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Legado - Harry Potter por Lilit Yuu Jaganshi

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Notas del capitulo:

Notas de la Autora: Buen Día! Aquí ando con el segundo capítulo: D! Aun va algo lento, lo sé, siempre suele ser así al inicio, pero descuiden, poco a poco se irá poniendo más interesante, y todo esto es necesario para ir armando el esqueleto de la historia: P

 

Descargo de responsabilidad: Ya saben que nada de este mundo me pertenece, yo solo lo manipulo para mi entretenimiento: D

Capítulo 2:  La Leyenda

 

 

Por fuera, el número 12 de Grimmauld Place podía parecer una casa como el resto de las que le rodeaban en el Londres Muggle, pero por dentro, dejaba ver la majestuosa imponencia del legado Black. Era una casa bastante amplia, y Sirius, con ayuda de Remus, había estado modificando aquel lugar en el último tiempo, buscando convertirlo en una casa cálida, alejada de lo que recordaba de su infancia.

 

Hace años, la casa se había visto imponente, fría, y ciertamente lúgubre; Aún se veía imponente, pero ahora había cierta majestuosidad en ella, cierto brillo que se debía al toque cálido que, con la ayuda de Remus, había ido poniendo.

 

La casa estaba casi lista para ellos dos, pero ahora, debían hacer ciertas reformas para adaptarla a Harry, y durante la noche, al no poder conciliar el sueño, era precisamente eso lo que Sirius había estado haciendo, buscando que el lugar fuera el mejor para su ahijado, que fuera una casa que pudiera sentir que le pertenecía, un hogar, un lugar donde estaría seguro y donde no le faltaría el amor. Habían elegido la habitación que antaño había sido de Regulus, y ahora, casi parecía la habitación de un pequeño, en la que destaco algunos colores en rojo y dorado, en clara alusión a Gryffindor.

 

Gracias a Merlín que era bueno en Transfiguraciones, así que la mayoría de los muebles los había Transfigurado él mismo. Y estaba tan metido en eso, que se sobresaltó al escuchar el golpe en la ventana.

 

Al ver que era un búho, corrió a abrir, permitiéndole el paso, y quitándole la carta al momento.

 

El búho le ululo molesto e indignado ante aquello, pero Sirius lo ignoro. Apenas la leyó, antes de correr a despertar a Remus. Debían arreglarse y partir a Hogwarts con Harry.

 

 

***

 

 

La despedida de James y Lily fue privada, sí, pero hermosa y digna de ellos. Se hizo en el Gran Comedor, que se decoró de manera sobria, pero destacando un poco los colores de la Casa a la que ambos habían pertenecido con orgullo. Apenas asistieron unos pocos magos, no más de diez, pero fue mejor de ese modo. El mundo aún estaba pasando una transición difícil, y aún había peligro, sobre todo para Harry, a quien Remus y Sirius habían llevado.

 

Dumbledore se encargó de presidir la ceremonia, honrando la valentía y coraje de ambos al enfrentar a Voldemort en más de una ocasión, y por proteger la vida de su hijo, inclusive por sobre su propia vida.

 

Para el atardecer, con esa misma congregación privada de los que fueron más cercanos a James y Lily, fueron al Valle Godric, dándoles el último adiós, antes de enterrarles por fin, permitiéndoles así el descanso…

 

 

***

 

 

Después de la ceremonia, Dumbledore, Sirius, y Remus con el pequeño Harry, subieron a la oficina del primero. Sólo serían ellos cuatro. Lo que se iba hablar ahí era un tema muy delicado, y mientras menos gente lo supiera, sería mejor.

- ¿Qué encontraste? – quiso saber Sirius mientras ayudaba a Remus a sentarse, para que pudiera estar cómodo con Harry en brazos.

