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Captive por rivaida

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La comida transcurrió con tranquilidad y en silencio. Las palabras sobraban en ese momento, ya que simplemente compartieron miradas furtivas y sonrisas divertidas que significaban más que cualquier cosa que pudieran haberse dicho.


Levi se sentía como un adolescente, y Eren se encargaba de suscitar eso en él, ya que por debajo de la mesa, sus pies lideraban un jugueteo divertido donde el castaño acariciaba la pantorrilla del mayor, observando sus reacciones, hasta que recibió un par de patadas que le hicieron reír.


– Agresivo.


– Conoce tus límites – Gruñó el mayor volviendo a comer, fingiendo una expresión fastidiada hasta que nuevamente fue atacado por el castaño. Los pies adversos se mantenían acariciándole las pantorrillas, ascendiendo cada vez más arriba – No te rindes ¿No?


– No cuando veo algo que quiero.


Ackerman negó con la cabeza, limpiándose la boca con la servilleta para luego tomar su copa de vino y dar un sorbo, casi atorándose con el contenido cuando sintió que el pie del menor ascendía por su muslo, abriendo los ojos de sobremanera por la osadía mostrada.


– Definitivamente quieres morir.


– Si es por ti, entonces no me molestaría.


– ¿Estas son todas tus artimañas de don juan?


– Me ofendes – Eren se mostró ligeramente triste al recibir tal indiferencia nuevamente. Durante la velada creyó haber obtenido buenas reacciones de parte del mayor, y por ello pensó que tenía luz verde para sus avances, no obstante parecía ser todo lo contrario, ya que Ackerman solo se mantenía desestimando sus esfuerzos.


– Lo siento – El mayor se vio realmente arrepentido por dejar que sus mordaces palabras tomaran protagonismo, cuando en realidad solo quería indagar realmente en lo que sentía el menor, puesto que ya estaba casi seguro de lo que era, pero siempre le gustaba comprobar los hechos de forma concreta, y quería escuchar a Eren decir las palabras específicas.


– Está bien, sé que eres terco y tozudo, muy cuadrado y frío, además de ind…


– Ya lo sé, no digas más – Se recostó en el respaldo de la silla, suspirando satisfecho mientras lo miraba fijamente, escrutando los ojos adversos.


Eren se removió nervioso al tener esos afilados ojos grises mirándolo sin pestañear. Apartó la mirada para enfocarse en su plato y seguir comiendo, pero a pesar de sus intentos por distraerse, sintió que poco a poco comenzaba a subir el calor por su rostro y orejas.


– No me mires tanto – Se quejó el más alto con un tono apenado, cubriéndose el rostro con las manos, sorprendiendo a Levi quien se rio suavemente por aquella adorable reacción.


– ¿Por qué no? Me desafías constantemente con la mirada, no veo qué es diferente ahora.


– Porque no, para – Eren tomó el tenedor y lo amenazó con el mismo – Es diferente cuando yo quiero hacerlo porque ahí estoy preparado, cuando tú lo haces sin aviso, me pongo nervioso.


– Vaya… – Y así de rápido Levi encontró una nueva entretención en el menor – Eres adorable también, quién lo diría.


– No lo soy, puedo ser bastante peligroso.


– Tienes razón… Ahora que recuerdo, los sueños que tienes conmigo ¿Son de contenido explícito y pornográfico? Es bastante peligroso que alguien sueñe con otra persona… ¿No estarás obsesionado conmigo? ¿Un stalker? – Preguntó con un tono intencionalmente despreocupado.


Eren, quien estaba dando un sorbo a su copa, escupió el contenido por la sorpresa de aquella pregunta, la suerte fue que lo hizo dentro de la copa y no sobre el rostro del mayor, porque intuía que aquello habría significado un delito para el estricto detective.


Se limpió la boca y miró a Levi con vergüenza.


¡Pensé que ya se había olvidado de eso! ¡Maldición!


