Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wrong House por NNK

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como siempre los personajes pertenecen a J.K Rowling y algunos son de mi completa autoria.

 

Capítulo LVI: La visita de Regulus Black.

 

 Aroa sonrió al ver el lago completamente congelado, corrió dejando atrás a los chicos a los chicos de tercero, se detuvo en frente, aguantando la tentación de pisar el hielo, observo de reojo como su hermana se reía con Ron y Harry, mientras Hermione los miraba con algo de recelo, pero igual sonreía. Salto, sonriendo traviesa antes de volver a la tierra y mirar que su hermana ni siquiera se había dado cuenta de su travesura, regresó su vista al lago, viendo el lago y las huellas que había dejado al caer en el hielo, quiso volver a saltar, pero se detuvo al escuchar algo moverse en la hierba que llevaba al comienzo del bosque prohibido.

Dirigió su mirada con algo de enojo hacía aquella dirección al verse interrumpida, vio detrás de un árbol una silueta que se le hacía extrañamente conocida. Miró a su hermana, viendo que ya habían comenzado a jugar naipes explosivos, mientras Hermione se ponía a leer un libro, siempre girando su cabeza entre el bosque y donde se encontraba con sus amigos.

La sombra salió del árbol y llevó sus manos a la boca de su sobrina, mientras que veía cómo los chicos que ella observaba seguían jugando, Sus ojos grises se cruzaron con los de su sobrina, vio en ellos como el susto y la alegría brillaba al verlo. Se abrazaron con cariño, realmente había extrañado cuidar a esa revoltosa este año porque ahora estaba realmente aburrido en casa solo leyendo libros y vigilando la cocción de las pócimas de Severus.

—Tío Regulus—exclamó Aroa, sintiendo que su tío le cubría su boca, al mismo tiempo que llevaba uno de sus dedos a su boca.

Regulus observo para ambos lados, apoyando a su sobrina  en el tronco de un árbol, miró a los chicos que se encontraban más allá, aliviándose al ver que no había escuchado nada. Regresó su mirada a Aroa con una sonrisa alegre.

—No sabes cuánto te echo de menos en casa, revoltosa—confesó con una sonrisa— ¿Te gustó tu regalo de cumpleaños?

—Sí, he estado aprendiendo oclumancia en el baño del segundo piso, como dijiste. Casi nadie entra allí y mantengo el libro oculto en mi baúl—le hizo saber obediente con una sonrisa.

—Genial, porque he dejado tu regalo de navidad en el baúl— exclamó con una sonrisa.

Aroa sonrió al saber que podría seguir estudiando a escondidas y avanzar de nivel al mismo tiempo. Pero le dirigió una mirada curiosa a su tío, al ver que sus ojos grises le miraban un poco preocupados.

—Papá, dice que no puedes salir de casa ¿Qué te hizo salir? Porque eso de venir aquí solo para entregarnos los regalos de navidad a Nix y a mí, no me resulta convincente—comentó a Regulus, viendo que este hacía una mueca burlona.

—Oye, yo no soy un crio, tengo treinta y cuatro años—dijo ofendido—Pero le pedí a Severus venir porque las echaba de un poco de menos, pero muy poco—hizo saber, viendo como su sobrina alzaba las cejas— Y si vine por otra cosa.

— ¿Qué cosa? ¿Vienes a conocer al novio de papá? Ese que cree que nosotros no sabemos que existe—preguntó Aroa con una sonrisa burlona.

— ¿Tu padre tiene novio?—preguntó Regulus interesado. Eso no lo sabía. A pesar de que quería indagar sobre ese tema, prefirió dejarlo a un lado por el momento y venir por lo que realmente venía— ¡No me distraigas con temas más interesantes!—le regaño con algo de burla—En realidad vine aquí por pedido de mi prima Andrómeda.

— ¿Tía Andrómeda?—nombro sin entender.

— ¿Me vas a hacer preguntas cada cinco minutos o me vas a dejar explicarme?—le cuestiono Regulus perdiendo la paciencia. Aroa abrió sus ojos mientras su tío suspiraba, tratando de calmarse—Ella me comentó que estaba preocupada por ti, sobre el accidente que Tonks aún no puede resolver ¿Hay algo que quieras comentar y no puedes porque no te sientes en confianza?—preguntó, mirando a su sobrina con preocupación.

—Sobre eso. Es que en realidad no recuerdo nada—mintió con duda, ganándose una mirada preocupada de Regulus.

—Severus también me comentó que estuviste encerrada en la casa de los gritos, pero tampoco has querido decir quién te encerró allí—presionó Regulus, viendo que su sobrina le miraba suplicante—Aroa, puedes confiar en mí, yo no tengo a nadie a quien contarle nada y si tú no quieres que se lo cuente a tu padre, no lo haré nunca—prometió, viendo que Aroa se mordía su labio con duda.

—Creo recordar algunas cosas más que mis amigos, pero no recuerdo bien quién fue y en cuanto a la cabaña, no quiero delatar a la persona porque tengo una mínima corazonada de que actúa por desesperación y solo espera en silencio para presentarse. Pero por otro lado, solo quiero delatarlo y verle sufrir sin importar los daños—comentó a grandes rasgos lo que sentía por su padre Sirius.

— ¿Es una persona conocida?—hablo Regulus serio. Aroa asintió— ¿Es quien pienso, que es?—Aroa miró los ojos grises de su tío y asintió nuevamente.

Regulus observo el suelo unos segundos antes de abrazar a su sobrina con fuerza, al entender el dolor que estaba reteniendo. Se separó y le sonrió para que le imitara y borrar por unos minutos esas lágrimas sin derramar que se acumulaban en los ojos grises de su sobrina.

—Primero que nada, creo que debes ser sincera y decir lo que recuerdas, antes de que pierdas la confianza de tus amigos y en cuanto a la identidad de la persona solo di perro y ya está, la persona que está escondida en el bosque no la conozco porque ha pasado mucho tiempo, pero si creó que está actuando con desesperación e intenta decirnos algo, así que tu solo se sincera por el bien de tus amigos —aconsejo, dejando un beso en la mejilla de su sobrino.—Ahora debo regresar a la casa, si tienes dudas envíame una carta.

—Adiós Tío Regulus— se despidió con una sonrisa.

—Regresa con tu hermana y dile que se comunique conmigo, que me aburro solo en casa—le reclamó infantilmente, antes de desaparecer.

Aroa rió ante el gesto de tío Regulus, se quedó mirando el lugar unos segundos, antes de darse cuenta de que los chicos le llamaban, salió de su escondite viendo como Ron le hacía una seña y le abrazaba para llevarla con los demás.

— ¿Dónde estabas?—preguntó Ron, caminando a su lado.

—Jugando, es solo que me entretuve mucho—comentó Aroa inocente— ¿Por qué me buscaban?—preguntó, sonriendo.

—Vamos a ver una película, nosotros cuatro—comentó Ron, refiriéndose a Harry, Phoenix y ella.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar hasta aqui. Nos vemos en la siguiente publicación.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).