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Las llaves negras por anomnilerr

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Notas del fanfic:

DISCLAIMERS: 

-Me encanta Artic Monkeys, pero Kurapika no es Kurapika si no actua de vez en cuando como una perra pretenciosa. 

-RUEGO AL CIELO QUE THE BLACK KEYS NUNCA VEA ESTO. 

-No se si The black keys haya escupido alcohol a su publico, Nirvana si que lo hizo y no se, pense que seria un detalle divertido asi que lo agregre. 

-The black keys es una gran banda, la recomiendo n.n

-Lo unico real de The black keys aqui es el nombre, los detalles sobre el nombre y el nombre de las canciones. 

-LITTLE BLACK SUBMARINE ESTA HECHA PARA QUE KURAPIKA ENTRE EN DEPRESION. 

Nada, los personajes son de Togashi, pero yo los puse en un concierto de una banda que a mi me gusta. 

Leorio nunca espero que a Kurapika le gustara una banda como The Black Keys, menos que esta, al parecer fuese su favorita. Claro que luego se sintió casi estúpido, para el kurta, aquella identidad musical parecía ser fabricada a su medida. Era tan elegante como violenta, como una oda al peligro, cierto aire sensual y pretencioso rodeaba a las guitarras distorsionadas, Leorio pensó que a Kurapika le quedaba bien, incluso mejor que Beethoven o Mozart, que, aunque era un acompañamiento bastante sublime para el rubio; solo alcanzaba a combinar con su tendencia a la gélida formalidad, estos no capturaban para nada la pasión desbordante de los ojos tornasolados por el carmín, aquellos que observaban todo con un semblante casi felino.

No era la música para un noble depredador. No, Kurapika no solo era elegancia, había cierto aire juvenil en su forma de actuar pese a su madurez autoimpuesta, una arista de fulgor contemporáneo, una rebeldía que iba mas con sensuales solos de guitarra que con piezas de 19 minutos de piano. La juventud del Indie, la elegancia del Blues y una pizca desordenada de Garage Rock, cultivando aquel carácter apasionado, pero peligroso. Claro que se había sentido como un tonto, no era que Kurapika hubiese gustado de The Black Keys. Leorio pensó que, en realidad, la banda era su culto secreto.

El rubio nunca se lo exteriorizó realmente, Paladinknight lo había notado por su cuenta. Kurapika pasaba una gran cantidad de tiempo leyendo. Eso no era nada nuevo, los libros fueron tomando el control del lugar que compartían hace mucho, brotaban del piso como el musgo. Leorio pensó que tendría que conseguir una casa extra solo para que Kurapika pusiese sus libros cuando entro al baño y encontró una pila de estos haciendo fila en la tina.  Al menos tenían dos baños, Leorio esperaba que el siguiente no estuviera en las mismas condiciones.

Retomando el punto, Kurapika se pasaba mucho tiempo leyendo, pero Leorio había notado hasta hace poco, que unos audífonos descansaban en sus oídos cada vez que lo hacía. No le sorprendía que pudiese concentrarse en la lectura y en la música al mismo tiempo, es más, apostaba que si le arrojaba una piedra se la regresaría sin voltear, incluso si estaba haciendo las dos cosas anteriormente mencionadas. Sin embargo, el moreno respetaba su concentración (algunas veces) y siéndose sincero, Kurapika se veía pacifico perdido en las historias, por eso nunca intervenía a menos que necesitara algo. El día que descubrió los gustos musicales de Kurapika, ese era el caso.

Leorio se asomó a la puerta con cuidado, había gritado el nombre de Kurapika desde antes de entrar, así podía sacarlo de su mundo de lectura de manera gradual mientras llegaba para hablarle directamente; Sin embargo, cuando se posó en el umbral vio a Kurapika de perfil, este había levantado la vista hacia el frente, más allá de su libro. Había dejado caer su cabeza levemente y cerrado sus ojos, su pie tuvo la intención de moverse sutilmente. Era la cara de alguien que de verdad estaba disfrutando lo que escuchaba. Leorio le miro algo extrañado, claro que habían hablado de música antes, pero Kurapika siempre llegaba a lo mismo.

-Crecí en una comunidad aislada, Leorio. Lo que se de música solo lo aprendí en base a teoría, y cuando logré salir al mundo exterior, no tenia tiempo para valorar mis preferencias.

