Pensé que todo iba a cambiar, si estabas a mi lado por el resto de mi vida,
por eso acepté… ese anillo, esa noche.
Pero amor… ¿Por qué tarde tanto en darme cuenta?.
Que ni tu ni yo, éramos compatibles.
Me lo decían, tanto últimamente.
Amigos en común, te vieron hablando mal de mi.
Otros te vieron acompañada.
Algunos me llenaron de esperanza, pero...
No paraban de preguntarme:
¿Cómo podía haber arruinado mi vida al casarme contigo?
¿Como pude arruinar mi carrera, al casarme con una mujer?
¿Como pude no haberlos invitado a la ceremonia?
Como... bueno… un sin fin de idioteces; idioteces, que no me dejaban respirar, ni descansar.
Yo les respondía lo mismo siempre... te acepte, porque te amaba…
Eso lo sabíamos las dos.
¿Te acuerdas?
Tus ojos amor, me lo dijeron cuando nos vimos por primera vez.
Todo se dio de manera tan natural, que no lo pensé demasiado… tu sonrisa y rizos rubios tan perfectos en tu rostro. me dejaron sin aliento, recuerdo que ni siquiera me acordaba de tu nombre, después de que lo dijiste tres veces.
sólo mirándote… en silencio; tomé tu mano y te sonreí porque encontré esa esperanza que había perdido hace años.
y ese cosquilleo, en mi estómago, sólo me confirmó mis sospechas... Habías entrado en mi ser.
Lo que pasó después, fue todo mucho más sencillo, porque entre caricias, encontramos algo hermoso.
no podíamos separar nuestros cuerpos demasiado, en la ducha, en la cama, en el sillón, en el suelo, de pie…
ay amor nos amamos tanto.
¿Como puedo componerme, después de eso?
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¿Como pude no darme cuenta, de que nuestros años de convivencia, se tornarían difíciles?
los primeros años fueron increíbles… ya que entre nuestros trabajos… no nos veíamos más que un puñado de horas, en los que nos amábamos desenfrenadamente...sin embargo cuando me despidieron por una estúpida foto que publique en Twitter, todo se transformó.
Aún cuando conseguí un mejor trabajo a la semana, las discusiones jamás se habían vuelto así… agresivas, violentas, claro qué terminaba en una reconciliación (sexo), pero… fue cuestión de tiempo, para qué lo más trivial como caminar tomadas de la mano, se volviera insoportable.
Hubo una vez, en la qué una salida de compras, terminó en qué “debio haberle hecho caso a su madre”
Otra, fue durante nuestra última vacación, en la playa… fui a comprarle un licuado de frutas, hasta el puesto más cercano, y cuando me vio hablando con una chica qué me pregunto donde estaba el baño, se transformó.
Un poco de celos, es hasta dulce… pero mujer, ¿Tres horas de viaje sin dirigirme la palabra por eso?
Ni que fuera qué me acosté con ella. ¿Realmente tenía que hacer eso?
Pensé que, como una tormenta podía pasar a un día de calma, lo nuestro también lo haría, pero no fue así.
Llorar abrazandote y pidiendo perdón, se había vuelto algo monótono. Aún cuando no fuera mi problema, lo que te molestaba… todo te irritaba, todo te disgustaba, te pedía que lo habláramos, pero decías miles de excusas.
Al día siguiente, me ascendieron en el trabajo, iba a llamarte, pero me detuve para no molestarte… ya que trate de entenderte… y como estaba feliz preparé una cena para ambas… pero las horas pasaron… y tu simplemente no volviste esa noche.
Me senté en el sillón, y miré la mesa puesta, y como la cena se enfriaba… me quedé unos minutos sólo ahí...mirando la nada.
Me preocupé, y te llame, pero no contestabas… trate de localizar la ubicación del teléfono, y estabas en tu casa, osea las de tus padres, eran más de las 23, pero igual maneje hasta allí.
