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Badass (SasoDei) por zeldaxlove1997

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Mira una vez más aquel enorme lugar en el que de ahora en adelante viviría por unos largos 4 años, al menos hasta que las vacaciones de verano le permitieran ver a su familia nuevamente. Era un nuevo inicio en la etapa escolar de todos y como se acostumbraba en Konoha los chicos en universidad dejaban su vida en casa para pasar a una de total independencia en un instituto para que más adelante se adaptaran y fueran ciudadanos completamente autosuficientes para trabajar en la sociedad. Había optado por el área artística y pensaba tontamente que la universidad en la que se apuntó se dividía por planteles lo cual era cierto pero solo para tomar clases mientras que para tomar dormitorio era con gente de diversas áreas. Había rezado profundamente porque no le tocaran compañeros desagradables, por una parte le emocionaba por fin dejar de vivir en techo de sus padres y no porque ellos no fueran buenos con él sino que la simple sensación de sentirse independiente le llenaban el pecho de orgullo, solo que estaba debatiendo en la parte de tener que compartir un mismo espacio con gente desconocida y de la cual no sabía los hábitos y que tan molestos podrían llegar a ser ya que ahora a diferencia de vivir en casa no podía fácilmente quejarse de las costumbres de las personas sin esperar que lo mandaran al diablo. 

 

Pero fuera de esos pensamientos se sentía muy feliz y orgulloso de sí mismo ya que muy pocos entraban con facilidad aquel sitio, pero lo que más le cautivó fueron los promocionales de la escuela que pintaban gigantescas salas de arte en las que podía desenvolverse perfectamente. 

 

Suelta un último suspiro y coge con fuerza su maleta para buscar su dormitorio, al entrar había muchos alumnos corriendo de un lado a otro, chocando unos con otros buscando su área y alguna que otra directora de pasillo regañando, era de lógica que el primer día estarían todos apurados en desempacar y ponerse al corriente de las actividades, porque esté a diferencia de otras universidades tenían diario un calendario de actividades que de no concretarse le bajaban puntos adicionales al alumno lo que dificulta un título por excelencia al final de su carrera. 

 

- ¡Deidara! - esa voz no podía ser de nadie más que de.. -

 

- Ita, así que si entraste - mira la sonrisa resplandeciente del pelinegro que se acercó emocionado hasta él - 

 

 - Pues claro, aunque Sasuke estaba preocupado por la opción que escogí, dice que está universidad no es muy reconocida por el buen trato al alumno pero imagine que exageraba - se rasca tras la nuca restando importancia - pero ¿como te fue con el viaje acá? ¿ya te has instalado? - 

 

- Aún no, justamente iba para eso - señala su maleta - 

 

- Te ayudo a encontrar tu dormitorio, así sirve que me digas por fin a cual carrera te fuiste, yo estaba muy indeciso si irme a medicina o veterinaria, finalmente me fui por veterinaria, hubiese querido irme a danza pero mis padres tienen una idea muy cerrada con respecto al arte - hace una mueca de disgusto - lo bueno es que estoy en un plantel cerca de Shisui - menciona con un ligero sonrojo en sus mejillas, esos dos llevaban siendo pareja desde hace meses y hasta la fecha no había nada que los despegara, de hecho se le había hecho raro no ver al otro pelinegro junto a su amigo pues desde que empezaron a salir no se separaban - pero aún no me has dicho en que carrera estas - 

 

- Eso es porque no has parado de hablar - codea divertido, haciendo reír al pelilargo - 

 

- Lo siento, sabes que no puedo evitarlo, pero ya dime ¿donde quedaste? - 

 

- Bueno no teniendo mi hemisferio izquierdo muy desarrollado y sumando que soy rubio no tenía muchas opciones más que artes plásticas - menciona burlón - 

 

Itachi ríe al compás del otro, aquello del pelo rubio era una broma que se traían entre ambos pues desde siempre le habían dicho al blondo que los rubios no son inteligentes, lo cual era una total mentira pues el hermano menor de Deidara, Naruto era super inteligente. Pero aquello había quedado como una broma infantil entre ambos. 

