Su vida era perfecta. Era uno de los Alfa más respetados y deseados allá donde fuera. Tenía el trabajo que había soñado desde niño, había regresado a su isla natal después de que le habían salvado la vida a su padre cuando un loco había intentado asesinarlo, pero afortunadamente un detective, Danny Williams, había llegado a tiempo y había evitado lo peor. Después de conocerlo para agradecerle, se habían convertido en muy buenos amigos, e incluso llegando a trabajar juntos.
Su madre había salido de la clandestinidad y regresado con su familia, haciendo las paces y retomando su relación con su padre. Su hermana había sentado cabeza adoptando a una bebe preciosa. Y él estaba al frente de la unidad de elite en uno de los lugares más paradisiacos del planeta. Pero no solo eso, tenía a su lado desde hace años otra de las Alfas más fuertes y hermosas de la isla, Catherine Rolling, con quien seguramente envejecería. Los hijos nacidos de dos Alfas eran prácticamente un milagro, pero ello era algo que ni a él a Catherine le interesaban mucho. La familia tradicional no estaba diseñada para ninguno de los dos.
Por qué él no quería unirse a un Omega latoso… ¿o sí?
Era domingo, y toda su Ohana estaba reunida en la playa privada de la casa de sus padres. Kamekona había decidido que se haría cargo de la comida, por lo que su madre y Kono habían decidido ser sus ayudantes de cocina. Su padre y Chin limpiaban los pescados que habían atrapado más temprano. Catherine se había autodenominado la DJ del día mientras Mery y la pequeña Johana hacían castillos en la arena
- Steve – dijo Catherine acercándose
- Dime – dijo el ex marine mientras revisaba su celular
- ¿Invitaste a Danny? – pregunto la Alfa y allí estaba esa pequeña incomodidad otra vez en mitad de su pecho
- Le comente algo – dijo el castaño – ¿Por qué tanto interés en ver a Danno?
- No lo llames así – regaño la mujer seria de pronto – a él no le gusta
- Pero yo lo he llamado así siempre – dijo sorprendido
- Pero no eres su Alfa para tomarte esas libertades – dijo Catherine
- ¿Celosa? – dijo sonriendo
- Tal vez – dijo la mujer
- No deberías – dijo Steve besándole la mejilla y alejándose sintiéndose incomodo ¿Por qué Catherine había reaccionado así? ¿Acaso creía que él y Danny…? Sonrió ante la idea descabellada de su novia
Media hora después un hombre rubio, de baja estatura y físico bastante definido llegaba acompañado de una pareja de niños pequeños, que corrieron a abrazarlo llamándolo “tío Steve” antes de que él los levantara en brazos a cada uno
- Lamento el retraso – dijo el rubio –, pero anoche dos personitas se negaban a acostarse y hoy no se querían levantar – y los niños rieron con picardía
- No te preocupes – dijo Steve haciéndoles cosquillas a ambos niños que rieron a carcajada –, yo los pondré en cintura
- ¡Grace! – llamo Johana
- ¡Johana! – dijo Charlie y Steve los bajo para que corrieran a jugar con su sobrina
- Danny – dijo Catherine sonriendo a medida que se acercaba – ¿Cómo estás? ¿te ayudo con eso? – dijo señalando las bolsas que traía en la mano
- Gracias – dijo el rubio entregándole algunas
- No es necesario – dijo Steve arrebatándoselas a la Alfa – es mi casa. Yo le ayudo, vamos Danno – y se alejó rápidamente mientras el detective se esforzaba por seguirle el paso
- ¿Todo bien? – pregunto John y la Marine solo sonrió
Durante todo el día, en completo silencio, Steve vio la interacción entre su novia y su mejor amigo. Cerca de las nueve de la noche los niños se habían quedado dormidos en la sala mientras veían Hanna Montana. John sonrió mirándolos tiernamente.
