Capítulo XIII: La idea de Draco.
El silencio reinaba en el Gran comedor aquella mañana, los alumnos de las casas de Ravenclaw y Hufflepuf, observaban extrañados a las casas de Gryffindor y Slytherin, usualmente los alumnos de esas casas eran los más bulliciosos en las mañanas, pero hoy nada. Los profesores tenían un semblante preocupado y tanto el profesor Snape, como la profesora Mcgonagall, líderes de ambas casas, solo jugaban con su comida.
Phoenix Snape, Blaise Zabini y Colín Creevey no se encontraban presentes y lo ocurrido anoche nadie podía asimilarlo. El director Dumbledore, fue quien interrumpió el silencio.
—Debido a lo ocurrido, mientras no encontremos al culpable, tanto alumnos como profesores, tienen prohibida la salida del colegio, por favor, cuídense mucho y vuelvan a clases de manera normal, sin susurrar sobre lo ocurrido anoche—pronunció preocupado, para retirarse a su oficina.
Eli Malfoy fue la primera en llegar a la sala del profesor de Historia Mágica. Se preocupó al ver a Phoenix sentada en el escritorio, con su cara escondida entre sus brazos. Phoenix no había dormido nada y ni siquiera había desayunado hoy.
—Phoenix—hablo Eli, captando la atención de su amiga, sus ojos estaban enrojecidos. No sabía que decir en esta situación—Debes estar tranquila ¿Si? Aroa va a estar bien.
— ¿Y cómo puedo estar segura de eso?—preguntó Phoenix, mirando a su prima con los ojos enrojecidos—Mi padre tenía la ropa cubierta de sangre, quise verla, pero papá y la profesora Mcgonagall no me lo permitieron—comentó, liberando unas cuantas lágrimas—¿Y si mi hermana muere? Y yo no puedo despedirme de ella.
— ¡Oye, Oye!—llamo Eli, frenando esos pensamientos negativos de la mente de su amiga, limpió sus lágrimas con sus dedos, mientras sonreía—No pienses así, Aroa pidió ayuda y tu padre acudió, ella es fuerte y está luchando por vivir, y Pomfrey le está ayudando—comentó, viendo como su amiga bajaba la mirada avergonzada de pensar así—Y la mejor evidencia de esa lucha, es que no la han trasladado al hospital San Burgo, eso quiere decir que tenemos que tener paciencia y pronto veremos a Aroa corretear por los pasillos de este castigo.
—Quiero verla, me quedaría mucho más tranquila, si solo pudiera verla. Pero, mi padre no me deja, ni mucho menos me comenta—confesó angustiada. Por más que intento sacarle información a su padre, este solo guardó silencio y le envió de vuelta a su sala común.
—Phoenix, venga te toca—murmuró Draco llegando a ella, tomándola del brazo.
— ¿De qué hablas Draco?—preguntó Phoenix desconcertada, al ser llevada fuera del salón y la llevaba hasta los baños del segundo piso.
—Tú solo sígueme, es algo bueno créeme—dijo Draco, entrando al baño de niñas del segundo piso, no sin antes mirar para ambos lados, para que ningún profesor, alumnos o fantasmas los viera.
Phoenix entró en el baño, viendo a Myrtle la llorona, haciendo un gesto de que guardara silencio, se sorprendió al ver aparecer a Harry junto a Colín, quienes se quitaban la capa de invisibilidad. Colín le agradeció a Harry, tomó sus libros y salió del baño a su clase de transformaciones. Los miró sin entender.
— ¿Qué está pasando aquí?—preguntó confundida, mientras miraba a Harry y Draco.
—Draco, tuvo una idea genial para que podamos ver a sus hermanos menores, ocuparemos la capa de invisibilidad—contó Harry con una sonrisa, haciendo sonrojar a Draco, este llevo sus manos a su nuca, nervioso.
— ¿Ustedes son pareja?—preguntó sospechosa, mientras veía como Draco le miraba molesto y Harry estaba sonrojado.
— ¿A qué viene eso? ¿Quieres la maldita ayuda, si o no?—preguntó exaltado Draco. Harry carraspeó y luego tosió. Myrtle le sonrió a Phoenix, cerrándole un ojo.