 

- Suerte que Kushina no es una madre tradicionalista y te dejo escoger lo que quisieras - 

 

- Yo lo llamaría intuición, sabe que no soy muy listo - sonríe divertido - 

 

- Al menos eres un buen artista, no todos tienen tu habilidad ni tu ojo de genio - anima apoyando una mano en su hombro - 

 

- Cierto - 

 

Una vez en el pasillo el pelilargo se encarga de llevarlo hasta su dormitorio, era bastante amplio y con una vista espectacular al campus, al parecer todavía no llegaban sus compañeros pues las camas estaban perfectamente tendidas así que tendría la fortuna de escoger en qué sitio instalarse, optando por la cama pegada al fondo del cuarto ya que contaba con un pequeño sofá a los pies del colchón, al menos era la zona que más privacidad parecía tener, no le molestaba la compañía siempre y cuando fueran gente decente y que respetaran sus cosas. 

 

- ¿Y ya conociste a tus compañeros? - cuestiona dejando la maleta en su ahora cama - 

 

- De hecho solo es uno, es un cuarto un poco más pequeño que esté, de verdad que te envidió - se recuesta en el colchón mirando al blondo que solo sonríe - No parece ser muy hablador, cuando llegue apenas y me volteo a ver, además es un poco extraño - lo susurra como si aquel pudiera escucharlo desde muchos kilómetros de distancia - 

 

Deidara arquea una ceja confundido 

 

- ¿Raro? ¿en qué sentido? ¿acaso se come sus uñas? - bromea - 

 

- No, Dei hablo en serio, tiene un aspecto extraño, es... como una especie de ¿tiburón? ¿chico tiburón? - debate mentalmente la descripción del chico - 

 

El blondo le mira sin comprender, incluso dudando si su amigo se había metido alguna sustancia que lo estuviera haciendo alucinar

 

- Itachi creía que tu familia tenía la mejor vista del mundo, no me hagas empezar a dudar de ello - suelta una sonora carcajada - 

 

- ¡Hablo enserio! Deidara es mi primer noche aquí, no lo conozco de nada ¿que tal que intenta comerme en medio de la noche? - se toca la cabeza con ambas manos en gesto angustiado - 

 

- Bueno lo más probable es que te vomite a la hora de haberte comido - señala encogiéndose de hombros - 

 

Itachi le mira ofendido, frunciendo el entrecejo 

 

- Dei - 

 

- Hm - 

 

- Vete a la mierda - dice lanzandole a la cabeza la almohada que había en la cama - 

 

- Hey ya - reía intentando parar el ataque - que ya sé que el único que desea comerte es Shisui - esto último lo dice en tono sugerente, haciendo sonrojar hasta las orejas al otro - 

 

- D-Deja de decir eso - se voltea dándole la espalda al blondo - Iré a ver mis horarios de mañana, te dejo desempacar - despide apresurado - 

 

- De acuerdo, hasta mañana - 

 

- Podemos vernos en la tarde-noche y tomar un café - sugiere desde el marco de la puerta - 

 

- No sé dónde se encuentra la cafetería - 

 

- Yo vendré por ti, no te preocupes - sonríe - 

 

Este asiente y deja que el pelilargo se retire a su respectivo dormitorio 

 

Mira cansado la pila de ropa que aún le faltaba por empacar, quizá debió dejar algunas cosas en casa para cuando regresara en verano. Bufa agotado, recostandose un rato en el colchón, más tarde terminaría de colocar todas sus cosas, pero ahora le apetecía dormir un rato. 

 

Cierra los ojos y se deja envolver por los brazos de Morfeo en un profundo sueño. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Unas voces retumbando en la habitación inquietan su sueño, obligándolo  a abrir lentamente los ojos para acostumbrarse a la molesta luz de los focos iluminando el cuarto, en medio del cuarto había dos chicos discutiendo sin reparo alguno de que él estuviese descansando, por su expresión parecía que llevaban un buen rato peleando. Revolotea los ojos molesto de haber sido interrumpido en medio de su descanso y se enfoca en los chicos peleando, el más alto de estatura lucía una piel pálida y un cabello anaranjado alborotado para todos lados mientras que el otro y más fornido de cabello platinado y ojos violeta imponía con esos enormes bíceps bien trabajados. 