Luego de aquellas declaraciones, asumió que Kurapika pese a disfrutar de la música; Nunca le daría un significado mas trascendental. Nunca habría alguna banda que se sintiera como indispensable entre su repertorio, Kurapika era una criatura que había elegido como preferencia la lectura, lo movían las palabras, no las melodías. Pero aquel del sofá parecía demostrar todo lo contrario en aquellos segundos.

Retrocedió, la música había absorbido tanto al rubio que este ni siquiera se había percatado de la presencia de Leorio. Eso ya era algo poco común. Tenia que descifrar ese misterio y pensó que un testigo importante de esto tenia que ser Senritzu. La llamo enseguida en busca de algo mas de información, esta pareció divertida de la curiosidad de Leorio.

-Son The Black Keys- Había dicho.

- ¿Qué? ¿Estas segura?

-Si, me sentí tan impresionada como tú en un principio. Siendo sincera, no sé dónde los habrá escuchado por primera vez; Sin embargo, esto viene desde que trabajábamos para la señorita Neón Nostrade, trate de hablar con el acerca de la banda, ya que compartía su gusto por estos; Sin embargo, sabes como es Kurapika, me dijo que solo era una coincidencia, no era que les tuviera un especial apego…

- ¿Y tú le creíste?

-Para nada, una coincidencia es que de vez en cuando estuviesen en Aleatorio. Sin embargo, podía oírlo entrenar con ellos de fondo, elevar la cabeza cuando los escuchábamos durante las compras de Neon en algún altavoz, e incluso, cuando necesitaba no dormir para seguir investigando el paradero de algunos ojos, ponía unas dos o tres canciones a altas horas de la noche, muy bajas, por cierto. Probablemente, intentaba que no lo escuchara.

-Ya veo, así que por alguna razón no quiere que sepamos que le gustan.

-Kurapika tuvo que deshumanizarse para cumplir una tarea de exigencias sobrehumanas. Los gustos musicales forman parte de la conformación de la identidad, Kurapika accedió a dejar todo esto atrás para volverse una máquina, una maquina centrada en la venganza…

Leorio suspiro, tenia bastante sentido.

-Entiendo lo que dices. Sin embargo, nada de eso es necesario ahora. Si intenta recuperar su vida, lo mejor seria empezar a admitir sus gustos.

Senritzu rio levemente desde el otro lado de la línea.

-Creo que tienes razón- Declaro- Sin embargo, a veces algunas costumbres pesan. Puede que necesite algo de ayuda.

Leorio alzo una ceja intuitiva.

-Suena a que tienes un plan.

-No obstante, necesitare tu ayuda, querido Leorio.

 

Así habían llegado a esto, Leorio tenia dos pases para un concierto de The Black Keys. Dos pases V.I.P con acceso a detrás de escena y una foto con los integrantes. Sabia que Kurapika se negaría, pero, para esto contaba con su encantadora persuasión. Así, sin más que eso en mente, se acercó a Kurapika, este se encontraba revisando algunos papeleos del Zodiaco, ambos estaban involucrados en esto últimamente, el examen del cazador estaba cerca, y como rata y jabalí, debían trabajar en conjunto con los demás para organizar las fases y acceder a la solicitud de algunos examinadores.

-Hey, ¿Cómo va todo? - Saludo el moreno apoyándose en la entrada.

-Bastante regular, tengo algunas dudas sobre las capacidades de algunos aspirantes a examinadores.

- ¿Sobre sus propuestas? - Leorio se acercó.

-Algo así, en realidad son extremadamente básicas. Eso me da a entender que sus habilidades, tanto físicas como mentales no están al nivel de un cargo de examinador. Hemos reformado el examen, pero nunca se puede estar seguro si algún aspirante de la talla de Hisoka o Illumi podría pasar entre los filtros, de ser ese el caso, este perfil de examinadores no podría frenar las problemáticas que esto conlleva.

Leorio coloco una mueca, el solo hecho de recordar a Hisoka le producía incomodidad.

-Si, seria algo así como una masacre.

-Exacto, será problemático si no podemos encontrar examinadores. Tendríamos que empezar a pensar en alguno de nosotros y siendo sincero, no estoy interesado en figurar como examinador.

-¿Por qué no? Lo harías bastante bien. Además, seria divertido, me trae ciertos recuerdos.

-Los examinadores no solo son reguladores, son la primera imagen que los aspirantes tendrán de los cazadores en sí. Estos deben representar los ideales de la agencia, no me siento como un ejemplo. Aunque tu quedarías bastante bien en ese cargo.