Ahí te encontré, en una inmensa fiesta, que tu familia, los qué me llamaron “la poca cosa”, estaban realizando.
Deje el auto, y entré a paso rápido…
-
¿Qué estás haciendo aquí?- me preguntas tirando de mi camisa, a un lado de la casa para que nadie nos viera, ella estaba con un vestido rojo, y en una mano tenía una copa de champagne. Estaba hermosa.
-
Vine a buscarte… te llame varias veces, estaba preocupada… ¿estas bien?- le tocó su mano, pero ella la aleja rápidamente.
-
Sí sí, no tendrías que haber venido, es una reunión… que mi papá… bueno ya sabes -
-
Entiendo, sí…bueno tengo que irme entonces verdad?-
Ella no dijo nada, sólo asintió en silencio, mientras miraba hacia donde estaba su madre, su hermano, y su padre.
-
cuando quieras mandame un mensaje y vendré por ti-
-
no, no me acerca papá después.
-
claro-
Ella no respondió, simplemente se marchó a paso rápido hacia donde estaba su familia.
Me doy la vuelta y camino hacía la entrada de nuevo, la música en el ambiente… no la escuchaba, mis pasos pesaban como plomo, y parecía qué todos los presentes me miraban y reían a mis espaldas.
Abrí la puerta del auto, me senté y dentro solo pude suspirar de dolor, ya nada pintaba yo acá, ni a su lado ni en ningún lado…
No quería volver a casa, para ver esa cena tan estupida qué le hice… no tenia a donde ir… fue ahí cuando pensé… en no irme. Armar una escena… un quilombo de los buenos, pero ¿Qué podría hacer? suspire, y me dije qué nada bueno saldria de eso...
Encendí el motor, y me puse en marcha hacía casa… mañana tendria qué ir a trabajar temprano.
De camino encendí el estéreo, sólo para escuchar algo, que no fuera las voces de mi cabeza.
Llegue, limpie todo, tome algo, me bañe y me acosté.
No mentire, me senti bastante sola y llore.
Lloré porque mi esposa no quería que le hiciera compañía. Llore porque el amor de mi vida, me dejó sola por una estúpida fiesta. Ay maldita mi suerte.
Pensé qué… bueno... esto no sucedería.
Tres días espere, en casa como una imbécil a que volvieras. No espere un cuarto… entendí que no querías verme, y a sí fue…
Tú en cambio, sí te compusiste mejor. ya qué después de cuatro meses, cuando fui a buscar mis últimas cosas, en nuestra casa. ya me abrio alguien más la puerta.
No sabía qué decir... no sabía si dejarlo de mirar, no sabía… qué me dejarías por un hombre… ay amor, qué feo fue esa sensación.
Mientras trataba de tragarme mis palabras, y lágrimas, busque mis trapos y libros…
mi cepillo de dientes, y mi plancha del pelo... habían sido reemplazados por una afeitadora electrica… crema de afeitar… y desodorante masculino.
te juro amor mio, qué escuche un crujido, mientras ponia mis cosas en una caja de carton.
te juro amor mio, qué escuche qué el cabron se reia.
te juro amor mio, qué cuando vi, sus fotos en la mesa de luz, senti qué me desvanecia.
pero bueno podre caerme a pedazos pero debia seguir adelante no?
Justo cuando iba a salir, te vi entrar… fue un momento incómodo, pero supiste llevarlo de maravilla como todo siempre.
Yo en cambio, me quede en silencio, temía que si hablara… todo se volviera peor.
Me hubiera encantado verte reir, al menos sabria qué te dejaba en un mejor lugar del qué te pude ofrecer. pero sólo estabas ahi… radiante, tan tu… qué no me sorprenderia sí lo dejaras a este patan en unos dias.
Me cuesta comprender qué… esta sea ahora la verdad de lo nuestro... pero iré viviendo de a poco de nuevo.