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Wrong House por NNK

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Notas del capitulo:

Como siempre los personajes le pertenecen a J.K.Rowling y algunos son de mi completa autoria.

 

Capítulo XXI: El partido de Quidditch.

 

Aroa se detuvo en medio de sus primos y su hermana, sintió nuevamente esa lucha interna dentro de su cabeza, pero prefirió seguir corriendo hasta llegar a las gradas de Gryffindor. Se quedó al lado de Dennis y su hermano Collin, se apoyó en una de las murallas, mientras escuchaba los gritos de sus compañeros de casa, apoyando a su equipo.

Aroa…El traslador.

Suspiró y tomó como opción ver como el juego comenzaba, mientras que con todas sus fuerzas intentaban ignorar esa voz en su cabeza, llevó sus manos a los bolsillos de su impermeable, sintió en su bolsillo derecho el traslador de Collin Creevey, el mismo que aquella voz le pedía.

Aroa sé perfectamente de dónde proviene ese aroma que buscas desde hace once años.

La lluvia era fuerte, Gryffindor iba a la delantera, pero la Snitch dorada aún no era encontrada por los buscadores de los equipos. Todos los alumnos gritaban apoyando a Hufflepuff o Gryffindor, muchos ya tenían la voz ronca, cada uno daba su mayor esfuerzo demostrando lo mejor de sí. Pero, aun así su cuerpo no dejaba de recordarle el frío y su mente la voz que rondaba cerca de su cabeza.

Sintió la curiosidad de observar hacia el campo de quidditch, pero no quería caer en su juego, el lugar estaba lleno, su hermana y sus primos estaban en las bancas superiores, si giraba su cabeza hacia la izquierda, a su altura podía ver a su padre y el profesor Remus, perfectamente.

Obedéceme o será la última vez que verás a tu padre.

Regresó su vista a los hermanos Creevey, ambos estaban animados por su equipo, aprovechó la oportunidad de retroceder, cuando Ron y Harry se adelantaron, llegó a la entrada de las gradas. Miró hacia arriba, viendo como Eli estaba en la espalda de Draco, mientras este trataba de quitársela de encima, tratando de convencer a Phoenix de que le ayudara a sacarla de ahí.

Bajo las escaleras con miedo, sintiendo el gruñido de un perro, trato de sentir el aroma del animal, para sentirse más valiente, pero no pudo lograr nada. Se detuvo a mitad de su camino, sacó de su bolsillo derecho de su impermeable e hizo rodar el traslador por las escaleras, vio como el hocico del animal, tomaba el traslador y salía corriendo. Sintió la impulsividad de seguirlo, pero prefirió volver con sus compañeros de casa.

Volvió a las gradas, observando hacia el cielo, abrió sus ojos al ver caer Harry inconsciente desde su escoba, bajo la exclamación sorprendida de todos. Escucho al director Dumbledore, lanzar un hechizo al campo que aminoro la caída haciéndolo caer como una pluma.

Todos vieron cómo los profesores se acercaban rápido a Harry, los demás jugadores corrieron a ayudar a Harry, mientras que todos los alumnos estaban bajo la sorpresa de lo ocurrido.

—Todos vuelvan al castillo y sigan a los prefectos a sus salas comunes—anunció Lee Jordan por órdenes de la profesora Mcgonagall

—Primer y segundo año aquí—ordenó Oliver Wood, apareciendo en las gradas de Gryffindor. —Tranquilo, no desesperen ¡Snape! Fórmate—pidió a Aroa, quien asintió.

Aroa, regresó su mirada hacia donde se encontraba Harry preocupada, dirigió su mirada a un rincón del banco, viendo la sombra del animal que les había atacado, el cual veía hacia la dirección de Harry por última vez antes de huir nuevamente al bosque prohibido.

—Aroa, tranquila. Harry estará bien—murmuró Ginny, tomando su mano para ir a la sala común de Gryffindor.