 

- ¡Te he dicho que la cama de la izquierda es mía! - gritaba furioso el peliplata - 

 

- ¡Yo llegué antes que tú! - 

 

- Si bueno eso no me importa, ahora quita tu maleta o la arrojaré por la ventana - amenaza tomando de una cuerda la maleta - 

 

- Tú que lanzas eso y yo que te reviento la cara a golpes, escuincle creído - 

 

- Me gustaría ver que lo intentaras - reta socarrón, sonriendo con altanería - 

 

- Ganas no me faltan - 

 

- ¡Basta ya! - interrumpe el blondo - ¿Se puede saber qué demonios está sucedió y porque están gritando como malditos animales? - 

 

- Ese idiota no quiere cederme la cama de la izquierda y yo quiero quedarme con esa - 

 

- Si pero yo llegue antes, lo justo es que sea mía - se cruza de brazos serio el pelinaranja - 

 

- Bueno ya, hay una forma muy sencilla de solucionar esto - Deidara saca de sus bolsillos una moneda - tú - señala al pelinaranja - si cae cara la cama es tuya y tú - menciona el peliplata- es tuya si cae águila ¿de acuerdo? - ambos asienten esperando impacientes a que el blondo lance la moneda - ¿Listos? aquí va - con una facilidad lanza al aire la moneda y la deja caer justo en la palma de la mano - Bien, cayó águila - vuelve a guardar el dinero en sus bolsillos - 

 

El peliplata pega un brinco de alegría y comienza a gritar eufórico 

 

- ¡Si, sabía que sería mía! ¡en tu cara, maldito idiota! - señala con burla al pelinaranja que solo tuerce el gesto recogiendo su maleta para pasarla a la otra cama - 

 

- ¿Te sientes feliz de ser un niñito que pelea por una paleta? - dice el blondo fastidiado - 

 

- Si, porque ya es mía - 

 

Niega harto de la actitud del peliplata

 

- Por cierto, soy Deidara - menciona a ambos - 

 

- Yahiko - el pelinaranja que parecía un poco menos infantil que el otro se acerca y le extiende la mano en forma de saludo - 

 

Sonríe aceptando el gesto 

 

- Diganme Hidan - habla el otro dándoles la espalda, comenzando a desempacar sus cosas - 

 

Deidara asiente, alejándose unos pasos para dejar que sus compañeros terminen de acomodar sus cosas, saca el móvil de los bolsillos del pantalón y mira la hora, eran casi las 7:30, seguramente Itachi no tardaría en ir por él y todavía no había terminado de desempacar todas sus cosas.

 

Toma una liga de entre sus cosas y se ata el pelo en una media coleta, agarrando la primer sudadera que encuentra, regresando acomodaría todo. 

 

Unos toques a la puerta le alivian, al menos podría salir un rato a conocer un poco más el lugar

 

- Vaya, vaya ¿que necesita una lindura por acá? - escucha decir al peliplata quien había ido a abrir la puerta - 

 

- Piérdete, degenerado - insulta su amigo, empujando al otro para entrar al dormitorio - 

 

- Qué carácter - bufa el otro regresando a sus labores - 

 

- Dei ¿ya estás listo? - 

 

- Todavía no termino de arreglar esto, pero la verdad que no me apetece hacerlo ahora, vamos - sigue al pelilargo que alza el dedo medio a Hidan cuando esté le lanza un beso al aire en cuanto cruzan la puerta - 

 

Una vez en el pasillo se dirigen a la cafetería

 

- ¿Enserio ese será tu compañero? y yo que me preocupaba por que me tocara con un patán, de verdad me apiado de ti, amigo - dice Itachi aún con el ceño fruncido por la actitud del otro - 

 

-Mientras no se meta conmigo creo que todo seguirá en paz - 

 

La cafetería estaba bastante cerca de su plantel, afortunadamente aún había muchos alumnos en el servicio por lo que intuía que cerraban algo tarde, quizá por los alumnos que salían a muy noche de sus clases

 

Era bastante amplia, tenía una extensa área repleta de mesas de cristal y una sombrilla de por medio, algunas no contaban con eso pero si con bancas a lo largo para grupos más grandes, en el centro de donde se servía la comida venía el menú con una gran variedad de bebidas y postres.

