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Wrong House por NNK

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Notas del capitulo:

Como siempre los personajes pertenecen a J.K Rowling y algunos son de mi completa autoria.

 

Capitulo XXXII: Mensajes y Consejos.

 

Fred Weasley, estaba sentado en su mesa junto a su hermano y amigos. A pesar de que hablaban de cosas divertidas, no podía evitar mirar hacia la puerta de vez en cuando con la esperanza de ver a Aroa parada en la puerta haciendo una seña para que saliera y le comunicara como se encontraba Eli. En las últimas dos semanas, ella había estado con una mirada molesta en su rostro, de primera pensó que la chica tenía una mala semana, pero últimamente ya no sabía qué pensar, la chica que le gustaba se alejaba de él y no entendía la razón de fondo.

Realmente quería saber qué le pasaba a su novia, por ello al no poder él saber el motivo, envió a Aroa a ayudarle, pero la pequeña no aparecía y eso lo ponía muy nervioso. George le miró preocupado por unos segundos, le acaricio la espalda, dándole ánimo, le obligó a observar a la puerta. Aroa estaba en la puerta con la respiración agitada.

—Señorita Snape pase, el señor Weasley está desesperado por su respuesta—anunció la profesora Trelawney, causando que Aroa entrará al salón con una sonrisa.

—Preferiría llevarme a Fred unos segundos—comentó Aroa a la profesora de adivinación. No estaba segura de decir el mensaje utilizando sus mismas palabras o adornarlo un poco.

—Creó que será más emocionante que lo sepa todo el salón—volvió a decir la profesora Trelawney.

Aroa miró a Fred, pidiendo ayuda.

—Tranquila, puedes decirlo. No puede ser tan malo—concedió Fred con una sonrisa alegre.

Aroa dudó por unos segundos, si le daba el mensaje decorado con palabras bonitas, Fred no lo entendería de manera directa, pero si se lo daba tal cual como Eli se lo había pedido, insultaría a más de uno. Suspiró, no tenía más opciones.

—Fred—llamó a su amigo con una sonrisa—Eli dijo: que mientras te sigas comportando como un idiota con ella y continúes andando de la mano con la prostituta de Angelina, te metieras tus chocolatinas donde mejor te quepan— comunicó el mensaje, sorprendiendo a Fred y creando un silencio incómodo entre los alumnos. Tal vez sí, debió decorar el mensaje.

—Vaya, es un mensaje bastante claro— comentó Lee Jordán, ganándose una mirada molesta de George.

—Yo no soy ninguna prostituta— anunció Angelina ofendida.

—A mí no me mires, yo solo reproduzco el mensaje, no te he insultado, aunque me alegra hacerlo—comentó alegre, para después toser ante la mirada confusa de todos—Profesora Trelawney ¿Puedo irme?

Fred Weasley no pudo evitar soltar una risa ante lo directa que era la hermana de Phoenix, había entendido el mensaje a la perfección, le encantaba conocer las facetas esta era nueva.

—Claro Aroa, entre más rápido te vayas mucho mejor—comentó con una sonrisa nerviosa— Señorita Granger ¿Puede llevársela?—preguntó al ver a la alumna en la escalera.

Hermione se detuvo, sonrió nerviosa mientras entraba, tomó la mano de Aroa y cerró la puerta ante la mirada divertida de los chicos de quinto. Aroa observo la mano de Hermione sobre la suya, sintiéndose extraña, hace ya casi un mes que Hermione no le tocaba. La castaña le miró a la cara, viendo que Aroa tenía sus ojos fijos en sus manos, la había extrañado.

— ¿Puedes devolverme mi mano?—pidió Aroa sin mirarla.

Quería levantar su mirada y ver los ojos de la chica, pero no se atrevía a descubrir cuáles eran los verdaderos sentimientos de Hermione. Le había dolido que le dejara de hablar y la alejara de su lado, dándole una excusa tan barata y para colmo que ella no pudiera controlar. Además tenía miedo de que su corazón se acelerara nuevamente, produciéndole taquicardia.

Hermione soltó su mano, viendo que Aroa alzaba su mirada sorprendida, sus ojos se enfrentaron, los ojos de Aroa estaban tristes, quiso decir algo, pero Aroa bajo las escaleras escapando de ella. Giró su cabeza para seguir subiendo las escaleras, se detuvo en seco al encontrarse con la mirada sorprendida de Phoenix. Bajo su cabeza para seguir adelante, pero ella le retuvo del brazo, sus miradas se cruzaron y no pudo reconocer aquellos sentimientos.