Se dejó guiar de la mano con Ginny bajó la mirada celosa de Hermione, quien no aguantó mucho antes de tomar su otra mano y de un tirón alejarla de la menor de los Weasley. Observo a Dennis para que le ayudara, pero se rindió al ver que iba de la mano con Neville, el mundo de su amigo estaba concentrado en otra cosa.

Al llegar, Hermione la acompañó al cuarto de primero para ayudarla a envolver el regalo de Phoenix. Aroa le miró atenta mientras envolvía el obsequio de su hermana mayor.

— ¿Es mucho el parecido?—consultó Aroa, llamando la atención de Hermione, quien le miró sin entender— ¿Phoenix y yo, es mucho el parecido?—repitió.

—Un poco, es extraño. Es como si ambas fueran una combinación bonita de ambos padres—comentó Hermione con una sonrisa. —No es solo físico, es su personalidad y su forma de mirar. No quiero que te sientas mal por algo que no sé cómo explicar.

 — ¿Quisiste mucho a mi hermana? ¿Te gusta todavía?—preguntó Aroa curiosa.

—Sí, fue la primera persona que me llamó la atención, hasta que pude decir la frase, me enamore—confesó, viendo la mirada curiosa de Aroa. Su corazón volvió a acelerarse confundido—Fue mi amiga antes de que fuera amiga de Harry y Ron, pero como siempre ocurre en la vida la gente se distancia y a veces es para siempre o temporal. No te preocupes por ello Aroa, lo entenderás mejor cuando seas mayor. ¿Por qué me preguntas eso?

—Es que eres la primera persona que me habla de los primeros años de mi hermana en Hogwarts—confesó, dejando una sonrisa, mientras le daba la rosa a Hermione para que decorara el regalo.

—Ya veo ¿Y tú qué hacías mientras tu padre y hermana estaban aquí? ¿De seguro te la pasabas súper con tu madre? Debes extrañarla mucho—comentó, viendo como la sonrisa de Aroa desaparecía.

—Yo no tengo mamá o papi, mi padre no habla mucho de ella o él, así que lo único que sé es que se fue cuando era muy pequeña—comentó sorprendiendo a Hermione—Pero, mientras ellos estaban aquí, yo era cuidada por elfos domésticos y a veces tía Narcissa venía a casa a cuidarme—habló con una sonrisa alegre. —Gracias por ayudarme.

Hermione acarició el cabello de Aroa antes de volver a la sala común para seguir ayudando con la decoración. Aroa se quedó sentada en la cama mirando el obsequio para su hermana, era la primera vez que le preguntaban sobre su familia y aquello le había provocado un dolor extraño en su pecho.

Negó con la cabeza con una sonrisa, no había pensado en ello en once años y no iba a pensar ahora, salió de su cuarto y bajó por las escaleras. George la abrazo, ante la atenta mirada de Fred.

—George, me gusta mi apellido ¿Me lo regalas en un futuro?—pidió en un tono de broma, llamando la atención de todos los Weasley.

—Yo feliz te regalo mi apellido—comentó, ganándose una mirada asesina de todos sus hermanos—Pero, no creo que a Phoenix, le guste la idea de quedarse sin hermana menor y a Ginny el hecho de que tenga una segunda hermana a la cual mimar. —anunció, viendo que sus hermanos dejaban de mirarlo—Aunque, en un futuro, feliz te lo regalo—susurró en su oído, haciendo sonreír a Aroa, dejando un leve beso en su mejilla.

Fred y Ron observaron atentos a ese gesto de Aroa. Fred fijó su vista en su hermano gemelo, no tenía que pensar mucho como para saber que su hermano George estaba a los pies de Aroa y esa niña lentamente estaba cayendo a los suyos. Iba a ser muy divertido ver el avance de esos dos.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar hasta aqui. Nos vemos en la siguiente pubicación.


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