromonas del castaño junto con ese aroma a medicina incrustado le llegan a su olfato.


Su omega está triste.


Y él es el causante.


Capitán no puede manejar esa emoción, no sabe que hacer al respecto con su omega, por lo que sin darse cuenta, pierde el control del cuerpo. Es Steve, con una mirada ahora suave y dolida el que aprecia el actual panorama.


Mueve un poco la cabeza, despejándose de haber despertado de improvisto y en un lugar público; pero ese aroma, ese melancólico aroma es el que vuelve a llamar su atención, sabe lo que está pasando, vagamente escuchó lo que hablaron y sabía que se habían peleado en la semana de exámenes porque capitán le dejó un mensaje en el celular contándole que el omega no lo quería ver hasta después de los exámenes, que la marca fue el tema de discusión.


El rubio jugador de fútbol lanzó un suspiro al ver nuevamente al omega decaído y con la mirada fija en la dona, como si ambos supieran lo que iba a pasar y no quisieran ser el que diera fin a todo, una cosa eran palabras, otra acciones.


Steve no tenía problema con esperar, también consideraba que su omega era muy joven, que la relación recién estaba iniciando, pero el maldito capitán, era demasiado insistente y Steve no entendía porque, no cuando en su mayoría han estado de acuerdo en casi todo, algo pasaba y Steve tenía que descubrirlo.


Sintiendo que tal vez no pueda mantener mucho más el control estando en presencia del omega, Steve pasa pesadamente sus manos por su cabellera y solo le queda agarrar con suavidad esa pequeña mano que jugueteaba con la dona, hay un poco de dulce en sus dedos y aunque en otra ocasión los hubiera lamido de forma juguetona, ahora solo puede acariciar el dorso de esa bella mano, apreciando la hermosa piel canela a su alcance.


Su cabeza le duele, y su respiración se vuelve un poco pesada, debe apurarse, sin decir realmente una palabra y teniendo al omega mirándolo atentamente, alza esa mano y baja sus labios al encuentro de esa dulce dermis acanelada, no necesitan palabras para entender que es una despedida, y el beso casi eterno tiene sabor a separación.


— Hasta luego, bebé. —Dice suave y ligero.


Anthony encuentra esa dulzura y delicadeza que pensó perdidas en los ojos azules y cuando el rubio se levanta solo quiere perseguirlo, pero lo único que hace es alzar su mano unos cuantos segundos, anhelando que su bonita relación no terminara de esa forma. Ve como Steve deja dinero en el mostrador y luego sale casi al trote del lugar, todo sin que Tony pudiera decir una maldita palabra.


— Mierda — Golpea la mesa con un puño — Mierda, mierda — Y luego oculta su mirada, es demasiado orgulloso para reconocer el escozor de sus ojos hasta que ya es un poco tarde.


Como todo maldito Stark, solo se limpia con el antebrazo los surcos de água salada en sus juveniles mejillas y mira con el ceño fruncido hacia cualquier otro lado que no fuera el lugar donde se había sentado el alfa. Sabiendo que había perdido a Steve.


“Hasta luego”


Esas fueron sus palabras, y aunque Tony no lo dijera en voz alta, esperaba que se cumplieran, que no fuera un hasta nunca, sino un hasta pronto.


*-*-*-* Locura de Amor*-*-*-*


Llegando a su casa, un cansado omega solo puede ignorar a su preocupado mayordomo y tirarse de cara a su acolchada y enorme cama.


— Joven Stark. — Llama dudoso el mayordomo


— Jarvis, prepárame una de esas ricas tartas de frambuesa que tan bien te salen — Susurra al momento de mover su cabeza para un lado. — Necesito mucho dulce en este momento de mi vida.


— Siempre necesita dulces, joven Stark.


Cada vez que Anthony se amanecía, tendía a buscar su energía tanto en litros de café como en cosas azucaradas.


— Ya fui a mi revisión médica Jarvs, no puedes prohibirme azúcar, me encuentro perfectamente bien.


El mayordomo, preocupado de que siendo tan joven consumiera tanta azúcar y pudiera padecer de diabetes, había llevado a su pequeño amo a que lo revisan, pero el se encontraba en un perfecto estado. En todo menos en su producción de feromonas. En todo lo que respectaba a su lado omega.


La familia Stark, estando al tanto de los supresores que el muchachito manejaba ya se encontraban informados sobre la situación, por lo que a Jarvis solo le quedó más que dar un suspiro ante la triunfante mirada del joven Stark, aún así le reduciría sutilmente el azúcar a sus postres.


— Entendido, joven. Prepararé una de esas tartas que desea. — Dio una pequeña reverencia al tirado omega en su cama y se dio la vuelta para ir en dirección a la cocina.


— Y una buena taza de café caliente Jarvs — Dijo en voz alta antes de que el mayordomo se retirara.


Una vez solo el omega volvió a hundir su rostro en la almohada y a patalear como le gustaba hacer cuando se encontraba solo.


— Mi alfa es un estúpido — Pero.... ¿seguía siendo su alfa?


Deprimiéndose a sí mismo rodó por la cama hasta estar boca arriba y sacó su celular del bolsillo de su pantalón, necesitaba llamar a su bonito peperoni andante y desahogarse un poco.


