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Wrong House por NNK

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Notas del capitulo:

Como siempre los personajes pertenecen a J.K Rowling y algunos de mi propiedad.

 

Capítulo XIX: Las hermanas Snape (Parte I)

 

Eli suspiró, por más que tuviera una lista mental de las cosas que debía hacer primero, no tenía previsto que al llegar al pasillo que llevaba a la biblioteca, Phoenix viera a Aroa y Dennis juntos, pero eso no fue lo que molestó a su compañera, fue el hecho de que su hermana menor llevaba puesto el chaleco de Quidditch de George Weasley. Intento detenerla, pero ella soltó su mano y se acercó a su hermana gritando:

— ¡Aroa!—llamó a su hermana menor. Ambos chicos se giraron curiosos, Dennis se ocultó detrás de Aroa al ver la mirada de la hermana mayor de ella.

Elí se resignó. Hoy iba a ser uno de esos días que se repetían cada tres meses en donde las hermanas Snape, luchaban por no matar a la otra por sus tonterías. Iba a tener que depender completamente de su paciencia.

— ¿Qué es eso?—preguntó Phoenix, señalando el chaleco de quidditch del equipo de Gryffindor ¿Qué hacía con el chaleco de George Weasley?

—Un chaleco—contestó lo obvio con una sonrisa, sintió que Dennis retrocedía unos pasos—George Weasley me lo regaló, porque le quedaba pequeño.

—Ve a ponerte otro—ordenó seria, tomando el brazo de su hermana—Vamos—animó molesta. Eli sonrió nerviosa al igual que Dennis cuando Aroa se resistió.

—No quiero—dictaminó Aroa ¿Qué le pasaba a su hermana hoy? Era como ver a su padre Severus en miniatura—Vete con Eli, tienes deberes que hacer. Estás haciendo que ella se sienta incómoda y pierda la paciencia.

—Aroa, es una invitación directa a que papá tire fuego por la boca—declaró entre dientes, observando a su hermana con molestia. Aroa se extrañó, no entendía el verdadero problema que tenía a Phoenix con esa actitud.

—No me interesa, me gusta—confesó Aroa, sorprendiendo a Eli, Dennis y su hermana, la vio agacharse a su nivel. Le gustaba el aroma de George Weasley y le gustaba el chaleco porque tenía su aroma.

—Ya te dije en la mañana que él es muy grande para ti—recordó molesta, no le gustaba para nada esa idea, pero aún no entendía bien la razón de ese porque—la diferencia de edad es grande, tú eres una niña, él un adolecente ¿Entiendes?—preguntó Phoenix. Sabía que todo eso eran puras excusas baratas, pero no quería ver a su hermana sufriendo.

—No me interesa, me gusta—repitió, soltándose del agarre de su hermana mayor. Eli se preocupó al ver cómo la mirada de Phoenix se oscurecía. Esa frase había sido un detonante para su amiga.

— ¡Quítate el chaleco!—exclamó sorprendiendo a su hermana y a Dennis quien salió corriendo—Esos gemelos son capaces de cualquier cosa, dámelo—exigió, comenzando a forcejear para intentar quitarle el chaleco.

—Suéltame o le diré a papá que fuiste tú, quien puso toda su ropa interior de rosado—advirtió, librándose de su hermana y corriendo detrás de Dennis. Eli prefirió intervenir y tomar a su prima antes de que saliera detrás de Aroa.

—Solo intento protegerte malagradecida—le gritó, siendo sujetada por su compañera. Eli jamás en su vida había visto a Phoenix tan enojada como en este momento.

Phoenix observo el pasillo con enojo, no entendía qué le molestaba más, que Aroa tuviera secretitos con Luna o que estuviera enamorada de uno de los gemelos, que era cuatro años mayor que ella. Se dejó guiar por Eli hasta la biblioteca para terminar el trabajo de una vez.

Eli solo para asegurarse que Phoenix no le dejara sola con el trabajo y se dejara ganar por la curiosidad, con un movimiento de varita ató a su amiga del asiento tanto de pies como de manos. Phoenix dejó de mirar a Luna, quien estaba dos mesas más adelante y desistió de hacerle señas al ver que Eli le miraba con cara de pocos amigos, mejor se concentraba en el informe que debían hacer, antes de que su amiga terminara enfadándose en serio con ella.

Estaba escribiendo su cuarta hoja junto a Eli, cuando vio a Aroa junto a Luna. Aroa le observo y le saludó con la mano, antes de acercarse a ella con una sonrisa. Eli suspiró, iba a permitir que Aroa jugara un poco con Phoenix, de todos modos, solo les faltaba una página.

— ¿Se me ve bonito?—preguntó a su hermana con burla. Phoenix mordió su labio, enfadada, al reconocer que el gorro de león de su hermana era de Luna.

— ¡Quítatelo!—exclamó, llamando la atención de todos los alumnos de la biblioteca, incluida Luna.