-No te burles de mí, hace nada mencionaste que necesitabas a alguien para frenar desastres de la índole de matanzas. Solo soy un cazador médico, en términos de defensiva física estoy bien, pero si llegara algún aspirante como Hisoka, con conocimientos de nen ya adquiridos, no podría hacer mucho.

-Te subestimas a propósito- Kurapika organizo algunos papeles- Sabes que diré que en realidad no eres tan débil, en términos de fuerza podrías tener una batalla decente contra Hisoka en tu estado actual.

-Ni lo menciones, me da escalofríos el solo pensarlo.

Kurapika sonrió levemente.

-Sea como sea, deberías considerarlo.

-Creo que alguien como Gon estaría más calificado para un rol así- El rubio puso los ojos en blanco ante la sugerencia de Leorio.

-Gon los aprobaría a todos, a su parecer todos son grandiosos.

-Cierto ¿Qué me dices de Killua?

-Lo reprobaría a todos, a su parecer son todos unos idiotas. 

 

Leorio suspiro, la verdad de las cosas el rubio tenía bastante razón. Este año el panorama se presentaba algo complejo, y los zodiacos estaban esperando el tiempo limite para empezar a votar entre ellos, ya sabia que tenia el voto de la Rata, probablemente a este se le uniría el de Mizaiton y Cheadle. De todas formas, no se metería en esto solo, convencería a la otra mitad del grupo de votar por Kurapika, eso le enseñaría a no conspirar solo.

-Como sea, no vine a interrumpirte para esto.

-Deberías…-Contesto Kurapika- También eres miembro de los Zodiacos, así que agradecería tu ayuda.

Leorio rasco su nuca con una risa algo nerviosa.

-Sea como sea, ¿A dónde fuiste esta mañana? - Continuo Kurapika- Te estuve buscando para discutir esto, pero no te encontré por ninguna parte.

-Sobre eso te quería hablar- Sin más que decir, Leorio estampo las entradas contra el escritorio de Kurapika, asegurándose que estas hiciesen el suficiente ruido como para que el rubio levantara la vista del laptop. Este volteo ligeramente, Leorio pudo apreciar un brillo de emoción que paso por sus ojos en la mitad de un segundo, fue fugaz y escoltado por una pequeña abertura de labios, después de eso, el semblante volvió a concentrarse en la tarea cibernética, mientras Kurapika tecleaba nuevamente, dejo salir:

- ¿Iras a un concierto?

-No seas idiota, “iras” suena a uno y estampe dos entradas sobre la mesa.  

-Leorio…-El rubio continuo severo- Estamos muy ocupados, necesitamos conseguir examinadores calificados y reorganizar las propuestas de las fases. Puedes ir y perder tu tiempo, no te detendré. Sin embargo, yo no me hare responsable de tus falencias dentro de los zodiacos.

- ¿Qué es lo peor que nos pueden hacer? Expulsarnos ¡Vamos Kurapika! Entramos sin si quiera pedirlo y nos quedamos porque, dios, yo que se…Supongo que se nos da bien. Además, solo es conseguir examinadores, no es ni por lejos la cosa más difícil que deberíamos hacer.

-Me niego.

-Además, se honesto contigo mismo. Quieres ir.

-Me es indiferente, Leorio. Como te dije antes, crecí en una comunidad apartada, lo que se de música solo lo aprendí en ba…

-…se a teoría, y cuando logré salir al mundo exterior, no tenía tiempo para valorar mis preferencias ¡Ya lo sé, ya lo sé! Pero hombre…-Leorio se sobo la cabeza, supuso que tendría que ir un paso mas allá.

-Te vi el otro día, parecía que de verdad te gustaban.

Un sonrojo ligero domino las mejillas de Kurapika por un momento.

- ¿Estuviste espiándome? - Continuo mientras aún se concentraba en la computadora.

-No seas ridículo, solo aparecí para preguntar algo y ni siquiera notaste que había llegado. Es obvio que te gustan lo suficiente como para bajar la guardia.

-Estaba en mi tiempo libre.

- ¿Y ahora estarás obligatoriamente ocupado?

-Evidentemente, mas contigo yendo a un concierto y dejándome todo el trabajo.

- ¡Bien! Hagamos esto, si vas conmigo. Accederé a ser examinador.

Kurapika dejo de teclear, finalmente Leorio había captado su atención.