Pasando el tiempo y contándole lo que había conversado con Steve, como la incondicional amiga que era Pepper lo escuchó atentamente, pidiendo que el omega tuviera paciencia, que si bien Steve había hecho mal en insistirle en algo tan importante, ese hasta luego también significaba algo para ella.


Ella esperaba que el alfa se disculpara.


— “Y si no se disculpa Tony” — Su voz sale mediante el teléfono — “Si no recapacita y se comporta como un tonto alfa, entonces es bueno que ya no sigan. Eres un omega muy guapo e inteligente que cualquiera quisiera tener en su vida.”


— Pops, siento que me estás coqueteando


— “Oh cállate, Tones.”


Tony se sentía más tranquilo de haber podido hablar con su amiga, de desahogarse y que alguien le dijera lo valioso que era, por que sí. Anthony Edward Stark era un omega muy valioso que le podría dar una patada tanto intelectual como física a cualquier estúpido alfa.


Cuando se iba a poner a hablar con su amiga de más cosas cotidianas y mundanas, de su teléfono sonó el tono de llamada. Extrañado volteó la mirada viendo un número completamente desconocido para él.


— Pops, te tengo que cortar, en un rato te vuelvo a llamar.


Escuchando suave “ajam” de la chica colgó y rápidamente respondió la llamada entrante.


— “¿Joven Stark?”


Tony se reincorporó en la cama, alzando su cuerpo y apoyándose en el respaldar de su cama, no reconocía el número y aunque la voz le parecía conocida, no podía recordar de un momento a otro quien era.


— Sí, con el habla. — Respondió — ¿Quién se encuentra llamándome?


Una bonita risa divertida se escuchó y Anthony finalmente reconoció esa voz y alegría impregnada en las palabras.


—”Lamento molestarlo joven Stark, le habla Charles Xavier, su profesor de biomimética avanzada.”


— Oh... sí, sí disculpe. —Stark seguía admirando mucho al omega, su tono arrogante generalmente se iba en su presencia.


Ese omega destilaba mucha bondad con los buenos estudiantes, los responsables, pero con el resto, con aquellos que no estudiaban o hacían sus deberes, la mirada helada era lo que recibían de Charles, diciéndoles que si no se iba a esforzar mejor se retiraran del curso a menos que quisieran tener una nota desaprobatoria en su expediente.


— “No se preocupe, le llamaba para ofrecerle una oportunidad de participar en un concurso internacional” — Anthony se puso alerta de inmediato — “Es de mis mejores alumnos y creo que tiene la capacidad de incluso ganar el premio mayor. Yo lo estaría asesorando y lo que decida presentar será decisión suya. ¿Qué le parece?”


El corazón del omega se aceleró de la emoción, reconocimiento, participación en un concurso internacional bajo el yugo de uno de sus ejemplos a seguir, era como un maldito sueño hecho realidad.


— Me... me encantaría profesor Xavier.


Escuchó otra risa del contrario antes de que le respondieran nuevamente.


— “Perfecto, entonces le estoy mandando a su correo la información del concurso y coordinaremos una fecha para la primera reunión para los próximos días antes de que las festividades empiecen, ¿Está de acuerdo?”


— Me parece genial, si, claro que sí.


Después de un par de despedidas más medio aturdido aún, el joven omega escuchó finalmente el tono de llamada concluida y se tiró a la cama pero ahora a dar vueltas de la emoción.


Así fue como lo encontró su fiel mayordomo, dando un ligero suspiro de calma al ver a su joven amo nuevamente animado.


— Jarvs, tengo buenas noticias.


El omega no se pudo contener y le contó de todo al calmado mayordomo que asentía con una sonrisa mientras servía el platillo y el café en el escritorio del menor. El también se encontraba muy feliz de este logro, el omega había participado en cientos de concursos, pero en la mayoría lo denigraban y menospreciaban su trabajo por su casta y Stark odiaba que su padre se metiera en ese tipo de injusticias, porque eso solo daba pie a que otros hablaran de como usaba el poder de su padre para ganar los premios.


Ahora, era diferente, tendría el apoyo de un prestigioso científico, galardonado con diversos premios en su campo de investigación y era un mérito que se había ganado por sí mismo. Claro que Jarvis iba a estar feliz y orgulloso por el cachorro Stark.


— Me alegro mucho por usted, joven.


Anthony lo miró con los ojos brillosos llenos de esperanza, apreciando esa suave sonrisa en su segundo padre. Pensando que no todo había sido malo en este inicio de vacaciones.


— Yo también Jarvs.


Continuará...


 

Notas finales:

Agradecimientos especiales a:

Lisseth Jaramillo - Yuukie Michaelis - Xochilt Oda

Natta Cb - Elizabeth - Constanza Avalos - Lakamilaxdzdd

Nos duró poquito la parejita :,v, pero ya lo tenía planeado así. UwU a mi me gustó mucho este capo debido a que veo a un Tony bebé emocionado por lograr sus metas, aunque el inicio fue agridulce, el final tiene ese toque de esperanza a un buen futuro. 

Fechas de Actualización: 

Plataformas públicas
Domingo 29 de Agosto - Capítulo 10

Patre0n
Miércoles 11 de Agosto - Capítulo 13
Miércoles 18 de Agosto - Capítulo 14

 

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Nos leemos pronto

 


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