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Humo por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Vamos con un poco del hermoso Tendershipping ??’?

Tomando en cuenta el momento y lugar en que estaba, debería parecer un poco extraño que, lo que Bakura sintiera con mayor intensidad, fuese el picor en sus dedos por sostener a su hikari lo más cerca posible.

 

No el brillo de las luces rebotando por las baldosas pálidas del piso.

 

No el estridente ritmo de la música que le hacía alocar el ritmo de su corazón.

 

No el olor ni la sensación del alcohol en su sistema.

 

No. La sensación que más apremiaba a Bakura en esos momentos, era la necesidad de mantener a su yadonushi dentro de su rango de visión… y al alcance de su mano, preferiblemente.

 

Era un vier-, tacha eso, era una madrugada de sábado -en algún punto después de la una, si no se equivocaba- y la discoteca en el norte de la ciudad estaba más o menos llena.

 

Luego de haberse integrado a 'la pandilla', Malik pareció descubrir que tenía cierto gusto por la música y el baile. Duke, sin perder tiempo, lo había invitado con él a una discoteca, junto con Anzu y Joey.

 

Al egipcio, al parecer, le había quedado gustando la experiencia, porque finalmente habían arrastrado al resto de la pandilla.

 

Eso incluía al faraoncete, a su enano… y a su propio hikari.

 

En honor a la verdad, Bakura le había tomado gusto a la experiencia, casi tan rápidamente como Malik.

Si bien no era fanático de estar apiñado como sardina en lata entre la gente, ese era un punto del que no tenía que preocuparse mucho en una discoteca de "buen estatus" como las que a Duke le gustaban. La variedad de licores era de agradecer, bastante.

 

Lo primero que, decidió, le gustaba, era cómo Ryou se había permitido cambiar casi por completo su estilo para esa única noche al mes en que todos quedaban para ir a bailar y beber. Malik y Duke habían hecho todo un trabajo con los estilos de Yugi y Ryou. Honestamente apenas le había dado una mirada al oji-amatista en favor de centrarse en Ryou.

 

No tenía el estilo liberal y atrevido de Malik, aunque podía ver una pizca de la coquetería de Duke por allí. 

Los atuendos que Ryou elegía para las noches de discoteca usualmente consistían en pantalones entallados que se abrazan muy bien a su delgada y hermosa silueta, resaltando las pequeñas pero existentes cuevas en su figura, y armonizando con tonos claros. Estos, usualmente eran acompañados por jerseys holgados de tela fresca y colores oscuros, con detalles o estampados de neón o purpurina, que usualmente colgaban de un hombro y hacían resaltar toda esa hermosa piel pálida; o -los que más le gustaban a Bakura- holgados blusones de rejilla/malla: negro, vino o azul oscuro, que usaba sobre una playera de tirantes sencilla… o nada, en caso de que el clima estuviera lo suficientemente cálido.

 

Cuando Ryou empezó a usar ese estilo y, más importante, a sentirse cómodo y libre con eso, Bakura tenía que poner todo su autocontrol en no babear por la vista… y un poco en no alimentar el reino de las sombras con todas las almas mortales que tuvieran la osadía de intentar acercarse a él y tocarlo. 

 

Lo cual lo regresaba al momento exacto, dónde Malik, Ryou, Duke, Anzu y Mai eran prácticamente el espectáculo principal en la mitad de la pista de baile. 

 

Por lo que podía ver, ambos hikaris estaban cara a cara, a medio metro uno del otro; con las manos juntas, en medio de ambos, aplaudiendo esporádicamente, justo como en la canción, mientras sus caderas se balanceaban suave y sensualmente de un lado al otro, al ritmo de la canción obviamente americana.

Bakura podría admitir que las luces amarillas y naranjas jugaban muy bien con la piel color caramelo de Malik, si la cara de idiota de Marik a su lado era algo a tener en cuenta; sin embargo, la forma que cada color de las luces rebotaba maravillosamente en la piel y el cabello de su Ryou, como en un lienzo en blanco… no podía ser descrita con palabras, era sencillamente magnífica.

 

Mientras la canción llegaba a su fin y con ello, ahora Ryou y Malik estaban espalda con espalda en un ritmo aún más lento, preciso y seductor, Bakura le dio una palmada en el brazo a Marik —voy por mi hikari, así que será mejor que vayas por el tuyo antes de que alguien más pida ser su compañero de baile —anunció, pensando que era muy considerado al dar un aviso en lugar de solo ir y tomar lo que era suyo. 

 

Marik bufó, pero se levantó también de la mesa, dándole apenas una mirada al par de tricolores que estaban ahí también.

Aunque "estar ahí" era solo un decir, ambos parecían ajenos al resto del mundo, con Yugi descaradamente sentado sobre el regazo de Yami, y ambos besándose como si la fuente del licor estuviera entre los labios del otro y no en las botellas de bourbon y brandy sobre la mesa.

 

Llegaron al lado de sus luces justo cuando la canción terminaba, alcanzando a oír sus risas amistosas y ver cómo se daban un abrazo de medio lado, probablemente acalorados por el baile.

