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Captive por rivaida

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Levi no tuvo oportunidad de recomponerse o prepararse mentalmente para otro abordaje del menor, ya que aquella misma noche, cuando estaba saliendo de la estación luego de una extensa jornada de trabajo, fue atacado nuevamente por su presencia.


– Detective Levi – El aludido, a quien nunca se le lograba encontrar con la guardia tan baja como para sorprenderse, se detuvo en seco dando un respingo por la sorpresa, sintiendo sus niveles de estrés aumentar un peldaño más.


– ¡Mierda! – Exclamó luego de ver al menor que estaba sentado en el suelo junto a la puerta principal de la estación.


El mayor miró al cielo llevándose una mano a la frente y luego soltó un suspiro fuerte llevándose las ambas manos a los bolsillos para buscar las llaves del auto, siguiendo con su camino hacia el estacionamiento. En el trayecto, se restregó el puente de la nariz, sintiendo un cansancio característico de su día a día, ya que con suerte lograba conciliar el sueño un par de horas en la madrugada.


– Hey, Levi. ¡Levi! – El menor, al ver que el contrario se iba caminando sin inmutarse por su presencia, se levantó y comenzó a trotar para seguirle el ritmo a sus pasos rápidos. No había estado por una hora sentado allí, aguardando y vigilando su salida por nada– ¡Hey! ¿Por qué me ignoras? Ackerman, te estoy hablando.


– Primero que nada – Levi se detuvo con el ceño fruncido, mirándolo seriamente. Eren no estaba preparado para que el contrario se detuviera en medio de la calle, por lo que chocó con él empujándolo unos centímetros, lo cual molestó notablemente al más bajo quien lo empujó de vuelta para tener su espacio personal– Soy el detective Levi Ackerman para ti – Se arregló el traje y tomó una profunda respiración para calmar sus nervios– Segundo, soy mayor que tú así que respeta. Y tercero, ¿Qué haces aquí? Ni siquiera recuerdo que te hayas presentado apropiadamente cuando te conocí, estabas inconsciente y medio muerto.


– Primero que nada, detective Ackerman – Eren sonrió con tranquilidad levantando su dedo índice para enumerar, a pesar de que por dentro estaba sumamente nervioso, después de todo estaba conociendo a la persona de sus sueños. Literalmente Levi había estado en sus sueños, y se sentía una pizca culpable por hacer uso de su persona en su contenido onírico– Soy Eren Jaeger, probablemente no me recuerdas, pero me salvaste la vida hace diez años y también hace un mes – Levantó un segundo dedo mientras lo miraba, apartando la vista cuando sintió los escrutadores ojos del más bajo en su rostro. Se aclaró la garganta y siguió– Segundo, quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí, y eso va más allá de salvarme de la muerte en más de dos ocasiones – Eren dio un paso atrás al sentir que comenzaba a sentir el rostro más caliente y su pulso aumentar considerablemente mientras se preparaba mentalmente para lo tercero– Tercero, ¿Quieres cenar conmigo un día de estos? Quiero compensarte por todo.


Levi mantuvo su expresión neutra, como si estuviera analizando la escena de un crimen en todo su esplendor, sin embargo internamente no podía pensar con claridad en todo lo que había escuchado ¿Y acaso había escuchado bien?


– ¿Por qué una cena? No te estoy pidiendo nada, es mi trabajo después de todo – Levi se había perdido en algún punto con todas aquellas palabras del menor, por lo que soltó un suspiro, ahora más relajado, y situó una mano sobre el hombro del contrario– Oye, muchacho, me alegro de que estés vivo, de verdad, pero no tienes que hacer nada por mí, no estás en deuda. No tienes que agradecer tampoco, pero si te hace sentir mejor, acepto tu gratitud. Ahora ve a casa, está helando y estás congelado.


Levi se dio la vuelta luego de darle un par de palmadas en el hombro al menor, y le quitó la alarma al auto para luego abrir la puerta. Se subió y escuchó un estornudo por parte del contrario, lo cual le hizo negar con la cabeza, cerrando la puerta con pesadez.


El castaño se quedó en su lugar, procesando las palabras del mayor y sintiendo una ligera punzada en el pecho ante la negativa del contrario. Pero rápidamente se armó de la determinación nuevamente, y se hizo a un lado para que el auto saliera sin inconvenientes, si bien no quería que aquella conversación terminara allí, no iba a forzarlo.


– Bien, súbete, te llevaré a casa – El pelinegro bajó la ventanilla y le indicó que subiera al asiento del copiloto.


– Gracias.


Eren, dichoso de aquella nueva oportunidad recibida, sonrió satisfecho y se subió al vehículo, amarrándose el cinturón antes de que comenzara a moverse el vehículo. Soltó un suspiro de gusto al recibir el aire de la calefacción que pronto le hizo sentir más cálido, frotando las manos una con la otra para devolver la temperatura a sus falanges entumecidos.


De reojo observaba al mayor hasta que fue capturado en el acto y solo pudo apartar la mirada al frente, viendo que se dirigían sin problemas, y con más rapidez de lo que quería, a su departamento. Se sorprendió de que el mayor aún recordara su dirección, después de todo había pasado un mes desde el incidente y probablemente mucho más desde que Levi había comenzado a investigar en su casa.