- No hay duda de que Harry derroto a Voldemort – les comenzó a explicar Dumbledore, sentado tras su escritorio – Use algunos hechizos en las paredes y suelos de la casa, que me permitieron ver lo que sucedió esa noche. James trato de darle tiempo a Lily y a Harry. Voldemort tampoco los ataco de inmediato. Su objetivo era matar a Harry. Inclusive llegue a pensar que si James y Lily le hubieran entregado a Harry, quizás les hubiera perdonado la vida… –

- ¡Ellos jamás habrían hecho tal cosa! – exclamo Sirius indignado, poniéndose de pie incluso, y ante la fuerte voz, Harry comenzó a llorar.

- Sirius – le pidió Remus, que comenzó a mecer a Harry entre sus brazos para calmarlo.

- Sé que no, Sirius – intervino Dumbledore conciliador – Fue sólo una impresión que me dio. Voldemort quería a Harry por la profecía, pero las profecías nunca son exactas, y él ni siquiera la había escuchado completa… Creo que esa fue realmente su perdición –

- ¿Pero y entonces?, ¿Cómo sobrevivió Harry, si lo quería precisamente a él? – quiso saber Remus.

- Gracias en parte, a una magia muy poderosa – le respondió Dumbledore – Sus padres se sacrificaron voluntariamente por él, con todo el amor y desinterés de cualquier padre amoroso, e invocaron la magia más antigua y poderosa que existe en el mundo. Primero James, interponiéndose para protegerlos, y darles tiempo, comenzó el ritual de sacrificio, y Lily lo termino, manteniéndose firme y negándose a apartarse de su hijo. La magia estaba ahí, vibraba en el aire como un presagio, pero Tom nunca lo noto, porque siempre ha despreciado ese tipo de poder. Por eso, no supo que estaba cometiendo un gran error al atacar a Harry. Harry estaba protegido por la magia más poderosa que puede existir. Aún lo está, de hecho –

- ¿Eso significa que Harry es intocable ahora? – quiso saber Sirius, mirando a su ahijado confundido.

- No de esa forma. Se supone que la magia del sacrificio tuvo que haberse disipado luego de proteger a Harry, pero no sucedió así – les intento explicar Dumbledore – Algo más paso. Por un momento, cuando Tom lanzo la maldición, el rayo verde los conecto a ambos, y hubo una especie de vibración en el espacio, antes de que la magia de Harry se desplegara con una fuerza que jamás he sentido en alguien tan pequeño. Fue esa magia la que hizo revotar la Maldición hacía Tom, pero no toda. Algo de esa magia se mezcló con la de Harry, y la magia del sacrificio parece que las confino en el interior de Harry para protegerlo –

- ¿Para protegerlo?, no entiendo… - dijo Remus confundido.

- ¿Y cómo Harry tuvo ese poder en primer lugar? – preguntó a su vez Sirius.

- Esto es un poco más difícil de explicar – les confeso Dumbledore – Hay quienes afirman que no existe un límite de magia que los magos y brujas pueden tener, pero que en cada uno existen barreras muy profundas que nos impiden alcanzar tal grado de poder, y que la mayoría de los magos solo son capaces de atravesar unas cuantas barreras, que sólo magos y brujas muy versados y hábiles, logran derribar más de esas barreras, para poder acceder a más cantidad de poder. Se dice también que el mago que más barreras ha atravesado, fue Merlín. También hay otros que dicen que la magia no es de un individuo, que la magia está en todas partes, y que lo que en realidad tenemos, es la capacidad para manipularla, y que esa capacidad, depende de nuestra determinación, habilidad y perseverancia –

- He escuchado algo de eso – murmuró Remus.

- ¿Y tú que crees? – quiso saber Sirius, mirando a Dumbledore.

- Tampoco estoy muy seguro – admitió el mayor, recargándose en su asiento, mirando al pequeño en brazos de Remus – Pero si debo creer algo, basándome en lo que vi en el Valle Godric, podría decir que tenemos barreras que nos impiden alcanzar un mayor poder, porque parece que cuando la Maldición Asesina golpeo a Harry, aun cuando la magia del sacrificio evito que lo matara, permitió que esa magia pasara lo suficiente como para romper varias de esas barreras que él podría haber tenido, dándole acceso a un gran caudal mágico –

- Pero si es así, ¿Por qué no se siente nada diferente en él? – quiso saber Sirius.