- Si tan solo Steve se enamorase de un Omega como Danny – susurro tiernamente
- ¿Soñando con nietos? – pregunto Doris abrazándolo por la espalda
- Danny es un buen hombre – dijo John – y los niños son un amor. Si tan solo Steve se diera cuenta – dijo respirando hondo
- Nuestro hijo no nació para el compromiso – dijo Doris – y nosotros lo prometimos
- Pero nada me impide soñar – dijo John y Doris sonrió tiernamente
Danny terminó de lavar la vajilla con la ayuda de Mery mientras conversaban de los niños
- ¿Ayudo en algo? – pregunto Steve entrando en la cocina
- Gracias, pero ya terminamos – dijo Danny sonriendo mientras se giraba para no darle la espalda a su amigo
- Además ustedes los Alfas son un desastre en la cocina – dijo Mery haciendo lo mismo
- ¿Te quedaras a dormir, Danno? – pregunto Steve
- Animal, no me llames Danno – protesto el rubio y los hermanos rieron –, y no, no me quedare
- Entonces te llevo – dijo Steve
- No será necesario – dijo Catherine entrando a la cocina – yo los llevare – y miro sonriendo – si no te molesta Danny, me queda de camino
- Te lo agradecería mucho – dijo el rubio sonriendo – aunque no quiero desviarte de tu camino
- Tal vez hagas todo lo contrario – dijo Catherine –. Yo cargo a Grace y tú a Charlie
- Vamos – dijo Danny
- Si mueves a los niños ahora los despertaras – dijo Steve –. Quédense esta noche
- No queremos molestar más – dijo el Omega caminando hacia la sala para cargar al pequeño Omega
- Si los llevamos con cuidado no despertaran – dijo Catherine – vamos – y sonrió mientras Steve la miraba desconfiado
- Gracias por todo – dijo Danny le dijo a Mery
- No tienes nada que agradecer – contesto la mujer
Ese algo en el pecho de Steve molestó más cuando lo vio como Catherine arrancaba su auto con Danny en el asiento trasero con ambos pequeños en su regazo
_____________________________
Apenas había despuntado el sol, cuando alguien tocaba frenéticamente el timbre de su casa mientras golpeaba la puerta. Se levantó y camino hacia la entrada aun medio dormido
- Danny, espera – dijo Catherine antes que abra la puerta
- ¿Qué pasa? – pregunto sorprendido cuando vio que estaba armada
- Puede ser… – decía la mujer moviéndose sigilosamente
- Solo es el idiota de tu novio – dijo abriendo la puerta
- Danno tenemos que darnos prisa – dijo Steve entrando – ya es tarde ¿Ya desayunaron los niños?
- Buenos días también a ti animal – dijo Danny
- Danno – dijo Charlie restregándose su ojito – ¿Quién grita tanto?
- El neandertal de tu tío olvido que esta no es su caverna – dijo el detective cargando a su hijo medio dormido aun
- Te ayudo con el desayuno – dijo Grace entrando a la sala
- Dámelo – dijo Catherine –. vamos a bañarte
- No hace falta – dijo Danny – encárgate del desayuno por favor
- Claro – dijo Catherine sonriendo
- Monito ayúdale a Catherine por favor – ordeno Danny
- Yo siempre hago el desayuno – dijo Steve algo sorprendido
- Bueno, háganlo los tres – dijo Danny – solo procuren que la cocina siga en pie cuando terminen. Ya venimos – y se fue con su hijo
- Veamos que hay para preparar – dijo la marine sonriéndole a Grace que le respondió el gesto de la misma manera
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Steve en un siseo
- Lo mismo podría decir yo – contesto Catherine en el mismo tono
- Yo pregunte primero – gruño Steve
- ¿Celoso? – pregunto la soldado
Ya habían pasado varias semanas desde ese incidente en casa del detective. Algo había cambiado y eso le quedaba completamente claro a Steve. Las visitas de Catherine a las instalaciones de Cinco Cero se habían vuelto más regulares, y curiosamente siempre terminaba conversando largo y tendido con el detective, quien poco a poco iba tomando confianza con la Alfa y sintiéndose más seguro en su presencia. Más de una vez se sorprendió por la llamada de la mujer a su compañero en hora de trabajo para decirle que no se preocupara por los niños, porque ella los recogería y los llevaría a casa
Cierto día que Danny debía ira declarar en un juicio y Catherine no estaba en la isla, Steve fue por los niños al colegio
- ¡Tío! ¡Tío! – gritaron los niños corriendo a abrazarlos
- ¿Cómo están mis cadetes favoritos? – dijo Steve sonriendo
- Bien – dijeron los niños
- Vamos a casa – dijo Steve
- ¿Y Cat? – dijo Charlie subiendo a la camioneta
- ¿Qué hay con ella? – dijo el castaño intrigado
- Es que ella nos recoge ahora – dijo Grace
- ¿ah, sí? – dijo Steve y su malestar en el pecho incremento un poco más –. Ella salió de la isla unos días
- ¿Y cuando vuelve? – pregunto Charlie
- Pareciera que no les gusto que viniera por ustedes – dijo Steve
- No es eso tío – dijo Charlie algo triste – pero Cat será nuestro nuevo papá
- ¿Quién… dijo eso? – pregunto Steve sorprendido
- Bueno, yo ya entiendo las cosas – dijo Grace – y hace días ella empezó el cortejo a Danno
- ¿No es genial tío? – pregunto Charlie – tendremos un papá que cuide a Danno y nos quiera a nosotros.
- Pero ella no puede ser nuestro nuevo papá – dijo Grace triste
- ¿Por qué? – pregunto Charlie
- Porque es la novia de tío Steve – dijo Grace
- Pero yo quiero un papá – dijo Charlie bajando el rostro
- Vamos niños – dijo Steve – pónganse su cinturón