—No vuelvas a tocar a mi hermana—reclamó, acorralando a Hermione a la pared—Ni te acerques a ella para confundirla.

— ¿Por qué? Te aterra saber que tu hermana me gusta más que tú—comentó con una sonrisa, pero se puso sería al ver la mirada de Phoenix. —Jamás confesaré lo que tú quieres que admita. Ahora, déjame volver con mis amigos.

—No voy a permitir que tu maldita confusión dañe los sentimientos de mi hermana, así que si vas por ese terreno, ve con cuidado— amenazó seria. Hermione bajó la mirada sorprendiéndose, giró su cabeza para enfrentar a Phoenix.

—Vas a seguir amenazándome o dejarás que Luna y Aroa te observen pelear conmigo—contó con su rostro serió.

Phoenix observo hacia abajó, viendo a Luna y Aroa, observarla sorprendida. Hermione la empujo, liberándose de su agarre para seguir su camino de una vez por todas. Phoenix se giró molesta al verla huir, regresó su mirada a Luna y Aroa, pero ahora solo quedaba su hermana menor.

—Aroa, yo…—susurró, sin saber qué decir.

—Tranquila, lo supe desde qué hablamos en el puente, no me des explicaciones. Además Hermione solo me salvo de la rabia de Angelina—comentó con una sonrisa alegre, aunque fue más bien un sentimiento forzado. —Ve a buscar a Luna, ella es más importante que yo en tu situación.

Aroa la vio asentir con la cabeza antes de salir detrás de Luna. Esta sonrió, ahora solo quedaba ayudar a Draco y para ello, debía buscar a Harry y conociendo al chico estaría en el despacho del profesor Lupin, aprendiendo ese hechizo que ella había hecho para salvar la vida de sus compañeros y la suya propia. Ya en el tercer piso, fue hacia el dormitorio del profesor Remus, era el único lugar donde Harry podía estar.

Se alegró al entrar al salón y ver a Harry hablando con el profesor Remus, mientras este estaba en la puerta de la habitación. Remus le saludo con una sonrisa, mientras le lanzaba una chocolatina, que se transformó en un oso de peluche, Aroa sonrió al ver que el osito tenía una jardinera y un gorro de paja.

— ¡Es tan tierno. Me encanta!—exclamó, haciendo sonreír a Remus.—Gracias, padrino—agradeció abrazando al peluche y sorprendiendo a Harry.

—No me des las gracias a mí, te lo ha mandado él—comentó Remus, llamando la curiosidad de Harry, mientras veía que Aroa le sonreía alegre. —Mi regalo es este, pero no le digas a tus padres, no deben saberlo—comentó, lanzándole un paquete que recibió.

—Gracias, por los regalos—agradeció con una sonrisa— ¿Puede dejarme unos minutos con Harry?

—Iré por un café a la cocina—concedió Remus, saliendo por la puerta para ir a la cocina.

— ¿Por qué quieres hablar a solas conmigo?—murmuró, sentandosé en el escritorio, viendo que Aroa le imitaba.

— ¿Ya no quieres a mi primo Draco?—preguntó Aroa, sorprendiendo a Harry,

—Ammm…Aroa, no es eso. Es complicado—comentó, sin saber cómo explicarse a sí mismo—Verás, yo pensé que mi primer beso con Draco, sería más privado e intimo y no tan público como pasó—comentó, mordiendo su labio nervioso.

—Tenías expectativas—aclaró Aroa. Harry asintió—Mi papá Severus dice que las expectativas son una mierda, que debes aprovechar el momento y sorprenderte—dijo, viendo que Harry le sonreía.

—Ese consejo es bueno, pero no me sube los ánimos Aroa—comentó con una mueca de molestia.

—Solo diré una cosa y espero la entiendas—Harry asintió, viendo a la pequeña con atención—Draco no ha tenido una vida en la cual pueda tener opciones. Por lo tanto, cuando tiene que tomar una decisión se frustra. Si quieres romper esa incomodidad que se genera, solo habla, porque si esperas a mi primo, él puede tomar la opción de alejarse de ti para siempre—comentó, levantándose del asiento y acercándose a la puerta—Tengo que guardar esto para ir a mis clases de vuelo.

—Ese consejo sí que me sirve mucho—agradeció Harry, despidiéndose de Aroa.

Aroa asintió con una sonrisa antes de dirigirse a la sala común de Gryffindor. Debía reconocer que esa mañana se había divertido mucho.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar hasta aqui. Nos vemos en la siguiente publicacion.


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