# QUIERO #
Hakuryuu había terminado su práctica hasta muy tarde. Y cuando estaba por dirigirse a su habitación Kouen lo vio a lo lejos, por lo que decidió acercarse a él.
-Terminé exhausto -suspira antes de entrar-.
-No es bueno que te excedas Hakuryuu -susurra a su oído-.
-¡¿Qué haces aquí?! -se aparta rápidamente de él-.
-Tu cuerpo se ve cansado, será mejor que vayas a ducharte para relajar tus músculos-.
-No soy así de débil como crees.
-¿Ah, sí? -Kouen lo empuja con delicadeza al interior de la habitación y lo recuesta con cuidado-.
-¡¿Pero qué...?!
El primer príncipe se acomodó en la parte inferior de la cama y comenzó a darle un masaje a los pies y piernas de Hakuryuu.
-¡Para con eso! -le reclamaba al tiempo que se retorcía del dolor, pero no precisamente por la fuerza de su primo. Era más bien que su cuerpo en realidad estaba adolorido-.
-Te lo dije, necesitas relajar tus músculos-. Kouen siguió con delicadeza haciéndose camino por el cuerpo de Hakuryuu-.
-No... -finalmente dejó de sentir dolor y comenzó a relajarse hasta que sin querer hacerlo, término sonrojándose por el tacto de su primo-. Para... por favor.
-Déjate llevar -susurró dulcemente-.
-¿Llevar... en... qué?
-Deseo conquistarte con todo lo que tengo, así que permíteme llegar a tu corazón.
-Jamás...
-Yo te amo Hakuryuu y siempre lo he hecho. Elijeme -le mira suplicante-.
-¿Estás... loco? ¿De... de qué hablas?
-Prometo no fallarte y jamás te haré daño -le toma del rostro-.
-No creo en tus palabras -finalmente volvió a regalarle el gesto de molestia de siempre-. Jamás confiaré en ti Kouen-dono.
-Entonces... -toma una de las manos de Hakuryuu y la apoya sobre su pecho- siente. Esto no es ningún juego, soy muy serio respecto a mis sentimientos por ti.
-¡Tú corazón! -se sorprendió que a pesar de verse tan tranquilo, la realidad es que por dentro su cuerpo lo decía todo-.
-El brillo de tus ojos me ha embrujado desde la primera vez que te ví.
-N-no... -volvió a sonrojarse y su corazón comenzó a latir tan rápido como el de su primo-.
-Desde ese día he deseado tu amor, y agonizo con él Hakuryuu. Sueño con el día en que pueda tenerte entre mis brazos.
-Yo...
-Pero quiero creer que tengo al menos una oportunidad, ya que no me rechazaste de verdad con el contacto de recién.
-Kouen... -le mira fijamente a los ojos con una ternura que jamás creyó tener-.
-Quiero poder decir que me he enamorado de tí, que sin duda haz logrado conquistar mi corazón a tal punto que no hay nadie más al que desee.
-Kouen-dono yo... -asiente con la cabeza-.
-¿Eso quiere decir que me aceptas? -pregunta dulcemente con aquella voz ronca-.
Hakuryuu había caído ante las palabras de de su primo y sin más se dejó amar. Kouen era dulce, tierno y delicado. Ahora él también quería estar a su lado.
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