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Otra oportunidad (Given) por Oku-san

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Notas del fanfic:

Ni Given ni sus personajes me pertenecen pero espero le den una oportunidad a esta historia

Notas del capitulo:

Perdón si hice el cap aburrido y lento pero necesitaba está introducción :( espero les guste y cualquier consejo es bienvenido,estaré publicando en Wattpad también  ??’? gracias por leer

No quería levantarse de su cómoda y cálida cama,era normal tener días como esos,en los que uno simplemente no quiere despertar ya fuera por pereza,por simple gusto o para seguir soñando.Más cuando son esos sueños agridulces de recuerdos que uno anhela y espera que sucedan  de nuevo pero sabe que jamás ocurrira,al menos no de la misma manera, en ese lugar,con esa persona y eso era justamente lo que tenía a nuestro adorable Mafuyu Sato tan pegado a sus sábanas aquella mañana de sábado en invierno.

—No te vayas…Yu...— se escuchó el suave murmullo entre sueños,mientras se negaba a abrir los ojos sabiendo lo que le esperaba al volver al mundo real pero como la mayoría de las personas,el no tenía el maravilloso don de controlar sus sueños y termino despertando con un fuerte jadeo y respiración agitada, recorriendo con la mirada enseguida su habitación sintiéndose desorientado.

Unos suaves golpes se escucharon del otro lado de la puerta antes de abrirse dejando que el rostro curioso de su madre se azomara con cautela —¿Esta todo bien,cariño?—

Tardo de nuevo en reaccionar antes de que su pequeña bola de pelos entrara y saltará hacia su cama haciendo que lo abrazara por reflejo —Ah…si,lo siento solo tuve un sueño extraño— murmuro con suavidad ahora que su subconsciente borraba de a poco todo rastro de aquel sueño dejándolo solo con un fuerte pesar en el corazón.

—De acuerdo,el desayuno estará listo pronto así que toma una ducha antes.Ibas a salir de nuevo con Uenoyama ¿Cierto? Apresurate antes de que se te haga tarde

La puerta se cerró apenas su madre termino de decir lo que quiso,dejándolo de nuevo hundido en sus pensamientos, mientras llevaba su mano directo a su pecho,apretando la camisa entre sus dedos con la mente y corazón hechos un lío.
Suspiro levantándose de la cama dejando a Kedama sobre está.No iba a dejar que un sueño que ya ni siquiera recordaba le arruinara el día distrayendolo más de lo que usualmente  ya estaba.

•••••

Cierto pelinegro con rostro desinteresado se encontraba esperando, con su pie dando golpecitos en el asfalto al ritmo de la tonada que resonaba en sus oídos atraves de los audífonos perdiéndose en ese mundo que tanto amaba casi olvidando que era lo que hacía ahí hasta que un suave toque en su abdomen le hizo levantar la mirada sorprendido ,topandose con aquellos ojos color caramelo que le robaban suspiros.

—Lo siento ¿Esperaste mucho?— pregunto con su usual voz suave mirandole con algo de pena por hacerle esperar sintiéndose aliviado al ver qué el contrario negaba con una sonrisa.

—Tranquilo,no llevo mucho tampoco y me sirvió el tiempo para pensar en algunas composiciones — se quitó los audífonos alborotandole el cabello guardando su reproductor. —¿Y bien? ¿Decidiste que quieres hacer hoy? Ha pasado un tiempo desde que salimos que no sea para ir a los ensayos de la banda así que haremos lo que tú quieras— su voz dejo salir un dejé de vergüenza mientras desviaba la mirada cosa que logro sacarle una sonrisa al de cabello castaño (para mí es más salmón pero dejémoslos así(¿) La inocencia que su no tan reciente novio mostraba era algo de lo que no se cansaría.

—Podemos dar una vuelta y entrar a las tiendas,tenemos la tarde libre así que tomemoslo con calma—

A pesar de sus palabras ambos llevaban cargando sus guitarras,sabiendo que en algún momento terminarían por querer tocar o pasarse a la sala de ensayos,les divertía aquello,les hacía sentirse libres y Mafuyu en esos momentos tenía demasiado que sacar de su cabeza aunque ni siquiera  estuviera seguro de que.

Caminaron un rato por la zona comercial,haciéndose bromas tontas entre ellos o manteniendo el silencio en ocasiones,un silencio cómodo en el que ninguno sentía que hiciera falta hablar,en el cuál se dedicaban simplemente a sentir al otro,a rozar su mano o su hombro y compartir miradas de complicidad cada que eso pasaba provocándo un pequeño salto en el corazón de cada uno.