– Soy obsesivo compulsivo, pero no es un trastorno diagnosticado, solo así es mi personalidad, son rasgos nada más – Musitó el mayor de la nada, haciendo que Eren se volteara a mirarlo con confusión– Te estás preguntando cómo recuerdo tu dirección si ya ha pasado tiempo. Soy obsesivo compulsivo, reviso las pistas cerca de doce veces, sin excepción, es por eso que memorizo bien los detalles y es difícil que olvide un caso.


Eren soltó una risa suave, sintiéndose más relajado luego de aquel inconexo comentario de su mayor. Por otro lado, Levi se sintió más tranquilo al escuchar algún sonido proveniente del menor que se había quedado callado demasiado tiempo; soltó un profundo suspiro luego de haber inhalado aquel aroma que había encontrado sumamente delicioso, el cual ahora comprobó que provenía del menor. No supo si se debía a algún perfume o simplemente así era su aroma, pero le recordaba al momento exacto en que sale el sol luego de una incesante lluvia, cuando la humedad comienza a evaporarse y las calles y la tierra liberan un aroma único.


– Por favor, cena conmigo.


– Ya dije que no.


– Por favor, detective.


– No.


– Entonces qué tal si pasas a mi departamento a beber una taza de café.


– No me gusta el café.


– Entonces una taza de té.


– ¿Cuáles son tus intenciones? – Levi detuvo el auto frente al edificio de departamentos donde vivía el contrario y se giró a encarar a aquella persona tan insistente. Si no estuviera habituado a lidiar con las personas más problemáticas, habría pateado al mocoso por acosador apenas lo vio esperándolo afuera de la estación de policía.


De pronto el ambiente se tornó tenso entre ambos, había cierto magnetismo que hacía que tanto Levi como Eren no quisieran separarse todavía.


El mayor encendió la luz del interior para iluminar los rostros de ambos y así evaluar bien las expresiones y miradas del menor que no lograba comprender del todo.


– No tengo malas intenciones, solo quiero invitarte a cenar – Eren sonrió con simpleza, molestando ligeramente el semblante serio del mayor, quien entrecerró los ojos estudiando su mirada sin pestañear por varios segundos. Hasta que el castaño apartó la mirada al sentir los ojos escocer, había perdido el duelo de miradas por segunda vez– Y si no quieres salir a un lugar público, puedes venir a mi departamento.


Levi se apoyó en el manubrio del vehículo y miró al frente por varios minutos en silencio, poniendo al menor en un estado de incomodidad por no saber si decir algo más o simplemente esperar. Fue tanta la presión que sintió el castaño que no lo toleró más.


– He soñado contigo.


Mierda, pensó Eren, maldiciéndose una y otra vez mientras cerraba con los ojos fuerza y se mordía la lengua. ¡De todas las cosas que pudiste decir, tuvo que ser la que debías mantener en secreto! Ahora con menor razón aceptará estar contigo a solas.


Por otro lado, el mayor se irguió en su asiento conteniendo lo que sería una sonrisa divertida. Volteó su rostro para mirar al castaño y enarcó una ceja con curiosidad. Si bien tenía muchas dudas y alertas con respecto a la propuesta ajena, se sentía interesado en ese momento al haber escuchado aquellas palabras, admitía haber mordido el anzuelo.


– ¿Así que has soñado conmigo? ¿Qué tipo de sueños? – El tono perverso en la voz del mayor hizo que Eren girara el rostro hacia la ventana y mirara hacia afuera al sentir el rostro ligeramente caliente por el bochorno. Aquel tono empleado por el pelinegro era insinuante, y Eren, quien se consideraba ligeramente ingenuo e inocente, algunas veces, se había sentido mortificado por la culpa de haber soñado con Levi en variadas ocasiones, y el contenido de los sueños iba desde abrazos a cosas más insólitas como incluso besos, razón por la que el castaño se encontraba más nervioso en su presencia, delatándose culpable con sus reacciones.


– Oh, mira, mi departamento, gracias por traerme, por favor piensa en mí invitación.


La prisa que llevaba Eren por escapar de aquel espacio reducido en donde había quedado expuesto, le hizo abrir la puerta sin desabrocharse el cinturón de seguridad, lo cual fue una escena digna de ser recordada. Levi soltó una risa baja ante la torpeza del menor al verse avergonzado y atrapado, sin embargo negó con la cabeza y dispuso una mano sobre el hombro adverso para que volviera a su asiento.


– No busco avergonzarte, muchacho – Comentó desabrochando el cinturón por él y luego soltando el mismo para que fuera libre– Acepto esa taza de té si me cuentas los sueños. Es un buen trato.


El castaño se quedó paralizado en su lugar sopesando las dos opciones, aceptar o rechazar. De pronto aquella propuesta se había tornado completamente en su contra y se sorprendió al notar lo bueno que era el contrario para negociar y sacar provecho de las situaciones, lo cual le hizo reír por lo bajo.


– Si es la única forma de convencerte, entonces acepto. 

Notas finales:

*GRITO DE EMOCIÓN*

Buenas, mis queridxs lectorxs, estoy emocionada por este capítulo porque al fin, al fiiiiiin interactuaron, costó pero salió. Espero que les esté gustando hasta el momento, prometo que las cosas vendrán bonitas... si así lo quiere mi inspiración. 

Cuídense mucho como siempre y descansen muy bien!

Lxs quiero muchoooo


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