-Eso reduciría bastante el trabajo ¿No?

-Bastante…-Kurapika se dejo caer hacia atrás- …No obstante, no estoy seguro de querer ir, los conciertos reúnen a una gran cantidad de gente, no me veo a gusto en un espectáculo así.

-Es con VIP, incluso podrías hablar con algunos miembros de la banda.

Leorio pudo ver como Kurapika abría ligeramente sus ojos, claro que toda expresión de excesiva euforia se guardaba bien dentro de su semblante. Sin embargo, Leorio ya sabía leer la mayoría de las cosas en este, no podía engañarlo. El rubio, consciente de esto, suspiro.

- ¿Fue Senritzu?

-Si, ella consiguió las entradas. No es que fueran particularmente difíciles de conseguir, pero quería ayudar.

El rubio cerro los ojos.

-Bien- Dejo salir- Me comunicare con los demás para pedir el día e informar que te postularas para examinador ¿Tienes alguna propuesta para alguna fase?

-Para nada, acabo de decidirlo. Te dejare improvisar, no debería costarte más de medio minuto pensar en algo.

-De hecho, ya lo tengo resuelto- Kurapika tomo los papeles que estaban sobre la mesa y prosiguió a levantarse para salir.

-Ah, y Leorio…

- ¿Qué?

- Nada- Kurapika se dispuso a abandonar la habitación, sin embargo, la duda del inicio lo detuvo- ¿De verdad el pase me permitirá, ya sabes, tener contacto directo con la banda?

-Claro que si- Repuso Leorio con una sonrisa.

-Bien- Intento expresar Kurapika sin mucha emoción, para finalmente, alejarse de la habitación. Leorio encontró esta nueva faceta del rubio bastante agradable, no sabía que había hecho esta banda, pero para tener a alguien como Kurapika de fanático, debía ser muy bueno. 

Hacia suficiente calor, Leorio había insistido en usar el poder de su licencia de cazador para adelantarse a la larga fila que antecedía el teatro, sin embargo, Kurapika consideraba que revelar su condición de cazadores era arriesgado e innecesario para un contexto tan mundano como el de un concierto. Por lo tanto, su estadía se redujo a 5 hrs bajo el sol esperando que abrieran las puertas. Leorio sabía que tenían asientos de primera fila, no era necesario tener que esperar durante el día entero para tener un buen lugar al entrar. No obstante, el rubio había querido “Asegurarse” por lo tanto, ya estaba allí desde temprano y, aun así, no pudieron hacerle frente a la gente que había acampado días anteriores en la fila.

Kurapika había optado por un atuendo kurta que solo contaba con un tabardo superior. Leorio por otro lado, había dejado de lado el traje para usar algo mas casual, unos Jeans y una camisa estaban bien por ahora. El calor estaba quemando las pálidas mejillas de Kurapika, tostándolas a un rosado cereza, que, si Paladinknight era sincero, le quedaba bastante bien. Una idea surco por su mente.

-Espérame aquí…-Le dejo salir a Kurapika.

-¿A dónde vas?

-Solo iré por unos refrescos, no tardare.

Leorio decía la verdad, inicialmente solo iba por dos latas de algo refrescante. Sin embargo, la cantidad de vendedores ambulantes que se encontraban cerca habían mejorado sus planes. Cuando volvió junto a Kurapika, el moreno traía consigo dos playeras, dos pares de gafas de sol, un par de sodas y una liga para el cabello del rubio.

-¿Qué es todo esto?

-Bueno, esto es un concierto de Garage Rock y te ves como sacado del Woodstock. Asumí que te gustaría tener aunque sea una camiseta de tu grupo favorito.

Cuando el más alto extendió la playera negra, los ojos de Kurapika se iluminaron por un leve momento. Leorio había dado en el clavo.

-Esto no era para nada necesario.

-Vamos, hace calor. Será mas refrescante usar esto, deja lo demás en tu bolso.

Kurapika lo considero por un momento, finalmente, decidió escuchar a Leorio.

