Se mucho sobre negocios en este mundo en él cual solo se maneja con el dinero, no sé nada de política y la verdad no estoy interesado en ello. Pero gracias a mi profesión me veo muy involucrado en ella, tengo mi propia empresa de seguridad privada y a decir verdad mi empresa era la más cotizada en este ramo. Jamás hemos fallado con algún cliente, jamás eh perdido alguno de los políticos que nos han contratado. Eh más puedo decir que incluso la casa blanca ah legado a contratar los servicios. Así somos de importantes.
Todos los días hay noticias de atentados contra piloticos alguno mueren otros viven, unos son buenos y otros son malos. Algunos son intachables y otros esconden hasta el más trapo sucio entre esos los mismos trapos sucios de su familia.
Un día recibí un mensaje de un viejo conocido trayendo de vuelta mi pasado, que siendo honesto tuve un pasado bastante interesante. El mensaje decía que requería mi ayuda, que su hijo vivía en Nueva York desde hacía cinco años y que estaba preocupado por su seguridad. No queriendo entrara más en el asunto le respondí que podía recomendarle otro agencia de seguridad. No tenía el tiempo para perderlo con algún niño de papi que se metiera en problemas, , pero no contaba con que jugaría su carta más fuerte enviándome una foto de él.
Una mirada inocente, ojos verdes, piel blanca y cabello castaño, un chico universitario que llego a vida y que no volvería a ser la misma a partir de ese momento.
*Ritsu*
Llevaba alrededor de veinte minutos esperando a mi mejor amigo a que terminara de cambiarse el uniforme del trabajo. Temía no llegar y alcanzar el último tres para poder llegar a mi casa y descansar. Al día siguiente tendría clases desde muy temprano y no quería faltar.
- Maldición Kisa ya tardaste demasiado y no quiero perder el último tren.
- Sabes que puedes quedarte en mi casa en caso de que no lleguemos a tiempo – respondió mi compañero – Por eso no debes preocuparte.
- ¿Y volver a escucharlos a ustedes dos teniendo sexo? No muchas gracias – respondí.
- Oh vamos solo fue una vez.
- Al menos han sido cinco veces las que ha ocurrido – respondo caminando junto con él a la salida – Deberías respetar cuando tienes vivitas en tu casa.
- ¿Cuantas veces me tengo disculpar?.
- Las que sean necesarias – escucho como suelta un suspiro y rio ante su acción – No pongas esa cara, pero ten en cuenta de que es incómodo escucharlos.
- ¿No has pensado en buscarte una pareja?. – dice mi amigo
- No – digo – No necesito ninguna pareja por el momento, solo quiero terminar mi carrera.
- Bueno no necesariamente debe de ser una pareja estable pero si un amigo sexual – tropiezo con mis propios pies al escucharlo decir esa ocurrencia – ¿Estas bien?.
- Como se te ocurre decir eso – reprocho – Sabes perfectamente que no puedo tener parejas
- Lo se Ritsu pero… ya han pasado varios años desde lo ocurrido y creo que ya va siendo hora de que empieces hacer tu vida de nuevo – miro a mi amigo y esta afligido – Sé que me dirás que no es algo fácil de superar pero quiero volver a ver a mi amigo sonreír, quiero ver nuevamente vida en tus ojos como antes
- Kisa por favor
- Está bien no tocare el tema pero ¿no crees que sería fantástico volverte a enamorar?
- Ya te dije que yo no creo en el amor
- Tu siempre creíste en el amor, solo que te cerraste a la idea después de eso
Guardo silencio dando a entender que dejaba cerrada esa platica.