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Captive por rivaida

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Armin Arlert, veinticuatro años y médico de planta del hospital general hace dos años, no está casado todavía, pero sí tiene una pareja que también es médico especializada en pediatría. Viven juntos hace unos cuatro años, y han estado en una relación desde los dieciocho años. No tienen hijos, pero sí una mascota, un perro pequeño y adorable nombrado Aria.


Eren supo todo aquello luego de su conversación con Armin por la noche. Lograron conversar bastante en el lapso de una hora, sin embargo les faltó tiempo para ponerse al corriente de todo lo que les había sucedido en tal cantidad de años.


Hablaron de lo que había sucedido con Mikasa, y gracias a Armin, fue capaz de conocer el pasado de la misma, junto con todas las experiencias traumáticas que vivió en su niñez y adolescencia. Eren pudo comprender mucho mejor cuál fue la situación por la que tuvo que pasar Mikasa, se compadeció de ella y sintió la tristeza de su duelo.


Prometió para sí mismo visitar su tumba y disculparse por no haber notado lo que le sucedía antes de tiempo, y también prometió perdonarla por todo lo que había causado en su vida, la muerte de sus padres y casi su propia muerte.


– Ten, es mi número de teléfono, cuando consigas un teléfono nuevamente, no dudes en llamarme, quiero que volvamos a hablar y recuperar los años perdidos.


– Desde luego que lo haré, debes presentarme a esa novia de quien presumes tanto.


– ¡L-Lo haré! – El tono nervioso en la voz del rubio no pasó desapercibido para Eren, lo cual le hizo reír. Algunas cosas nunca cambiaban, como la facilidad que tenía Armin para avergonzarse con rapidez ante lo más mínimo dirigido a él.


– Ahora ve a salvar algunas vidas, nos estamos viendo – Eren se despidió sacudiendo la mano mientras lo veía marcharse y luego se acomodó en su camilla para recostarse y descansar después de tan atareado día.


Se sentía tan agotado, como si hubiera estado en movimiento todo el día sin descanso, sin embargo solo había estado despierto y nada más había hablado con un par de personas. Por lo que se durmió sin siquiera pensarlo demasiado, y así fue como Eren estuvo llevando su rutina en el hospital.


Durante el día comía todas sus comidas, le realizaban las respectivas curaciones y cambios de vendajes, en las rondas que realizaba Armin por las mañanas, conversaban unos minutos y por las tardes, cenaban juntos en la terraza, conversando sobre todo lo que podían mientras tenían el tiempo. Luego Eren volvía a su cama, y simplemente dormía.


Transcurrió una semana desde que Eren estuvo recuperándose poco a poco todos los días, sin flaquear en su determinación, y con cada día que transcurría, las cosas se iban tornando más claras para él. Sabía perfectamente qué era lo que haría apenas sus heridas estuvieran lo suficientemente sanas, volvería a su trabajo y agradecería a las personas que habían denunciado su desaparición.


***


– Petra, entrégalo a la teniente y pregúntale por el próximo caso – Levi extendió el archivo con el informe del caso de Eren para que fuera revisado por la superior y luego derivado a los almacenes.


Estuvo trabajando por varias semanas en el mismo, solo por el mero hecho de quererlo perfecto. Así era Ackerman, completamente meticuloso, incluso transcribió el testimonio de Eren al pie de la letra, dado a que Auruo había grabado la conversación. Fue en ese proceso en donde el detective se había tardado más.


¿La razón? ¿Alguien se la imagina?


La voz de Eren.


Levi recordaba aquella voz con un tono ligeramente agudo al final de cada frase, y cómo no, si con catorce años la voz de Eren aún no estaba del todo definida. Y luego de diez años... Vaya que había cambiado. Y cómo había cambiado.


La primera vez que Ackerman reprodujo la grabación, sintió que se le puso la piel de gallina y un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Tuvo que levantarse de su silla e ir a hacerse un café mientras sentía sus terminaciones nerviosas todavía sensibles por aquella reacción que se había colado profundamente en su ser.


La segunda vez que la escuchó, el resultado fue mejor y pudo concentrarse un poco más en lo que decía el muchacho. Luego de aquello, necesitó escucharla varias veces más, cerca de una docena de reproducciones para terminar de transcribir todo lo que había relatado, dado a que se había distraído en el tono grave del menor, una y otra vez.


La ventaja de aquella situación, fue que Levi se hizo inmune al poder de la voz del menor, ¿Para qué le serviría aquella inmunidad? No lo supo.


En realidad no volvería a verlo de nuevo.


O eso creyó.


Hasta que de pronto alguien se sentó en la silla vacía frente a su escritorio. 


Lo primero que le llegó a los sentidos, fue el aroma exquisito que emanaba la persona, no podía describirlo del todo, pero fue tan acogedor el sentimiento que le provocó, que de inmediato tuvo que mirar.


Y allí estuvo su error.


Encontrarse con aquellos ojos verdosos significó algo completamente diferente en el contacto de ambos. El detective quedó casi hipnotizado por la mirada ajena, si bien era inmune a su voz, a su mirada aún no se había enfrentado y quedó de inmediato afectado por la misma.


Para Eren, mirar a los ojos azul grisáceo de Levi Ackerman, significó quedarse sin aliento, como si de pronto alguien le hubiera expulsado todo el aire de los pulmones, para hacerle respirar como si fuera la primera vez que lo hacía.