La parte superior de su tabardo fue remplazada por la camiseta negra de la banda, su cabello, ya algo empapado en sudor se recogió en una descuidada coleta que dejo ver la parte, en general, oculta de su cuello trasero y los lentes de sol se adaptaron lo suficientemente bien a su perfil. Leorio no  había notado nada de esto, ya que de forma indiscriminada se había quitado la camisa en plena fila para reemplazarla por la playera negra de algodón. Al levantar la vista su garganta casi se quedo sin aliento, Kurapika se veía como un monumento al rock and roll. Parecía una musa, una que te rompería el culo porque obviamente, ese aire amenazante seguía allí, acentuado por unos lentes de sol que se resbalaban ligeramente por el puente de su nariz. Se había apoyado tenuemente en la pared mientras bebía la soda, sus ojos se voltearon hacia Leorio, quien no había notado que lo miraba de forma indiscreta.

 

-¿Qué sucede?- Pregunto haciendo despertar al mayor de sus pensamientos.

-Se te da bien este estilo, eso es todo.

-Oh- Kurapika miro hacia abajo, examinándose- No es algo que usaría regularmente. Creí que seria extraño, sin embargo, es mejor. Nadie me reconocerá de esa forma.

- ¡Vamos Kurapika! ¿Qué posibilidades hay de que alguna de las personas que están aquí te conozcan para comenzar?

-No seas tan ingenuo. Pese a que me gustaría que fuese de otra forma, tengo muchos enemigos. Si quisieran podrían rastrearme.

-Sabes que no lo harán. No tienen posibilidades de ganar después de todo.

-Siento que me estas dando mucho crédito. No soy tan fuerte como solía serlo.

-No lo sé, podrías tener una batalla decente contra Hisoka en tu estado actual- Kurapika sonrió levemente, entendiendo la referencia.

-Ni lo menciones.

 

Habían pasado dos horas y la fila se había movido un par de metros.

-Deberías decirme algo de estos sujetos, he escuchado sobre ellos, pero hombre, no es como que sepa mucho como para estar en uno de sus conciertos.

- ¿Me has invitado a un concierto de una banda que ni siquiera te gusta? - El rubio alzo una ceja.

-Oye, oye…Es muy pronto para asegurar que no me gustan. En términos generales, si se refiere a este tipo de música, me quedo con Artic Monkeys o algo así.

-Como siempre, tus gustos son pésimos.

- ¡Oye, los Artic Monkeys son bastantes buenos!

-Para una persona en un bar con servicios sugerentes. The Black Keys los superan en letras, y por mucho.

Leorio sonrió, así que de a poco, Kurapika estaba soltando su lado de fanboy. Seguiría estirando un poco más para ver que podía conseguir.

-A todo esto ¿Cómo los conociste? -  Kurapika considero responder la pregunta, miro hacia el piso procesando si dar esa información era una opción. Finalmente, cerro los ojos e inauguro su explicación.

-En mi primera salida al exterior. El primer pueblo que visite parecía un lugar bastante mágico en ese entonces, estuve entrando a todas las tiendas...-Se detuvo-…No se sinceramente porque lo hacía, supongo que en ese momento estaba realmente emocionado, todo parecía nuevo. No tarde en toparme con una tienda de música, La joven que trabajaba allí me vio curioseando y leyendo las contraportadas de algunos vinilos. Le explique que quería algo completamente diferente a lo que podría encapsularse como música tradicional y me enseño esta banda.

-Espera, ¿Te gustan desde los catorce?

-Doce, en realidad- Corrigió Kurapika- Fueron la primera banda que escuche que no tenían nada que ver a la música típica Kurta. Fue refrescante y no solo eso, la chica me explico que los integrantes eran amigos desde la infancia, Auerbach y Carney formaron el grupo tras terminar sus estudios. El nombre de la banda se inspiró en un artista amigo suyo que padecía de esquizofrenia y que usaba recurrentemente el término black keys para describir a "Las personas que no estaban del todo bien". Además de que también hacia referencia a las teclas negras (black keys) de un piano que comprenden la escala pentatónica de mi bemol menor, esta se asocia frecuentemente con el blues y el rock- Kurapika hizo una pausa- Apenas me dijo todo esto, enloquecí. Me imagine a mí y a Pairo siendo ellos, no lo sé, supongo que es un nombre que nosotros hubiésemos escogido. Nos gustaba sobre pensar todo.

-Ya veo…-Leorio rasco su cabeza, algo seguro de que había sobrepasado los límites- Lo lamento, no debí presionar para que recordaras todo eso.

-Esta bien, la verdad no es un mal recuerdo- Kurapika tomo un sorbo de soda.

-Si te gustaban desde hace tanto tiempo, ¿Porque nunca lo mencionaste?

