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Lune Rouge por Condesa Sangrienta

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Ningún personaje es mío, todos son de la imaginación de  Kagami Takaya. 

Pareja: CrowleyxFerid.

Título: Lune rouge.

Resumen: «Hemos perdido lo que nos hacía humanos y al mismo tiempo animales. Y ahora solo experimentamos lo mundano de los humanos por simple capricho y aburrimiento»

Advertencia: Este fic tiene muchos datos sobre la novela «La historia del vampiro Mikaela», por lo tanto si no lo han leído propongo que lo hagan y si no lo encuentran, se los paso.

Sí dependiera de él jamás se hubiera acercado a Ferid Bathory, por lastima ese tipo de cosas no dependían de su persona. Pues Crowley conoce a Ferid y aun cuando lo creía  humano, sabía que ese sujeto extraño de sonrisa fascinante no le traería nada bueno. Nunca confiará en él, ya sea humano o vampiro, siempre es lo mismo. Pero ese personaje con intenciones desconocidas no quiere irse de la vida de Eusford, pues sigue junto a él siglo tras siglo, llamando su  «amigo amigo».

Sin duda alguna, Ferid Bathory es un ser bastante raro. Jamás le cuenta cosas acerca de él —o quizás sí, en un lenguaje que jamás entenderá— y dice cosas que son puras mentiras mezcladas de forma extraordinaria con la verdad. Haciendo difícil la tarea de saber si todo lo que sale de su boca es cierto o no. Aunque la mayoría de las veces su compañero de siglos decide solo sonreír —con su fea sonrisa— y no responder nada.

La mejor opción para él y el mundo que lo rodea es estar muy lejos —pero muy lejos— de Ferid Bathory, pues un hombre así no puede traer nada bueno.  Pero debe admitir que a pesar del enojo que sigue en él —de forma quizás más metafórica, puesto que él ya no puede sentir nada— estar con  Bathory resultaba divertido. Al principio las palabras de «La vida de un vampiro es muy aburrida», no fueron creídas, pues ese hombre no dice nada cierto, así que es muy difícil creer en él. Al pasar un tiempo se dio cuenta que estaba en lo correcto. Cada día se vuelve muy repetitivo y todo lo que sus ojos rojos ven es muy lento. Además, como no es necesario dormir, cada hora se pone insoportable. Así que su compañero no deseado intenta hacer que su eternidad juntos no sea tan aburrida, haciendo los pasatiempos más tontos y perturbantes que su mente retorcida puede pensar.

Lo malo de ello, era que al pasar los siglos, la manera de pasar el tiempo de Ferid cada vez se vuelve más rara —y eso es mucho decir cuando se habla de Bathory—. Ahora mismo lo que dijo el más viejo hace pensar al otro que Ferid ya perdió la cordura.

—Ferid-kun…

—¿Sí~, dime?

—¿Escuche bien? Quieres que nosotros...

—Pasemos el tiempo juntos —Interrumpió de forma alegre.

—Teniendo sexo.

—Aja. Escuchaste perfectamente.

Crowley pestañea un rato intentando ver alguna facción de Bathory que le demuestre que es una broma absurda y tonta como siempre lo es. Pero, además de la sonrisa alegre y torcida, no encuentra nada. Eusford en su interior sabe que esto no es más que una forma —rara, muy rara— de pasar el tiempo, pero no lo entiende. ¿Por qué Ferid Bathory quiere algo tan primitivo que solo los humanos disfrutan?

Levanta una ceja.   

—¿Para qué haríamos eso?

—Para pasar el tiempo, por supuesto. De hecho este último he visto a los humanos y sus diversiones. Ahora  había un montón de cosas nuevas, pero hay una que desde hace un tiempo sigue de moda y eso es el sexo. Es parte de su diversión y la verdad es que hasta casi nada no le prestaba atención, pero al ver las repeticiones de esos humanos, pensé que no sería malo intentarlo.

—¿Y por qué yo?

—¿Con quién más?

Algunas veces a Crowley se le olvida que es el único amigo —o persona que se le acerca a hablar bien— que tiene. La idea de Ferid es descabellada —más de lo común— y ahora mismo Eusford no quiere siquiera pensar en ese tema, puesto que no quería meterse con Ferid —a penas lo soporta, no quiere verlo metido en una cama junto a él—. Si es que se ponía a pensar no recordaba bien si es que él había experimentado el coito cuando era humano, había pasado tanto tiempo que… siquiera podía recordar algo, y hablar de experimentar eso en vampiro sería hacer una broma pesada. Se pregunta, por una milésima de segundo, si Ferid  cuando fue humano había probado el acto prohibido.  

