—Gaara— hablo despacio la rubia —Puedes bajar esas tijeras— pidió con miedo
— Si— sonrió de una forma que hizo estremecer a la rubia —Ella ya no nos va a separar.
La mirada de Temari paso de su hermano a la chica, para mirar al rededor —¿A quienes?— se atrevió a preguntar
—A Naruto y a mi, ya no nos va a separar— dijo el pelirrojo
—Ella nos mira igual que Matsuri— susurro Naruto, Gaara miro a su costado derecho y después a su hermana —Gaara sabes que no hay nadie a tu lado verdad— hablo temblando del miedo Temari
—¿Tu también nos quieres separar ? —pregunto Gaara moviendo su cabeza
Tiempo atrás
Gaara estaba sentado en el columpio solo en aquel parque, los niños no solían acercarse a el, actuaban como si no existiera, aunque al pequeño pelirrojo no le importaba, el era un observador, se daba cuenta de todo a su corta edad, a lo lejos veía a su hermana con ese joven de cabellos de piña, vio su comportamiento durante meses, parecían llevarse mal, pero cuando estaban solos eran diferentes, y el se cuestionaba el porque, después supo que eran pareja, y las parejas eran personas que se amaban como sus tíos.
Pero el se sentía solo, y aunque le gustaba estar solo, eso no quitaba el dolor de su pecho, pero un día, un chico de rubios cabellos como el sol y unos ojos azules tan azules como el cielo, le sonrio iluminando su vida y alejando la soledad de el.
Entonces durante mucho tiempo Gaara jugo con Naruto, solo ellos dos, el rubio comprendía muy bien su soledad, si el rubio estaba con el se iba el dolor.
Un día unos años después, estaba en el mismo columpio de siempre, cuando Naruto se acerco apenado, sus mejillas rojas —Gaara— le llamo, sin mirarlo a los ojos, el Sabaku temió que fuera algo grave pero no fue así, lo vio jugar con su playera cuando le dijo —Tu me gustas mucho—
Gaara no cabía de emoción cuando Naruto le confeso que le gustaba, lo abrazo tan fuerte temiendo que si lo soltaba se esfumaría —Yo también te quiero Naru— confeso el pelirrojo
Pero no todo fue miel sobre hojuelas, una chica nueva llego a la colonia, estaba interesada en el pelirrojo —Gaara kun— llamo la chica de castaños cabellos
— Matsuri— saludo cortes Gaara a la chica que sonreía
— Ella no me quiere— decía molesto Naruto — Nos va alejar — insistía el rubio
— ¿Con quien hablas? — pregunto Matsuri una vez al pelirrojo
— Con Naruto — contesto Gaara sonriendo, la chica de castaños cabellos lo miro de una forma extraña, sonrio de nueva cuenta para preguntar — Donde esta—
— Esta a un lado mio— informo Gaara, la cara de Matsuri mostraba incredulidad ella estaba sola con el pelirrojo, pero no dijo nada solo sonrio, después hablaría con los tíos de Gaara
— Ella no te cree, no quiere verme, nos quiere separar, Gaara tu le gustas— decía enojado y dolido el rubio, sus ojos se pusieron tristes y Gaara supo que no quería ver nunca esa mirada.
Naruto estaba mas feliz, ahora que le había puesto un alto a la castaña, se portaba mas cariñoso, y una noche a la luz de las estrellas, hicieron el amor por primeras vez —Gaara, nunca me dejes— pidió acurrucándose en su pecho, como iba a saber el, que no podría cumplir esa promesa.
Su relación duro años, pero cuando Gaara cumplió los 17 su hermano Kankuro le presento una hermosa chica de cabellos negros y ojos color perla, Naruto se enojo, pero el sabia como contentarlo.
— Gaa kun— hablo tímida Hinata al entrar en la habitación del pelirrojo
— Hinata eres muy bonita, pero yo tengo ya a alguien especial, lo siento— se disculpo el pelirrojo cuando tomo las tijeras de la mesita de noche, aprovechado un descuido de la joven rebano la garganta, Hinata quiso gritar pero solo escupió sangre al rostro del Sabaku
— Este es otro regalo para ti— ofreció Gaara al rubio quien lo miraba emocionado
— Te amo Gaara— exclamo lleno de felicidad el rubio, para acercarse al pelirrojo uniendo sus labios en un beso apasionado
Esa había sido de las ultimas palabras que recordaba de Naruto, entendió por que su relación debía ser secreta, cuando su hermana se entero que había regalado las cabezas de las chicas que se interponían entre ellos, lo llevo a esa celda blanca que llamaban manicomio, pero el sabia que era una prisión de blancas paredes.
Nadie entendió el gran amor que ellos se tenían, Naruto lo comprendía en niveles que los demás no lo hacían, si estaba loco pero era por el rubio que era la luz en su oscuro camino, pero ahora se había extinguido y el con ella.
Dicen que estoy loco, pero yo se que no lo estoy, aunque nadie mas te avisto, no tenemos fotos y jamas grave tu hermosa voz, dicen que son delirios son lo que yo tengo y alucinaciones de tu voz, pero se que es coincidencia que no aparezcas desde mi medicación ¿Cierto?