-Siendo sincero, es un recuerdo muy preciado para mí. Solo no quería ensuciarlo con el presente. Lo que soy ahora no es ni el diez porciento de lo que solía ser. Supongo que me he vuelto más apático.

-Al fin lo admites- Se aventuro a bromear Leorio, Kurapika sonrió ligeramente.

-Sea como sea, nunca había tenido interés en venir a uno de sus conciertos.

- ¿Y eso por qué?

-Bueno, son eventos sociales bastante concurridos. Además, se por teoría que los conciertos de rock son bastante…-El rubio busco alguna palabra que encajara-… Energéticos, no me sorprendería que Auerbach nos lanzara whiskey en la cara o algo así.

- ¿Ya ha pasado antes?

-Glastonbury, 2010.

Leorio alzo una ceja, a Kurapika no solo le gustaba The Black Keys. Kurapika había visto sus conciertos, escuchado sus álbumes, probablemente, leído todas las noticias referentes a estos. Kurapika era un fanboy intenso bajo una fachada estoica de hielo y solo lo había admitido ahora, probablemente, porque la emoción de verlos, aunque no pareciera, le estaba quemando las pestañas.

La fila volvió a avanzar, esta vez, quedaron relativamente cerca de la entrada oficial del teatro, después de 15 minutos lo mas probable es que lograran entrar. Leorio escuchaba atentamente a Kurapika hablar de los álbumes con gran lujo de detalles en cada explicación, si se era sincero, era adorable que el rubio no notara lo emocionado que lucía, incluso si su voz era tranquila y su semblante no mutaba. El hecho de que Kurapika se mantuviese tanto tiempo en una conversación dejando salir tal cantidad detalles y siendo el pilar fundamental de esta, solo era una cosa que se daba en dos ocasiones, ahora y cuando repasaba un elaborado plan para alguna misión peligrosa. El moreno observaba encantado como elevaba su dedo índice, para explicar por qué “Turn Blue” no le parecía mejor que “El camino” como si esto se tratara de sostener una tesis científica en una conferencia formal.

De hecho, podría haber apostado, que la garganta de Kurapika había ahogado un gemido de emoción cuando la barda finalmente se abrió para dejarles espacio para entrar. El resto resulto con relativa calma, el rubio le había hecho una llave al guardia que intento revisarlo, Leorio se encargo de disculparse con la seguridad y asegurar que Kurapika “Solo estaba nervioso, porque era su primer concierto” suponía que les habían dejado entrar mas por temor al menudo rubio que por credulidad. Una vez adentro del teatro, notaron que la primera fila no poseía sillas, como en un buen concierto de Rock en la cancha predominaba el estar de pie, a Kurapika esto no le pareció molestar tanto como el reiterado contacto con la gente que tocaba y empujaba por su costado y su espalda.

- ¿Estas bien? - Había preguntado Leorio, el rubio miro con disgusto hacia atrás, con algo parecido a una amenaza no verbal, eso hizo que los demás intentaran mantener su distancia o en caso de cualquier cosa, su compostura.

-Hey, no seas tan amenazante. Ellos también han venido a disfrutar- Kurapika no dijo nada, sabía que el mayor tenía razón, sin embargo, le molestaba que gente desconocida estuviera tocándolo.

-Lo lamento, no estoy acostumbrado a esto…-Miro ligeramente hacia atrás, hubo un momento de silencio, Leorio pensó que Kurapika estaba examinando algo-…Si nos atacaran aquí, no podríamos reaccionar con rapidez. Tendríamos que encargarnos de los civiles, pero un pánico colectivo haría las cosas difíciles.

Leorio revolvió la cabeza de Kurapika despeinando aun mas su coleta mal recogida.

-Nadie nos atacara aquí, apaga tu mente del trabajo. Estoy seguro que los mafiosos que te siguen están perdidos buscándote en alguna opera o algún recital de Batch.

- ¿Por qué harían eso?

-No sé, pareces como esos de los que parecen que aman la música clásica.

-No me molesta la música clásica, pero amarla, me parece algo dramático.

-No me culpes a mí, es tu actitud de anciano la que hace que la gente te asocie a esas cosas.

Kurapika estaba a punto de explicarle a Leorio que asociar la música clásica con gente aburrida era una estupidez, su ceño estaba listo para empezar una batalla cargada de argumentos del porque su comentario había sido tan simplista. Cuando de pronto, pudo sentir los pasos en el escenario, Leorio vio como los ojos del rubio se abrieron, sus labios susurraron una maldición, a Leorio le pareció que esta se encontraba en Kurta, ya que no pudo entenderla del todo, pero su tono daba a entender que se trataba de una.