– No sé de qué estás hablando.


– No me juegues al tonto.


– No sé de qué estás hablando.


– Habla – Sentenció el mayor, entrecerrando los ojos para mirarlo con molestia por las evasivas que estaba inventando.


Jaeger miró a otra dirección, encontrando sumamente interesante el diseño de las servilletas ¿Eran flores o figuras geométricas?


Aun así la mirada del mayor era sumamente afilada, haciéndole estremecer de solo ignorarla, por lo que se rindió con un suspiro y se tomó el resto del contenido de su copa de vino para armarse de valor. Pero aquello no fue suficiente así que volvió a llenarla, y se tomó todo el contenido de una sola vez, arrugando la expresión por el sabor.


 – Ugh – Se limpió la boca con el dorso de la mano y miró al mayor con determinación, soltando un hipido repentino que fue sumamente adorable para Levi – Te esmeras en avergonzarme ¿No?


– No ha sido mi intención.


– Pero lo haces.


– Pido disculpas en ese caso.


– No las necesito – Elevó la barbilla altanero, haciendo como si no le afectaba. Definitivamente el vino había hecho estragos con su autocontrol y su filtro al hablar, era impresionante lo rápido que Eren se sugestionaba con el solo hecho de haber bebido unas copas – Ni siquiera me has contado cosas de ti como para que yo pueda hablarte de mis sueños y sentirme en confianza.


Levi entrecerró los ojos mirándolo, luego se inclinó hacia adelante y apoyó el codo sobre la mesa para luego sostenerse la barbilla y así mirarlo con mayor detalle. Eren tenía las mejillas ligeramente rosadas por el vino y la mirada vidriosa por lo mismo, y los hipos que le escapaban de vez en cuando eran dignos de una comedia, sin embargo a él solo le hacían ver adorable.


– ¿Qué quieres saber de mí?


– Todo – La forma en que dijo esa palabra significó para Levi que iba en serio, por lo que sonrió de medio lado y apartó el plato a un lado, puesto que ya había terminado de comer.


Con tan solo mirarlo sabía que no podría escaparse de esa charla, después de todo, había querido mantener las cosas lo más impersonalmente posible, sin embargo, Eren era insistente cuando quería algo, y más todavía cuando llevaba unos grados de alcohol encima.


– Está bien… Supongo que no puedo escapar de esto – Soltó un suspiro cansino mientras pensaba la información con la que podría satisfacerle – Te he visto mirando mis fotos, así que empezaré por ahí – Chasqueó la lengua – Tengo un hermano menor, está en la universidad, tiene unos cuatro años menos que tú. Mis padres viven muy lejos de aquí por lo que los visito una vez al año en navidad… Ya que es mi cumpleaños en esa fecha – Se aclaró la garganta y frunció el entrecejo ligeramente nervioso por la cantidad de atención que le estaba poniendo Eren en ese momento, se veía como un niño en frente de una vitrina de dulces, todo brillaba alrededor suyo y su mirada denotaba  demasiada emoción – Hmm… Qué más… Pues…


– Parejas, cuéntame de tus relaciones amorosas y… tu orientación sexual.


Levi enarcó una ceja al notar lo desinhibido que estaba actuando el menor, pero no parecía que fuera a quedarse contento con tan poca información, por lo que soltó un largo suspiro y tomó un sorbo a su copa, dándose unos segundos para degustar el líquido, ordenando sus ideas antes de hablar.


– Persistente.


– Quiero saber todo de ti.


– Lo sabrás eventualmente, no hay prisa.


– Solo cuéntame eso último, por favor, Levi – Los ojos de cachorro que usó Jaeger, se vieron completamente irresistibles para el mayor, quien tuvo que apartar la mirada para no dejarse engañar por ese truco.


– No.


– Por favor, por favor, por favor – Eren alargó la última letra, juntando las manos frente a su rostro en un gesto de súplica.