 

Malik presionó un beso sobre el cabello blanco, medio atado, justo antes de que un toque familiar se deslizara por su espalda baja descubierta —hola, mi demonio —sonrió más ampliamente, soltando a Ryou para agarrar las solapas de la chaqueta sin mangas de su yami y jalarlo a un beso rápido — ¿Te gustó el espectáculo? 

 

—Lucías absolutamente hermoso, ore no tenshi —murmuró contra sus labios, apropiándose de las caderas ajenas con sus manos mientras le robaba otro beso — ¿Bailarás más para mí? —pidió, antes de raspar con sus dientes el labio inferior de Malik.

 

—Mm, solo si bailas conmigo esta vez, cariño —se rió contra sus labios y frotó sus caderas contras las de Marik, tardando apenas un segundo o dos en acoplarse al ritmo de la nueva canción.

 

Ryou los miró entre una sonrisa de ternura y un sonrojo avergonzado hasta que Bakura tomó su mano y tiró suavemente de él para llamar su atención —estas un poco rojo —hizo notar, con una sonrisa ladina — ¿Vienes a tomar un trago conmigo? 

 

Ryou asintió, relamiendo sus labios ante la perspectiva —seguro, Kura. Tengo sed —entrelazó sus dedos y fue con él hasta la barra.

 

Ambos consiguieron un trago de Cherry Brandy a las rocas. Ryou parecía querer volver a la mesa, pero Bakura se sentó en un taburete de la barra y lo colocó fácilmente en su regazo — ¿Qué haces? —siseó ligeramente, pero incapaz de moverse por temor a dejar caer su trago.

 

Bakura lo acomodó mejor y cruzó un brazo por su abdomen, mientras con el otro tomaba un sorbo de su bebida — ¿Ya te cansaste de bailar? —ignoró su pregunta.

 

—No… pero han acaparado a mi compañero de baile —se quejó en broma, mirando hacía la pareja egipcia, quienes estaban bastante enredados en ese momento —aunque quizás pueda robar a Duke de las chicas un rato para que baile conmigo —tarareó tentativamente mientras llevaba su propio vaso a los labios.

 

Bakura miró al menor disfrutando del licor a base de cerezas y relamiéndose los labios cuando terminó lo último, y el hielo -sin apenas derretir- chocó con sus suaves labios, dándoles un ligero tono rosa.

Mientras agachaba la cabeza para cubrir, con sus propios labios, la pálida garganta ajena, Bakura recién notó que sus dedos finalmente habían dejado de hormiguear ahora que tenía a su luz en brazos.

 

Ryou jadeó suavemente cuando la boca fría hizo contando con su piel cálida, luego sonrió, y zumbó de gusto mientras Bakura hacía un camino de besos hasta que halló un buen lugar para dejar una marca.

El menor empezó a seguir la letra de la canción en curso mientras la boca -cada segundo menos fría- chupaba un punto en su cuello hasta dejarlo rojizo, en preparación para clavar sus dientes afilados.

 

… you know I want your love.
Your love was handmade for somebody like me.
Come on now, follow my lead.
I may be crazy, don't mind me. 

 

Hubo una débil pausa ahí cuando los dientes de Bakura dejaron la marca en su cuello. Ryou dejó su vaso a salvo en la barra y enredó sus brazos alrededor de Bakura.

 

Say, boy, let's not talk too much.
Grab on my waist and put that body on me.

 

Se arqueó ligeramente, aún sobre su regazo, y enterró sus dedos en la salvaje cabellera platina.

 

Come on now, follow my lead.

Come, come on now, follow my lead.

 

—O… ¿Quieres venir y bailar conmigo, Ku-ra? —pidió suavemente, rasguñando con delicadeza sus uñas en su cuero cabelludo.

 

Bakura gruñó ante la sensación placentera, que derramó ligeras descargas eléctricas por su espalda — ¿Qué?

 

— ¿Bailarás conmigo, my precious darkness? —repitió presionándose más hacia él antes de besarlo. Mientras Shape of You terminaba.

 

Bakura apenas registró el minuto siguiente entre besos. Ryou se levantó lentamente de su regazo, tirando de él en pie. Entre besos también, los guio hacia la pista de baile. No en el centro, como había estado antes, pero tampoco entre la multitud.

Ryou arrastró las manos más grandes hasta sus caderas, antes de que las suyas rodearan el cuello del más alto, y marcó el ritmo de la siguiente canción, balanceando sus caderas certeramente y moviendo sus pies de vez en cuando.

 

Bakura lo siguió con facilidad, rápidamente sincronizados gracias al lazo que los unía, y quizás también al hecho de que una vez compartieron un solo cuerpo.

 

La música llenaba sus oídos con el ritmo intenso y lo que aparentaban ser aullidos mezclados en la melodía. El humo que flotaba por el piso de la discoteca y atrapaba las luces de colores parecía neblina, como si estuviera dentro de un sueño, y a la vez, le daba a su hikari una apariencia etérea y angelical, sin importar que el movimiento de sus cuerpos fuese de todo menos casto o puro.

 

El mayor lo sostuvo con más firmeza de sus caderas, siempre amando el sentimiento de tener a Ryou entre sus brazos. Lo siguió en el baile seductor tanto de sus cuerpos como de sus lenguas mientras el ritmo de la música iba en aumento. 

 

Baby I'm preying on you tonight.
Hunt you down eat you alive.
Just like animals.
Animals.
Like animals.


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