 

- Para no ser un instituto de la élite está bastante bien surtido - menciona asombrado - 

 

- Lo sé, también me sorprendió cuando lo vi - 

 

Van hasta la barra a pedir su orden y ver donde podían sentarse 

 

- Gracias - responden al unisón en cuanto la empleada les entrega ambos vasos de café - 

 

- Mira, por allá está vacío - señala el pelilargo unas mesas de hasta el fondo - 

 

El blondo asiente siguiendo a Itachi que se escurría entre los estudiantes hasta que un empuje contra el pelilargo le derraman toda la bebida encima, pegando un quejido lastimero en cuanto el impacto llega 

 

Deidara gira la vista para ver al responsable, de entre los alumnos que veían curiosos la escena ve una cabellera pelirroja que caminaba como si nada hubiese sucedido, sin inmutarse siquiera en volverse a preguntar si su amigo se encontraba bien 

 

Aprieta los puños con fuerza sin contenerse

 

- ¡Al menos deberías pedir perdón, imbécil! - grita furioso - 

 

El tipo detiene su paso, volteando ligeramente solo para ver al pelinegro que se secaba como podía la camisa empapada con algunas servilletas, sonriendo engreído ante su acto

 

- No debió meterse en mi camino - 

 

- Eres un... -

 

- Déjalo ya, Dei no fue para tanto - intenta calmar Itachi - 

 

- Si Shisui hubiese visto eso no habría permitido que se fuera ileso, ese infeliz - gruñe molesto - 

 

- Pero no lo vio, ya está bien, no pasó a mayores - palmea amigable su espalda - tranquilo, estoy bien - le regala su mejor sonrisa - 

 

Deidara asiente en un suspiro, acompañando a su amigo al dormitorio para que pudiera cambiarse la camisa antes de que se resfriara

 

El blondo mira inconscientemente por donde se fue aquel cínico pelirrojo, pensando en cuanto patán más se encontraría ese día.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A la mañana siguiente nuevamente fue despertado pero por el sonido del despertador de alguno de sus compañeros, abre perezoso los ojos, tallandolos en el proceso y girándose para ver en qué momento se dignaban a apagar esa cosa. 

 

- ¡Carajo, apaguen esa mierda! - gruñe el peliplata tapándose hasta la cabeza con las sábanas - 

 

Mira con los ojos entrecerrados por el cansancio al pelinaranja que con pereza toma el reloj y detiene la alarma 

 

- ¿No puedes poner en otro jodido sitio tu alarma? - seguía quejándose Hidan - 

 

Yahiko toma el pequeño reloj y vuelve activar aquel horrible sonido pero está vez se dirige hasta la cama del peliplata y se lo echa encima 

 

- ¡Vete al carajo, idiota! - insulta molesto, tirándole de vuelta el despertador - 

 

Deidara observa divertido aquello, despertando por fin

 

- Buenos días también a ustedes, chicos - menciona Yahiko ganándose más de un insulto de Hidan - 

 

El rubio ríe divertido, tomando sus cosas para ir a las duchas antes de clases, dejando que esos dos sigan peleando hasta que toque la campana 

 

Para su fortuna el día de ayer ya no volvió a toparse con más gente indeseable, pudo regresar con el pelilargo a la cafetería y charlar un rato, prometiendo verse al siguiente día a la hora del almuerzo, no estaba muy lejos el plantel del otro así que sus horarios se acoplaban bastante bien

 

Regresando de la cafetería tuvo que terminar de acomodar todas sus cosas, dejándolo exhausto y terminando casi a las 2:00 de la madrugada, era lógico que se encontrara agotado y con unas bolsas de ojeras imposibles de borrar, su aspecto era deplorable y no era de menester que los alumnos se le quedaran viendo, alguno que otro comentario burlón hacía su apariencia pero que se encargó de ignorar olímpicamente, era su primer día y no iba a meterse en problemas con algún idiota. 

 

Tira de su mochila perezosamente, entrando a su respectivo salón, le tocaba taller de pintura y por algunos rumores que escucho se decía que la maestra era muy estricta con respecto a los horarios, así que con casi 15 minutos de anticipación había llegado al salón, lógicamente el sitio estaba vacío sino hasta que ve al fondo del salón a quien menos hubiese querido encontrarse ese día. 

 

Abre la boca en una perfecta "o" sin emitir ningún sonido, observando detenidamente al mismo pelirrojo de la noche anterior que parecía aún no reparar en su presencia, absorto en un libro 

 

Una sensación desagradable le recorre el cuerpo, odiaba a la gente alzada y que peor aún si se metían con la gente que quería. Aquel pelirrojo de rostro inexpresivo, tan arrogante que parecía sentirse superior a cualquiera, esos ojos fríos solo alimentaban más la repulsión que sentía de tenerle cerca y eso que todavía no le conocía de nada, ni siquiera su nombre sabía, tampoco le interesaba, solo sabía que era un patán engreído. 