La gente empezó a gritar y aplaudir, Leorio observo a Kurapika congelarse. Su expresión dejaba cabida a una incertidumbre interna que solo Paladinknight podía notar. Los artistas saludaron y por un segundo, pudo notar que el vocalista había fijado su mirada en Kurapika, ya que habían quedado convenientemente frente a estos. Senritzu se había lucido seleccionando las entradas.

-Creo que te esta mirando.

-Lo note.

Aquella mirada fue breve y paso al siguiente del público, como si tuviese que ser dividida para que todos quedasen conformes con el dinero que habían invertido para entrar. Kurapika trago saliva, Leorio sonrió levemente, no eran muchas las veces que podía hacer que el rubio bajara la guardia. Incluso ahora, tenía la expresión de no creer lo que veía, probablemente pensaba que aquellos eran impostores, enviados por matones de la mafia para emboscarlo, eso explicaría el porque este procedió a mirar levemente hacia atrás en busca de alguna pista.

-Definitivamente, son ellos.

-Evidentemente, ahora que lo has confirmado seria un buen momento para que empezaras a gritar como una quinceañera.

El rubio puso los ojos en blanco.

-No seas ridículo.

-No le diré a nadie que te volviste loco en un concierto, será nuestro secreto- Kurapika sonrió ante eso.

-Lamento decepcionarte, pero puedo controlarme perfectamente.

Las guitarras dejaron una introducción, el primer tema era Lonely Boy. El estridente y pegajoso rif tomo por sorpresa a Kurapika, quien no pudo evitar saltar ligeramente cuando los altavoces dejaron salir su sonido. Leorio disfruto tanto de la reacción del rubio como de la melodía.

-Hey. Esta es buena ¿Cómo se llama? - En ese momento la conversación tuvo que ser llevada a gritos, ya que el concierto hacia lo suyo y no dejaba comunicarse con especial facilidad.

-Lonely Boy, es una de sus canciones mas populares. Es un gran inicio.

El concierto siguió avanzando, Gold on the ceiling siguió después de 3:14 minutos que formaban parte de la primera. Leorio podía ver como los mechones de cabello de Kurapika bailaban al sonido de las ondas de sonido. Era como si un aire le soplara en la cara, un aire que le estaba obligando de a poco ladear un poco la cabeza de vez en cuando, en lo que Leorio asumía, eran sus partes favoritas de la canción. Todo muy sutil, elegante, Leorio no podía evitar mirarlo volver, porque el Kurapika maravilloso y estruendoso de aquellas vacilaciones, era probablemente, lo único que quedaba de aquel niño de doce que había desempolvado vinilos con tanta ilusión en una tienda. Leorio ahora entendía el por qué Kurapika había guardado esto bajo siete llaves. Ese pequeño porcentaje de inocencia que no había sido arrebatado era lo único que le quedaba de un pasado con mínimos; Pero existentes, instantes de felicidad, exponerlo frente a personas equivocadas podía se arriesgado, incluso fatal. Entonces, cayo en cuenta que él era quien estaba siendo testigo de esto. Claro que era algo sentimental, limpio sus ojos rápidamente antes de que Kurapika notara que se habían puesto vidriosos.

-Leorio…-Kurapika se volteo, rompiendo la hipnosis de una forma poderosa- Vamos- Ordeno severo.

Un escalofrió recubrió la espalda de Leorio, en ese momento, estaba sonando Shine A Little Light. Antes de que el moreno pudiese replicar, Kurapika ya se había movido entre la multitud ¿Acaso se había arrepentido? Leorio lo siguió con algo parecido a la preocupación, cuando llegaron al borde de los pasillos que llevaban al baño, Kurapika se paro de frente en la oscuridad, estaban lo suficiente alejado como para que la luz no los alcanzara, las palabras podían ser oídas con mayor calidad, entonces Leorio empezó a cuestionar paranoico.

-¿Pero que diablos? Kurapika, el concierto acaba de comenzar ¿Estas bien? Siempre podemos irnos si no estas cómodo, lo lamento, solo pensé que…

Leorio no pudo seguir diciendo mucho, porque el rubio lo había empujado hacia un beso entregado que casi le robo el aire. Leorio tardo en reaccionar, impresionado de que algo como esto estuviese pasando, el beso se extendió durante el solo de Shes long gone. Cuando este se rompió Kurapika miro a un Paladinknight sin aliento, con la mitad de la cara puesta en rubor y la otra mitad, en ganas.

