Dado a que no tenía mucho más que hacer en aquella camilla de hospital, Eren se permitió relajarse un poco e intentó recordar los sucesos que habían tenido lugar antes de terminar en aquel estado tan deplorable.
Recordaba la explosión, recordaba estar en algún punto entre consciencia e inconsciencia luego de aquello, esa era la razón por la que no se creía del todo lo que recordaba sobre Levi ¿Realmente Levi Ackerman había estado ahí? ¿O era solo su imaginación? Fuera lo que fuera, era una interrogante que le daba cierta esperanza. Tal vez Levi no estaba tan lejos como esperaba.
Por otro lado, Mikasa... Ella sin lugar a dudas estaba muerta, lo sabía. Nadie podría sobrevivir a una explosión de ese tipo estando dentro del edificio.
Tener aquella certeza en cuanto a su muerte le hizo sentir ligeramente culpable. Tal vez en el fondo deseaba que ella muriera para tener un descanso al fin en su vida. Pero no era consciente de esos deseos. Eren siempre creyó que sin importar el resultado, saldría adelante. Incluso había imaginado escenarios donde Mikasa podría rehabilitarse y recibir tratamientos adecuados para volver a reinsertarse a la sociedad.
Ser nuevamente su amiga. Compartir aquellos momentos, risas, recuerdos...
Ya no era posible.
Ella estaba muerta.
Tal vez ahora era su turno de vivir libremente. Al fin. Después de tantos años huyendo del pasado.
Eren no se percató de que cayó dormido hasta que la enfermera lo despertó para cambiarle los vendajes. Y no pasaron ni cinco minutos luego de aquello hasta que llegó un policía mostrando su placa.
– Buenas tardes, Eren. Soy Auruo Brossard, uno de los detectives a cargo de tu caso. Estoy aquí para tomar tu declaración, tengo entendido que ya te encuentras en un mejor estado para hablar.
– Ah, detective –. Eren se acomodó en la cama y extendió lentamente un brazo para tomar su vaso con agua y tenerlo cerca. Intuía que tendría que hablar bastante–. Gracias por su arduo trabajo.
– De nada... ¿Seguro que te encuentras bien? Puedo volver mañana si es necesario.
– No, no se preocupe, puedo arreglármelas. Debe tener más cosas que hacer, así que es mejor terminar con esto de una vez. ¿En qué puedo ayudarle? –. Sorbió de la pajilla y se aclaró la garganta al sentir la misma algo adolorida, provocando que su voz sonara más grave de lo habitual.
– Si en algún momento tienes problemas, no dudes en decirme... –. Luego de recibir un asentimiento por parte del menor, tomó asiento junto a la camilla y sacó su libreta para comenzar a tomar notas mientras situaba la grabadora sobre la mesita junto a Eren, la cual sacó luego de obtener autorización por parte del menor–. Necesito que relates todo lo que sucedió, de inicio a fin, todo lo que recuerdes desde que fuiste secuestrado hasta que llegaste aquí. Nosotros recibimos una denuncia por tu desaparición a nombre de Erwin Smith, según escuché, aquel día fue todo un caos, al parecer algunos de tus compañeros estuvieron allí también, llorando porque creían que estabas muerto.
– Eso es... –. Eren soltó una risa divertida luego de la sorpresa inicial y negó con la cabeza ante lo último que dijo el detective–. No me sorprende que esas personas hayan sido el trío de idiotas –. Murmuró, sumamente agradecido de que su jefe se hubiera preocupado a ese nivel por su desaparición, de no haber sido por aquella denuncia, jamás habría sido buscado por la policía–. Bueno, lo que debo decir es bastante extenso, después de todo estuve más de un mes en cautiverio con Mikasa... –. Soltó un suspiro y se acomodó mejor contra la almohada–. ¿Por dónde comenzar?...
Auruo conocía todos los detalles del caso. Debido a la investigación en solitario que había realizado Levi, se habían completado todos aquellos espacios en blanco que había desde el inicio, esa era la razón por la que aquel caso era más de Levi que del equipo que conformaban los tres.
Sin embargo, al involucrarse demasiado, terminó por dejar que las emociones lo guiaran, y aquello no podían permitírselo con tal libertad. Principal razón por la cual Auruo quiso dejar a Levi fuera del resto de la investigación, puesto que al estar concluyendo, no había mucho más que hacer luego de la declaración.