—¿Sabés? Estaba hablando con Kaji sobre hacer un solo de batería en nuestra próxima presentación,así  subiremos el animado y tú podrías…— se detuvo al ver qué el más bajo se había quedado quieto,mirando fijo hacia una pequeña tienda de antigüedades.

—¿Quieres entrar?— pregunto cerca de su oído, sonriendo con burla al ver la sorpresa del otro que estaba demasiado absorto en sus pensamientos.

—Ah no, sigamos— respondió sin mucho entusiasmo,dando aún vistazos curiosos a la tienda logrando sacarle un suspiro cansado al pelinegro quien no dudo en tomar su mano y caminar hacia la tienda.

—Te dije que hoy haríamos lo que quieras ¿Cierto?— le hablo con cierta galanteria dedicándole una sonrisa,orgulloso de su propia actitud la cuál no podia parecerle más adorable al de ojos claros,quien solo atino a agradecerle en voz baja.

Una vez dentro de la tienda sus ojos se marearon sin saber a dónde mirar,todo estaba lleno de estantes abarrotados de quién sabe que tanta cosa que ambos pensaron solo encontrarían en casa de sus abuelos.

—B-bueno veamos que te tenía tan curioso sobre este lugar— balbuceo interesado entre tanto cachivache,debía admitir que había cosas hermosas como esa lámpara de luz tenue con una bailarina abrazada a un árbol o aquellos collares llenos de piedras opacas pero que seguramente valdrían más que su casa y a pesar de tantas cosas lindas que podría encontrar si se daba la tarea su preciado Mafuyu se encontraba de cuclillas frente a una caja de cartón llena de revistas viejas.

—¿Es en serio?— pregunto sin saber si cansado o acostumbrado ya a la actitud de su tranquilo novio.

—¿Qué? Hay cosas interesantes aqui— balbuceó algo ofendido inflando las mejillas al ver la mirada de burla que el otro le dedicada así que procedió a sacar del interior algunas de las revistas y periódicos hasta dar con una pequeña caja plateada,sin dudar en tomarla.

El peligro echo un vistazo algo curioso por lo que pudiera haber encontrado el contrario en aquella caja de “basura” —Eso se ve bien ¿Qué hay dentro,puedes abrirla?—

Sin responder Mafuyu aplicó un poco de fuerza jalando la tapa,temiendo romperlo, suspirando aliviado al ver qué está había cedido con facilidad —Es un reloj de bolsillo…creo— miro fascinado aquel artefacto el cuál,aunque no funcionaba se veía hermoso,con algunos gravados formando pequeñas flores enredado por completo el reloj subiendo a lo largo de la cadena.

No necesitaba saber de eso para imaginar que sería costoso y aún así lo había encontrado en una caja polvorienta sintiéndose mal por no darle la gloria que,pensaba el, merecía ese antiguo reloj pero a la vez tan afortunado por haber dado con algo tan bello.

Uenoyama al ver esos ojitos brillosos y curiosos de cachorrito,los cuales conocia muy bien,no pudo evitar querer darle todo en el mundo, cualquier cosa que Mafuyu pudiera querer el estaba más que dispuesto a ofrecerselo  si significaba que podría verlo tan feliz  y adorable como solo su novio sabia serlo y agradecía internamente que su compañero de banda hubiera escogido un pequeño reloj y no algún lingote de oro.

—Bueno anda y levántate para poder pagarlo— pensó que el cuello del contrario se rompería por el modo que giro enseguida negando casi al mismo tiempo.

—No hace falta comprarlo,solo entramos a ver— volvió a cerrar la caja y a dejarla, está vez en un estante,con bastante pesar para darse la vuelta —Vayamos a otro lado—

La ceja del pelinegro se arqueo acompañada de una mirada de incredulidad negando suavemente poniéndose la mano en el pecho fingiendo estar dolido —¿No dejaras que tú n…novio compré eso para ti?

—Si mi n…novio duda en decirlo no hace falta— le miro con cierta burla imitando el modo en que se habia trabado al decirlo, sonriendole después —No lo necesito de verdad,solo vayamos por un helado—

—Se que te gustó así que déjame comprarlo para ti,hoy es un día especial después de todo— Balbuceo rascándose la nuca avergonzado sacándole una mirada de sorpresa al de ojos caramelo.