Levi soltó un gruñido y lo fulminó con la mirada por la insistencia, le hacía sentir ligeramente incómodo hablar de aquel tema, sobre todo porque sería el primero en hacerlo de entre los dos, y no estaba viendo ganancias de revelarlo, sin embargo, la mirada suplicante del menor le hacía suspirar derrotado.


Ya era muy viejo como para estar haciéndose de rogar por mucho tiempo después de todo.


– Solo he tenido tres parejas medianamente estables en mi vida. Nunca han perdurado en el tiempo, a lo máximo un año… Y es mi culpa, el trabajo consume gran parte de mi vida y no dispongo de tiempo libre como otras profesiones, mi vida es mi trabajo. Mis anteriores parejas siempre se quejaban de ello y no sabían tolerarlo, así que eventualmente se terminaba – Se relamió los labios sintiendo un sabor amargo en la boca, por lo que buscó su copa para dar otro sorbo y borrar aquel gusto – Y soy bisexual.


– ¿Has estado con hombres y mujeres?


– Dos hombres y una mujer.


– Entonces tengo oportunidad – La sonrisa aliviada de Eren fue como un bálsamo a la forma en que se sentía Levi en ese momento, indefenso luego de haber hablado más de lo que sus cercanos sabían de su vida personal – Me gustas, Levi Ackerman. Y me gustas mucho, muchísimo, creo que podría estar viviendo mi primer amor contigo – Eren extendió su mano por sobre la mesa hasta atrapar la adversa y entrelazar sus dedos, mirándolo con timidez – Creo que eres la persona que siempre había estado esperando encontrar.


Levi tragó el vino con dureza, casi atorándose en el proceso. Abrió los ojos como platos puesto que ni siquiera se había preparado para recibir aquella confesión tan inesperada. Sintió el calor deslizarse desde la punta de los dedos que se mantenían unidos a la mano adversa, hasta su brazo, hombros y el resto de su cuerpo, dejándole con una sensación tan placentera de relajo que, a pesar de sentir su corazón golpeteando con rapidez, se sentía sumamente cómodo y tranquilo con él, compartiendo aquel momento tan correcto.


– No estoy pidiendo que me respondas de inmediato, por favor, piensa seriamente en mis palabras y dame una respuesta cuando estés listo. Puedo esperar.


– Eren…


– Por favor, piénsalo bien, no me rechaces de inmediato, dame una oportunidad – El agarre del menor a su mano se tensó ligeramente mientras decía aquellas palabras, con un ligero toque desesperado en su voz.


– Eren, solo voy a decir que tú m… – El mayor no pudo seguir hablando puesto que las manos adversas le cubrieron la boca para que se quedara callado. Le dio una mirada severa pero lo dejó ser, pudo notar lo avergonzado que se encontraba el castaño, ya que apartaba la mirada con nerviosismo y su rostro estaba más rojo que antes.


– No quiero escucharlo todavía, no estoy preparado, déjame pensar que puedo llegar a gustarte, al menos por unos días más.


– Está bien ¿Cuántos días? – Preguntó cuando le dejó libre nuevamente.


– Una semana… O dos…


– ¿No te tienes confianza?


– Por supuesto que sí, por eso estoy pidiéndote una semana o dos, puedo conquistarte en ese lapso de tiempo.


– Demasiado confiado.


– Caerás ante mis encantos en unos días.


Pero ya caí en ellos, pensó el mayor, negando con la cabeza mientras una sonrisa se abría paso en sus labios. No le importaba esperar un tiempo antes de decirle algo acerca de sus sentimientos, ya que Eren no le había dejado confesar aquello en ese momento.


– Veremos ese resultado entonces.


– Bien – El semblante del menor se animó considerablemente por el nuevo trato, y se relajó notablemente en su asiento, comenzando a abanicarse el rostro con las manos al sentirlo tan caliente. Intentó practicar respiraciones más calmadas para tranquilizar su corazón, el cual parecía que había corrido una maratón.


