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Creando Arte por Shirahoshi_Akira

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Notas del fanfic:

Feliz Día Mundial del Arte, espero encuentren el capítulo entretenido. 

Notas del capitulo:

Los personajes son de Masashi Kishimoto Sensei

Itachi x Deidara

Colores Primarios


 El púrpura es uno de los colores secundarios más difíciles de elaborar, si usas mucho azul se vuelve un color grisáceo y opaco, si usas mayor cantidad de rojo podría volverse café, por lo que se necesita un cierto equilibrio, el cual encontrarlo resulta en una tarea complicada más no imposible.


Así era la relación de Itachi y Deidara, complicada; si denomináramos a cada uno con un color primario, Deidara sería el azul como sus ojos en una mañana despejada e Itachi sería rojo como el destello que tiene su mirada al verlo frente a la luz del sol; ambos tan únicos, fuertes, y poderosos pero que contrastaban al mismo tiempo. Cuando se enfrentaban uno era capaz de sentir una tensión en el ambiente que te hacía aguantar la respiración y guardar silencio, la única salida sino querías verte envuelto en alguna pelea.


Se odiaban, todo el mundo lo sabía, el rubio lo había sentenciado frente a toda la escuela en cada oportunidad que se le presentaba, en cada encuentro, todo el mundo los conocía, los “seniors enemigos”; totalmente reconocibles ante todos los alumnos de grados inferiores, uno tan brillante como el sol, extrovertido, inquieto, quien estuviera en un rango de 10 metros escucharía su voz claramente y otro tan sombrío como la noche, tranquilo y apacible, pero aunque de pocas palabras sus gestos y posturas hablaban por él.


Continuamente compartían algunas amistades y se gastaban bromas, algunas traviesas y otras pesadas pero nada más, se burlaban del otro y la competencia era para ambos su principal motivación; lo más seguro es que su vida fuera la misma hasta dejar la universidad pero su camino estaba a punto de cambiar.


El suceso siguiente pudo ser otra burla más, una pelea, pero el destino les tenía preparado algo diferente y nuevo.


Era un día grandioso, las clases suplementarias iban a comenzar aquellas que eran de participación voluntaria y se expedían para que los estudiantes desarrollaran otras habilidades o bien mejoraran en las que les fueran más útiles en su rama de estudio. Por tal motivo un ojiazul estaba realmente feliz, el pelinegro lo notó al verlo caminar por la universidad con sus libros en la mano y esa escena lo hizo sonreír como si esperara que algo estuviese por ocurrir.


-


Llegó el momento de las clases extracurriculares casi en el último horario, al caminar por los pasillos Deidara observaba el atardecer, eran colores hermosos, naranjas y amarillos, lo que lo hizo sentirse ansioso, la pintura era nueva para él, siempre se había decantado por la escultura o las clases de cerámica y en una ocasión tomó un curso de ciencias, actividad que ahora hace a su arte muy fascinante, pero ahora su herramienta sería un pincel y él podría crear nuevos colores, representar paisajes y divertirse porque el arte le gustaba de muchas formas y lo hacía feliz.


A punto de entrar al salón para su desgracia su peor enemigo se encontraba pasando la puerta del mismo, el Uchiha ni siquiera intentó mirarlo, lo ignoró y pasó de largo mientras él solo podía verificar el nombre del aula al que estaba entrando, asomó su cabeza y verificó que efectivamente todos los materiales de Artes plásticas estaban ahí y que el pelinegro sin inmutarse tomaba un lugar cerca de la ventana, el lugar que quería para él.


Todo aquello despertó su furia, su enemigo estaba donde tendría lugar su materia favorita y por si fuera poco se sentaba en el lugar perfecto para él, no, no, no, eso no lo podía permitir.


Todos sabían de la afición de Deidara por crear cosas nuevas, por usar materiales nada habituales que terminaban en explosiones secuenciadas o expansivas, así que todos se preparaban física y mentalmente para asistir a ésa clase con su compañero, también estaban aquellos que habían estudiado con él y conocían a un Deidara completamente diferente, uno que durante esos 45 minutos estaba tranquilo, enfocado y si pudieran decir lo notaban alegre como un claro color azul cielo, capaz de transmitir paz y armonía, por eso una de sus mejores amistades eran Sasori y Konan con los que había trabajado de forma continua en variados proyectos artísticos.


Pero esto era una gran sorpresa, definitivamente nadie esperaba ver al Uchiha entrar en esta clase, una porque no era algo que necesitara, él siempre escogía materias que se relacionaban con números o leyes, ciertamente no lo consideraban un hombre creativo pero bueno era un Uchiha y podía hacer lo que quisiera; el problema ahora era cómo iba a reaccionar Deidara.