 

Deja su mochila en uno de los pupitres sin quitar la vista del pelirrojo que seguía absorto en su lectura. Aprieta los labios queriendo decirle una y mil maldiciones pero sus ojos se detienen en el bote de pintura fresca que reposaba en el escritorio del docente, a su lado una brocha gruesa que lo tentó. Una idea macabra se le vino a la mente, exigiendo a gritos que lo hiciera pero su parte buena le suplicaba que no, que era su primer día y no debía meterse en problemas tan pronto y menos por venganza. 

 

Se muerde el labio inferior con algo de duda, jugueteando con sus dedos, inhalando profundamente antes de tomar la brocha gruesa y aún dubitativo la remoja en la pintura fresca del bote 

 

¡Carajo, seguro que me voy a arrepentir! 

 

A una velocidad rayo se aproxima a este y sacude la brocha con fuerza haciendo que las gotas de pintura caigan de golpe en el cabello y rostro del pelirrojo

 

El corazón le palpitaba fuerte, sentía que la respiración le fallaba y que en cualquier momento se desmayaría, las manos le temblaban de la adrenalina

 

- L-Lo siento - murmura a lo bajo - 

 

¡Joder! 

 

Los fríos e inexpresivos ojos se alzan para escrutar los azules que traían una expresión de pánico, los dedos se pasean por la mejilla derecha, cogiendo un poco de la pintura que cayó, observando los tonos azules que seguro tardaría en retirar de su piel, volviendo la vista al rubio que estaba estático en su lugar. 

 

El sonido de la silla corriendose para atrás crean un ruido ensordecedor que hacen estremecer al rubio, apretando los dedos con angustia, regañándose mentalmente por ser tan idiota de haber hecho eso sin tener siquiera testigos por si algo le sucedía. 

 

Fue en un parpadeo cuando ya estaba siendo estampado contra una de las paredes del salón y una mano le apretaba del cuello pero aún sin cortarle la respiración, abre los ojos con temor y solo puede encontrarse con la mirada seria del pelirrojo que lo sometía contra el muro, casi podía sentir la furia correr por las venas del cuerpo contrario, el calor interno que seguro debía sentir por la rabia 

 

- No me provoques - la profundidad de su voz y la fuerza con la que pronunció aquello fueron más que suficientes para hacer temblar al blondo en su lugar, soltando un jadeo - 

 

- ¿O que? - ¡No! ¿Porque mierda había dicho eso? se regañaba por su jodida testarudez - 

 

La sonrisa que se forma en el rostro ajeno no le gustan para nada, estaba seguro que lo mataría ahí mismo, estaba contando los segundos para que esté le rompiera el cuello y lo tirara por la ventana, igual nadie se enteraria quien fue. 

 

- Creeme, no quieres saber de que soy capaz - esto lo dice pegado al oído del blondo, pudo sentir el aliento caliente del otro chocar contra la frialdad de su oreja - 

 

Con esa última advertencia, se separa del cuerpo del blondo, dejando que éste se desplome en el suelo, sujetándose el pecho solo para sentir cómo su corazón seguía golpeteando contra su pecho.

 

La alarma suena y de la puerta empiezan a aparecer los alumnos restantes y a la maestra que cerró tras de sí, dando comienzo a la hora de clases

 

- Señorito si no le importa las bancas son para los alumnos - señala la docente mirándole con la ceja arqueada y cruzada de brazos, esperando impaciente a que el blondo tome su respectivo lugar - 

 

- Sí... - 

 

Es lo único que logra responder, levantándose como puede aún sintiendo las piernas como gelatina, no sin antes mirar de reojo al pelirrojo que desde hace un buen rato mantenía una sonrisa macabra en el rostro. 

 

Notas finales:

 

 

Holaaaa, ya les había comentado que últimamente me llamaba bastante la atención del SasoDei así que quería traerles una historia con ellos, no estaba segura de subirla ahora puesto que tengo pendientes otras dos, pero no podía más con la emoción de subir algo de está parejita que me está encantando 

 

Espero que la disfruten tanto como yo y me sigan hasta el final del fanfic

 

Gracias <3 

 

JoJo


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