– Ahora cuéntame los sueños.


– ¡Dios! ¡No lo vas a olvidar nunca! – Exclamó el castaño con algo de frustración, mirándolo con el ceño fruncido porque no tenía tiempo de calmarse o pensar con más claridad cuando el mayor estaba acribillándolo con cosas que le llevaban el pulso a mil.


– Desde luego que no, estoy intrigado.


– Pues te quedarás así – Se cruzó de brazos como un niño enfurruñado, sacándole una carcajada al mayor, quien se encontraba cada vez más fascinado por las reacciones que le daba Eren.


– Si no me dices, no nos volveremos a ver.


– ¡Eso es jugar sucio! ¡No puedes sentenciar eso así como así!


– Puedo, y de hecho, ya lo hice.


Eren se levantó molestó, tomando la sudadera que había dejado a un costado para ponérsela. Desde luego, podría haber sido una pataleta, pero con los efectos del alcohol, terminaba sacando a flote su temperamento tan intratable con el que actuaba por simples impulsos, como en ese momento que se estaba arreglando para marcharse.


Levi lo miró con sorpresa al notar que se encaminaba a la salida, sin mirar atrás ni una sola vez.


Dios, es un niño, pensó el mayor soltando un bufido. Se levantó de la silla y caminó tras suyo hasta que lo vio quitarse las pantuflas.


– No te vayas.


– No parece importarte si me sigues viendo o no.


– Era una broma.


– No juegues conmigo, Ackerman, tengo mal temperamento y tú también.


El mayor se mordió el labio inferior para evitar soltar una risa ante la escena que estaba haciendo el menor, pero compuso un rostro serio y le tomó la muñeca para tironearlo, haciéndolo perder el equilibro hasta caer al suelo con un ruido sordo.


Levi lo miró desde arriba, aun sosteniendo su muñeca.


– Lo siento, no quise que cayeras tan duro, pero no te vas a ir cuando estamos conversando, eres un adulto, actúa como uno – Se mordió el labio inferior con fuerza antes de decir las siguientes palabras – Si quieres ser mi pareja entonces no puedes huir de las peleas ni mucho menos cuando son simples bromas que te tomas mal, así que levanta el culo y te vas a sentar al sofá en este minuto.


Una vez la sentencia estuvo hecha, Levi se marchó tranquilamente por el pasillo, acomodándose la molesta cinta del cabestrillo alrededor del cuello. Escuchó un par de refunfuños a su espalda, pero luego el sonido de los pasos de Eren siguiéndole le comprobaron que había servido su reprimenda.


El castaño, quien había logrado apaciguar su pataleta luego de la sentencia del mayor, se levantó a regañadientes y lo siguió, caminando cerca a la anatomía contraria. De ese modo, cuando se detuvieron junto al sofá, extendió los brazos y rodeó el torso del más bajo con delicadeza por la espalda, atrayéndolo a su cuerpo con suavidad, esperando que no huyera.


Al principio el cuerpo de Levi se tensó como respuesta involuntaria, sin embargo poco a poco se relajó bajo el agarre de Eren, estremeciéndose ligeramente al sentir la respiración adversa en su cuello. Cerró los ojos, sintiendo sus sentidos invadidos por el menor.


Ambos soltaron una risa divertida por lo que había sucedido minutos atrás y tomaron asiento segundos después de romper el contacto, situándose uno frente al otro en el sofá para verse y estudiarse en silencio.