Leorio era demasiado simple para hacer preguntas, suponía que esto era un gracias. Uno muy extraño motivado por la emoción y la impulsividad. Leorio se conformo con eso, no haría preguntas, arrastro a Kurapika a otro beso mientras Black mud sonaba de fondo. Poco a poco, ambas siluetas se fueron deslizando al baño, tropezando detrás de si hasta chocar con un cubículo.

Leorio había empezado a presionar el cuello del rubio, dejando leves marcas en este, por otro lado, el dueño de aquella extensión de piel adorada jadeaba a una sintonía melódica casi mágica.

-Hey, espera…- Esta se detuvo por un momento-…No pensé mucho en esto.

-Si, tal vez no deberíamos, te perderás la mitad de las canciones si seguimos así.

-En realidad lo lamento, es solo que esto es…-Kurapika no sabia como proseguir- Esto es realmente magnífico. Es justo como me lo imaginaba.  Gracias, Leorio- Un leve sonrojo cruzo por las mejillas del mencionado.

-No seas tan formal cuando me has arrastrado al baño. 

-Créeme, terminar aquí no era parte de mis planes.

-Claro que no, puedes culparme a mi esta vez- Replico Leorio con cierto nivel de sarcasmo, Kurapika solo pudo poner los ojos en blanco.

-Yo iré primero- Instruyo- alcánzame después de quince minutos. Retomaremos nuestros lugares.

Leorio reorganizo levemente el cabello del rubio.

-Bien, te veo allá.

Paladinknight agradeció los quince minutos restantes, necesitaba calmarse antes de volver. Senritzu lo había bendecido con este plan, respiro hondo y se dispuso a salir. The black Keys había inaugurado su jornada lenta con the weight of love. Leorio había tomado la mano del más bajo y este, aunque con algo de privación, la había aceptado. No supo cómo, pero en algún momento pudo abrazarlo, probablemente fue Little black submarine, la letra podía tocar al rubio de una forma bastante intensa. Kurapika no dijo nada, por alguna razón, en ese momento aceptaba todos los toques de Leorio con una facilidad casi impropia. Los recordatorios del pasado siempre volvían a Kurapika de esa forma, febril, inquieto. Lo confundían y lo desbordaban, sin embargo, no todo parecía ser tan malo, y Leorio estaba feliz de poder estar allí para contenerlo. De todas formas, él lo ignoraba, pero no había ninguna otra persona en el mundo a la que el rubio amara tanto como para dejarle saber estos puntos débiles. Incluso si el tiempo los separaba, incluso si Leorio lo revelara, Kurapika no se arrepentiría de nada.

El concierto duro casi dos horas, Kurapika esquivo asertivamente el vino escupido por los miembros hacia el público, Leorio no tuvo tanta suerte. Mientras esperaban en la fila para el contacto directo con los artistas, Kurapika quitaba con un pañuelo las manchas de alcohol reseco sobre la piel de Leorio.

-No lo sé…-Dejo salir Kurapika- En realidad es bastante tarde, no tengo problema con que nos retiremos.

-No seas aguafiestas, las entradas nos dan este beneficio y siendo sincero, después de aquel pedazo de concierto, hasta yo quiero conocerlos en persona.

-Te escupieron vino en la cara.

-Y fue grandioso, es un buen bautizo para alguien como yo- Kurapika sonrió.

-Bien, supongo que podemos hacerlo.

Claro que lo hicieron.

Leorio sonrió mientras Kurapika hablaba con propiedad acerca de música con los miembros de la banda. Estos lo miraban intrigados y atentos, de pronto la situación se volvió mas ellos admirando al rubio, que el rubio admirándolo a ellos, como si Kurapika hubiese empezado a dar la conferencia musical más útil de sus vidas. Suspiro satisfecho, ahora solo le quedaba convencer a la mitad del zodiaco para que votaran por Kurapika para examinador. Claro que cumpliría su promesa, pero no iría a aburrirse solo, esperaba arrastrar al menor consigo.

¿Y quien sabe? Tal vez si a los aspirantes les gustaba The Black Keys, tendrían menos posibilidades de que les patearan el culo, o al menos, seria un poco menos doloroso.

 

 

 


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