- Harry es muy pequeño. Quizás ese despliegue de magia tan grande podría haberlo lastimado, al no ser capaz de controlarlo, así que la magia del sacrificio la confino de nuevo en su interior, junto con parte de la magia de Tom, que había usado en la Maldición Asesina. Es por eso que se sienten esas tres variantes de poder en su cicatriz. La magia del sacrificio sigue protegiéndolo, pero ahora de su propio poder – le explicó.

- ¿Qué implica que Harry tenga parte de la magia de Voldemort en él? – preguntó Sirius con cierto disgusto de saber eso.

- No estoy del todo seguro – confeso Dumbledore – Aún necesito investigar más sobre eso. Pero creo que entre Harry y Voldemort se ha creado un vínculo, y podría tener que ver con la profecía –

- ¿Nos puedes volver a repetir la profecía, Albus? – pidió Remus.

 

El Director asintió con la cabeza y cerró los ojos; Busco en sus memorias, hasta encontrar la profecía que había escuchado hacía tiempo, pero que se conservaba fresca, como si la acabara de escuchar ayer.

- El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida... El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes... – recito.

 

Sirius se estremeció.

- Se supone que había otro candidato para esa profecía, ¿No?, ¿Qué paso con el hijo de Frank Longbottom? – quiso saber.

- Frank y Alice Longbottom fueron torturados hasta la locura, la misma noche que Voldemort ataco a James y Lily – les informó Dumbledore con pesar – Por suerte, los Mortífago se retiraron cuando sintieron la caída de quien era su señor, y no alcanzaron a lastimar al pequeño Neville. Ahora él está siendo cuidado por su abuela –

 

Ambos magos se estremecieron al saber eso.

- Pero entonces Voldemort está muerto, la profecía se refería a Harry, y al poder con que Harry le devolvió la maldición, ¿Cierto? – quiso confirmar Sirius.

- No lo pienso así, Sirius – negó Dumbledore.

- ¡¿Por qué?! – quiso saber el pelinegro exasperado.

- Voldemort no murió esa noche. Según todo lo que vi, no está muerto – les explicó.

- Eso no es cierto… - murmuró Remus atónito.

- ¡Dijiste que lo había derrotado! – se quejó Sirius frustrado.

- Y lo derroto – confirmó Dumbledore – Pero no lo mato –

- Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida... – recito Remus aquella parte de la profecía.

- Así es – convino Dumbledore asintiendo con la cabeza – No sé qué paso, porque Tom debió de haber muerto, pero en todo caso, también Harry debió haber muerto, y ambos escaparon a la muerte esa noche… Eso solo los liga aún más a la profecía, ya que Tom lo marco con esa cicatriz, y que Harry haya sido capaz de contener parte de la magia de Tom en su interior, es como una silenciosa declaración de igualdad –

- ¡No me gusta que Harry tenga ese tipo de magia!, ¡Debemos hacer algo! – protesto Sirius.

- No hay nada que podamos hacer, Sirius. Ahora no. Debemos investigar más – le explicó Dumbledore paciente, sabiendo que el Gryffindor sólo se preocupaba por su ahijado – Lo que paso esa noche, involucro magia muy poderosa, magia antigua, y también magia profética. Son muchas vertientes que no se deben ignorar -

- ¿Entonces qué pasara ahora? – quiso saber Remus, pero apenas pudo preguntar en un susurro – Si Voldemort no está muerto… Puede regresar, ¿No?, esta guerra no ha terminado –

- No regresara pronto – les quiso decir Dumbledore – Sea lo que sea que lo salvo, no lo preservo por completo. Voldemort quedo muy herido, y perdió casi todo su poder. Recuperarse debe costarle mucho tiempo, me atreveré a conjeturar que inclusive le costara años. No estoy seguro del todo, lamentablemente, pero lo que sí sé, es que tenemos que estar al pendiente. No podemos bajar la guardia. Debemos cuidar de Harry, porque esto no ha terminado, la profecía aún no se ha cumplido, y eso significa que Tom regresara algún día, aunque me gustaría mucho estar equivocado al respecto… –

- ¿Quiénes más sabrán de esto? – inquirió Sirius con seriedad.