Fue Eren quien tomó la palabra para romper el silencio:


– Cuando Mikasa me secuestró, pensé que nadie me iba a encontrar jamás y moriría – Murmuró el menor, bajando la mirada con nerviosismo, comenzando a juguetear con sus dedos – Pero me salvaste por segunda vez, e incluso podría decir que me salvaste más veces de las que puedas imaginar… Porque en el momento en que me quería rendir y dejar de luchar, tú llegaste a mis sueños, me envolvías en un abrazo y me dabas la energía que necesitaba para seguir adelante… Había bloqueado gran parte de lo que había sucedido hace diez años, y no recordaba que habías sido tú la persona que me salvó aquella vez, pero una vez lo supe, deseé encontrarte y conocerte en una situación más normal para agradecerte por todo. Desde ese momento en adelante he tenido sueños contigo, generalmente solo estás allí, mirándome y estudiándome desde lejos, como haces habitualmente ahora, otras veces logro abrazarte y… – Eren se cubrió el rostro con una almohada – Algunas veces te he besado…


Levi enarcó una ceja con diversión ante lo que escuchaba. Extendió un brazo para apartar la almohada del rostro del menor y así poder disfrutar su expresión avergonzada.


– Por tus reacciones pareciera que eres un inexperto en el ámbito amoroso y sexual, pero a mí no me engañas, conozco tu pasado.


– No estoy fingiendo mis reacciones, así me siento de verdad, idiota – Eren le arrojó la almohada con fuerza en dirección al rostro, y Levi no lo esquivó, sino que recibió el impacto tensando la mandíbula y luego mirándolo de forma mordaz.


– Contrólate.


– Controla tu maldita boca, trátame mejor.


– ¿Huh?


– Sí, trátame mejor, solo sigues siendo mordaz y poniéndome en duda. Me gustas, es la primera vez que me enamoro de verdad, estoy experimentando todo esto de forma única – Abrazó otra almohada y apoyó la barbilla sobre la misma, manteniendo la mirada en sus manos, refunfuñando por lo bajo ante las cosas que le decía el mayor, haciéndolo sentir triste y herido.


Levi, quien no sabía realmente qué era lo que debía hacer, se quedó en silencio, sintiéndose ligeramente culpable por lo que había estado diciendo y por cómo había estado actuando.


Era cierto que había respondido de forma mordaz en cada momento, manteniendo en alto su barrera defensiva para mantener a salvo sus sentimientos. También admitía que había estado actuando como un idiota al rechazar y minimizar sus esfuerzos e intentos de llegar a él. Había transcurrido mucho tiempo desde que estaba solo y su tacto con las personas se había oxidado, tal como se demostraba en ese momento.


– Lo siento.


– Te disculpo.


– Gracias.


– De nada, abuelo.


Eren lo miró un poco más calmado ahora, sonriendo levemente al sentirse más tranquilo luego de ver aquella mirada apenada por parte del mayor. A pesar de que sentía que estaba pasando los límites al reclamarle cosas, sin embargo no iba a dejar que lo pasara a llevar con sus emociones cuando suscitaban por su culpa.


Se miraron nuevamente en silencio, Eren manteniendo el contacto con desafío en su mirada, Levi con intriga e interés. Escrutaron al contrario como si quisieran introducirse en su cabeza y poder leerse la mente para saber qué es lo que estaban pensando realmente.


¿Por qué tengo que ser tan desconfiado?, pensó el mayor, suspirando y relajándose en su lugar, negando con la cabeza por la forma en que le hacía sentir aquel sujeto frente de sí.


¿Tan difícil será ganarme su corazón?, pensó el castaño, mirando al contrario con algo de derrota, a pesar de que su corazón se emocionaba con tan solo entablar contacto visual.


¿Quién lograría responder primero a sus interrogantes?

Notas finales:

Buenas, buenas, gentecita hermosa. Aquí les traje el nuevo capítulo y ahhhh, estamos tan cerca del final que me siento nerviosa por ello. Espero que todo salga bonito y les guste. 


Espero actualizar el miércoles, pero no puedo prometer nada porque he andado un poco corta de tiempo estos días. Aún así haré mi mejor esfuerzo.


Muchas gracias por leer hasta aquí, y nuevamente les reitero que quedan cerca de 2 o 3 capítulos para que esta historia llegue a su fin


Lxs quiero muchísimoooo, cuídense y tengan una bonita semana.


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