Cuando vieron al pelinegro pasar la puerta, centrarse en la habitación y caminar al fondo ocurrió lo que todos esperaban, escuchar el  grito del  rubio –¡¡¡Uchiihaaaa!!!- sabían que comenzaría otra batalla entre ellos y en terrenos que ciertamente Itachi nunca debió pisar; las miradas de los estudiantes no sabían si enfocarse en uno u otro por lo que se podían observar varios ojos ir de izquierda a derecha, esperando alguna señal para dejar  aquél lugar. Con paso rápido Deidara se dirigió a Itachi con una superioridad que se atribuía por hallarse y ser el mejor en esa clase; comenzó sus ataques verbales -Uchiha baaakaaa… ¿Cómo te atreves a entrar aquí?, ni siquiera puedes apreciar el verdadero arte, ni siquiera eres creativo, diferente, versátil, lárgate!- cuando acabó el otro mencionó - ¿Terminaste?, si es así, te pido que te retires a otra parte porque vine a quedarme y te demostraré que puedo ser igual de bueno que tú o bien mucho mejor que tú- lo había dicho de una forma tan altanera, autosuficiente que parecía que miraba por debajo del hombro a un pelirrubio aunque este estuviera parado justo delante de él.


Muchos estudiantes tenían miedo se preguntaban cuando las cosas empezarían a volar y que tan lejos estaba la puerta para huir de ahí; los gritos del menor no se hicieron faltar, el artista había declarado que jamás lo perdonaría, que lo superaría, que no merecía estar en ésa misma clase que él y que le demostraría la diferencia de nivel que los separaba. Itachi lo observaba pensaba en algún momento dónde lo hubiera visto así de enojado pero no lo encontró, lo que lo hizo repensar en su gran idea de tomar aquella optativa pero bueno era lo que quería ¿no?, ver al chico rubio enojado y fastidiado por su causa, no había tiempo de retractarse.


Antes de agravarse la situación apareció Anko, quien era la Sensei que se hacía cargo del taller, era alguien que era de cuidado y nada, nunca nada se le salía de las manos, era una de las más rudas de la escuela y aunque ahora dirigía esta clase también la podían encontrar en actividades de campamento y educación física. Al ver el alboroto le pidió a Deidara guardar silencio, el otro sólo pudo decir –Aaahhh- rascándose la cabeza en señal de fastidio; con todos sus corajes y alzando las piernas se dirigió a su asiento, reclinándolo un poco al sentarse en él.


Se acomodó del lado contrario del salón, pensando que de verdad el Uchiha aparecía cada vez para arruinar su día, sus clases, su vida entera; suspiró, volteó a su alrededor esperando encontrar a Sasori o a Konan pero no los vio, eso solo lo hacía aumentar su mal humor; estaba solo pero a pesar de que fuera una molestia su presencia no dejaría que eso afectara la hora más esperada de toda su mañana, nada le impediría hacer nuevas creaciones; tronó sus dedos y se dispuso a acomodar sus materiales.


Aunque Itachi pareció no inmutarse ante el malestar de su compañero la verdad es que pensó mucho sobre su decisión, pero no se retiró después de todo con premeditación había planeado inmiscuirse en ésa clase y demostrarle que él también era bueno, él también podía ser un gran  artista; pero tampoco se mentiría a sí mismo ya que más que nada lo hizo por llevarle la contraria a un impertinente ojiazul, estaba sentado justo enfrente del caballete de Deidara, así que continuaría con su misión, incomodarlo con su presencia el mayor tiempo que pudiera. 


-


Semanas atrás después de tanto escuchar como el rubio se expresaba ante los demás como el mejor Artista y que nadie se le comparaba y que ni siquiera un Uchiha sería capaz de superarlo o intentarlo, Itachi se dispuso a iniciar con su plan. Conocía de antemano la semana y el día que daría inicio la clase de Artes Plásticas del nuevo curso, no tuvo ningún problema para ingresar solo se requería hacer un pequeño test con los conocimientos básicos; sabía que  sin duda se inscribirían Sasori, Konan y por supuesto Deidara; habló con Kisame de su plan y a pesar de que no se mostró muy de acuerdo, Itachi era su amigo  y podía darse cuenta que molestar y pelear con el rubio ya era parte de su día a día también podía percatarse que no le era desagradable del todo y hasta cierto punto era una diversión para él.


Cuando iba a anotar su nombre en la lista lo hizo con antelación así al menos su enemigo estaría prevenido pero no esperaba que ni siquiera se hubiera dado cuenta de ello; pero era inevitable, imaginó que Deidara no esperaría que entrara después de que le hubiera dicho que no conocía nada sobre el arte, que era indigno y quien sabe cuántas cosas más que ya ni siquiera recordaba, sin embargo ahí estaba, le demostraría al rubio explosivo que estaba equivocado y le haría tragarse sus palabras cuando él, Itachi Uchiha se convirtiera en el mejor alumno de esa clase.

Notas finales:

Al principio solo tenía escrito un breve One-shot sobre una anécdota en un salón de clases y un pequeño desastre causado por nuestros dos protagonistas pero al retomar el texto más páginas se fueron anexando y bien, decidí mejor dividirlo en 2 partes, así que habrá una continuación, espero que les guste.


Shirahoshi ^^


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