—Fue solo una pregunta, además era para darles mi felicitación. Aroa estaría muy feliz—comunicó sonriendo, al ver que tanto Draco como Harry se miraban avergonzados. Aroa hubiera amado verlos así.
—No somos nada aún, solo vamos a intentarlo—comentó Harry, sonriendo incómodo, viendo a Draco mirándole con regaño por darle explicaciones que ella no necesitaba. —Vamos, yo te llevaré donde Aroa, ella te está esperando.
—No, pero creo que escucha, porque mueve los ojos durmiendo, mientras uno le habla—hizo saber Harry, sorprendiendo a Phoenix.
—Phoenix, dile que si se muere, no se lo vamos a perdonar nunca—pidió Draco angustiado.
Phoenix sonrió y asintió con una sonrisa alegre. Harry cubrió a la chica con capa de invisibilidad y ambos salieron en dirección a la enfermería. Phoenix se sorprendió al ver el lugar vacío. Quiso preguntar, pero prefirió hacerlo más tarde, primero tenía que ver a Aroa.
— Aroa está detrás de las cortinas. —Aviso Harry, sacándose la capa de invisibilidad— ¿Quieres que te acompañe?—ofreció con amabilidad.
—Puedo sola. Potter—contestó fríamente.
Phoenix se acercó, corrió un poco la cortina y volvió a cerrarla para que Harry no supiera que ocurría con ella. Por unos segundos, sintió miedo de voltear, pero lo hizo al darse cuenta de que en cualquier momento Pomfrey y su padre podrían llegar y ser descubiertos.
Sus ojos se enrojecieron, tragó saliva, tratando de eliminar ese nudo que se formó en su garganta. Su hermana tenía una máscara de oxígeno y su brazo derecho estaba vendado con pequeñas manchas de sangre, una bolsa de suero y sangre colgaba de un lado de la camilla. Tomó su mano sintiendo su temperatura, su rostro estaba pálido, cerró sus ojos soltando unas lágrimas que limpio en el acto.
—Aroa—llamó angustiada—Estoy aquí, tu hermana mayor está aquí—pronunció, tocando su cabello—Draco te manda sus mejores deseos a su estilo, Todos estamos desconcertados con lo ocurrido, así que tienes que recuperarte y ayudarnos a descubrir quién les hizo esto—pidió Phoenix en un susurró—Por favor, no me dejes sola. Sé que no muestro mis sentimientos como tú, pero no estoy lista para despedirme de ti. Por favor sigue luchando.
Limpio sus lágrimas y respiro profundo un par de veces antes de salir y ver a Harry apoyado en una de las camas, observando el suelo.
— ¿Mucho mejor?—preguntó Harry al ver su cara, sonrió amablemente.
—Sí, gracias por aceptar la idea de Draco—dijo Phoenix, acercándose a él, para que la sacara de allí.
—Draco de hecho tuvo una idea genial, él pidió la capa de invisibilidad y convenció a Fred y George de que distrajeran al enfermero en turno a cambio de que aceptaba el hecho de que Fred y su hermana fueran novios en un futuro—contó con una sonrisa Harry, poniendo la capa de invisibilidad sobre ambos para salir de la enfermería sin ser vistos. —Ahora mi pregunta es, si Draco aprendió a ser tratos de Aroa, o Aroa de Draco.
—La segunda opción—contestó Phoenix—Aroa y Draco siempre fueron unidos, aunque no se note.
—Comencé a sospechar eso cuando Draco vino a agradecerme por haber ayudado a Aroa con su ataque de ansiedad—comentó con una sonrisa, quitándole la capa de invisibilidad en el baño de niñas del segundo piso. Ahora si alguien pregunta dónde estuviste, le dirás, que olvidaste algo en tu cuarto y que debido a ello, llegas tarde a clases.
—Entiendo—comentó Phoenix con una sonrisa.
—Y otra cosa, no le digas a tu padre nada, porque él le quitará puntos a Gryffindor y la profesora Mcgonagall por venganza a Slytherin—advirtió Harry con una sonrisa incómoda, ante la mirada coqueta de Myrtle. La rivalidad de los líderes de la casa era horrenda.
—Archivado en mi cerebro como aviso alerta—habló, estando de acuerdo.
Phoenix salió directo a su clase, ya se encontraba mucho mejor. Eli tenía razón, su hermana estaba luchando y ella debía seguir confiando en ella.