Ninguno se dijo nada durante varios minutos, y todo aquel que los vio en ese momento, sintió que no podían interrumpir aquella conexión porque era como si ambos estuvieran en un duelo, pero en realidad solo se encontraban perdidos en el qué hacer.


– ¡Levi! Qué te he dicho que no insultar en los informes – La voz de la teniente le hizo romper aquella situación en la cual se encontraba atrapado sin razón. Un archivo fue dejado caer con fuerza en su escritorio y Levi soltó un gruñido bajo. Segundos después Hange apareció a su lado, abriendo el archivo donde había un post-it de color amarillo pegado– Aquí dice "el maldito Auruo comenzó a toser y me dejó sordo" –. La voz animada de Hange, hizo que Levi le diera una mala mirada antes de tomar un lápiz y tachar la palabra "maldito", para luego cerrar el archivo y extendérselo nuevamente– Siempre tan huraño, relájate un poco – Acto seguido Hange comenzó a masajearle los hombros al más bajo, sabiendo que detestaba que lo tocaran e invadieran su espacio personal sin permiso.


No pasaron más de cinco segundos antes de que Levi se levantara de su asiento, tomando la chaqueta negra de su traje que estaba colgada detrás de la silla, y caminara fuera de la estación dejando todo atrás sin preocuparse de nada más.


Hange comenzó a reír ante la reacción de su subordinado favorito y luego se cruzó de brazos mirándolo desaparecer por la puerta principal. Entonces bajó su mirada al escritorio y se sorprendió al ver a un joven muchacho sentado frente a ella.


– ¡Oh! ¿Tenías un asunto con Levi? Lo siento por interrumpir.


– No se preocupe, de todos modos vine sin avisar – Eren había aprovechado aquellos momentos para tranquilizar los latidos de su corazón junto con los estremecimientos que le habían atenazado al tenerlo tan cerca y compartiendo simplemente miradas.


Con aquello se encontraba cada vez más cerca de descubrir lo que estaba sucediendo consigo mismo. Solo necesitaba comprobarlo.


Había tenido un mes para pensar en todo lo que haría, todo lo que sentía y todo lo que quería lograr con su vida.


Lo primero que hizo luego de conseguir el alta del hospital, fue ir a su departamento y firmar un contrato definitivo. Ya no tendría que escapar nunca más y podía costearse el vivir en un lugar fijo, por lo tanto, lo siguiente en su lista, era adueñarse del espacio que sería su hogar, hacerlo propio y llenarlo de vida.


Lo tercero en su lista, fue volver a su trabajo, temiendo haberlo perdido, pero completamente sorprendido y feliz de saber que todos estaban esperando su regreso. Los más felices habían sido el "trío de idiotas", como llamaba a Jean, Sasha y Connie. Lo llenaron de preguntas, abrazos, golpes de cariño y bromas por doquier. Sin duda los había extrañado y le sorprendió darse cuenta de ese pensamiento.


Había hecho amigos cuando creyó que aquello era imposible.


Y también había conocido a un jefe sumamente comprensivo y preocupado por sus empleados. Le debía la vida a Erwin.


– Señor... Muchas gracias por preocuparse, no estaría aquí de no ser por usted – Eren sorpresivamente le había dado un abrazo al rubio, tomándolo completamente desprevenido. Pero luego se sumaron Connie, Jean y Sasha, lloriqueando contra Eren y estrujándolo en un abrazo junto al jefe, sin importarles absolutamente nada.


Aquel recuerdo seguía vivo en sus pensamientos, y siempre que lo traía al presente, lograba sacarle una sonrisa divertida. No podía creer lo afortunado que había sido después de todo.


– ¿Eres conocido de Levi? No había visto jamás a un amigo suyo, de hecho creía que nosotros éramos los únicos amigos que tenía.


– ¿Uh? – Eren se había perdido en sus pensamientos por lo que la pregunta hecha por Hange le tomó por sorpresa– Ah, no, no soy su amigo, solo un conocido.


– Qué lástima... – La voz de la teniente se escuchó sinceramente apenada– ¿Vienes a dejar una denuncia entonces?


– No, solo venía a conversar con el detective.


– Te recomiendo seguirlo, cuando está de mal humor es mucho más comunicativo que cuando está tranquilo.


– Gracias por el consejo, pero prefiero venir en otro momento.


– ¿Quieres dejarle algún recado?


– Solo... – Eren se mordió la lengua antes de decir algo más, y prefirió guardar su siguiente visita como una sorpresa– No, nada, tenga un buen día.


– Muchas gracias, joven.


Acto seguido, el menor se marchó de la estación con una sonrisa en el rostro. Sintiéndose satisfecho con el descubrimiento que había hecho ese día.


 

Notas finales:

Muy buenas noches, mis queridxs lectorxs!! muchos probablemente ya habrán leído el gran final del manga de SNK, y bueno, con muchos sentimientos encontrados, espero que este capítulo venga a llenarlos de sentimientos más bonitos.

 

Muchas gracias como siempre por llegar hasta aquí, espero que hayan disfrutado de la lectura y nos vemos mañana <3

 

Cuídense mucho y descansen bien!! Lxs quieroooo.


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