Sabía que ese día cumplian once meses saliendo pero no esperaba que el pelinegro lo recordara o que aquella salida no hubiera sido casualidad.Como todo joven enamorado,ante la dulzura de su pareja,su corazón no tardó en acelerarse causando un tenue sonrojo en sus mejillas dejándolo atónito ¿Cómo podía decirle que no ahora? Y parecía que el ojiazul lo había interpretado bien porque tomo la caja del reloj y se dirigio a pagar.

—¿Eso aún sigue aquí? Pensé que lo habíamos perdido,la verdad lleva bastante tiempo en la tienda y no se cual sea su valor,además de que no funciona…así que pueden llevárselo— La chica detrás del mostrador no parecía consciente de la incertidumbre de los chicos a los cuales les acaba de regalar un  reloj antiguo el cual de verdad parecía valer algunas de las pagas de Uenoyama.

—¿Estás segura de eso? Es un reloj hermoso que se supone  debes vender me sentiría mal si te lo descontaran

—No te preocupes por eso,la tienda es de mi familia y llevaba mucho tiempo perdido,no hace diferencia alguna si se lo llevan— la chica les sonrió amable tomando la cajita plateada —Mi abuela decía que esté reloj reanudaba el tiempo que se detuvo,no tenía sentido lo que decía así que no debe valer mucho—

Volvió a dejar el reloj cerca de los chicos insistiendo en que se lo llevaran y ambos siendo estudiantes sin muchos ingresos no se hicieron del rogar antes de tomarlo y salir de la tienda agradeciendo a cada paso que daban.

—Eso fue genial! Debiste tomar un collar de diamantes,seguro nos lo daba igual— el pelinegro estaba demasiado emocionado,incluso tal vez más que Mafuyu por haber logrado darle un buen regalo de cumplemes pero no había tenido que pagar por él y eso lograba desanimarle un poco—U-umm aún así te comprare otra cosa ¿Si? Ese fue gratis así que no cuenta—

—No tienes que hacerlo esto es más que suficiente si no fuera por ti no lo tendría así que sigue siendo un regalo,lo atesorare siempre— sostenía la cajita como su nueva cosa preciada,sintiendo que había encontrado justo lo que estaba buscando sin siquiera saberlo e incluso las palabras de aquella chica aun resonaban en su cabeza,dejando que se unieran a un solo nombre.

“Reanuda el tiempo que se detuvo…Reanuda el tiempo que se detuvo….Yuki”

•••••

Despues de un largo día de idas y venidas,de entrar a tiendas,de comer golosinas y de incluso ponerse a tocar en la banca de un parque ambos se encontraban camino a casa del más bajo.Mafuyu lanzo una mirada discreta a Uenoyama, mordiendose el interior del labio por las atenciones que tenía hacia el porque,muy de vez en cuando, al terminar sus citas,el de cabello negro no se despedía,subía al tren con él sin decir nada,solo dejando ese casi imperceptible sonrojo en sus mejillas,le preguntaba un par de veces si se la había pasado bien y Mafuyu diría que si no importaba cuántas veces le preguntara.

Después caminarían en silencio hasta la tienda de convivencia más cercana sin desviarse,comprarían una paleta helada y Mafuyu siempre escogería vainilla mientras Uenoyama tomaría la de mango y volverían a andar hacia casa,a mitad del camino,el de cabello negro tomaría su mano vacilando un par de veces antes de hacerlo por completo mientras y desviaria la mirada dando un mordisco a su paleta.

Mafuyu amaba tanto esa rutina,no le importaba quedarse todo el día sentando en la biblioteca si al final terminarían así.

—Bien llegamos, apresurate a entrar que comenzara a hacer más frio— el ojiazul metió las manos en los bolsillos de su pantalón mirando avergonzado al contrario  parándose frente a él.

Mafuyu asintio antes de sonreírle —De verdad gracias por el reloj,lo cuidare bien,te lo prometo—

—No fue nada,tu lo encontraste así que estaba hecho para ti,hubiera llegado a tus manos de un modo u otro—

—Me alegra que haya sido a través de ti— Saco una bufanda color azul de su estuche de guitarra, poniéndola alrededor del cuello del pelinegro aprovechando para jalarla un poco y acercarlo plantando un beso corto en sus labios —Buenas noches,Uenoyama—

Y así terminaban sus citas,con un beso sabor mango/vainilla frente a su puerta el cual casi siempre Mafuyu permitía al otro dar para dejarle su “orgullo” pero ese día simplemente no pudo contenerse,estaba tan agradecido de tenerlo en su vida,le hacía sentir tan vivo,tan feliz y tan pleno que no lo cambiaría por nada.

Tick…..Tack…….










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