- Pocos. No podemos darnos el lujo de contarlo a demasiados. Es mejor disolver la Orden del Fénix, y dejarlos creer que Harry derroto por completo a Voldemort, así, la sociedad mágica podrá recuperarse, y es posible que la vida de Harry no corra tanto peligro de esa forma – les explicó Dumbledore – Pensaba más que nada en Minerva, Alastor y Severus –

- Quejicus… - masculló Sirius - ¡No quiero! –

- Estas siendo infantil, Sirius – observó Dumbledore con tranquila seriedad, como si estuviera hablando con el estudiante, y no con el hombre – Severus puede seguir al pendiente de cualquier rumor sobre el posible regreso de Voldemort, y si llegase a volver cuando Harry este en Hogwarts, ya lo tendré posicionado para que nos pueda resultar de mucha ayuda –

- Dumbledore tiene razón, Sirius – le dijo suavemente Remus – Severus tiene muchas ventajas que nosotros no tenemos. Tampoco me gusta particularmente, pero si puede ayudar a proteger a Harry… Deberíamos intentarlo… -

- ¡¿Y si pone en peligro a Harry por su odio a James?! – protestó pese a todo Sirius - ¡El odiaba a James, nos odiaba a todos! –

- Yo hablare con él – le aseguró Dumbledore con tranquilidad – Hablare de hecho con Minerva, Alastor y Severus por separado, pero me asegurare de que siempre se mantenga un ojo abierto por cualquier posible indicio del regreso de Tom –

 

Sirius gruño, tan perfectamente como podría haberlo hecho en su forma Animaga.

- ¡Si Quejicus algún día llega a poner en peligro la vida de Harry por sus estupideces, lo voy a matar con mis propias manos, Albus! – le advirtió.

- Si eso sucede, no serás el único, Sirius, pues habremos perdido a la única persona capaz de destruir por completo a Voldemort – le aseguro Dumbledore con seriedad, y Sirius asintió con la cabeza, firme y decidido a cumplir su palabra.

- Pensamos que todo esto había terminado… Y no es así… Aún le queda un largo camino a este pequeño… - murmuró Remus con tristeza, acariciando la mejilla del durmiente Harry.

- ¿Y que pasara con esa magia que despertó antes en Harry?, ¿Ya no se puede volver a despertar? – quiso saber Sirius, mirando a Dumbledore luego de mirar unos momentos a su ahijado.

- No lo sé. Hay mucha investigación por delante, pero iremos investigando hasta saber todo lo posible – les prometió.

- Queremos investigar también – pidió Remus de inmediato.

- Si, si podemos ayudar a Harry, entonces investigaremos lo que sea necesario, para entender lo que paso esa noche – decidió Sirius con firmeza.

 

Dumbledore les sonrió.

- Muy bien. Entonces nos mantendremos en contacto, y estaremos investigando todo lo posible, para que si llega el día del regreso de Voldemort, Harry esté preparado – les prometió.

 

Esa noche no se dijo más, y fuera de los 6 que conocieron la verdad, nadie más la supo…

 

Había rumores sobre lo que paso esa noche del 31 de Octubre, pero sólo pocas cosas se sabían con certeza: Que Voldemort había atacado a los Potter. Que mato a James y Lily. Que cuando intentó matar a Harry, por alguna causa, la Maldición Asesina que uso le fue devuelta, destruyéndolo. Que Harry sobrevivió con sólo una pequeña cicatriz en forma de rayo en la frente.

 

Nadie cuestiono aquello, y en el transcurso de los siguientes meses, comenzó a construirse la leyenda de El-Niño-Que-Vivió, un apelativo del héroe, como lo fue el del villano... Los que debían saber más al respecto, lo sabrían. El resto del mundo mágico permaneció ignorante durante años.


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