Ahora mismo la cara de Ferid es alegre, levantando las manos de manera extravagante. Ni siquiera parece algo incómodo con la propuesta que le acaba de hacer.

Y Crowley, aún no está dispuesto a ceder.

—Búscate otra persona Ferid-kun. Yo no…

—¿No tienes curiosidad? Sé que tú eres un pervertido Crowley-kun y, además, sé que ahora mismo has pensado en el tema, pues tus mejillas se han vuelto coloradas. Oh, me pregunto que estabas pensando. ¿Quizás en cosas sucias?

No soportaba a este sujeto. Para nada.

—Yo creo que el que ha pensado cosas sucias eres tú.

—¿Yo? ¿Por qué he de hacerlo?

—Porque tu propusiste la idea de tener sexo.

—Y tú la volviste a pensar ¿Cierto?

No tiene más remedio que quedarse callado, pues sí, lo pensó, pero como una negativa profunda y sin negociación. Ferid es desagradable y la sonrisa que regala es una mezcla entre lo orgulloso que está de tener razón, y la afirmación muda que iba a aceptar. Ese tipo jamás trae cosas buenas.

—Igual no lo acepto.

—Eso no significa que no lo harás. Supongo que aún, cierta parte tuya, sigue teniendo las creencias humanas, donde vuelven a sexo como un tabú y sobre todo cuando ambas personas son del mismo género. Pero a pesar de tú negación lo sigues pensando y es más, creo que ya tiene la idea de cómo será la cosa.  Hasta puede que hayas recordado una ocasión donde hayas tenido sexo… —Al ver la expresión de Crowley se detuvo por un momento— ¿O será que el pequeño Crowle-kun~ se ha olvidado del sexo?

El séptimo progenitor puede leer a los demás muy bien y eso molesta a todos, sobre todo a Crowley. Al menos las otras personas no se acercan tanto como lo hace Eusford. Algunas veces se pregunta cómo pudo aguantarlo tanto tiempo, no recuerda cuantos siglos fueron, pero sabe que son más de 4, pues hasta ahí contó los siglos.

Con tanta insistencia de Bathory, el decimotercer progenitor se dio cuenta que no era una broma y que la cosa iba en serio. Al entender aquello se queda algo confundido.

 —Sí es cierto eso, aquí tendremos un problema —Continua el vampiro más viejo— Pues como ninguno sabe cómo es la cosa, se nos hará difícil hacerlo. ¿Qué deberíamos hacer ahora?

«Olvidarlo», piensa el pelirrojo, pero sabe que eso no pasara con Ferid.

—¿Comprar una película porno o… hacer que un humano no los explique?

—¿Tantas ganas tienes de hacerlo?

Ferid asiente de manera exagerada, siguiendo con esa repugnante sonrisa. El decimotercer progenitor solo da un suspiro.

—¿O te parece si hacemos las cosas más interesantes y cumplimos con todos los rituales humanos antes de hacerlo? —Crowley le ve para que continuara— Bueno, al ver a los humanos me doy cuenta que antes del apareamiento invitan a la persona con la que quieren algo, ya sea a comer, pasear y demás cosas. Y luego, después de una salida, hacen el sexo.

—Lo haz investigado mucho ¿Uh?

—Se debe hacer una investigación antes de intentarlo ¿No lo crees?

Una risita sale de los labios del pelirrojo.

—¿Entonces me invitaras a cenar y me darás flores?

—Sí, algo así. Podríamos cambiar algunas cosas que hacen los humanos y adecuarlas para nosotros.

Ferid estaba loco y eso era bastante evidente. Pero a pesar de todas las cosas que decía era interesante y hacían que su vida de vampiro no sea tan aburrida. De cierta forma rara y descabellada, Crowley acepto con un mutismo. ¿Total, qué tan malo podía ser una cita con Ferid?

Notas finales:

¿Qué tal?

La verdad es que la idea vino sola y ya hace uno cuentos meses, originalmente esta historia esta en otra plataforma, pero como ya está por acabar, prefiero entregar esta historia a otros medios.

Espero saber qué es lo que piensan de esta parte.

No leemos pronto, eso espero.


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