El detective escuchó en silencio cada una de las palabras del menor, y tomó notas de aquellos detalles clave que luego servirían para redactar el informe. Eren por su lado, se tomó su tiempo en dar la mayor cantidad de detalles que podía, desde que Mikasa lo había secuestrado, hasta sus rutinas diarias y el día en que fue sometido a aquella pelea que no era más que una fachada para el verdadero plan de la mayor.
Eren prácticamente se quedó sin voz y comenzó a toser por la irritación en su garganta.
– Lo siento.
– No te preocupes, muchacho, de todos modos creo que ya me has dicho todo lo relevante que necesitaba saber para cerrar el caso –. Auruo le sirvió otro vaso de agua y se lo acercó al menor con una expresión de compasión en el rostro. Después de todo había sufrido tanto a lo largo de los años, que de seguro no lo merecía en absoluto–. Probablemente ya lo sabes, pero Mikasa Ackerman está muerta... Si sirve de consuelo, murió sin dolor alguno. El forense determinó la causa de muerte, y tal como sospechaba el detective que te encontró, fue por intoxicación con monóxido de carbono. Dijeron que su cuerpo no lo soportó del mismo modo que el tuyo, para cuando los paramédicos llegaron, no pudieron darle un tratamiento ya que era muy tarde.
– Oh... –. Eren no procesó del todo la información revelada, sin embargo poco a poco fue haciéndose consciente de los detalles, soltando un profundo suspiro–. Supongo que tuve suerte en escapar antes de que llegara mi hora.
– Aun así, estuviste muerto por algunos minutos –. Auruo le dio una mirada escrutadora, puesto que parecía no conocer los detalles en absoluto de lo que había sucedido, aunque él mismo desconocía algunas cosas, pero sí sabía que de no ser por Levi, Eren no estaría ahí en ese momento ahí.
– ¿Cómo? Solo estuve inconsciente...
– No, muchacho, dejaste de respirar y tu corazón no latía. Levi tuvo que reanimarte con RCP, desde luego yo estuv...
– Un momento, ¿Dijo Levi? –. Eren se reincorporó en la cama para sentarse con sorpresa, olvidando cualquier dolor en ese instante. Miró al mayor con una profunda esperanza en sus ojos, se notó de inmediato la emoción que contenía.
– Sí, el detective que te encontró, estuvo todo este tiempo trabajando muy duro para dar con tu paradero.
– ¿Cuál es su apellido?
– Brossard, Auruo Brossard –. Se llevó una mano al interior de la chaqueta y tomó de allí una de sus tarjetas de presentación, la cual extendió al muchacho y este la sostuvo con una expresión divertida.
– Recuerdo su apellido, pero preguntaba por el detective del que me estaba hablando –. Eren se rio ligeramente por la respuesta del mayor y guardó la tarjeta al ver de cuál prefectura era, tal vez le serviría más adelante.
– ¡Ah! Hablas de mi querido Levi Ackerman. Es un buen detective, no por nada es admirado entre todos nosotros.
– Levi Ackerman... –. Eren repitió aquel nombre como si fuera lo único que podía decir en ese momento.
Entonces abrió los ojos con sorpresa, y miró a Auruo sintiéndose ligeramente decepcionado de no tener a Levi sentado allí para tomarle la declaración. No obstante, se encontraba lo suficientemente animado como para aferrarse a aquella esperanza de volver a verlo. Después de todo no habían sido imaginaciones suyas el haber visto a Levi a su lado, hablándole...
Se relamió los labios sonriendo de medio lado al recordar lo siguiente. Así que después de todo Levi le había salvado por segunda vez. Y por si fuera poco, le había hecho una reanimación, lo que implicaba un contacto de b...
– Bueno, muchacho, no te quitaré más tiempo. Gracias por tu colaboración, si tienes alguna duda o consulta, no dudes en llamarme, tienes mi tarjeta –. Auruo acomodó la silla en su sitio luego de recoger la grabadora, y se encaminó a la salida a paso lento, hasta que se detuvo en la puerta y se giró para decirle unas últimas palabras–. Espero que ahora tengas una vida tranquila, Eren, lo mereces.
– Gracias, señor Brossard.
Eren sonrió viéndose genuino por primera vez en años, a pesar de los vendajes y heridas tanto físicas como psicológicas. Se sentía diferente y realmente pensaba que las cosas podrían mejorar para él con el tiempo. No dejaría ir aquella oportunidad que le fue dada de vivir nuevamente su vida. Y haría todo lo que le faltaba por cumplir.
***
En un lugar no muy lejos de allí, el detective Ackerman sintió un escalofrío recorrerle la espalda, estornudando y mirando alrededor con confusión, antes de cerrar la puerta del conductor e iniciar el trayecto de vuelta a la estación.