—No, me gusta, además Luna me lo prestó hasta que termine el partido de quidditch—anunció, sacándole la lengua a Phoenix, quien sonrió, aguantando las ganas de matar a su hermana.

Eli sonrió victoriosa, como le encantaba ver esa mirada de pocos amigos entre las hermanas Snape, porque ellas eran divertidas e impredecibles cuando peleaban, pero por el bien de su amiga, sacó el papel que tenía guardado para su hermano Draco y se lo entregó a Aroa.

—Aroa ¿Puedes llevarle esto a Draco? Recítaselo—ordenó Eli con seriedad. Aroa tomó el papel para leerlo—Es bueno, luego se lo dedicaré a Phoenix—prometió, ganándose la mirada curiosa de su hermana.

— ¡No! Espera—exclamó Phoenix, tomando el brazo de su hermana con firmeza—Tú no te mueves de aquí, hasta que me digas que tipo de trato tienes con Luna—dictaminó, viendo que Aroa le miraba atenta y sonreía burlona.

—No, ella tiene que irse porque si no se va ahora—amenazó. Eli giró su cabeza, buscando a alguien que pudiera sacar a Aroa para poder terminar el trabajo—Cedric necesita que Aroa esté en el campo de quidditch.

—Eli, Aroa tiene once años ya no cae en esos juegos ridículos—murmuró entre dientes, para hacerle entender a su amiga que no iba a dejar ir a su hermana menor. Aroa se sintió atrapada, ver a Eli y Phoenix enojadas era un terreno inexplorado para ella.

— ¿Cedric, cierto que necesitas llevarte a Aroa de aquí?—pronunció Eli, llamando la atención del chico, quien le miró asustado al ver la cara de auxilió de Aroa.

—Ven Aroa, te necesitan en el campo de quidditch—habló Cedric. Tomando a Aroa de la cintura para llevarla en su hombro.

—No te la lleves, realmente necesito saber qué tipo de trato tiene con Luna—pidió Phoenix con resignación.

— ¡Eli! Hazle desaparecer la boca, así no hablara y podrás terminar la tarea más rápido—gritó Aroa con una sonrisa, causando que Cedric tuviera que llevarla por la cintura y cerrando su boca para que la encargada no les terminara de prohibir la entrada para siempre.

Eli levantó la mirada con una sonrisa, esa idea no sonaba descabellada, siempre cuando pudiera terminar su trabajo. Phoenix negó con la cabeza, mientras pensaba en una excusa válida para que su amiga no cometiera esa locura, pero prefirió continuar con el trabajo al ver que su amiga con un movimiento de varita tomaba el consejo de su hermana.

Eli se alegró, cuando se dio cuenta de que solo faltaban un par de líneas para terminar su trabajo, pero su sonrisa se vio interrumpida cuando Fred Weasley se sentó a su lado y George Weasley con Phoenix, no era que los gemelos le molestaran, pero que debía hacer para poder terminar el trabajo tranquila.

— ¿Por qué tienes a Snape así?—preguntó Fred, luego de dejar un beso en la mejilla de Eli.

—Ella se obsesionó con un trato que tiene Luna con Aroa y está muy enojada porque Aroa gusta de George—anunció, haciendo un movimiento de varita para devolverle la boca a su compañera.

—A mí también me gusta Aroa—pronunció George, sorprendiendo a ambas chicas, quienes le miraron preocupadas. Phoenix no lo resistió más y piso a George. Eli, sujeto a Phoenix y Fred a George cuando ambos se miraron enojados.

— Hey tranquilos, no se maten, es mejor solucionar los problemas hablando—pidió Fred nervioso, viendo como Eli, se interponía entre su amiga y él.

—Aléjate de mi hermana—sentenció seria—No te quiero ver cerca de ella.

—Creo que ella es quien debe tomar esa decisión—comentó George, ganándose una mirada enfadada de su hermano. —Phoenix, sé que estás preocupada, pero jamás le haría daño a Aroa, realmente quiero conocerla de verdad, me conoces ¿Crees que le haría daño a tu hermanita?—preguntó, viendo a su amiga serio.

Phoenix le observo por unos minutos en silencio, le conocía hace dos años y sabía que George Weasley le hablaba con sinceridad. Es solo que era su hermana menor y quería protegerla de toda persona que quisiera aprovecharse de sus sentimientos. Lo observo de vuelta y vio como George le tendía la mano, la acepto, estrechándola.

—Cómo me enteré de que le haces daño…—habló Phoenix, siendo interrumpida por su amigo con una sonrisa.

—Prefiero que ella me haga daño antes que yo—sentenció, sorprendiendo a ambos—No somos nada, solo amigos, conociéndonos, para que te sientas cómoda.—Sonrió, cuando Phoenix lo hizo.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar hasta aqui. Nos vemos en la siguiente publicación.


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